Estancias

Humor e inteligencia con Groucho Marx y Les Luthiers

Si Groucho Marx no sabía qué es el humor, qué vamos a poder decir los demás. Lo cierto es que el humor, el buen humor, es consustancial a los seres humanos y es una parte fundamental de nuestra existencia. Nos aporta unos momentos que ayudan a sobrellevar las cargas y tensiones de nuestra vida. Utilizar el sentido del humor, reír, es beneficioso para nuestro organismo e incluso nuestra salud mental.
En esta entrada te propongo un acercamiento al sentido del humor desde los libros y la música, a la capacidad de generar una sonrisa con inteligencia, desde la crítica, el sarcasmo, el doble sentido o el juego de palabras, con un texto de uno de los grandes especialistas, Groucho Marx y una delirante Zarzuela náutica del inimitable grupo argentino Les Luthiers.


A Julius Henry Marx todos lo conocemos como Groucho Marx (de grounch, gruñón) desde que comenzó a actuar con sus hermanos Chico, Harpo y, ocasionalmente, Zeppo y Gummo, aunque nunca actuaron los cinco juntos. Mientras Chico se especializó en papeles de italiano, Julius lo hizo de alemán, hasta que la situación política le hizo evitar esa nacionalidad y crear a Groucho, un personaje que representaba a la alta burguesía de Nueva York con sus inconfundibles puro, cejas gruesas, gafas, smoking y un bigote que terminó siendo pintado para ahorrarse el esfuerzo de ponérselo y quitárselo continuamente. 
De todos los hermanos, Groucho destacó por su capacidad de crear unos monólogos enrevesados, con una ironía, una desfachatez, una impertinencia, una mordacidad y un sarcasmo que se centraban en la política, el dinero, la crítica a los pilares establecidos en la sociedad y el amor, que ayudaron a que, una vez disuelto el grupo con sus hermanos, siguiera una carrera en la radio y televisión americanas, así como creador de frases mundialmente conocidas y utilizadas en distintos contextos desde los más conservadores a los más revolucionarios.
Escritor de libros como Groucho y yo, Memorias de un amante sarnoso, Las cartas de Groucho o Camas, en los que predomina el tema de las memorias, llegó a decir el editor de uno de sus libros en una de esas frases tan típicas de él: "Escribir una autobiografía de Groucho Marx -nos dice Groucho Marx sobre el autor de su autobiografía- sería tan criminal como leer una autobiografía de Groucho Marx".



Si lo deseas, puedes seguir este enlace con información más que interesante sobre Groucho con algún vídeo histórico de algunas de sus apariciones en televisión: 15 cosas que (probablemente) no sabías de Groucho Marx.
En unión con sus hermanos, revolucionó el cine sonoro con un humor ácido, corrosivo, con tintes surrealistas, herederos del vodevil desde el que crecieron, haciendo cumplir otra de sus celebradas frases: "Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria". Películas como Sopa de gansos, Una noche en la ópera, El hotel de los líos o Una noche en Casablanca han pasado a la historia del cine. 
Para darle el aire náutico con que va a finalizar este post, enlazo con una escena clásica entre las clásicas, que ha llegado a generar una expresión coloquial, referida a un lío, una aglomeración, una situación que se complica a cada momento: El camarote de los hermanos Marx.



A su libro Memorias de un amante sarnoso pertenece el texto que nos acompaña, unas líneas en que nos ofrece una reflexión muy en su estilo, pero que podría aplicarse a diversos aspectos de la situación política y social que nos rodea por aquí y por allá. 





Mezclando el amor a la música y el sentido del humor con unos diálogos plagados de ironía, dobles sentidos, juegos de palabras y una elegancia exquisita, Les Luthiers han llevado por todo el mundo hispanohablante su trabajo a lo largo de las últimas décadas. 
El grupo argentino se inició mediada la década de los '60 rompiendo esquemas en certámenes de coros universitarios de su país, siendo Cantata Laxatón una de sus primeras obras. Con ella pusieron música al prospecto de un conocido medicamento, el laxante Modatón, al que cambiaron el nombre para la ocasión. 
Con ese estilo junto con el uso de instrumentos informales inventados por ellos (de ahí el nombre de luthiers, con el que se designa a los constructores de instrumentos, especialmente los de cuerda) como el Latín o violín de lata, la Lira de asiento o Lirodoro, la Violata o viola de lata, el Alambique encantador, la Manguelódica pneumática, el Dactilófono o máquina de tocar o la Exorcítara han inundado de juegos de palabras, ironía, dobles sentidos y, sobre todo, grandes dosis de humor los escenarios de Latinoamérica y España.


Hace poco sufrieron (y sufrimos) el fallecimiento de uno de sus componentes, Daniel Rabinovich, una pérdida para todos los amantes no sólo del grupo, sino del humor y la inteligencia.
Este año tenemos la suerte de poder verlos de nuevo por nuestro país en un gira que realizarán por diversas ciudades. Ya tenemos en casa las entradas para verlos en Sevilla.
La forma de trabajar de Les Luthiers a base de ektchs es simple y efectista: una presentación seria y bien argumentada da paso a una erudita y sofisticada actuación que siempre termina provocando la complicidad e hilaridad del público.
En esta entrada nos presentan una de sus creaciones, la Zarzuela náutica Las majas del bergantín con la que demuestran su fino sentido del humor, su creatividad y una bis cómica a prueba de piratas o lo que haga falta.


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4 comentarios:

  1. Fantásticos, tanto Groucho como Les Luthiers, he pasado un rato muy agradable.
    Gracias Miguel, un abrazo-

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  2. Javier, gracias por comentar y compartir cuando te gusta.
    Un abrazo -:)

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  3. Me ha encantado la pieza de Les Luthiers, es una fantástica actuación, su show es surrealista, original y satírico, ingredientes que los hacen únicos en su estilo.
    Groucho Marx me trae muy buenos recuerdos de niñez y adolescencia, cuando me retrotraigo al pasado en que los sábados por la tarde ponían muchas de sus películas por la tele.
    Me he divertido mucho, reído aun más y en definitiva he podido ser muy feliz durante un rato largo.
    Un abrazo y muchas gracias por deleitarnos y contarnos la trascendencia de estos grandes artistas del humor.
    Un abrazo :-)

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  4. Les Luthiers son geniales e irrepetibles y pienso que están infravalorados. Sus actuaciones ante el público son inolvidables.
    En cuanto a Groucho, también he visto, como tú, todas las películas de los hermanos Marx en televisión y lo he leído porque me parece uno de esos personajes fascinantes.
    Me alegra que te haya gustado el post y te hayas reído. En esta ocasión es lo que pretendía.
    Un abrazo -:)

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