Estancias

(Otros) cuadros de una exposición

Esta no es una publicación sin más de un blog, sino que te ofrezco una experiencia sensorial y emocional que espero que pueda llegar a ser inolvidable para ti.
Como parte de las Bellas Artes, la pintura nos ofrece una de las expresiones artísticas más antiguas y universales que existen. La plasmación de imágenes en un soporte con cualesquiera de los pigmentos que se han utilizado a lo largo del tiempo, ha dejado obras inolvidables que permanecen en nuestra memoria y en la historia artística de la humanidad. Desde las primeras siluetas paleolíticas, las pinturas del Renacimiento, las obras maestras de Velázquez o los pintores barrocos hasta los cuadros de Goya, las vanguardias y los -Ismos que se movieron entre el XIX y el XX con gigantes como Picasso hasta llegar a nuestros días, la pintura ha dejado una marca indeleble en la historia del arte y ha dejado su huella en cada uno de nosotros según nuestros gustos y aficiones.
Muchos cuadros no se quedan sólo en la pintura, sino que se interrelacionan con otras artes en función de quienes los inspiran, los observan, se emocionan o los interpretan, generando obras obras de arte en otras disciplinas.
Hay muchos libros que han sido inspirados por cuadros, indagando sus autores en pinturas que les han impactado, investigando o fantaseando sobre su génesis, sus protagonistas o el momento histórico en el que se crearon. También encontramos composiciones musicales que se inspiran en cuadros, como traté en Desde La isla de los muertos, con músicas creadas a partir del cuadro de Böcklin. En cuestión de retratos, no podemos olvidar la cantidad de pinturas que muestran a artistas de todo tipo de disciplinas, cuyas imágenes han llegado a nosotros gracias a los pintores.
Te propongo una experiencia única y confío que inolvidable: una interacción entre tú, los cuadros de un museo, la música, literatura inspirada en esos cuadros y el cine. Nos acompañan cuadros de Botticelli, Breughel el viejo, Fabritius, música de Mussorgski, Ravel, Respighi y Emerson, Lake & Palmer, textos de Donna Tartt, W. H. Auden y Marcel Proust y una película de Kurosawa. ¿No te parece una mezcla de artes magnífica para crear una experiencia única? Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
¡Comienza la experiencia!


Entramos en un museo virtual y como en cualquiera de estos lugares damos un paseo para acercarnos al primero de los cuadros que están expuestos. Y la experiencia que te propongo comienza con música.
Quizás el menos técnico, pero posiblemente uno de los más expresivos y creativos de los compositores del Grupo de los Cinco (con Balàkirev, Cui, Borodin y Rimsky-Korsakov), Modest Mussorgsky nos ha dejado algunas obras maestras del movimiento nacionalista ruso que impulsó el grupo.
El repentino fallecimiento del arquitecto y pintor Viktor Hartmann en 1873 a los 39 años propició que sus amigos organizaran una exposición homenaje con alrededor de cuatrocientas obras suyas. A partir de esta exhibición , Mussorgsky compuso Cuadros de una exposición una obra para piano en la que describía algunos cuadros de su amigo al que le unían su amor por los relatos del folclore ruso y el interés por que el arte reflejara la vida real de los habitantes de su país.
Dividido en 15 movimientos, la obra muestra 11 cuadros en 10 movimientos -dos cuadros los une en una pieza- a los que añade cinco paseos entre los primeros cuadros. De todas las pinturas que aparecen en esta obra, actualmente quedan seis.
El paseo entre los cuadros lo denominó Promenade y es en realidad un motivo musical con cuatro variaciones en los casos siguientes. Este Promenade es un reflejo del propio compositor, una persona grande y voluminosa que avanza con ritmo irregular dando la sensación de pesadez. Está formado por una frase musical en 11 tiempos con una textura heterofónica en que se realizan diversas variaciones simultáneas, un tipo de composición habitual en la música folclórica y litúrgica rusa.
Acércate al primer cuadro paseando con el primer Promenade de Cuadros de una exposición con Byron Janis al piano en una versión con sonido, sin vídeo, que te permita oírla mientras te encaminas a la primera obra.
 

La primera pintura es una obra sencilla y desconcertante. Se trata de un cuadro al óleo sobre lienzo de dimensiones reducidas (33'5 x 22'8 cm.), Het puttertje (El jilguero) pintado por Carel Fabritius en 1654, posiblemente su última obra, ya que el artista falleció ese mismo año por una explosión que se produjo en Delft y que redujo a escombros su taller del  que se pudieron salvar unas pocas obras, esta entre ellas. Tras pasar por diversos propietarios, actualmente la podemos encontrar en el Museo Mauritshuis de La Haya (Países Bajos). 

Carel Fabritius, Het puttertje (El jilguero) (1654), Museo Mauritshuis, La Haya
A partir de este cuadro Donna Tartt publicó en 2013 la novela homónima The Goldfinch con la que ganó el Premio Pulitzer el año siguiente y que fue adaptada para el cine con el mismo título por John Crowley en 2019.


Te dejo con un extracto de la novela El jilguero en que el protagonista Theo Decker reflexiona sobre el cuadro a partir de un comentario de su amigo Boris.


El siguiente cuadro de esta exposición es una de las obras maestras del Renacimiento italiano. Se trata de una de las obras cumbres del Quattrocento y de la historia de la pintura creada por Alessandro di Mariano di Vanni Filiepi, más conocido como Sandro Botticelli. Pintada al temple sobre tabla, posiblemente en 1478, la Allegoria della Primavera la conocemos todos simplemente como La Primavera y se encuentra en la Galería Uffizzi de Florencia.
Botticelli nos muestra un grupo de figuras de la mitología griega y romana. El suave viento del oeste, Céfiro, aparece en la derecha con tonos azulados haciendo brotar las flores, soplando y con semblante serio que contrastan con la calidez de los demás personajes, mientras agarra agresivamente a una asustada ninfa Cloris. Más adelante convertirá a esta ninfa en Flora, la diosa de la primavera. 
En la parte central aparece Venus, casi saludando a los curiosos espectadores con un cupido sobrevolando su cabeza. A la izquierda hallamos a las Tres Gracias junto a Mercurio, el dios asociado al mes de mayo.

Sandro Botticelli, Allegoria della Primavera (1478), Galería Uffizzi, Florencia
A comienzos del siglo XX un músico italiano se instaló en San Petersburgo como viola de la Orquesta Imperial donde estudió composición con Nikolai Rimsky-Korsakov de quien aprendió el exquisito dominio de los colores orquestales y el gusto por las melodías orientales rusas que le animó a interesarse por la música medieval y renacentista italiana. 
Con el paso del tiempo, Ottorino Respighi fue centrándose en dos tipos de composiciones: Las creadas para grandes orquestas donde encontramos obras como la Trilogía Romana formada por Fuentes de Roma, Pinos de Roma y Festivales Romanos; por otra parte sus deliciosos arreglos para pequeñas orquestas inspirados en melodías del XVII y XVIII, mostrando en todas ellas su excepcional dominio de los colores orquestales.
Tras una gira por Estados Unidos en 1927 patrocinada en parte por Elizabeth Sprague Coolidge, Respighi prometió dedicarle su próxima obra. Varias semanas más tarde, tras una visita a la Galería Uffizzi encontró la inspiración para su obra Trittico Botticelliano formado por La Primavera, La adoración de los Magos y El nacimiento de Venus, una obra de arte en la que saca todo el partido a una pequeña orquesta. A finales de ese mismo año se estrenó en Viena patrocinado por la señora Coolidge y con la presencia del compositor.

Nos quedamos en el primer movimiento, La primavera, que Respighi la muestra en un despliegue de color y brillo con vertiginosas escalas a cargo de las flautas y los violines, con un protagonismo a cargo del piano, la celesta y el arpa, sobre los que resplandecen las trompas y trompetas, instrumentos asociados a la naturaleza, haciendo brillar a todo el conjunto. Este ambiente natural y bucólico se entremezcla con danzas campesinas del renacimiento. 
Continúa la obra con un amago de oscuridad que cambia rápidamente hacia una música alegre, de nuevo a cargo de piano, celesta y arpa, hasta que interviene el clarinete dejando en suspenso el motivo musical. El compositor acude a Monteverdi para citar uno de sus madrigales más conocidos, Zefiro torna que encaja tanto en el cuadro como en la composición tanto por su aire antiguo como por su motivo mitológico. Respighi finaliza la pieza con convirtiendo este motivo musical en una catarata de sonidos a la que incorpora la flauta, el flautín, la celesta y los violines para dar a esta obra el encanto y colorido que transmiten el cuadro de Botticelli.

La interpretación de La Primavera del Trittico Botticelliano corre a cargo de la Orchestra della Fundacion Prometheus de Argentina dirigida por Giovanni Panella y grabada en directo en diciembre de 2022 en el Teatro Avenida de Buenos Aires.


Los cuadros de una exposición de Mussorgsky han inspirado distintas obras, la mayor parte de las cuales han sido versiones para orquesta. De todas, la más conocida, quizás más incluso que la original para piano, es la orquestación que realizó otro de los grandes especialistas del siglo XX, Maurice Ravel.


Siguiendo con el paseo entre un cuadro y otro, nos acercamos al Promenade segundo, en este caso en la versión orquestal del elegante autor francés. El tema musical es el mismo que el primero aunque con unas variaciones.
Se trata de una grabación, también sólo de audio para permitirse seguir avanzando hacia el próximo cuadro a cargo de la Berliner Philharmoniker dirigida por Herbert von Karajan grabada en 1966 para Deutsche Grammophon GmbH.


El tercer cuadro de esta experiencia pertenece también al periodo renacentista, aunque en esta ocasión no es de la escuela italiana.
Pintado alrededor de 1560, se atribuye con dudas recientes a Peter Breughel el viejo y se encuentra en el Musée des Beaux-Arts de Bruselas
Paisaje con la caída de Ícaro es un óleo sobre lienzo que se basa en la versión que Ovidio muestra en Las metamorfosis cuando el hijo de Dédalo se construyó unas alas con plumas pegadas con cera que se derritió con el calor del sol precipitando su caída.

Peter Breughel el viejo, Paisaje con la caída de Ícaro (1554-1555), Museo de Bellas Artes, Bruselas
Obra inscrita también en ese regreso a las artes antiguas que es el Renacimiento, en este cuadro encontramos una serie de personajes que nos muestran su importancia según su cercanía. En primer término hallamos a un campesino que maneja su arado concentrado en su trabajo. En un segundo plano, un pastor observa el cielo mientras su ganado pace a su lado, mientras más allá un barco extiende sus velas para zarpar. Entre ellos, un pescador se concentra en conseguir su alimento, mientras unas piernas se agitan en el agua sin que nadie las advierta.
Brueghel elige el tema y muestra al protagonista que aparece en el título como el personaje menos trascendente. Ícaro escapó del laberinto de Minos y acabó cayendo al mar, mientras el pintor nos envía un mensaje que aún tiene cabida hoy en día: En nuestro tiempo, la sobresaturación de información, estímulos o exigencias nos puede llevara perder la atención de lo trascendente o importante y mirar hacia nosotros mismos sin advertir cuanto ocurre a nuestro alrededor cercano o lejano. 


Para este cuadro la experiencia que te propongo, además de la visualización y la reflexión anterior, nos llega de la mano -mejor, de la pluma- de Wystan Hugh Auden (1907-1973). El poeta y ensayista británico nacionalizado estadounidense tras la II Guerra Mundial publicó más de cuatrocientos poemas. En Another Time (1940) se recoge el poema que nos acompaña, surgido después de visitar en el Musée des Beaux-Arts el cuadro atribuido a Peter Breughel el viejo.
¿Qué nos ofrece texto después de la reflexión sobre la obra de Fabritius? Acércate a la experiencia de un poema inspirado por la visión de este cuadro.



En este museo virtual no abandonamos a los autores que nos acompañan. Botticelli  nos muestra otra de sus obras maestras, La Nascita di Venere (El Nacimiento de Venus) que podemos admirar también en la Galería Uffizzi florentina.
Pintada al óleo sobre lienzo entre 1482 y 1485, también con grandes dimensiones (278 x 172 cm), la obra fue también un encargo de la familia Medicci con la que pretendían mostrar su importancia e influencia: Gracias a ellos, a sus dotes diplomáticas, económicas y culturales, el reino del amor llega a la ciudad.
Dentro del Renacimiento, la obra se inscribe dentro del Neoplatonismo, la corriente filosófica que pugnaba por conciliar el legado greco romano con el cristiano, de forma que el nacimiento de Venus y la belleza espiritual se configuran como la fuerza que mueve la vida.
El tema surge también de Las Metamorfosis de Ovidio: Venus, símbolo del Amor, es retratada desnuda sobre una concha en la orilla del mar, mientras a la izquierda los vientos acarician su cabello y envían una lluvia de rosas, y a la derecha, Ora espera a la diosa para vestirla.
En uno de los primeros desnudos de la pintura renacentista encontramos a Venus con las caderas levemente giradas para reafirmar una feminidad casi de marfil, la soltura de sus cabellos dorados, casi encendidos, que contrastan con su expresión de una pasividad que desconcierta, con una sonrisa que apenas despunta y una mirada que no sabemos si se fija en el espectador o hace que el espectador se fije en ella.

Sandro Botticelli, La Nascita di Venere (1582-1585), Galería Uffizi, Florencia
Tampoco abandonamos a Ottorino Respighi y su Trittico Botticelliano. Salvando La adoración de los magos, nos acercamos al último movimiento dedicado a este cuadro. 
El compositor nos presenta la música más extraña de la obra: meditativa y estática, pero con una belleza que nos muestra a Venus acercándose a la orilla empujada por las suaves olas. La pieza comienza con un motivo oscilante en el que encontramos tres grupos de tres notas, dos ascendentes y uno descendente que no llegan a ser una frase melódica, al que sigue un adorno a cargo de la flauta y el clarinete y después un motivo que avanza casi como a saltos.
Con estos elementos forma la pieza, incrementando la intensidad y la riqueza orquestal en el clímax de la obra, cuando Venus pone los pies en la orilla: La música asciende con los mismos instrumentos que el primer movimiento: piano, celesta y arpa, para culminar con un acorde brillante, musicalmente puro. Tras un silencio comienza la música tranquila y reposada hasta perderse poco a poco.

La interpretación de La Nascita di Venere está a cargo de la Secession Orchestra dirigida por Clément Mao-Takacs en una sesión que se grabó en directo en el Auritorium du Louvre, dentro del museo parisino, en diciembre de 2020


El tercer y último paseo que nos acompaña pertenece a una versión muy particular y menos habitual. El grupo de rock progresivo Emerson, Lake & Palmer realizó una adaptación de Los cuadros de una exposición de Mussorgsky que tuvo cierto éxito en la década de los setenta del pasado siglo.
Cambiamos de registro para asistir al Promenade tercero recogido en un disco que se grabó en el Newcastle City Hall en marzo de 1971. Como es habitual, he buscado una versión de audio para que te puedas acercar al siguiente cuadro.


¿Qué tal la experiencia? Es una de esas preguntas retóricas que no esperan respuesta, sino que simplemente te la plantees.
Después de pasear hacia los cuadros, asistir a reflexiones sobre El jilguero en una novela, sobre la caída de Ícaro en un poema y dos descripciones y reflexiones musicales sobre sendos cuadros de Botticelli en el siguiente paso quiero acercarte a una nueva reflexión: Cuando has visitado un museo con obras que te gustan, ¿sales y lo echas en el olvido? ¿Cómo recuerdas, extraes vivencias o haces formar parte de ti las obras que has visto?

Sandro Botticelli, Prove di Mosé (Las pruebas de Moisés) (1481-1482), Capilla Sixtina, El Vaticano
El último texto nos da una respuesta que no tiene por qué coincidir con la tuya, pero seguro que a partir de ahora te puede influir. El cuadro con el que está relacionado, casualmente también es obra de Botticelli, aunque menos conocido. Se trata de Prove di Mosé (Las pruebas o tentaciones de Moisés) un fresco de la Capilla Sixtina de grandes dimensiones (558 x 348 cm).
Representa escenas de la juventud de Moisés según el relato del Éxodo en el que este personaje aparece con túnica amarilla y manto verde y se muestran desde la derecha del espectador. Pero lo que nos interesa de este fresco es uno de los personajes femeninos, Séfora, que se haya junto al pozo, la hija de Jetró con la que se casará Moisés.


En una de las novelas más extensas de la literatura, A la recherche du temps perdu, (En busca del tiempo perdido), escrita en siete partes entre 1908 y 1922, aunque las tres últimas se publicaron póstumamente, Marcel Proust utiliza un recurso particular con el personaje de Charles Swann.
En el segundo de los volúmenes, Por la parte de Swann, Proust utiliza y detalla un recurso que hemos utilizado en alguna ocasión: la comparación entre un personaje real de nuestra vida con el de un cuadro que nos haya impactado.
Es el caso de Swann con Odette, que le recuerda a la Séfora de Botticelli, además de otros personajes pictóricos a los que dedica su atención.



Para la última música de esta experiencia donde se mezclan diversas expresiones artísticas, regreso al origen, a Los cuadros de una exposición, en esta ocasión en la versión orquestada por Maurice Ravel. Y la mejor forma de terminar es hacerlo con la última pieza.
Se trata de La gran puerta de Kiev, inspirada en un diseño arquitectónico de Hartmann en el más puro estilo ruso, para honrar al zar Alexander II no llegó a realizarse. Ravel comienza con el sonido festivo de las campanas para ir subiendo en majestuosidad e intensidad hasta terminar en un clímax grandioso.

Viktor Artmann, proyecto para la Puerta de la ciudad de Kiev (1869)
La interpretación corre a cargo de The Chicago Symphony Orchestra dirigida por Riccardo Muti en una grabación que se levó a cabo en la ciudad americana en octubre de 2022


¿Qué mas te queda para que esta experiencia sea completa después de pasear por los textos, las músicas y las pinturas de un museo y quedarnos con aquello que más nos gusta? Si no lo has pensado, te propongo un último reto: entrar dentro de un cuadro, la forma más perfecta de apreciar el arte. No entrar de forma simbólica o artística, sino literalmente.
En 1990, ya octogenario, Akira Kurosawa estrenó una de sus últimas películas, Dreams, también conocida como Los sueños de Akira Kurosawa, una película coproducida entre Estados Unidos y Japón y dividida en ocho historias basadas en sueños del cineasta.

Vicent van Gogh, Campo de trigo con cuervos (1890), Museo van Gogh, Amsterdam
Termino con Cuervos, uno de esos sueños, en el que un estudiante de pintura se adentra tanto en un cuadro de Van Gogh que encuentra al propio pintor en el campo, conversa con él y viaja a través de sus obras. Aunque no se introduzca en este cuadro, el título se basa en la pintura Campos de trigo con cuervos. Kurosawa utilizó como música el Preludio nº 15 en Re bemol mayor de Chopin y contó con el director Martin Scorsese como el pintor Van Gogh.

¿Qué tal la experiencia? Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Tartt, Donna. El jilguero, traducción de Aurora Echevarría Pérez, Editorial Debolsillo, colección Best Seller, ISBN: 9788766338837.
  • Proust, Marcel, En busca del tiempo perdido, traducción de Mauro Armiño, Editorial Valdemar, colección Clásicos. ISBN: 9788777023203.

6 comentarios:

  1. Hola, Miguel, estupendo recorrido: arte, música y literatura, ¡perfecto! Vaya trabajazo te has currado, está muy bien. Además de que no le falta de nada. Una entrada que es, en sí misma, una gran obra de arte. Pues de toda la exposición, me quedo con el último, me gusta Van Gogh. La película no la he visto, parece interesante por el fragmento de Youtube que has puesto, muy curiosa...
    Lo repito, genial, Miguel, te has superado con creces.
    Un abrazo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Merche. Lo más complicado ha sido la selección de los textos, pero las músicas y el vídeo los tenía claros desde el principio. Lo he disfrutado mucho mientras lo hacía.
      La película de Kurosawa es muy interesante, plásticamente muy bella, en la que traslada sus reflexiones sobre temas que nos atañen a todos. los recuerdos de infantica, la contaminación y el futuro del planeta, el arte, entre otros.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar
  2. ¡Miguel!

    Qué maravilla de propuesta. Es difícil encontrar un recorrido que logre entrelazar pintura, música, literatura y cine con tanta naturalidad, sin que nada pese ni parezca encajado a la fuerza. Todo fluye como si el paseo entre cuadros fuera también un paseo entre emociones y reflexiones que invitan a quedarse un rato más.

    Me ha gustado mucho cómo has ido hilando no solo las obras, sino también las conexiones invisibles que se tejen entre ellas: el eco de una pincelada en una partitura, la resonancia de una imagen en un verso. No es fácil conseguir esa sensación de unidad en algo tan amplio.

    Además, la selección de piezas y autores no podría estar mejor pensada: Fabritius, Botticelli, Brueghel, Respighi, Ravel, Kurosawa... Cada parada añade un matiz diferente, y ese cierre con Los sueños de Kurosawa ha sido el broche perfecto.

    No solo ha sido un paseo, ha sido una experiencia para leer con calma y disfrutar, como esas visitas a un museo que uno no quiere que terminen.

    Un abrazo grande, tocayo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, tocayo.
      Me alegra que hayas disfrutado la experiencia de pasear por este museo virtual. Me pareció oportuno hacer una parada ante cada cuadro relacionándolo con distintas artes cada pieza y extrayendo algunas reflexiones que nos podemos plantear al visitar un museo.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar
  3. Hola, Miguel Ángel
    Tu post no sólo es un post de blog, no. Es muchísimo más. Literatura, pintura, música, cine, ARTE en mayúsculas. Toda una experiencia, sin duda. La recomiendo a todo el mundo. La comparto en mis rrss. Maravilla.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Mayte. Me alegra que te haya gustado y que lo compartas por tus redes.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar