Es costumbre en los países anglosajones interpretar a finales del adviento el que posiblemente es el oratorio más famoso y representado, Messiah de Händel.
El escritor austriaco Stefan Zweig, influyente como ensayista y biógrafo de la primera mitad del siglo XX dedicó un capítulo de su didáctica obra Momentos estelares de la humanidad a Häendel y la creación de esta obra fundamental en la música de todos los tiempos. Así lo relata.
De entre todos los oratorios es Messiah (El Mesías), de George Frideric Häendel sin duda el más conocido. Fue compuesto en pocos días, entre el 22 de agosto y el 14 de septiembre de 1741. Invitado por el virrey de Irlanda a pasar unos días en Dublín, la estancia le proporcionó la inspiración necesaria para terminarlo.
El escritor austriaco Stefan Zweig, influyente como ensayista y biógrafo de la primera mitad del siglo XX dedicó un capítulo de su didáctica obra Momentos estelares de la humanidad a Häendel y la creación de esta obra fundamental en la música de todos los tiempos. Así lo relata.
El libreto corrió a cargo del escritor inglés Charles Jennens, quien lo extrajo de la Biblia, en parte del Nuevo y en parte del Viejo Testamento y le añadió versos propios. Se trata de un texto sin argumento, pero que encierra un drama interior con la división en tres partes de la obra: comienza con el anuncio de la llegada del Mesías, continúa con la Pasión y Resurrección y finaliza con la realización del ideal del Mesías sobre la Tierra, la liberación de la humanidad hacia la luz y la libertad.
Entre los momentos más bellos del oratorio se encuentra For unto us a Child is born (Pues nos ha nacido un niño). Se trata de un número coral que comienza con una introducción a cargo de los violines. Sobre esa melodía entonan los dos primeros versos las sopranos, contestado en forma de canon por los tenores y más tarde las contraltos y los bajos.
El tercer verso lo comienzan los tenores seguidos por el resto de voces. Los violines presentan el tema principal, el de los nombres del Mesías, entonados por todas las voces al unísono con una serie de variaciones. Las contraltos comienzan nuevamente el primer verso, se repiten los epítetos del Mesías y tiene lugar un contrapunto entre las diferentes voces. Finaliza con una exposición instrumental de los distintos motivos melódicos.
Fue estrenado el 13 de abril de 1742 en el Music Hall de Dublín, según las crónicas de la época, con un éxito arrollador. El 23 de marzo de 1743 tuvo lugar el estreno en el Covent Garden de Londres, el lugar habitual de Häendel. En el continente, la marcha triunfal de la obra comenzó en Hamburgo, extendiéndose rápidamente por toda Alemania y el mundo.
Una costumbre anglosajona hace que sea tradicional la representación del oratorio en los días previos a la Navidad con la participación de aficionados en algunos de los coros.
La más conocida de las piezas de este oratorio, una de las más universales de la música de todos los tiempos es el Hallelujah (Aleluya), interpretado en todos los lugares como símbolo de acción de gracias.
El tema principal aparece en los violines en la introducción, pasando enseguida al coro, que lo entona con una emotiva decisión y un contrapunto violinístico. El coro presenta una frase al unisono con la cuerda seguida de una fanfarria de timbales y trompetas que refuerzan la palabra "Aleluya".
Las mujeres invocan al Altísimo. Orquesta y coro desarrollan el tema con distintos contrapuntos.
Las mujeres invocan al Altísimo. Orquesta y coro desarrollan el tema con distintos contrapuntos.
A continuación los tenores presentan la melodía con intervenciones de coro y orquesta, seguida de la calma con que se expone un nuevo tema.
Un tema secundario aparece fugado en el orden bajos, tenores, altos y sopranos. Las mujeres cantan la frase "King of kings, Lord of Lords" (Rey de reyes, Señor de señores), contestada por los aleluyas del resto del coro, timbales y orquesta. Comienza una progresión ascendente hasta los agudos que se resolverá con la cadencia.
La resolución comienza con orquesta y coro reafirmando los temas. Los tenores cantan "King of kings" y el coro contesta "For ever and ever" (Por siempre). Un tutti insiste en la idea principal que suena de forma grandiosa.
Tras un silencio general, todo el coro entona la palabra Aleluya con el impetuoso acompañamiento de la orquesta.
El Mormon tabernacle choir (Coro del Tabernáculo Mormón), posiblemente el mejor coro del mundo en la actualidad canta estas impresionantes versiones.
La resolución comienza con orquesta y coro reafirmando los temas. Los tenores cantan "King of kings" y el coro contesta "For ever and ever" (Por siempre). Un tutti insiste en la idea principal que suena de forma grandiosa.
Tras un silencio general, todo el coro entona la palabra Aleluya con el impetuoso acompañamiento de la orquesta.
El Mormon tabernacle choir (Coro del Tabernáculo Mormón), posiblemente el mejor coro del mundo en la actualidad canta estas impresionantes versiones.
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