"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho"
Miguel de Cervantes
No habría civilización si no se hubiera podido transmitir el conocimiento a través de los libros, y si leyéramos más, la civilización sería mejor.
Sabemos que elegir ese día concreto tiene un motivo. En esa fecha murieron Cervantes y Shakespeare, los mayores exponentes de la literatura en dos de los idiomas más importantes en el mundo. También coincide con el fallecimiento de otro de los grandes escritores sudamericanos, el Inca Garcilaso de la Vega. Se da por hecho que los tres, con las dudas que una fecha tan lejana nos hacen mantener, fallecieron en fechas cercanas al 23 de abril de 1616.
¿Conocían Cervantes o Shakespeare cada uno las obras del otro? ¿Vivían inmersos en sus obras y las de sus contemporáneos nacionales con los que competían por el favor del público, sin conocerlas? Son preguntas que siempre han interesado a los estudiosos.
Con la idea de realizar un homenaje que aúne a Cervantes y Shakespeare y celebrar el #DiaDelLibro, dedicamos esta entrada a un personaje que unió a tan grandes escritores. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
En la primera parte de El Quijote, Cervantes hace que el caballero andante se acerque a Sierra Morena. Allí pasa algunas aventuras en la línea en que Cervantes tiene acostumbrados a sus lectores. En este lugar aparece un personaje que tendrá cierta relevancia, Cardenio, un joven que se está volviendo asilvestrado tras retirarse a las montañas para huir de un desengaño amoroso tras la unión de su amada Luscinda con Don Fernando, de quién él es amigo y confidente.
El Quijote fue difundido por toda Europa rápidamente y llegó también a las Islas Británicas. En 1612 fue traducido y publicado en inglés por John Shelton, suponiéndose que Shakespeare lo conoció, ya que en 1613 se sabe que estrenaron Historia de Cardenio, una obra escrita al alimón con John Fletcher, otro escritor de la compañía basada en este personaje, aunque con algunos cambios respecto al original: El padre de Luscinda encantado por un matrimonio de más alto nivel con don Fernando, engaña al padre de Cardenio diciéndole que su hija no lo ama. Éste interrumpe la boda, pero es expulsado cuando los criados lo reconocen.
Posiblemente cada uno de ellos escribió alguna escena por separado uniéndolas más adelante, aunque sin llegar a conseguir una obra con cierta coherencia. De hecho, se tiene conocimiento de que fue representada en dos ocasiones antes de que el teatro The Globe sufriera un incendio y se diera por perdida la obra, dejando la duda de si el hecho de escribirla se debe más a la admiración por Cervantes o a la búsqueda de nuevas fuentes de atraer público con la presentación de nuevos argumentos y personajes.
Un siglo más tarde, Lewis Theobald admitió que una de sus obras, Doble falsedad era una mezcla de esta Historia de Cardenio con algunos añadidos propios. Ya en el siglo XX, el hispanista Charles David Ley recuperó esta obra a partir de la traducción de Shelton, eliminando algunos añadidos de Theobald y respetando los nombres originales cervantinos.
Comencemos con Cardenio como personaje cervantino. Entre los capítulos XXIII y XXVI de la primera parte de El Quijote, aparece en varias ocasiones, aunque gana protagonismo y vuelve a aparecer a lo largo de la novela en diversos momentos. Don Quijote y Sancho van descubriendo algunas prendas y escritos que ha dejado alguien por senderos y peñas. Al encontrar a un cabrero y preguntarle, le informa que un extraño mozo, desaliñado, va dejándolas de trecho en trecho. Más tarde lo encuentran y Cardenio, que tal dice llamarse, aunque el narrador lo bautiza con el nombre de El Roto o El caballero de la Mala Figura, como contrapunto del Caballero de la Triste Figura, les cuenta su historia. Sólo pone un condición, que no les interrumpan hasta el final.
La condición supera la curiosidad de Don Quijote quien lo interrumpe para discutir sobre el valor de los libros de caballería que gustan a la amada del de la Mala Figura, continuando la historia de esta exaltada manera.
Años más tarde, en ese mismo siglo XVII, en 1694 fue estrenada otra obra teatral escrita por Thomas D'Urfey titulada The comical history of Don Quixote en la que se introdujeron partituras musicales de varios compositores, entre ellos Henry Purcell.
Fallecido joven un año después del estreno de esta obra, Purcell es uno de los más grandes compositores británicos, un autor que supo llevar los estilos francés e italiano imperantes en la época a la música inglesa.
En esta obra teatral compuso la música incidental formada por una serie de canciones que se intercalaban en el texto dramatizado.
Comenzamos con la interpretación de dos de piezas de esta The comical history of Don Quixote con la voz de la soprano Dominique McCormick acompañada por Ars Lyrica con Dominique Savino a la guitarra y tiorba, Malachai Bandy con la viola da gamba y Matthew Dirst: Lads and lasses (muchachos y muchachas) y From Rosy Bowers en el clave. La grabación se realizó en el Zilkha Hall en el The Hobby Center de Houston en mayo de 2017.
¿Conocían Cervantes o Shakespeare cada uno las obras del otro? ¿Vivían inmersos en sus obras y las de sus contemporáneos nacionales con los que competían por el favor del público, sin conocerlas? Son preguntas que siempre han interesado a los estudiosos.
Con la idea de realizar un homenaje que aúne a Cervantes y Shakespeare y celebrar el #DiaDelLibro, dedicamos esta entrada a un personaje que unió a tan grandes escritores. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
En la primera parte de El Quijote, Cervantes hace que el caballero andante se acerque a Sierra Morena. Allí pasa algunas aventuras en la línea en que Cervantes tiene acostumbrados a sus lectores. En este lugar aparece un personaje que tendrá cierta relevancia, Cardenio, un joven que se está volviendo asilvestrado tras retirarse a las montañas para huir de un desengaño amoroso tras la unión de su amada Luscinda con Don Fernando, de quién él es amigo y confidente.
El Quijote fue difundido por toda Europa rápidamente y llegó también a las Islas Británicas. En 1612 fue traducido y publicado en inglés por John Shelton, suponiéndose que Shakespeare lo conoció, ya que en 1613 se sabe que estrenaron Historia de Cardenio, una obra escrita al alimón con John Fletcher, otro escritor de la compañía basada en este personaje, aunque con algunos cambios respecto al original: El padre de Luscinda encantado por un matrimonio de más alto nivel con don Fernando, engaña al padre de Cardenio diciéndole que su hija no lo ama. Éste interrumpe la boda, pero es expulsado cuando los criados lo reconocen.
Posiblemente cada uno de ellos escribió alguna escena por separado uniéndolas más adelante, aunque sin llegar a conseguir una obra con cierta coherencia. De hecho, se tiene conocimiento de que fue representada en dos ocasiones antes de que el teatro The Globe sufriera un incendio y se diera por perdida la obra, dejando la duda de si el hecho de escribirla se debe más a la admiración por Cervantes o a la búsqueda de nuevas fuentes de atraer público con la presentación de nuevos argumentos y personajes.
Un siglo más tarde, Lewis Theobald admitió que una de sus obras, Doble falsedad era una mezcla de esta Historia de Cardenio con algunos añadidos propios. Ya en el siglo XX, el hispanista Charles David Ley recuperó esta obra a partir de la traducción de Shelton, eliminando algunos añadidos de Theobald y respetando los nombres originales cervantinos.
Comencemos con Cardenio como personaje cervantino. Entre los capítulos XXIII y XXVI de la primera parte de El Quijote, aparece en varias ocasiones, aunque gana protagonismo y vuelve a aparecer a lo largo de la novela en diversos momentos. Don Quijote y Sancho van descubriendo algunas prendas y escritos que ha dejado alguien por senderos y peñas. Al encontrar a un cabrero y preguntarle, le informa que un extraño mozo, desaliñado, va dejándolas de trecho en trecho. Más tarde lo encuentran y Cardenio, que tal dice llamarse, aunque el narrador lo bautiza con el nombre de El Roto o El caballero de la Mala Figura, como contrapunto del Caballero de la Triste Figura, les cuenta su historia. Sólo pone un condición, que no les interrumpan hasta el final.
La condición supera la curiosidad de Don Quijote quien lo interrumpe para discutir sobre el valor de los libros de caballería que gustan a la amada del de la Mala Figura, continuando la historia de esta exaltada manera.
Años más tarde, en ese mismo siglo XVII, en 1694 fue estrenada otra obra teatral escrita por Thomas D'Urfey titulada The comical history of Don Quixote en la que se introdujeron partituras musicales de varios compositores, entre ellos Henry Purcell.
Fallecido joven un año después del estreno de esta obra, Purcell es uno de los más grandes compositores británicos, un autor que supo llevar los estilos francés e italiano imperantes en la época a la música inglesa.
En esta obra teatral compuso la música incidental formada por una serie de canciones que se intercalaban en el texto dramatizado.
Comenzamos con la interpretación de dos de piezas de esta The comical history of Don Quixote con la voz de la soprano Dominique McCormick acompañada por Ars Lyrica con Dominique Savino a la guitarra y tiorba, Malachai Bandy con la viola da gamba y Matthew Dirst: Lads and lasses (muchachos y muchachas) y From Rosy Bowers en el clave. La grabación se realizó en el Zilkha Hall en el The Hobby Center de Houston en mayo de 2017.
Tras la refriega acontecida entre los personajes en el texto de Cervantes, nos acercamos ahora al texto de D'Urfey.
La obra fue publicada con el título de The comical historia of Don Quixote as it is acted at the Queens Theatre in Dorset-Garden, by Their Majesties servants / written by Mr. D'Urfey (La cómica historia de Don Quijote, tal como fue interpretada en el Teatro Queens en Dorset-Gardens, por los sirvientes de Sus Majestades y escrita por el Señor D'urfey) con música incidental, como decíamos, de Purcell y otros compositores como Eccles, Tollet o Lenton.
Aunque el argumento se inicia con el episodio de Luscinda y Cardenio, D'Urfey introduce cuantos cambios ve conveniente en los personajes y la trama que desarrolla, mezclando capítulos e historias a su albedrío.
Dividida en cinco capítulos, cada uno de ellos con dos escenas, salvo el IV, la obra está salpicada de intervenciones musicales que apenas intervienen en el avance de la acción dramática.
Tras la refriega en que salen malparados el caballero y sus acompañantes, seguimos la historia con la obra teatral inglesa, siguiendo las lamentaciones de los apaleados personajes en la única escena que forma el acto IV de esta cómica historia.
Let the dreadful engines of eternal will (Deja que la terrible voluntad eterna) es el lamento que interpreta a continuación Cardenio en el que alterna momentos de furia y rabia con lamentos y quejidos, dando así muestras de su estado de ánimo.
Esta pieza de Purcell suele interpretarse por la voz de barítono, como en esta ocasión, aunque también se ha adaptado a voces femeninas. Esta interpretación, sólo de audio, corresponde a David Thomas acompañado por The Academy of Ancient Music dirigida por Christopher Hogwood en una grabación para Decca Music Group Limited de 1978.
De vuelta con la obra de Cervantes, Don Quijote sigue interesado en ver cómo finaliza la historia de Cardenio y Luscinda, a la vez que decide continuar en Sierra Morena imitando las penitencias que realizaban Amadís de Gaula y otros caballeros andantes. Así, en la soledad del campo oyen a lo lejos unos versos que, sin duda, forman parte de lo mejor de la producción poética de Cervantes, un autor a quien reconocemos más por su obra en prosa que lírica.
Volvemos a la música de Purcell. En la Escena 1ª del II Acto, que se desarrolla en una posada, la anfitriona y Maritornes llevan a Don Quijote hasta la parte más alejada del escenario donde lo arman caballero. Después de realizar una danza que representa a los Caballeros Errantes matando a un dragón, acercan al recién armado caballero al frente del escenario donde, imitando a soldados, los huéspedes interpretan la canción Sing all ye muses, your Lutes strike around (Cuando todas las musas sus laúdes atacan).
El juego a dos voces teje una interesante pieza que va oscilando entre el unísono, el canon y la doble melodía. La grabación pertenece al mismo disco de la anterior y está interpretada por James Bowman y David Thomas con The Academy of Ancient Music dirigidos todos por Christopher Hogwood.
Finalizamos este acercamiento para homenajear a Cervantes y Shakespeare junto con Purcell y D'Urfay en la celebración del Día del libro.
Si aún dispones de tiempo y ganas, o si deseas volver en otro momento, enlazo con una obra teatral que, muy, muy joven, me emocionó y logró que Shakespeare, un autor del que había oído hablar y había visto alguna adaptación teatral o cinematográfica, no se me olvidara nunca.
Se rata de una obra que se emitió en Televisión Española dentro del mítico programa Estudio 1 que tantas obras de teatro clásico dio a conocer a varias generaciones. Me llamó tanto la atención que la tenía en un rincón de la memoria y en diversas ocasiones intenté buscarla sin ningún resultado, hasta que hace unos meses la encontré en YouTube.
Se trata de Operación Sheakespeare, emitida en 1973, una obra de Dale Wasserman, un autor desconocido para el gran público y en la que se recrea la falsificación de una obra no escrita o desaparecida del dramaturgo inglés. Está interpretada en sus papeles principales por Javier Escrivá y Gemma Cuervo y dura menos de una hora.
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Bibliografía y webgrafía consultadas:
- The comical history of Don Quixote, de Thomas D'Urfey.
- El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. Ilustraciones Gustave Doré.
Hola Miguel,
ResponderEliminarEncantada de volver a leerte y de saludarte. Vengo de twitter, y acabo fascinada tras este monográfico del desamor, mal de amores, amor cortés, caballeros despechados, amadas traicioneras, el dolor por la ausencia y el duelo o pérdida que tan bien y rigurosamente destapa Cervantes. Lo cierto es que haces una asociación objetiva por el contenido y la temática que aunan a los tres autores, el nuestro y los ingleses, si bien, tengo que decirte que tras leerlo todo no hay nada que iguale a Cervantes, en este caso, valiéndose de un personaje común como el singular Cardenio. Me ha gustado saber que Shakespeare y Cervantes se influyeron mutuamente en su época de la Ilustración y en España el siglo de Oro. Las piezas musicales son soberbias. Sobre todo, me ha alucinado la que interpreta Dominique McCormick aunque las dos de Purcell también son magistrales.
Tengo puesto en marcadores estudio 1. Cuando tenga un rato lo veré.
Un fuerte abrazo
Hola Marisa.
EliminarMe alegra que te haya gustado esta publicación. Hace tiempo que tenía esta idea y el momento ideal era alrededor de esta fecha. Es curioso como estos autores encontraron un punto en común, aunque tengo la sensación de que es más un interés comercial por parte de Shakespeare y su compañía. Pero ahí están. Un personaje tan universal como nuestro Quijote admirado y recreado por la cultura inglesa y también de otros países.
Un fuerte abrazo :-)