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Feliz Día Mundial de la Ópera

#DíaMundialDeLaÓpera#DescubreLaOpera#WorldOperaDay#LoveOpera 

Por primera vez el 25 de octubre de 2019 se celebra el Día Mundial de la Ópera.
Hasta el año anterior se celebraba el Día Europeo de la Ópera pero, a partir de este se han unido las organizaciones Ópera América, Ópera Latinoamericana y la citada de Europa para dedicar este día a una de las artes más completas que existe y que acaba de cumplir los cuatro cientos años de vida.
A estas agrupaciones se han unido otros representantes relacionadas con el mundo de la ópera: Ópera Canadá, Réunion des Opéras de France, Ópera XXI de nuestro país, Opera & Music Theatre Forum del Reino Unido y los centros nacionales para las artes escénicas de China y la India. En la actualidad la iniciativa para la declaración oficial por parte de la Unesco está aún en trámite de aprobación, lo que no impide que por primera vez se unan tantas organizaciones e instituciones para promover la importancia y el valor de la ópera en todo el planeta.
En la celebración del Día Mundial de la Ópera te propongo que dediques unos minutos a escuchar algunos momentos inolvidables. Seguro que los conoces. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Aunque no se haya asistido nunca a un teatro para presenciar una ópera, pocas personas hay que no puedan decir que no han escuchado nunca nada de ópera. Su influencia ha llegado a muchos ámbitos distintos a los escenarios. ¿Quién no ha escuchado este coro de esclavos hebreos de la ópera Nabucco de Verdi?
Se trata de Va Pensiero (Vuela pensamiento) en una versión que se llevó a cabo en el Metropolitan Opera House de Nueva York en 2002, una interpretación que finaliza con un bis, una situación poco usual en la actualidad. El decorado y la ambientación nos recuerdan los grupos escultóricos en relieve de la antigua Mesopotamia


Para dar visibilidad a esta celebración anual que coincide con el nacimiento de Bizet y Johann Strauss hijo, quizás porque otras fechas estaban ocupadas, se propone que se publique con los hashtags #DíaMundialDeLaÓpera, #DescubreLaOpera, #WorlOperaDay y #LoveOpera un testimonio personal sobre cómo fue la primera experiencia en la ópera, cuál es tu ópera favorita y por qué la recomendarías. 
La primera ópera que conocí, después de mucho tiempo resistiéndome al pensar que no la sabría apreciar, fue La flauta mágica en una versión de vídeo (de los antiguos VHS) que me hizo comenzar a disfrutar de este mundo.
La primera vez que estuve en un teatro de ópera, en el Teatro Maestranza de Sevilla, fue para una representación de El barbero de Sevilla que se realizó en 1998. Desde entonces, cada vez más ha ido creciendo la afición y la necesidad de seguir viendo ópera.
Pero la primera vez que de verdad comencé a disfrutar de una ópera, sabiendo apreciar matices, conociendo más sobre qué nos transmite el autor a través de su música o qué se puede esperar de los intérpretes fue con una Norma que se representó en el mismo escenario con Maria Guleghina, Violetta Urmana y Giaccomo Prestia como protagonistas. Unos aficionados portugueses con los que Pilar coincidió en los varios días que había que hacer cola ante las taquillas para adquirir las entradas en aquellos años, fueron los que nos iniciaron en la apreciación de lo que podemos esperar y disfrutar de una ópera. Desde entonces, todas las temporadas asistimos a las obras que podemos en directo en Sevilla. Cuando podemos, nos hemos acercado al Teatro Real, el Gran Teatro del Liceu o el Teatro Alla Scala para disfrutar de esta gran pasión. 
Fruto de esta pasión es este blog en el que semana tras semana se abre un espacio para unir las letras con la música, la mayoría de las veces relacionada con la ópera, aunque hay también cantatas, obras para coros y lieder.
A lo largo de este año se han desarrollado también algunas publicaciones con el título y hahstag #ÓperaEnZapatillas dedicadas a algunas de las óperas más conocidas del repertorio.



En cuatrocientos años la ópera ha evolucionado, ha ido cambiando con el tiempo, adaptándose a los estilos musicales imperantes. Ha evolucionado sobre sí misma, sus formas y su contenido. Sus personajes que en un principio eran dioses o personajes mitológicos comenzaron a ser personas o seres importantes (reyes, héroes...) para terminar siendo personas como cualquiera de nosotros, con sus historias, sus relaciones o sus emociones.

En su libro La ópera. Voz, emoción y personaje, la soprano Laia Falcón nos presenta en su prólogo, a modo de una obertura, la historia de la ópera de la siguiente manera.





Asistir a una ópera es una experiencia determinante que no deja indiferente. En muchos casos porque es un espectáculo que engancha y provoca emociones, independientemente de que quien asista entienda o no de música y ópera. En otras ocasiones porque horroriza. 
El primer argumento que hay que descartar es que para disfrutar de una ópera hay que ser un experto y un entendido en música. Evidentemente si se entiende se puede llegar a disfrutar más, pero la ópera llega desde las emociones al corazón. En una obra se encuentran siempre las mismas pasiones que nos acompañan en nuestra vida: el amor, el deseo, la voluntad, el heroísmo, el afán de poder, la lealtad o la traición. Como la vida misma.


Coros, dúos, arias, tercetos, cuartetos o sextetos son algunas de las formas en que los compositores agrupan a los cantantes para desarrollar sus argumentos de las óperas.
Uno de los dúos más conocidos del repertorio es este de La traviata de Verdi, Un di, felice, eterea que se interpreta entre los dos protagonistas de la ópera, Alfredo y Violeta.
La grabación, clásica donde las haya, pertenece a una representación que se llevó a cabo en la Opéra National de Paris interpretada por Francesco Meli y la soprano Ermonela Jaho con la dirección musical de Benoît Jacquot.



Esta celebración que se realiza cada año el 25 de octubre es una llamada de atención sobre una de las artes más completa que une música, interpretación, argumento, decorados para contarnos cómo somos y cómo queremos ser. Para tal ocasión los grandes teatros de ópera del mundo han salido a la calle para acercar al público una muestra de este arte. En sus redes sociales puedes descubrir qué iniciativas han llevado a cabo.
Durante mucho tiempo los verdaderos divos de la ópera fueron los tenores y las sopranos, esos cantantes que con sus privilegiadas voces eran capaces de interpretar piezas de un gran virtuosismo y transmitirnos las emociones.
Dentro del importante número de cantantes que han deslumbrado a tantos espectadores de la ópera en los últimos años podemos destacar la presencia de Luciano Pavarotti, uno de los tenores más grandes de las últimas décadas del siglo XX. 
En esta ocasión interpreta una de las arias más conocidas del repertorio Nessun dorma (Que nadie duerma) de Turandot, la ópera inconclusa de Giaccomo Puccini.



Feliz #DíaMundialDeLaÓpera.

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