Estancias

El vuelo de las aves migratorias

Coincidiendo con las dos grandes migraciones anuales, el segundo sábado de mayo y octubre se celebra un acontecimiento de ida y vuelta, el Día Mundial de las Aves Migratorias, instaurado por la ONU en 2018.
Las aves migratorias tienen un rol fundamental en el medio ambiente, ya que gracias a ellas nuestro planeta puede alcanzar un equilibrio ecológico e incluso evitar que se propaguen plagas que acaben afectando a los seres vivos, incluidos la especie humana.
Han sido, fundamentalmente, las actividades realizadas por los seres humanos las que han causado un mayor desequilibrio en los ecosistemas tanto terrestres como marinos que han acabado produciendo una alteración en los mismos, afectando a los movimientos migratorios. La deforestación, la caza, la ganadería o la agricultura intensivas, o la contaminación tanto lumínica como la producida por desechos tóxicos han modificado o destruido estos ecosistemas, originando una paulatina desaparición de las aves migratorias.
Aunque estas migraciones son en su mayor parte de aves, no podemos dejar de lado las de otros animales como ñus, cebras, antílopes, caribús o elefantes entre los terrestres; ballenas, delfines o salmones en el medio acuático, o libélulas, algunos murciélagos o las  incansables mariposas monarca a través del aire.
Así, todos estos animales siguen desde hace miles de años unos ciclos anuales precisos y exactos que les llevan de un lugar a otro de nuestro globo terráqueo por diversos motivos.
Además, no podemos dejar de lado las migraciones que llevamos a cabo los seres humanos. No ha habido civilización, imperio o cultura que no haya tenido, en su origen o transcurso, migraciones o cambios del lugar del hábitat por distintas razones: hambrunas, guerras, persecuciones o deseos de mejora social o económica.
Esta publicación, basada en un llamamiento a la reflexión, concienciación y descubrimiento de los animales de nuestro entorno más cercano, no está basada en textos eminentemente literarios (narrativos o líricos) como suele ser habitual, ya que incluye algunos textos divulgativos.
En un comunicado emitido en Bonn el 9 de mayo de 2020, el año en que los seres humanos nos recluimos por la pandemia mientras las aves seguían moviéndose, titulado Las aves conectan nuestro mundo, se manifestaba, entre otras cosas:

Las aves migratorias se encuentran en todas partes: en las ciudades y en el campo, en parques y en nuestros patios, en bosques y montañas, en desiertos y humedales, y a lo largo de las costas. Ellas conectan todos estos hábitats, y nos conectan a nosotros y a los lugares donde vivimos con la gente y los lugares de todo el mundo. Sin embargo, las aves migratorias están amenazadas por la pérdida de su hábitat, el cambio climático, el envenenamiento, los cables de electricidad y la cacería ilegal. Debemos intensificar nuestras acciones en todo el mundo para proteger mejor a las aves migratorias y los hábitats que ellas necesitan para sobrevivir y prosperar.

Te propongo celebrar el Día Internacional de las Aves Migratorias con algunas reflexiones sobre estos movimientos anuales y una selección de textos y músicas que nos ayuden a tenerlos presentes y cercanos en nuestras vidas. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Nos encontramos con diversos ejemplos en la literatura en los que se se trata, habitualmente de modo indirecto, sobre aves que emigran. En unos casos son protagonistas o personajes de historias, en ocasiones, los hallamos en poemas o canciones, aunque generalmente no como surgen como protagonistas del hecho de la emigración.
En El Conde Lucanor, su autor, Don Juan Manuel, realiza una loa sobre las golondrinas, las mismas aves a las que Gustavo Adolfo Bécquer hace volver a anidar en nuestros balcones. Neruda las trata en algunos de sus poemas como El vuelo, Arte de pájaros -que nos ha acompañado en algunas publicaciones de este blog- o uno de los textos que están en esta ocasión con nosotros. Juan Ramón Jiménez dedicó un poema al Pájaro del agua, mientras Luis Goytisolo publicó en 1987 su novela La paradoja del ave migratoria, una obra que, según el autor, está escrita con «una lógica más onírica que real» y surge puesto que «las aves migratorias siempre me han interesado mucho y constituyen un misterio que los científicos confiesan no comprender.»
Dejando de lado estos acercamientos literarios, nuestro primer acercamiento al mundo de los libros proviene de una publicación de la Pontificia Universidad Javierana de Cali (Colombia) publicado en 2010 por la ecóloga Natalia Ocampo-Peñuela titulado El fenómeno de la migración en aves: una mirada desde la Orinoquia. En el extracto que nos acompaña, la ecóloga colombiana nos acerca al concepto y las características de la migración de aves.


De forma parecida a lo ocurrido con la literatura, la música también se ha acercado al mundo de las aves, ya sea como fuente de observación e imitación del canto de las aves -como se ha publicado en varias ocasiones en este blog-, como en la evocación de los mismos o bajo cualquier otro aspecto.
La primera música que nos acompaña pertenece a un lied de Félix Mendelssohn-Bartholdy.
Publicada como su Op. 63 consta de seis dúos para voces femeninas y piano compuestos entre 1836 y 1844. La segunda de estas canciones, Abschiedslied der Zunvögel (Canción de despedida de las aves migratorias) está basada en un poema de August Heinrich Hoffmann von Fallersleben. En esta canción, son las propias aves migrantes las que añoran la estación pasada y sufren ante el hecho de enfrentarse a un nuevo y desconocido destino. 


La interpretación corre a cargo de las hermanas Felicitas y Judit Erb acompañadas al piano por Doriana Tchakarova, en una grabación para el disco Mendelsshon & Hensel: Duette para  Ars Produktion de 2017.


Publicado para la celebración del Día Internacional de las Aves Migratorias de 2020, el año que las aves siguieron sus viajes mientras los humanos quedábamos en nuestros hogares, un artículo de la página web Planeta 2030 nos remite a los problemas a las que se enfrentan estas aves en nuestro tiempo. En Día de las aves migratorias: conocer sus amenazas para protegerlas nos quedamos con un extracto que nos remite a la destrucción de su hábitat y al envenenamiento que sufren, además de mostrarnos algunas de las especies que comparten distintos espacios, con una atención especial al espacio urbano en el que podemos encontrarlas y que, en muchas ocasiones, pasan desapercibidas para nuestros ojos y oídos. No dejemos de localizarlas, conocerlas y sentirlas como compañeras de nuestras ajetreadas vidas. 



De la larga tradición en la música relacionada con las aves, los periodos del barroco, clasicismo e, incluso, romanticismo son fecundos en la mirada hacia las aves, de modo especial hacia su canto, aunque también en la utilización de algunas de los caracteres que les atribuimos o nos inspiran en distintas obras. Basta recordar las publicaciones citadas anteriormente en este blog, las alusiones en algunas obras de Vivaldi, especialmente en Las Cuatro Estaciones o de Beethoven, como su Sexta Sinfonía.


Nos quedamos a continuación con una deliciosa obra del compositor inglés Henry Purcell, The mavis, dedicada al Turdis Philomelos, el ave que en nuestro idioma conocemos como zorzal común. Se trata de un ave pequeña de la familia de los tordos que pasa los inviernos en nuestro país, tras venir en su migración de los territorios del norte de Europa y cuyo canto, que repite diversas frases musicales ha llamado con frecuencia la atención a diversos compositores y poetas.
The mavis es una composición sencilla y delicada compuesta para ser interpretada a capella por un coro a cuatro voces.


La interpretación de esta sencilla y agradable melodía corresponde a la agrupación checa Cum decore y está dedicada, como no podía ser menos, al canto de los pájaros migratorios.
Cum decore es un coro de la escuela secundaria F. X. Salda de Liberec formado por una treintena de estudiantes universitarios y de secundaria y especializado en programas y conciertos del repertorio del Renacimiento y Barroco.


Dejando de lado los textos anteriores, relacionados más con la divulgación que con la literatura, como suele ser habitual en este blog, nos acercamos a un poema del universal Pablo Neruda.
En Migración, el poeta chileno nos acerca su atenta mirada al rectilíneo camino, al geométrico movimiento que se pierde en el horizonte celeste, batiendo las alas en un coordinado latido cuando las aves se dirigen su movimientos en busca de otras latitudes.




Finés de nacimiento y educado en la Juilliard School neoyorkina, Einojuhani Rautavaara compuso en 1972 su obra Cantus Articus para la inauguración de la Universidad de Oulu situada en las inmediaciones del Círculo Polar. Pese a que el encargo consistía en la composición de una cantata, el músico consideró que este tipo de obras no se adaptaba a la naturaleza del encargo y se embarcó en una tarea experimental. 
De este modo surgió su Cantus Articus, denominado Concierto para pájaros y orquesta, su Op. 61, una obra en la que no se imita el sonido de los pájaros con los instrumentos de la orquesta, sino que es el canto de las propias aves el que está incluido en la obra, gracias a las grabaciones que el compositor realizó recorriendo los humedales de su país cinta magnetofónica en mano, en busca de las bandadas de aves migratorias cercanas ala Círculo Polar y los embalses del norte de Finlandia
De esta manera, Rautavaara logra que las aves adquieran la misma condición e importancia que los violines o demás instrumentos de la orquesta, creando un ambiente sonoro, una atmósfera que sirva de fondo en el que se desarrolla la simbiosis entre aves y orquesta, entre los sonidos naturales del canto de esas aves y el murmullo del viento en los bosques y la partitura orquestal.  


Dividida en tres movimientos, Suo (El pantano), se inicia con un dúo de flautas al que suceden los clarinetes que imitan a los pájaros, que son seguidos por los trombones en sordina y en staccato imitando el sonido de las grullas. La entrada de las cuerdas lleva a una melodía que viene a reflejar la voz interior de un caminante por este desierto helado.
El segundo movimiento, Melankolia, muestra una grabación del canto de la alondra cornuda que se ha ralentizado, mezclándose en una simbiosis con las cuerdas que evocan la melodía una octava más baja.
El último movimiento Joutsenet muttavat (Migración de los cisnes) tiene forma de un crescendo con los sonidos grabados de estas elegantes aves antes de que desaparezcan en la lejanía. Rautavaara muestra a la orquesta dividida en cuatro grupos en lo que él mismo llamó "sincronización mutua resumida". Las grabaciones de las voces de los cisnes se superponen dando la impresión de que su número aumenta significativamente antes de desaparezcan.
El enlace que nos acompaña pertenece a una grabación de Cantus Ariticus de Einojuhani Rautavvvara de la Helsinki Filharmonijus Zenekar dirigida por Leif Segerstam para Naxos Dital Services US y sus movimientos se pueden seguir en el siguiente minutaje: El pantano (0:00), Melankolia (06:54) y Migración de los cisnes (11:12).


El último de los textos sobre las migraciones de las aves procede de un libro que ya nos ha acompañado en alguna ocasión.
En 1941, una revista científica publicó en Viena el ensayo Beobachtungen über die Vogelwelt von Auschwitz (Observaciones acerca de la avifauna de Auschwitz) de Günther Niethammer, un biólogo que había servido como guardia de las SS en el campo de concentración entre 1940 y 1941, en el que mostraba sus investigaciones sobre la fauna ornitológica de la zona.
Partiendo de este hecho, el escritor alemán Arno Surminski publicó en 2008 la novela Die Vogelwelt von Auschwitz (Los pájaros de Auschwitz), una desconcertante historia que se centra en el dilema de oponer la lealtad hacia uno mismo, con el respeto de los pensamientos e ideas propios frente a la lealtad hacia el sistema que nos ampara y conforma nuestra identidad personal y social.


El argumento presenta al joven polaco estudiante de arte Marek Ropalski y experto dibujante, deportado en el campo de concentración, a quien el guarda y ornitólogo Hans Grote elige como asistente para documentar la población de aves en Auschwitz, un punto de encuentro de aves migratorias. La relación que se establece entre ambos mientras realizan las excursiones fuera del campo y registran los datos de la avifauna encontrada, se confronta con el abismo que les separa en los roles que desarrollan como víctima y verdugo, pese a las confidencias que se intercambian sobre sus familias, interrogándose el primero sobre si podrá esperar que el ornitólogo sea para él una tabla de salvación o un simple guardián que acate ciegamente las órdenes.
El texto que nos acompaña se inicia con una conversación entre Marek y un preso polaco, para pasar a continuación a la búsqueda y catalogación de aves, mientras el autor nos hace asistir al tipo de  conversación que desvela cómo se desarrolla la relación entre ambas personas.
Pese a los datos que indican el decrecimiento de las migraciones por los diversos motivos, en este relato podemos entrever, de la misma manera que la pandemia nos dejó en los hogares mientras las migraciones seguían desarrollándose, que incluso cuando la vida queda paralizada por la estupidez y la sinrazón de las guerras, la vida continúa, a su manera, para otros seres vivos.


Nos despedimos con esta publicación centrada en la doble celebración del Día Internacional de las Aves Migratorias con una breve canción dedicada a las mismas.
Se trata del lied Zugvogel (Ave migratoria, Op. 6.3) de Hans Erichh Pfitzner, compuesto en 1888 a partir de un poema de James Grun.

La interpretación Zugvogel corre a cargo del tenor Colin Balzer acompañado el piano por Klaus Simon en una grabación perteneciente al disco Pfitznet. Complete Lieder, volumen 2 editado por Naxos of America en 2019.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

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