Estancias

El color del invierno

"El color de la primavera está en las flores; el color del invierno en la fantasía". Esta frase de Terri Guillemets nos acerca a una de las realidades que nos invaden anualmente. La llegada del invierno nos afecta de manera especial: Los días cortos y las noches largas o las temperaturas frías, aunque en nuestro entorno se limitan a pocas semanas frente a los largos meses de los países nórdicos, condicionan nuestro comportamiento. Buscar lugares cerrados y acogedores en nuestros hogares, dedicar más tiempo a actividades como la lectura, oír música, ver películas o estar con los amigos o la familia son actividades que realizamos en el rigor del invierno. Mientras, a la espera, anhelamos la primavera o el verano, estaciones más deseadas en nuestra civilización.
La imaginación, la fantasía, la introspección surgen con más naturalidad ante las inclemencias del tiempo, en el recogimiento con nosotros mismos.
Te propongo un paseo por distintos paisajes y músicas relacionados con el invierno y sus más visibles manifestaciones: el frío y la nieve. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaros Pieter Brueguel 
¿Dónde podríamos encontrar relatos, historias o poemas que nos acerquen al frío del invierno sino en la literatura rusa? Un país y una cultura acostumbrados al riguroso y devastador invierno no podían dejar de reflejar el paisaje en sus historias y dar significado a éste como un personaje fundamental que todo lo cubre y condiciona.
Antón Chéjov es uno de los grandes especialistas rusos en relatos cortos, aunque también destacó como dramaturgo con obras como La gaviota, El tío Vania, El jardín de los cerezos o Las tres hermanas. Inscrito dentro del realismo y naturalismo, heredó de su madre la facilidad para inventar y narrar historias, muchas de las cuales publicó con distintos pseudónimos y acercando su legado de relatos a figuras de la importancia de Poe, Maupasant o Borges.
En Vanka, uno de sus relatos cortos, narra la historia de un niño de nueve años que escribe la víspera de Navidad a su abuelo, a escondidas en la casa donde trabaja como aprendiz de zapatero, entre palizas, privaciones y riñas continuas. Vanka comienza a garabatear en el papel

Querido abuelo Konstantin Makárich:
Te escribo una carta. Te deseo Feliz Navidad y que Dios nuestro Señor te dé todo lo mejor. No tengo padre ni madre, sólo me quedas tú.

A partir de este inicio pasa a relatarle su desdichada presencia en la casa, aunque haciendo contraste con una límpida y serena descripción de esa noche:



¿Cúal es el sonido del frío?
Posiblemente el mayor compositor inglés sea Henry Purcell junto con Händel, aunque este último no naciera en las islas Británicas, sino en Alemania.
Purcell fue un músico precoz y prodigioso. Comenzó como niño cantor, antes de los veinte años sucedió a uno de sus profesores como compositor en la Real Orquesta de violín y ocupó uno de los puestos de organista en la Abadía de Westminster. Pocos años después fue nombrado organista de la capilla del palacio real y compositor de palacio, donde los tres monarcas ingleses para los que trabajó lo tenían en gran estima. 
Falleció con treinta y siete años, según parece por un resfriado que cogió en las puertas de su casa al no dejarle entrar su esposa tras una de sus habituales noches de borrachera. Su entierro se celebró con grandes honores y fue sepultado en la Abadía de Westminster donde tantas veces tocó, algo reservado a las grandes personalidades inglesas.



Pese a su juventud dejó un numeroso legado musical formado por más de ochocientas composiciones que comenzó a editarse en la segunda mitad del siglo XIX llegando a publicarse en veinticinco volúmenes.
Sus obras se mueven entre la música instrumental, las composiciones religiosas, la música profana y la escénica. En esta última destacan obras como su ópera Dido y Eneas y semióperas como El rey Arturo o La reina de las hadas
La semiópera es una peculiaridad de la ópera inglesa de finales del XVII que consta de una acción principal hablada en la que se insertan números cantados y bailados, una puesta en escena espectacular y la presencia de seres sobrenaturales rodeados de criados y admiradores. Ideadas por Thomas Betterton, director del Queen's Theatre, en el Dorset Garden londinense, Purcell las convirtió en una suerte de ópera nacional británica aunando el estilo musical, los textos literarios y el espíritu del teatro barroco con unos estilos marcadamente ingleses.
King Arthur, or the British Worthy (El rey Arturo o el inglés digno) se estrenó en 1691 en el Queen's Theatre con un libreto de John Dryden y se desarrolla en época mitológica narrando las batallas entre los britanos de Arturo y los sajones de Oswald. Los personajes humanos tienen el papel de actores, mientras que los sobrenaturales son los que cantan: Cupido, Gold Genius (Genio del Frío), sirenas, ninfas o Venus.
La música que nos acompaña en esta fría entrada es el aria What power art thou que interpreta este Cold Genius una vez que Cupido lo ha despertado y quien, al finalizar, suplica que le dejen morir de frío. 



Purcel imprime en este aria helada unos efectos sonoros a los instrumentos y al cantante que logran transmitirnos la sensación del castañear de los dientes y el tiritar que se produce en el cuerpo por el efecto del intenso frío. Tanto los acordes que forman el Invierno de Las cuatros estaciones de Vivaldi como el mismo soneto que inspira la obra del compositor italiano pueden ser un homenaje de este aria, ya que la conocida obra se compuso treinta años después del estreno de la obra de Purcell.
El enlace corresponde a una interpretación del barítono Christopher Purves con Le Concert d'Astrée bajo la dirección de Emmanuelle Haïm para el álbum Une fête baroque.


Otra descripción del invierno procede de otro escritor ruso, en este caso, una generación anterior a Chejov.
Iván Sergéyevich Turgéniev también compaginó el relato con la dramaturgia. Hijo de familia acomodada, estudió filología en San Petesburgo, donde conoció a los clásicos de la literatura rusa, y filosofía en Berlín, llegando a ser uno de los más occidentales de los escritores rusos por su formación, estilo y temática. Crítico con el poder zarista fue censurado en diversas ocasiones, además de tener agrias disputas con autores consagrados como Tolstoi o Dostoievsky con los que terminó reconciliándose, llegando a salir de Rusia y estableciéndose en París, donde finalizó su vida. 
De su producción literaria destaca entre todas Padres e hijos, una novela sobre los cambios generacionales que se desarrollaban en la mitad del siglo XIX. De esta novela extraemos la siguiente mirada a la crudeza del invierno.


La llamada aria del fríoWhat power art thou, pertenece al acto III de El rey Arturo. La segunda escena de este acto es la llamada Frost Scene (Escena del frío). En ella Osmond ,rival de Arturo, congela a la tierra y a sus habitantes, pero Cupido se las arregla para traer de nuevo el calor y todo vuelve a la normalidad. 
El invierno aparece como imagen de los ciclos que terminan, especialmente como un simbolismo de la muerte. No nos sorprende que este Cold Genius exija que se le deje morir en paz, cubierto con la nieve y que el bosque congelado sea a la vez hogar y tumba.
Esta escena, de un cuarto de hora de duración, comienza con un preludio al que le sigue el aria de Cupido What ho! thou genius of this isle con la que despierta a Cold Genius, viva representación del invierno. Éste se despierta con poco interés interpretando el aria que traemos a esta entrada (What power art thou, who from below) al que contesta Cupido (Thou doting fool) tachándolo de loco. Le responde el Genio (Great love, I know thee now) reconociendo el poder que posee el amor. Tras la contestación de Cupido (No part of my dominion shall be waste), éste hace aparecer al Pueblo del Frío que entona, entre tiritones y escalofríos See, see, we assemble.
Cupido canta Tis I that have warm'd ye al que responde el coro como estribillo. Un maravilloso dúo entre Cupido y el Genio (Sound a parley) entonado en canon, al que sigue el estribillo del coro cierra este tercer acto.
Iván Aivazovsky Constantinovich. Escena de invierno en la pequeña Rusia.

El enlace con esta escena pertenece a una representación que organizó la Henry Purcell Society of Boston con Arcadia Players and Poets Theatre en noviembre de 2016 en la Cathedral Church of St. Paul de Boston. La soprano Sarah Yanovitch cantaba el rol de Cupido y el barítono David Kravitz el de Cold Genius, dirigidos todos por Ian Watson
Para facilitar el seguimiento de la acción, he puesto el texto original y la traducción antes y después del vídeo.
La puesta en escena nos puede acercar a la idea del tipo de representaciones que se realizaban en las semióperas.







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Bibliografía consultada:
  • www.kareol.es: Letras y traducciones de óperas y música vocal.
  • Batta, András. Ópera. Compositores, obras, intérpretes. Könemann Verlagsgesellschaft mbHl, 1999, Colonia (Alemania).

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