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Cómic y Ópera: La Zorrita astuta de Janáček


La ópera reúne elementos como la música, interpretada inevitablemente de forma vocal con la colaboración fundamental de la orquesta y los instrumentos que la componen, las artes escénicas que les aportan la interpretación y creación de personajes sobre un escenario, además de las artes plásticas que intervienen en la configuración de los escenarios en los que se desarrolla como la pintura, la decoración o la arquitectura, además de la iluminación, más importante y fundamental de lo que aparentemente se observa, así como la creación y confección del vestuario y la caracterización de los personajes con el uso del maquillaje o peluquería. 
Otro de los apartados fundamentales para construir este tipo de obra de arte es el elemento poético, construido a partir de los libretos, que le aportan la situación y la acción dramática. La acción combinada entre compositores y libretistas se ha nutrido de la inspiración de historias originales, además de la adaptación de argumentos tomados de otras fuentes, fundamentalmente de novelas o poemas. Hace pocas semanas tratamos en este blog sobre la relación entre el cómic y la ópera a partir de la obra The rakes's progress (La carrera de un libertino) que se puede seguir en Cómic y ópera: El libertino de Stravinsky.
Allí comentamos que se considera a Thomas Rowlandson el creador o iniciador del cómic cuando en 1809 comenzó a publicar una serie de tiras ilustradas humorísticas titulada Dr, Sytanx sobre un quijotesco maestro de escuela a partir de textos en verso de William Combe, un grupo de historias -historietas- que tuvo tal éxito que ilustrador y escritor debieron realizar más series sobre el personaje.
Desde entonces comenzaron a incluirse tiras cómicas, más o menos satíricas en los diarios, hasta que comenzaron a editarse en publicaciones independientes 
Pese a que es más habitual el trasvase desde la ópera hacia el cómic, ya que estos últimos se han inspirado y desarrollado en diversas ocasiones historia, argumentos o relatos basados en óperas, hay algún otro caso, además del señalado de Stravinsky en el que la ópera y su argumento se basan en un cómic.
Te propongo un paseo por una de las óperas más originales surgidas de un cómic, La zorrita astuta de Leoš Janáček, una animada, vitalista y reflexiva obra protagonizada por animales. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Antes de comenzar este camino desde las viñetas a los escenarios te invito a dejarte llevar por un paseo el camino inverso, la presencia de un aria de ópera en el cómic, en esta ocasión de animación.
En Peanuts (Cacahuetes), un título impuesto por el editor y que Charles M. Schulz prefería denominar con el nombre de su protagonista Charle Brown, el caricaturista creó un mundo que estuvo publicándose entre 1950 y su fallecimiento en 2000. Personajes como el que da título a la serie, Snoopy, Sally Brown o Peppermint Patty mostraban un mundo infantil que se generalizaba gracias a su carácter lírico e intelectual que la hacían entrañable. Fue publicada en más de 2.600 periódicos y revistas en más de setenta países, siendo traducida a más de 40 idiomas.
Su éxito la hizo llegar a la televisión donde se crearon una serie de episodios para ocasiones especiales, llegando a alcanzar una gran popularidad.
En el enlace que sigue, PePpermint Patty participa en un concurso de patinaje sobre hielo con la música del aria O mio babbino caro del Gianni Schicchi de Puccini. Todo emoción pese a las dificultades técnicas.

 
Pocos casos hay en la historia de la música como el de Leoš Janáček. Nacido en Hukvaldy, una pequeña localidad de la Moravia checa en la mitad del siglo XIX, su origen humilde y un talento musical desmesurado marcaron sus primeros años de vida y estudios en los que, cuando no disponía de instrumentos de teclado, los interpretaba sobre dibujos de teclas pintadas sobre alguna mesa. Más adelante ingresó en algunos de los más grandes conservatorios de Europa como los de Leipzig o Viena y rechazó una beca para el de París, regresando a Brno donde se dedicó a impartir clases como músico y maestro, mientras indagaba en las raíces musicales de su país y creaba un lenguaje propio. Tras casarse con Zdenka Schuilzová, una de sus alumnas de la escuela de magisterio y perder a sus dos hijos el matrimonio entró en una crisis de la que no se volvería a recuperar, entablando el compositor relaciones con una cantante.
Es a partir de superar los cincuenta años de edad cuando alcanza la madurez compositiva y le llega el éxito internacional gracias a la creación de un lenguaje musical propio basado en la riqueza musical de su tierra y cada vez más alejado del estilo germano dominante. El estreno de su ópera Jenufa fue el punto de inflexión para una carrera que llenó la última parte de su vida.
Piezas como su Sinfonetta (1926) y óperas como Osud (Destino), Katia Kabanová, La zorrita astuta, El caso Makropulos o De la casa de los muertos, a partir de la obra de Dostoyevski, muestran un universo cargado de lirismo, modernidad y reflexión y marcan una vida llena de estrenos con más de sesenta años de edad, en una época en que muy pocos compositores llegaban a estrenar, si acaso, una ópera.
El su ópera La zorrita astuta la que nos sirve de enlace entre el cómic y la ópera. ¿Cómo surgió el cómic en que se basa? ¿Cómo llegó a conocerlo Janáček y a inspirarse en él? ¿Con quién colaboró para crear la historia y el libreto? ¿Qué aportó la edad y la madurez del compositor a esta obra? Sobre estas y otras cuestiones trata la presente publicación.

Fotografía de Leoš Janáček en su casa en la época del estreno de la ópera
Toco comenzó cuando Jaromír John director artístico del diario Lidové Noviny de Brno buscaba con cierta insistencia y premura dibujantes que le proporcionaran dibujos originales y graciosos, caricaturas o ilustraciones de figuras o personajes para publicar en el diario en las dos ediciones diarias y el suplemento dominical, lo que suponía alrededor de unas ochocientas ilustraciones anuales.
En una visita a Praga conoció al pintor y antiguo guardabosques Stanislav Lolek y le propuso su intención, pero este le argumentó que él era un pintor paisajista que no se dedicaba a dibujar figuras o personajes, por lo que se negó a colaborar en la idea propuesta. Mientras hablaban descubrió en un rincón del estudio un fajo de papeles cubiertos de polvo con algunos dibujos que, salvando las protestas iniciales de Lolek, se llevó de regreso al diario.
Allí descubrió que aquellos doscientos folios mostraban a un solícito cazador de amplios bigotes y a una astuta zorrita alrededor de los que transcurría una historia completa. Con ese material tenía para publicar durante seis meses. Encargaron a Rudolf Tésnohlídek, poeta y periodista, que escribiera los textos que acompañaran cada una de las ilustraciones. Así, entre el 7 de abril y el 23 de junio de 1920 se publicó en las dos ediciones diarias Liske Bystrouška (La zorra de orejas afiladas)  en forma de cómic con el texto bajo las imágenes.
La narración contaba la historia del oficial de policía Bartoš que, tras quedarse dormido en el bosque, captura y lleva a su casa a una pequeña zorra que entrega a su nieto. El animal es demasiado salvaje para vivir domesticada por lo que, tras matar varios pollos huye al bosque donde continúan sus aventuras.


Janáček supo llevar a toda su obra una mezcla de tradición, diferencia y modernidad, poniéndose a la vanguardia de la música de su tiempo. Se separó de la tradición germana imperante, buscó en la tradición de su país e indagó en la entonación y las modulaciones características del idioma checo para crear un universo musical propio. 
En La zorrita astuta nos lleva este mundo singular de Janáček con la presencia de los animales del bosque, a los que caracteriza con las inflexiones que había ido observando en el canto de las aves y los sonidos de los animales. además de caracterizar a los distintos personajes musicalmente con los distintos dibujos de su habla.
En la primera escena de la ópera Janáček nos introduce en la exuberante vida del bosque y los animales que lo pueblan con una melodía fresca y danzarina que nos acerca por momentos a un ballet variopinto y colorido. Una vez que se acerca el guardabosques desaparecen los animales, mientras se queda dormido sueña con la zíngara Terynka. Al despertar descubre a la zorra cuya mirada le recuerda los ojos de su enamorada, capturándola para para llevársela consigo.




El enlace que nos acompaña pertenece a una producción de la ópera grabada en el Theátre du Chatêlet de la capital francesa con la Orchestre de Paris bajo la dirección de Sir Charles MacKerras para la productora Arthaus Musik. El sugerente decorado con evocaciones de cuento infantil, los detalles del vestuario y la caracterización de los animales profundizan en la concepción de la ópera que creó Janáček.


La publicación de La zorra de orejas afiladas tuvo un éxito inmediato en el público checo, tanto en la edición de Brno como en la recién inaugurada de Praga. Janáček estaba suscrito al diario, aunque apenas disponía de tiempo para leerlo. En cambio, Marie Stejskalová, su ama de llaves se encargaba de ir a diario, cada vez más impaciente al quiosco de prensa para recogerlo y seguir la historia de la zorrita que le apasionaba. Fueron sus repetidas carcajadas dese la cocina las que comenzaron a hacer perder la concentración de su trabajo al compositor, a la vez que le llamaron la atención y le hicieron fijarse en el personaje.
Así, entre las tiras cómicas y el libro del mismo título en el que Tésnohlídek plasmó la historia Leoš Janáček fue madurando la idea de la ópera realizando él mismo el libreto. El compositor modificó el título original del cómic y el libro para llamar a su obra Príhody Lišky Bystroušky (La zorrita astuta) y estrenarla en el Teatro Nacional de Brno el 6 de noviembre de 1924. El éxito de la ópera hizo que se represente de forma regular desde aquel momento y que se incluya en el repertorio de los grandes teatros del mundo, pese a la dificultad de estar compuesta en un idioma como el checo poco habitual para un arte que se desarrolla principalmente en italiano, alemán, francés o inglés, con la consecuente dificultad para encontrar cantantes que aborden el idioma dentro de los circuitos musicales.

Una de las ilustraciones originales de Stanislav Lolek
En un artículo para internet, Gavin Plumley muestra la relación de la obra de Janáček con las denominadas óperas de cuentos de hadas, los personajes travestidos que se han utilizado en tantas ocasiones y su relación con la tradición musical y la innovación de los sonidos del bosque y sus animales.


Nos encontramos en la escena cuarta del Acto II. En una hermosa noche de verano a la zorrita se le despiertan los instintos maternales y acepta el cortejo amoroso del zorro. Cuando la pareja quiere desaparecer en una tejonera, la lechuza comunica a los animales del bosque el amor de los raposos que se sienten en la obligación de celebrar su matrimonio. El pájaro carpintero dirigirá la ceremonia mientras los animales la festejan alegremente con canciones y bailes.

De nuevo seguimos en compañía de la producción del Theátre du Chatêlet con la dirección de Sir Charles MacKerras y Eva Jenis como la zorrita y Hana Minutillo en el papel del zorro.


Pero La zorrita astuta no es un simple cuento de animales pese a poseer el cariz de ópera cómica. Con más de sesenta años Janáček estaba enamorado de Kamila Stösslová, casi cuarenta años más joven, casada y que no le correspondió en sus deseos amorosos, aunque ella y su familia mantuvieron una larga amistad con el compositor que llegó a escribirle más de setecientas cartas y para quien se convirtió en la fuente de inspiración de sus últimos años.
La edad de Janáček y sus circunstancias tuvieron reflejo en la obra: El compositor se transmuta en la figura del guardabosques y es indirectamente Kamilia, y en su lugar la zíngara Terynka, la clave de la historia, una mujer que altera la vida de todos los hombres y que ni siquiera aparece en la obra. Es la zorrita la que la sustituye en escena y el destino de ambas está vinculado, ya que la zorra debe morir para que la zíngara reciba su piel como regalo de bodas. Así, al matarla un cazador, el guardabosques pierde a su amor y, al mismo tiempo, a la zorrita que lo simboliza. 
Esta relación misteriosa entre el mundo humano y el animal, la duración de los ciclos vitales que se superponen entre la vida de ambos mundos y esa mirada filosófica que aporta el compositor le hacen huir del sentimentalismo que podría inundar la obra en otro momento y circunstancias vitales.

Ilustración original de Stanislav Lolek 
Alex Ross, crítico musical del New Yorker nos acompaña con uno de sus grandes éxitos bibliográficos, El ruido eterno, esa mirada que nos acerca a la(s) música(s) del siglo XX.
El cuento convertido en alegoría de la vida humana da un giro cuando se produce la muerte de la zorrita y el guardabosques medita sobre el paso del tiempo, sus ciclos y los conceptos de realidad y fantasía son los argumentos sobre los que escribe el crítico neoyorkino.

A este último momento de la ópera pertenece el enlace que nos acompaña. En la última escena el guardabosques regresa al lugar en que encontró por primera vez a Terynka y donde capturó a la zorrita, donde le embarga una profunda tristeza. Al ver una cría de zorro cuya mirada la recuerda, se siente poco a poco lleno de la paz del bosque y la fuerza de la naturaleza que se renueva. La rana -nieta de aquella que conoció- le devuelve de nuevo a sus reflexiones.


También continuamos en la compañía de la producción del Theátre du Chatêlet con la dirección de Sir Charles MacKerras y Thomas Allen como el Guardabosques.


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CONTENIDO EXTRA: Si tienes tiempo ahora o en otra ocasión y deseas disfrutar la obra completa, el siguiente enlace presenta la misma producción que estamos enlazando.



Bibliografía y webgrafía consultadas:

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