Estancias

Las rosas de Rilke. Dirait-on

Cuando descubres a un autor, abres una y muchas puertas. Si el lenguaje que utiliza -las palabras, los sonidos, las imágenes, los volúmenes, las ideas...- son capaces de comunicar, llegar a tí, transmitirte sus ideas, logras enriquecer tu vida, abrirla a nuevos horizontes y experiencias y hacerla más rica y universal.
Hay autores que sabes que vas a leer o a oír y tienes la certeza de que llegará el momento en que te acercarás a su mundo para que entre en el tuyo, mientras que hay otros que desconoces y llegan a tu vida de forma casual o accidental.
Rainer Maria Rilke es uno de esos autores que tengo aún pendientes de leer, de los que sé que antes o después nos encontraremos, como Marcel Proust, a quien ya le está llegando ese momento de conocimiento y profundización.
Esta entrada del blog surge como un motivo íntimo, efímero y sencillo, pero bello en su acercamiento a una flor como la rosa de la mano de la poesía de Rilke y la música que Morten Lauridsen ha realizado a partir de ella. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!




Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus.
(De la rosa sólo nos queda el nombre desnudo)

Umberto Eco. El nombre de la rosa.

René Karl Wilhelm Johann Josef Maria Rilke nació en Praga, motivo más que suficiente para iniciar una admiración hacia su persona. Hijo de un militar frustrado reconvertido en trabajador de ferrocarriles y una burguesa de origen judío, su infancia fue desgraciada y penosa tras la separación de sus padres y la marcha con su madre a Viena, aún capital del Imperio Austro-Húngaro para intentar mejorar su condición social. El hecho de que su madre no hubiera superado el fallecimiento de una hermana mayor y lo vistiera con atuendos femeninos hasta pasados los cinco años moldeó y modeló unas complicadas relaciones entre ambos, que quizás llegaran a condicionar las relaciones sentimentales del escritor a lo largo de su vida.



Poeta, también desde los deseos de su madre, su personalidad de desenvolvía entre un continuo desasosiego, un ir y venir por distintos lugares, quizás porque siempre anheló estar donde no estaba, y una búsqueda del amor que no le duraba pasando de una a otra amante, siempre nobles, ricas y mayores que le hicieron olvidarse de las necesidades económicas. Rilke llegaba, enamoraba y huía, dejando unos poemas como recuerdo y la admiración de las damas y sus ricos esposos.
Escritor en lengua alemana, Rilke era un rebelde de sí mismo, un alma sensible que captaba cuanto a los demás se nos mostraba invisible, un poeta extremo, un símbolo y un intelectual de su época. Pero también era una persona que huía de la política y que consideraba a los políticos seres sucios; un escritor encerrado y distante del mundo, desclasado, contradictorio y complejo.



Nacido en 1943 en Washington (Estados Unidosde ascendencia danesa, Morten Johannes Lauridsen realizó estudios de composición en Californa, donde fue profesor de la citada materia en la Escuela de Música Thornton de la University of Southern California (Universidad del Sur de California). Medalla de las Artes en su país en 2007, su faceta de compositor se asocia a obras relacionadas en general con la música coral y una constante por el repertorio del siglo XX. De sus obras destacan sus siete ciclos vocales. Les chansons des Roses sobre los poemas de Rilke, Canciones del medio invierno sobre poesías de Robert Graves -el autor de Yo, Claudio-, Cuatro canciones sobre obras de Federico García Lorca, A winter come, basada en obras de Moss, Madrigali, con seis canciones de poemas renacentistas italianos, Nocturnos y Lux Aeterna, además de motetes sagrados a capella.



En Les chansons des roses, Lauridsen musicalizó en 1993 para coro a cuatro voces cuatro canciones a partir de cinco de los poemas recogidos en Les roses de Rainer María Rilke:
          En une seule fleur (poema VI).
          Contre qui, rose (XII).
          De ton rêve trop plein (VIII).
          La rose complète (XI). Dirait-on (V). 

Este audio de La rose complète está interpretado por el Milwaukee Chamber Choir dirigido por J. Mark Baker en una interpretación que se grabó en All Saints' Catedral de la citada ciudad norteamericana en noviembre de 2014.


En su impenitente itinerancia, Rilke se instaló en Suiza, donde llegó con la excusa de dar una conferencia en Zurich, pero con la idea de buscar un lugar para el sosiego, el reposo en la escritura tras la devastación de la Gran Guerra y el deseo de la tranquilidad para terminar sus Elegías de Duino. Falto de hábito, le costó trabajo encontrar el lugar en que asentarse hasta que recaló en el cantón de Valais, donde Werner Reinhardt le cedió un pequeño castillo para su residencia. Allí comenzó a escribir sus primeros versos en francés. Vergeles, Los cuartetos valesianos, Les fenêtres o Tendres impôts à la France se publicaron entre 1926 -el año de su muerte- y 1946. 

En este periodo vio la luz un pequeño volumen llamado Les roses (Las rosas). Se trata de un libro con veinticuatro poemas que tienen como tema central la rosa, escrito en francés como homenaje al idioma que le acogió.
La rosa se erige como un símbolo de Rilke, la belleza que se muestra, se guarda, se abre y se concentra. 


Colocada en un vaso, simplemente
todo cambia:
puede ser, quizás, la misma frase,
pero es ahora un ángel quien la canta.



Los poemas de Rilke desglosan, desmenuzan, sienten, rozan la piel de la rosa, se dirigen a ella, desde ella. Le hablan, la palpan, gozan sus pétalos y sus sentimientos.



Este Poema V de Les roses refleja la delicadeza y elegancia que Lauridsen encontró en la obra de Rilke. En palabras del compositor, eligió un tipo de acorde muy del gusto francés de Ravel y Debussy, contemporáneos de la escritura de la obra de Rilke, buscando con el piano la sonoridad de una guitarra y la melodía sencilla y simple de la música folclórica francesa. Divide la canción en dos partes que se contraponen diferenciando la letra del poema y el juego con el texto Dirait-on. El juego entre las voces femeninas y masculinas se inicia con las primeras en una estructura donde se intercambian entre un canon y una imitación, como quien dialoga consigo mismo y recibe el eco del mensaje, igual que este Narciso frente a su imagen reflejada en el agua que cita el texto.
Dirait-on se puede interpretar a continuación de Le rose complete, como dos piezas en una sola o bien de forma independiente. Además de disfrutar de su audición, también esta el placer de poder interpretarla con los demás compañeros dentro del repertorio de la Coral Municipal de La Palma del Condado.

En la siguiente interpretación las cuatro voces se han sustituido por las dos voces masculinas, encargándose la de tenor de la parte inicialmente adjudicada a la femenina y la de barítono a la masculina, respetando la estructura y el juego de voces original. Está interpretado por All The King's Men del King's College con Christopher Artley al piano y la dirección de Nicholas Forbes en una grabación que se realizó en agosto de 2015 en el Michael Fowler Centre de Wellington en Nueva Zelanda.


La mala salud que acompañó a Rilke derivó en una leucemia que lo llevó a la tumba en 1926 con cincuenta y un años de edad y una biografía que otros habrían necesitado varias vidas para poder vivirla. 


Tumba de Rilke en el cementerio de la iglesia de San Miguel en Raron (Suiza)

Pero un poeta como él no podía terminar sus días con una enfermedad como ésta. Un día, preparando en su jardín un ramo de rosas para regalar a una amiga, se pinchó la mano izquierda con una de las espinas y al día siguiente le infección le llegaba al codo. Lo que para cualquiera hubiera sido una anécdota pronto olvidada, se complicó, derivando en una infección generalizada provocada por la enfermedad, quizás aún no conocida, terminando en una septicemia. Quienes le visitaban no daban crédito a su estado lastimero. 
Antes de morir dejó escrito su epitafio: 


Rose,
oh reiner Widerspruch,
Lust,
Niemandes Schlaf zu sein
unter soviel Lidern.

Rosa, 
oh contradicción pura en el deleite
de ser el sueño de nadie bajo tantos
párpados.

En esta última interpretación se funden las dos piezas tal como las diseñó Morten Lauridsen: Le rose complète y Dirait-on, en una grabación en directo dirigida por Tomaz Marcic en mayo de 2011.


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Contenido extra: Si deseas conocer más sobre Dirait-On, el propio Morten Lauridsen explica cómo concibió la creación de la música para este poema de Rilke. Aunque el vídeo está en inglés, se puede traducir para escucharlo en otro idioma desde la configuración de YouTube.


Páginas web interesantes:
El ciclo completo de Les roses de Rilke en el enlace: 
  • http://www.eldigoras.com/eom03/2004/2/aire33rlk00.htm
Sobre Rilke: 
  • http://luisantoniodevillena.es/web/articulos/rilke-las-rosas/
  • https://elpais.com/diario/2008/09/13/babelia/1221262759_850215.html

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