Estancias

Harper y Truman, dos niños que jugaban juntos

Las primeras relaciones que establecemos en nuestras vidas las realizamos en el ámbito familiar. Nuestros padres y los familiares con los que tenemos más contacto acaban conformando nuestro primer desarrollo de la personalidad. Esas relaciones llegan a ser fundamentales en nuestra vida en la mayoría de los casos. Además, en muchas ocasiones, con algunas de estas personas llegamos a establecer un vínculo mucho más especial, más profundo y determinante que con los demás.
Al crecer vamos ampliando nuestro ámbito de relaciones. Del grupo familiar pasamos a las relaciones sociales. Vecinos, compañeros de colegio o deportes o personas con las que coincidimos de forma habitual o temporal pueden llegar a influir poderosamente en nuestras relaciones y crear vínculos que permanezcan más allá de lo esperado durante mucho tiempo.
En nuestros días, con la carga de actividades y horarios preestablecidos que tienen los más pequeños, estas relaciones se muestran más difíciles de realizar. Es poco habitual que se disponga de un tiempo precioso para establecerlas: el tiempo libre, ese tiempo en que no se tienen obligaciones, en que aflora el aburrimiento y se ingenian y crean juegos, distracciones y entretenimientos; en que  se recorren calles y caminos buscando aventuras, creando historias sobre las situaciones que avistamos. 
Es, también, un tiempo en que se renueva y amplía el conocimiento sobre el mundo, donde se imaginan nuevas ideas por unos hechos que generan algunas suposiciones que nunca son lo que parecen, que son más complejas que esa mirada que va evolucionando desde la infancia hacia la adolescencia. 

Dos niños se encuentran de forma casual en un pequeño pueblo del Deep South, el sur profundo de Estados Unidos, lo que influirá años más tarde en sus respectivas obras. Nelle nació en 1926 en Monroeville, una localidad del estado de Alabama con unos pocos miles de habitantes. Truman Strecklus Persons, dos años mayor, nació en Nueva Orleans, yendo a vivir a Monroeville con su tía cuando sus padres se separaron. 
En un lugar tan pequeño era lógico que se encontraran, surgiendo una amistad de la que saldrán dos de los autores más notables del siglo XX norteamericano: Nelle Harper Lee, autora de Matar a un ruiseñor y Truman Capote, prolífico autor de una veintena de publicaciones entre novelas, cuentos y guiones. 
En esta publicación nos vamos a acercar a la historia real que unió a Harper Lee y Truman Capote durante unos años en un pueblo del sur de los Estados Unidos. Nos acercaremos a su profunda amistad, a sus caminos posteriores y cómo esta relación acabó reflejándose en las obras de ambos. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Hace unos meses leía el artículo Dos niños jugando a ser novelistas: La amistad entre Harper Lee y Truman Capote. que trataba sobre la amistad de estos dos escritores, aunque, a decir verdad, fue Truman Capote quien centró su vida en la escritura, ya que Harper Lee sólo publicó un libro a lo largo de su existencia.
Al comienzo de los años 30 del pasado siglo, ambos vivían en la Alabama Avenue, la calle principal de Monroeville, una pequeña localidad alejada de cualquier ruta y de otras ciudades. 
En el lugar donde se situaba la casa de Harper ahora se encuentra la heladería Mel's Dairy Dream, mientras que de la casa de la tía de Truman, en la que este pasaba algunas temporadas, sólo queda un muro sobre el solar en que se asentaba.
Ambos niños se hicieron amigos porque se necesitaban. Según el biógrafo de Truman Capote, Gerald Clarke, a ambos les unía una misma angustia, ya que no tenían lo que se dice amigos verdaderos. Harper era demasiado ruda para las chicas, solía ir descalza vestida con un mono y un corte de pelo varonil. Mientras Truman tenía modales refinados, utilizaba ropas extravagantes y era más bajo de lo normal, lo que lo hacía extremadamente diferente para los niños de la localidad.
Juntos pasaban el tiempo e inventaban historias con una máquina de escribir que Amasa Coleman Lee, padre de Harper les prestó y que utilizaban por turnos.
No sabemos si llegaron a escribir algo en colaboración en aquella época, pero sirvió de germen para ambos.

Mural en Monroeville (Alabama) dedicado a Matar a un ruiseñor
Para acompañar esta publicación te propongo oír parte de la banda sonora de To kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor) que Elmer Bernstein compuso para la película homónima de Robert Mulligan.
El primero de los números que nos acompaña es tema principal que abre los títulos de créditos de la película. Este Main Title, uno de los más simples y bellos del cine, pertenece a la remasterización digitalizada de la banda sonora original dirigida por el propio Elmer Bernstein con la Real Orquesta Nacional Escocesa y publicada por Esential Media Gropu LLC.


Después de debutar en el mundo de las letras con Miriam, un cuento para la revista Madmoiselle en 1945, Truman Capote publicó tres años después, con veintitrés años su primera novela Others voices, other rooms (Otras voces, otros ámbitos), una obra que mostró su potencial y genialidad. Por ella deambulan personajes que se vuelven inolvidables para el lector como Amy, obsesionada con la caridad, las mellizas Idabel y Florabel, tan iguales y diferentes; Randolph, un visionario homosexual o Jesús Fiebre y Pequeño Luz de Sol, dos ancianos hechiceros negros y el pequeño Joel, un niño que entra en la adolescencia sorprendido por todo lo que observa e imagina.
De todos los personajes que transitan por Otras voces, otros ámbitos, el personaje de Idabel está inspirado en la joven Nelle Harpe, dándole Capote la fuerza y la personalidad que su amiga de la infancia poseía.
El texto que nos acompaña presenta algunos de los protagonistas de la novela. Las hermanas Florabel e Idabel caminan por la carretera cuando un carro conducido por Joel las alcanza, mientras Jesús Fiebre dormita al fondo. Truman Capote narra con pluma ágil la situación, mientras describe las personalidades de estos personajes, enfatizando las diferencias entre ambas hermanas mellizas.


Si Truman Capote se dedicó pronto, con afán y por entero a la literatura, no hizo lo propio Nelle Harper Lee. Ambos acabaron viviendo en Nueva York, él escribiendo, ella como empleada de una compañía aérea y encargada de las reservas de los clientes, mientras dedicaba su tiempo libre a escribir. No dejaron de relacionarse durante ese tiempo.
En 1959, después de dos años de escritura correcciones y reescritura, Nelle envió el manuscrito de Matar a un ruiseñor a la editorial J.B. Lippincott que la publicó al años siguiente, obteniendo el Premio Pulitzer en 1961. 
Nada más entregar el relato a la editorial se volvió a afianzar la relación entre ambos escritores. Tras leer Capote la noticia del asesinato de una familia de granjeros en un pueblo de Kansas, llamó a su amiga para que lo acompañara y le ayudada a preparar un reportaje para la revista The New Yorker. La idea de Truman era escribir un relato detallado de un suceso real elaborado con técnicas periodísticas, aunque narrado con las herramientas propias de la novela de ficción, un tipo de obra con el que crearía un nuevo estilo. 
Al llegar a Kansas, Truman no encajó con los habitantes, no logró que nadie quisiera hablar con él e incluso recelaban de un urbanita dandi y extravagante. Fue Nelle quien se relacionó con la gente, creó contactos y lo pudo introducirlo en la investigación. 
El resultado fue In cold blood (A sangre fría, 1965), una novela que abrió un nuevo camino en la narrativa y tuvo un éxito inmediato, aunque dejó a su autor defraudado al no obtener él también el Premio Pulitzer como su amiga de la infancia. 
También fue el determinante de la ruptura entre ambos, ya que la estancia en Kansas y la colaboración fundamental de Nelle quedó reflejada en la novela con una simple dedicatoria: «Para Jack Dunphy -su pareja- y Harper Lee, con mi amor y gratitud». Nada más. Pensó que no solo había sido menospreciada, sino traicionada.
Meses más tarde, Nelle no asistió a una de las fastuosas fiestas que Truman dio. La envidia, los celos artísticos, la decepción habían roto la relación entre ambos amigos de la infancia.


Elmer Bernstein tardó en encontrar el sentido para la banda sonora de Matar a un ruiseñor. Centrar en que lo que ocurría en la historia consistía en unos problemas de adultos en el mundo real vislumbrados a través de las miradas de los niños le llevó a encontrar el sonido fundamental de la partitura: el piano que toca una nota a la vez, los sonidos que evocan una caja de música, arpas, campanas o flautas con una sola nota le hacían sugerir el mundo de un niño. Estos conceptos los matizó con unas melodías cargadas de melancolía, tristeza y una nostalgia que remitían al recuerdo con que la protagonista narra la historia.
El segundo de los números de la banda sonora original de Elmer Bernstein se titula Roll in the tire (Rodando en el neumático), perteneciente a la escena en que Scout se introduce en un neumático y su hermano Jem la hace girar ante la presencia de Dill, llegando hasta la casa prohibida.
Una música que nos muestra el movimiento también nos acerca a la personalidad de la protagonista Scout, personaje basado en Nelle Harper, que también inspiró el de Idabel. Puede servirnos para reflejar y describir en cierto modo a ambos personajes ficticios.


Nelle Harper Lee vivía con sus padres y sus hermanas, acudía con frecuencia con Truman a los juicios en los que participaba su padre. To kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor) es una mirada infantil a un mundo de adultos, al mundo real con sus problemas -en este caso el racismo- visto desde la perspectiva de los ojos de los niños. Harper Lee se inspiró en su padre para construir el personaje de Atticus Finch, el abogado padre también de la protagonista que defiende a un negro acusado injustamente, una novela basada en un caso real ocurrido en su juventud.
De la misma forma que Nelle inspiró el personaje de Idabel, Truman inspiró también el personaje de Dill, el niño bajo que aparece cada verano en las vidas de la narradora Scout y su hermano Jem.
El propio escritor lo reconoció cuando en una entrevista con Lawrence Grobel llegó a manifestar: 

«¿Has leído el libro de Harper Lee Matar a un ruiseñor, que transcurre en el mismo pueblo de Alabama donde vivíamos? Yo soy un personaje del libro. Su padre era abogado, y ella y yo solíamos ir a los juicios juntos todo el tiempo cuando éramos pequeños, en lugar de ir al cine, como hacían los otros niños».

Ese niño bajito, que compartía el verano con Scout y Jem mientras estaba con su tía es la más viva descripción de la infancia de Truman Capote que tenemos.


Después de debutar con Otras voces, otros ámbitos, Truman Capote fue alternando novelas con guiones, obras de teatro o cuentos. En 1952 publicó El arpa de hierba, años más tarde su famosa Breakfast at Tifany's que se llevó al cine traducido aquí como Desayuno con diamantes, la citada A sangre fría o Música para camaleones que le dieron fama entre los escritores norteamericanos del siglo XX, pero no llegó a alcanzar algunos de sus objetivos como el anhelado Pulitzer.
Nelle Harper Lee alcanzó este premio con sólo una novela, aunque el año antes de fallecer apareció en las librerías Go set a watchman (Ve y pon un centinela), una obra escrita antes de Matar a un ruiseñor que sería una suerte de secuela de esta obra, cuando dos décadas después Scout regresa al ficticio Maycomb desde Nueva York para visitar a su padre, Atticus Finch. A punto de ser nonagenaria, en 2015, la novela se publicó tal como quedó escrita, sin revisión ni promoción por parte de la autora.

Harper Lee y Truman Capote en 1960, después de publicarse Matar a un ruiseñor

La relación entre ambos amigos de la infancia quedó deteriorada como hemos visto. La envidia por el éxito de Matar a un ruiseñor y su adaptación cinematográfica con Gregory Peck, los rumores infundados de que era él quien había escrito la novela de Harper Lee y que nunca quiso desmentir, unido a la vorágine de excesos en que vivía el escritor y su ego desmedido acabaron con una relación infantil y sincera. La propia Nelle no tenía en aquella época una buena opinión de su amigo a quien calificó en una entrevista al escritor como «un psicópata que pensaba que las normas que se aplicaban a todo el mundo no servían para él».
Truman Capote falleció a los cincuenta y nueva años en agosto de 1984 en Los Ángeles por una insuficiencia hepática.
Nelle Harper Lee murió con noventa años mientras dormía en febrero de 2016 en una residencia de ancianos en su Monroeville natal.


Para su evocación de la vida del Deep South (el Sur profundo), Bernstein utilizó una pequeña orquesta de cuerdas y trompetas con los comentados solos de piano y flauta, a los que añadió los de acordeón y celesta. Además de la calidez del clima y del aire de nostalgia que impregna la partitura, muestra la impotencia que se siente ante los hechos que narra la historia cargada de racismo e incomprensión, atenuada por la visión infantil. La música de Bernstein expresa lo que los personajes no llegan a expresar, participando en la comunicación del mensaje que desea transmitir la película.
El último de los números que nos acompañan pertenece también al final de la película. Summer's end nos evoca, no sólo el final del verano, sino también el final de una historia vista con óptica infantil en la que se cruzan varias historias: la de la segregación racial, la del misterioso vecino y, la que más nos atañe en esta publicación, la del final de la relación entre unos niños que jugaban juntos.


Volvemos a Otras voces, otros ámbitos para terminar la escena que Truman Capote reflejaba en el personaje de Idabel la figura de su compañera de infancia y con cuya imagen nos alejamos de estos dos niños que jugaban juntos y cómo la vida los fue llevando por derroteros distintos.


De esta relación de amistad entre Nelle Harper Lee y Truman Capote podemos disfrutar de algunos libros y películas.
  • Greg Neri ha publicado el libro Tru & Nelle en que narra la amistad de ambos en Monroeville.
  • Capote, película de Bennett Miller de 2005
  • Infamous (estrenada en castellano como Historia de un crimen, 2006), película de 2006 dirigida por Douglas McGrath que narra la investigación que llevaron a cabo en Kansas los protagonistas de esta historia para la novela A sangre fría.
Truman con Nelle firmando ejemplares de A sangre fría

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

8 comentarios:

  1. ¡Hola Miguel! Qué interesante tu artículo, qué suerte tuvo Harper con un solo libro... Al final, es inevitable que la vida les llevara por otros caminos. Podían haberse animado a escribir algo a cuatro manos, ahora que eso está tan de moda, pero como siempre los celos, literarios o no, entraron en juego. Muy bien escrito, narrado y con un tema interesante. Te felicito por él. Un abrazo. :)

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    1. Gracias, Merche.
      Es curioso que Harper Lee obtuviera el éxito con un solo libro y que Truman Capote no lo alcanzara tanto como él lo deseaba después de toda una vida literaria. Hay escritores que tienen un gran historia que contar y cuando lo hacen les da el resultado esperado. Al parecer, en el fondo lo que hay es un gran ego que hace que las relaciones no continúen adelante.
      Un fuerte abrazo :-)

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  2. Estupendo artículo Miguel Ángel. De Capote he leído la magnífica "A sangre fría", también me gustó mucho "Matar un ruiseñor". Lo que desconocía es que ambos autores hubieran sido vecinos cuando eran niños. Es prácticamente un milagro que, de una población tan pequeña, hayan surgido dos escritores de semejante nivel. Gracias por el trabajo.
    Un saludo!

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    1. Gracias, Antonio.
      Sí que es asombroso que ambos compartieran experiencias, les uniera una amistad, que acabaran escribiendo e incluso que acabaran viviendo en la misma ciudad. La inspiración de personajes en el otro compañero de aventuras infantiles no podía dejar de aparecer en sus obras.
      Un fuerte abrazo :-)

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  3. Hola, Miguel, me ha encantado este artículo sobre Harper y Truman, dos niños que jugaban juntos. Y he disfrutado con es música tan melancólica que nos indica un cambio tanto en los niños que se hacen mayores como en una época y una sociedad que dice adiós a un pasado. Precioso:
    Un abrazo!

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    1. Es una historia sorprendente la relación entre ambos y cómo el tiempo acaba llevando a un desenlace, María Pilar.
      La banda sonora de Elmer Bernstein es magnífica y puedes buscarla completa en la red.
      Un fuerte abrazo :-)

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  4. Considero que si hay la posibilidad de que Capote haya escrito o en su mayoría la novela Como matar a un ruiseñor.

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    1. Gracias por el comentario.
      Entra en lo posible y es una de las ideas que manejan algunos biógrafos. No sé si alguna vez lo sabremos.
      Un abrazo

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