Estancias

Leonardo da Vinci y la música


A lo largo de la historia nos encontramos con personas que sobresalen por alguna capacidad que los hacen destacar sobre su tiempo y sus contemporáneos. A lo largo de las distintas épocas, desde la antigüedad clásica griega o romana, el Renacimiento, las edades de los descubrimiento e inventos e incluso en nuestro mundo contemporáneo, nos encontramos a muchos de estos personajes que supieron avanzar con sus pensamientos, ideas, actuaciones o inventos.
Algunos de estos personajes fueron reconocidos por sus contemporáneos por sus trabajos, mientras que otros pasaron desapercibidos en su época, e incluso sus pensamientos fueron denostados por romper con las ideas, reglas y principios establecidos.
Uno de los casos más singulares de estos personajes a los que solemos denominar genios es Leonardo da Vinci, el polifacético artista renacentista que continúa sorprendiéndonos con sus pensamientos, reflexiones, escritos e inventos varios siglos después de su fallecimiento. 
Coincidiendo con la fecha de su nacimiento, el 15 de abril de 1452, este día se celebra cada año a iniciativa de la UNESCO el Día Mundial del Arte, una efeméride que «pretende dar a conocer la importancia que tiene el arte y, sobre todo, el pensamiento creativo para la evolución del pensamiento humano y la resolución de los problemas que afectan a la humanidad».
El arte nos permite expresar nuestra visión personal sobre lo que nos sucede, nos interesa, o simplemente, nos parece hermoso, convirtiéndose en una de las formas más desarrolladas de la expresión humana.
De esta forma, el conocimiento y la práctica del arte nos permite aumentar una sensibilidad que contribuye a consolidad un código ético personal, ayuda a la creación de estructuras de pensamiento más complejas, fomenta el desarrollo de la creatividad y la tolerancia, además de aumentar la concentración y la confianza en la persona. 
Da Vinci es uno de los personajes más importantes de la historia y lo consideramos el prototipo del hombre renacentista que se desenvuelve en multitud de facetas como las de pintor, escultor, diseñador, arquitecto, biólogo, inventor, investigador y un largo etcétera. Sus reflexiones, su constante capacidad de acercarse con profundidad a observar cuanto le rodea, su interés en descartar lo que ya se ha estudiado antes y pensar en lo que no se ha pensado, configuran el inabarcable legado de este hombre universal.
En esta publicación te propongo conocer, coincidiendo con el #DiaMundialDelArte algunas de las ideas de Leonardo da Vinci relacionadas con la música y algunas de sus creaciones y de los instrumentos musicales que ideó. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Como un día bien empleado procura un dulce sueño, así una vida bien utilizada conduce a una dulce muerte
Leonardo da Vinci

En esta publicación no pretendo realizar una síntesis biográfica o artística del genio renacentista, invitándote si lo deseas a leer la publicación Conociendo a Leonardo da Vinci, en la que Eduardo Martínez realiza una labor más que interesante y enriquecedora para conocer al personaje.
Centrándonos en una faceta menos conocida de Leonardo, sus ideas sobre la música y, sin pretender abarcar todo lo relacionado con la misma, nos situamos cuando nuestro protagonista se encuentra en Milán a los servicios de Ludovico Sforza.
Tras su trabajo en Florencia como aventajado aprendiz del taller de Verrocchio, Leonardo ofreció sus trabajos al entonces señor de Milán, denominado por su tez morena Ludovico il Moro, que en aquellos momentos ejercía su labor de gobernante mientras conseguía que Gian Galeazzo Sforza, heredero del fallecido duque de Milán, dejara en sus manos las decisiones del gobierno de la ciudad entre el engaño y la persuasión. 
El ofrecimiento de da Vinci a Ludovico se basaba en su talento como ingeniero y arquitecto, siendo empleado por éste como ingeniero de guerra, restaurador de edificios de la ciudad, tanto los públicos como los religiosos, diseñador de disfraces y vestuario para las representaciones que la familia Sforza solía realizar para resaltar y afianzar su grandeza y para convertir a Milán en una de las grandes ciudades del norte de Italia, por encima de Florencia y Venecia.
En su obra Leonardo da Vinci. La biografía, el periodista y escritor estadounidense Walter Isaacson realiza un amplio y profundo trabajo de investigación sobre los manuscritos y las nuevas investigaciones sobre nuestro personaje para elaborar una narración que une su arte con sus razonamientos e investigaciones científicos, mostrándonos cómo uno de los genios más visionarios de la historia utilizó habilidades como la curiosidad insaciable, la observación constante y sistemática y una imaginación cargada de creatividad para alcanzar sus objetivos.
En el relato que nos acompaña, Isaacson nos acerca a la presencia de Leonardo en Milán a la que se hacía referencia anteriormente, centrándose en una de las facetas que más le hizo desarrollar en aquellos años y que concluyó con la celebración de La Festa dil Paradiso (La Fiesta del Paraíso), un espectáculo encargado por Ludovico, que fue ideado y organizado por Leonardo para celebrar en 1490 el matrimonio de su sobrino Gian Galeazzo con la Princesa de Nápoles, Isabel de Aragón




No debemos llamar la música con otro nombre que el  de hermana de la pintura, a la que está subordinada al oído, sentido que viene después del de la visión.
Leonardo da Vinci

Esta Festa dil Paradiso y otros de los espectáculos impedían a Leonardo continuar otro tipo de obras de más envergadura en las que estaba inmerso como la restauración de la cúpula del Duomo, la catedral de Milán que ideó con una doble cúpula de madera que mantuviera la debilitara construcción existente.
La Fiesta del Paraíso dejó el recuerdo entre todos los presentes de una de las más espectaculares y ambiciosas de cuantas se hicieron en su tiempo, aunque no queda apenas rastro de ella, salvo texto de Bellincioni. Las Gracias, los planetas en sus órbitas, así como los signos del zodiaco y el Sol cabalgando en su carruaje a caballo, tienen presencia en esta obra.
En la serie documental La vida de Leonardo da Vinci realizada en 1971 por la RAI en coproducción con TVE, ORTF y el Instituto Luce, se muestra una recreación de cómo pudo haberse desarrollado esta fiesta a partir de los pocos datos que se conservan.
Aunque el enlace que nos acompaña está en italiano, podemos hacernos una idea de cómo pudo desarrollarse esta Fiesta del Paraíso con la presencia de Giulio Bossetti como narrador, Philippe Leroy en el rol de Leonardo y Giampiero Albertini como Ludovico il Moro, con guion y dirección de Renato Castellani y el asesoramiento histórico de Cesare Brandi.


De dos cosas, es más noble la que más perdura; la música, que va consumiéndose a medida que nace, es de menor dignidad que la pintura, que puede conservarse eternamente. 
Leonardo da Vinci

Misterioso, discreto y reservado, Leonardo nos dejó poca información sobre sí mismo, salvo lo que sus obras muestran de él y las anotaciones en que fue plasmando sus pensamientos, investigaciones y descubrimientos. Estas anotaciones fueron escritas para su uso personal, como lo prueba el hecho de que fueran realizadas con la mano izquierda en lo que se ha denominado escritura especular, ya que están realizadas en sentido inverso, de derecha a izquierda y pueden leerse con la ayuda de un espejo.
En Cuaderno de notas de Leonardo da Vinci se recopilan textos procedentes de distintos cuadernos de anotaciones que el artista renacentista fue realizando: Codice Ashbruham, Codici dell'Instituto di Francia, Codice Atlanticus, Codice sul volo degli uccelli Codici Forster. Así, en la traducción de José Luis Velaz se recoge una colección de anotaciones sin orden, procedente de distintos lugares que se han ordenado por temáticas para hacerlas más accesibles a los lectores. 


Se recoge la información de que Leonardo comenzó estos breves tratados, anotaciones, reflexiones y dibujos en la casa de Piero di Braccio Martelli en Florencia en 1508, tras su regreso de Milán. Este cuaderno no era en su origen un volumen encuadernado, sino un grupo de papeles sueltos de varios tipos y tamaños escritos a lo largo de prácticamente toda su vida. Después de su muerte comenzó una labor de recopilación, elaboración y organización en una gama de temas tan variada como la curiosidad con que el propio Leonardo llegó a tratarlos. 
Agrupado en temas como arte, literatura, ciencia y filosofía, nos centramos en las reflexiones que el propio autor realizó sobre la comparación de la música con otras artes, de modo especial con la pintura, unas reflexiones que proceden de diversos documentos y momentos, pero que siguen un pensamiento que, con el paso del tiempo, se observa invariable en su valoración.


La música adolece de dos males, uno de los cuales es su muerte, y el otro, la pérdida de tiempo: su muerte va unida siempre al momento que sigue su expresión; la pérdida de tiempo radica en su repetición, haciéndola odiosa e indigna.
Leonardo da Vinci

Esta repetición de la música, a la que tan acostumbrados estamos en nuestras vidas, hace que el artista italiano la tenga en un lugar secundario y subordinada a la pintura. No debemos caer en el pensamiento de que no tenía destreza en este arte, pues los comentarios de sus contemporáneos indican, como veremos más adelante, que cuando cogía un instrumento y se ponía a interpretar música, habitualmente improvisando, dejaba a su auditorio cautivado.
Una faceta suya poco conocida es el humor. Leonardo no era uno de esos artistas o pensadores que se centran en la búsqueda del sentido trágico o trascendental de la vida, sino una persona creativa, observadora y lúdica. En sus cuadernos de notas podemos encontrar adivinanzas y enigmas, aforismos, juegos de palabras y acertijos.



El acertijo se halla el dibujo de un gancho al que sigue un pentagrama con seis notas musicales: Re -Mi - Fa - Sol - La - Re con la sílaba ZZA entre las dos últimas, quedando un acertijo de la siguiente forma: EL AMO Re - Mi -Fa - Sol La Zza Re (El amore mi fa solazzare, El amor me hace divertir)
En la serie documental citada anteriormente se recrea una canción a partir de un poema de Leonardo con música de Roman Vlad, el autor de la banda sonora de la serie. El texto proviene de Muovesi l'Amanti, poema del Codex Trivulzianus que se conserva en el Castello Sforzesco de Milán, un manuscrito que poseía 65 hojas y de las que ahora solo quedan 55. Este código contiene algunos intentos de Leonardo de mejorar su educación literaria con la confección de listados de palabras aprendidas y copiadas de distintas procedencias, además de incluir estudios de arquitectura tanto militar como religiosa. 


En el enlace podemos apreciar la escena de la serie documental en que se recrea la puesta en música de este poema con la doble interpretación de Philip Leroy en el rol de Leonardo y como intérprete del tema.


La constancia no está en empezar, sino en perseverar.
Leonardo da Vinci

Esa predilección por Leonardo de la pintura sobre la música que parte de sus razonamientos no es obstáculo para que no dedique parte de sus pensamientos y trabajos a este arte, de la misma manera que centra su interés y su atención en todo cuanto se ponga al alcance de su mirada. 
Volviendo a Leonardo da Vinci. La biografía de Walter Isaacson, éste dedica uno de sus capítulos a recoger la relación que tuvo con la música. Así, Isaacson narra que a su llegada a Milán llevaba una lira construida con sus propias manos, al estilos de las Liras da braccio. También que era un auténtico maestro en la interpretación musical de poemas al estilo clásico como los compuestos por Petrarca o de la improvisación. Finaliza su apartado dedicado a la música de Leonardo con su faceta como diseñador e inventor de instrumentos musicales de distinta índoles, algunos de los cuales él mismo llegó a fabricar, mientras que otros pasaron simplemente de su imaginación al papel, contando siempre con el esfuerzo de imaginarlos para alcanzar objetivos relacionados con los distintos aspectos relacionados con la música: timbre, altura, armonía e interpretación.


 

¿Cuál es la cosa que cesaría de existir si se la pudiera definir? El infinito, que sería finito si pudiera ser definido. Porque definir es limitar la cosa definida con otra que la circunscribe en sus extremos, de modo que lo que no tiene términos no pueda ser definido.
Leonardo da Vinci

Si hay algún creador al que podamos aplicar el pensamiento anterior, este es sin duda Leonardo. Poseedor de una mente única, incansable observador y registrador de sus pensamientos y reflexiones, guardándolas siempre para sí mismo, reservando su derecho a no publicarlas para no ser criticadas, sus ideas nos parecen inabarcables e inacabables, hasta el punto de encontrarse algunas nuevas cada cierto tiempo.
La fecundidad de su obra es tan ingente que muchas de sus invenciones no llegó a realizarlas, siendo algunas de ellas elaboradas después de su vida. En el texto anterior se citaba uno de los instrumentos ideados por él, la viola organista de la que vamos a acercarnos a su construcción a través de dos propuestas diferentes. 
Basados en diseños encontrados en el Códice Madrid II, el MMS y el Códice Atlántico, este instrumento fue reinventado años más tardes por Hans Hayden con el nombre de Geigenwerk en forma de clavecín con cuerdas frotadas al modo de una zanfona múltiple.
La primera construcción, quizás más acorde con la época es una recreación realizada por el luthier japonés Akio Obuchi con cinco ruedas de madera cubiertas con crines de caballo que producen la vibración del sonido provocado por un juego de cuerdas metálicas. A este diseño, Obuchi le añade la manivela de rotación que se aprecia al fondo para variar la modulación y que no aparece en el diseño original de Leonardo.


La segunda reconstrucción es una reconstrucción realizada por el pianista polaco Slawomir Zubrzyck a partir de los diseños elaborados por da Vinci, y en el que interpreta en la grabación una pieza musical del compositor del XVI Andrea Gabrieli, nacido después del fallecimiento de Leonardo.
¿Con cuál de las dos te quedarías? ¿Cuál piensas que aprovecha mejor la idea musical original?


Nos despedimos de esta relación de esta reflexión sobre la celebración del Día Mundial del Arte y la relación entre Leonardo y la música con una nueva versión de Mouvesi l'Amante de Leonardo y Roman Vlad en la interpretación de la cantante y actriz italiana Ornelia Vanoni.

Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Bibliografía y webgrafía consultadas:

2 comentarios:

  1. Impresionante post sobre el magnífico Leonardo. Sin duda, nunca deja de sorprendernos.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Estrella.
      Un genio como Leonardo nunca deja de sorprendernos con sus ideas, inventos y descubrimientos, a pesar de no haber publicado sus escritos.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar