Estancias

Conversaciones y lamentos de animales.

Las cosas que no hacen falta se olvidan enseguida
Haruki Murakami, Kafka en la orilla

La relación entre los seres humanos y los animales ha ido cambiando con el paso del tiempo. Desde los primeros tiempos en que se les veía como enemigos depredadores o como alimento, pasando por la domesticación de especies con diversos fines, hasta nuestra actual relación en que, en muchas ocasiones, como mascotas han pasado a formar parte de nuestras vidas, siendo considerados como unos miembros más de nuestras familias.
Las distintas artes y, en especial, la literatura y la música también han tratado sobre las relaciones entre las personas y los animales. Uno de los estilos literarios más antiguos es la fábula, esa ficción en la que los animales se comportan como si de seres humanos se trataran. Desde las clásicas del griego Esopo, pasando por el francés La Fontaine, Andersen, los hermanos Grimm y nuestros Iriarte y Samaniego, han ido abonando el terreno para convertirlo en uno de los estilos más utilizados en la actualidad de la mano del cine y la televisión infantiles, a partir de Walt Disney y todos los personajes de animales humanizados que han protagonizado sus películas.



En esta entrada, y evitando el uso de la fábula con o sin moraleja, te muestro dos ejemplos de acercamiento del hombre a los animales en la literatura y la música con las opiniones de un gato y el irónico, desesperado, burlón y casi surrealista lamento de un cisne.



No es la primera vez que acerco este blog a la literatura de Murakami. Le tomamos prestada una imagen en Tres miradas a una biblioteca y una doble canción.  Nacido en Kioto en 1949, Haruki Murakami es uno de los autores más personales e interesantes del panorama literario de la actualidad, con una obra que en su país de origen está tachada como demasiado occidental. En sus obras, plenas de imaginación, fantasía e interesantes referencias a la música, refleja la soledad en la sociedad actual y el intenso mundo interior de sus personajes en un obra que mezcla la realidad con lo ficticio y en la que la línea que separa el mundo tangible y real de la fantasía es tan sutil que, a veces, es difícil de delimitar
A uno de sus libros más populares pertenece la cita de esta entrada. Kafka en la orilla se publicó en 2005 y narra la historia de un joven de quince años que busca su propio destino huyendo de la maldición de su padre y recibiendo la ayuda y comprensión de distintos personajes que influirán en él. Esta trama se alterna con la historia de un hombre mayor con deficiencia mental que actúa como un instrumento del destino y tiene la capacidad de comunicarse con determinados animales.



A comienzos del siglo XIX encontraron en el monasterio Benediktbeuern en Baviera un códice escrito alrededor de 1230 con una colección de cantos de los siglos XII y XIII. El códice recoge una serie de rimas escritas en latín y distintos dialectos del alemán y francés. Conocido como Cármina Burana, el primer término alude al significado de "canciones" mientras Burana se refiere al monasterio benedictino de Beuern donde aparecieron. Los versos se alejan de la temática de la época y hablan del gozo de vivir, la naturaleza, los placeres mundanos con una carga de sátira e ironía hacia los estamentos sociales y del clero, la autoridad establecida y las convenciones sociales. 



De este documento se han realizado diversas versiones musicales, siendo la más conocida la del alemán Karl Orff. Compositor, director de orquesta y pedagogo, creó el método Schulwerk para enseñar música en los colegios a partir de diversos instrumentos de percusión. En 1937 compuso esta obra para coro, solistas, piano y percusión en la que el coro hace un acompañamiento casi instrumental a los solistas.
Dividida en seis partes, es en la cuarta, llamada In taberna a la que pertenece esta pieza, en la que el tenor (a quien hace cantar en falsete) se queja, como buen borracho en su antro, al creerse un cisne que, después de nadar orgulloso entre las aguas de los lagos acaban de cocinar, mientras el coro se burla en pleno delirio de él.



La versión, excesiva en el artificio del decorado, está interpretada por el contra-tenor Max-Emanuel Cencic con la Orquesta Nacional Bordeaus-Aquitaine y el coro del Orfeón de Pamplona.



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2 comentarios:

  1. Como siempre, logras un perfecto maridaje entre literatura y música capaz de crear un universo de emociones.
    Estoy leyendo poco a poco tus entradas, pero hace tiempo que no publicas y se echa en falta.

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  2. Gracias. Hay tanto por ahí en estos dos mundos que es un placer intentar encajar trozos de literatura y música. Cuando piensas que tienes una idea interesante hay que buscar y editar el texto, oír y seleccionar las versiones musicales, darle forma...
    En estas semanas estoy reeditando posts antiguos que dan su trabajo: actualizar textos, editar imágenes que antes no solía poner, hay vídeos que han quitado de circulación...
    También hecho de menos crear nuevas entradas, pero hay que recopilar material para la vuelta del verano. De todas formas, alguno nuevo saldrá en verano.
    Y, por supuesto, sacar buenos ratos para leeros a vosotros.

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