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La cima y las simas de Baudelaire

EPÍGRAFE PARA UN LIBRO CONDENADO
Lector apacible y bucólico, 
sobrio y cándido ser humano:
tira este libro saturniano,
orgiástico y melancólico.
Si no aprendiste del retórico
Satán, el astuto decano, 
¡tíralo! Habrá de serte arcano,
o a mí me juzgarás histérico.
Mas, si te puedes asomar
a las simas, libre de encanto,
léeme y pronto me has de amar.
Alma que sufres cruel castigo
y un paraíso vas buscando:
¡tenme piedad... o te maldigo!
Charles Baudelaire

Con estos versos escritos con la forma de un soneto clásico, iniciaba Baudelaire los poemas añadidos a la versión de Les fleurs du mal (Las flores del mal) que se publicó en la tercera edición del libro publicada en 1868 una vez fallecido el poeta.
Nacido hace ahora doscientos años, el 9 de abril de 1821, Baudelaire fue un escritor de vida atormentada, que unió su vida con su obra, descendiendo a las más profundas simas mientras escribía y transitaba por un París al que reflejó en sus escritos.
Pero, ¿qué nos aporta hoy? Baudelaire fue un escritor que nos anticipó hace casi dos siglos uno de los conceptos en los que aún estamos inmersos en nuestra vida, la modernidad. Ideas como el paso del tiempo en una suerte de vorágine que nos envuelve y devora casi sin dejarnos capacidad para adaptarnos a los nuevos cambios que se nos echan encima, el tedio que esta situación produce en la sociedad y la búsqueda de los paraísos artificiales que ayuden a sobrellevar estas situaciones están de forma nítidamente clara y especialmente cruda en la obra del poeta francés, casi con toda certeza, el más importante de su siglo.
Te propongo recordar algunos momentos de la vida y obra de Baudelaire cuando se cumplen los 200 años de su nacimiento. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

Montaje a partir de un daguerrotipo de Baudelaire por Carjat (1863)

Charles Baudelaire, el más maldito de los poetas malditos comenzó su carrera literaria con artículos sobre arte publicados en diversas revistas y recopilados en sendos libros titulados Salons (Salones) en 1845 y 1846. Más adelante, su nombre comenzó a adquirir notoriedad a partir de 1848 con la traducción de las obras de su admirado Edgar Allan Poe, a quien no llegó a conocer.
A Baudelaire debemos la consciencia de la experiencia de la modernidad: la percepción del paso del tiempo, el discernimiento de lo transitorio que nos arrolla, de forma que cuando conocemos y nos adaptamos a una situación, un hecho o una idea, este desaparece, cambia y es sustituido por otro. Lo que ahora nos ocurre o conocemos casi cada día -pensemos en las situaciones políticas, económicas o médicas- mañana ha dejado de tener interés o importancia y toma un cariz diferente.
De esta situación deviene el cambio constante, la noticia como novedad -quizás sea más apropiado el término inglés new-, la transformación constante de lo que era en lo que es, la pérdida de lo que es de forma irrecuperable, lo que genera una continua sensación de angustia, de desasosiego. Aquí Baudelaire aporta otro término fundamental en su obra -en su y en nuestra sociedad- el spleen, un término que alude al tedio, al aburrimiento vital.


Mucho se ha escrito sobre la vida y la obra de Baudelaire, pero comenzamos nuestro paseo alrededor del poeta con una obra escrita por y entre dos amigos, ambos escritores. El título Baudelaire por Gautier & Gautier por Baudelaire. Dos biografías románticas deja claros los autores y los contenidos tratados en la publicación. 
La primera parte la escribe Théophile Gautier derramando su mirada comprensiva de amigo sobre el autor de Los paraísos artificiales.




Para un poeta con un sentido tan musical como Baudelaire no podían faltar compositores que pusieran música a sus versos. 
Trois mélodies, el Opus 7 de Gabriel Fauré recoge tres composiciones de diferentes autores, con temática diversa y que fueron incorporadas al mismo título casi veinte años después de haber sido compuestas. La segunda de las melodías, Hymne recoge uno de los poemas de Baudelaire publicados en Les fleurs du mal en la versión de 1868.


La soprano Mary Bevan nos acerca a este Hymne, el número 2 del Op. 7, Trois Mélodies de Baudelaire con el acompañamiento al piano de Joseph Middleton. perteneciente al disco Voyages de Signum Classics.


El primero de sus libros que alcanzó gran difusión fue Les fleurs du mal (Las flores del mal), donde Baudelaire trata temas como la muerte, las drogas, el satanismo o el erotismo. Fue acusado por la prensa y el gobierno francés de atentar contra la moral pública, multado y eliminados 6 de sus poemas, que no fueron publicados en edición completa hasta 1946, casi cien años más tarde. 
Dividida en seis partes, con un cierto orden cronológico de composición, la primera de ellas, Spleen et ideal, muestra el interés del autor por evadirse de la realidad por el arte y la belleza, queriendo salir de ese spleen (tedio, aburrimiento, vulgaridad) sin conseguirlo. En Cuadros parisienses busca la belleza y evasión a través de la observación de personajes que lo rodean, sin conseguirlo debido a la vulgaridad y pobreza de quienes le rodean. En la tercera parte, El vino, Baudelaire se acerca al alcohol y las drogas buscando este alcance de lo absoluto, aunque tampoco consigue alcanzarlo. La cuarta parte, Las flores del mal, que da título al libro y Rebelión, la siguiente, aluden al demonio y la negación de Dios en esa búsqueda imposible de lo absoluto y el éxtasis que finaliza con la sexta, La muerte, a la que acaba por creer la definitiva vía de escape.
Esta obra inicia la ruptura con el subjetivismo del yo que imperaba en el romanticismo y la búsqueda de la forma y belleza del verso junto con la objetividad del movimiento del Parnasianismo. La obsesión por conseguir la palabra precisa, lo más esencial del pensamiento a transmitir, la desaparición del yo poético, la imaginación como una forma de ordenar y percibir la naturaleza, además de la incorporación de la mirada a nuevos aspectos de la realidad, incluidos los más vulgares y nimios como la violencia o el sexo, lo sucio o lo sórdido, configuran el inicio del estilo de Baudelaire que lo acerca al Simbolismo.

Daguerrotipo de Baudelaire (1850)

Quizás uno de los autores que mejor ha tratado la figura de Baudelaire sea Walter Benjamin. El filósofo, traductor, ensayista y crítico literario alemán se acerca a la figura del poeta en su libro El París de Baudelaire, una obra inconclusa que recoge los textos El París del Segundo Imperio en Baudelaire y Sobre algunos temas en Baudelaire que se completa con Zentralpark y París, capital del siglo XIX, proyectado dentro de su obra El libro de los pasajes que quedó inconclusa. De todas formas, los textos que conforman este volumen tienen una estructura cerrada e independiente que le dan una continuidad en sí mismos dentro de la obra.
El texto que nos acompaña ahonda en la personalidad del poeta, en su forma de trabajar la poesía, de entender el oficio para aprehender el mundo, de buscar nuevas formas.


Compuesta hace pocos años, en 1989, Cinq Poèmes de Baudelaire es un ciclo de canciones de Vincent Minazzoli formadas por Spleen (Quand le ciel bas et lourd pèse comme una covercle), Elévation, La Beauté, Tristesses de la Lune y L'Albatro.
La primera de las melodías se basa en el poema septuagésimo octavo de Las flores del mal y está incluida en el apartado Spleen et ideal.


La soprano Marie Kalinine interpreta Spleen con acompañamiento del propio Vincent Minazzoli al piano perteneciente al disco Comme de longs échos publicado en 2020 por Magelone Music.


A lo largo de su vida, Baudelaire fue incorporando distintos retratos que ayudaron a conformar e interpretar la modernidad a la par que su salud, sus excesos y las adicciones iban minando su vida personal.
La aparición de la prensa comenzó a configurar las costumbres en ciudades como la capital francesa, que hicieron que hicieron que los cafés se convirtieran en lugares de encuentro donde los asistentes se congregaban a la búsqueda de las noticias recientes. El momento de las llegadas de los periódicos propició el encuentro, la toma del aperitivo, la aparición de distintos personajes que fueron plasmados por la poesía y la prosa de Baudelaire. Así, nos mostró el personaje del dandy, ese hombre rico, ocioso, un poco hastiado cuya ocupación es caminar en busca de la felicidad, educado en el lujo y la elegancia: el flanêur, ese caminante de las ciudades que la recorre incansablemente observando todo cuanto le rodea, atento a los cambios en su fisonomía, un andarín, en suma, ávido de novedades.
Así, Baudelaire insiste e incide en la esencia de la modernidad, en ese cambio constante que tanto conocemos. Es el tiempo que se mueve incansable con cambios y novedades continuas, como la ola a la que el surfista se sube y quiere cabalgar, pero que no sabe si podrá seguir hasta el final o se lo sacudirá de encima y lo dejará apartado en cualquier momento. 

Daguerrotipo de Baudelaire por Félix Nadar

Volviendo a Baudelaire por Gautier & Gautier por Baudelaire. Dos biografías románticas, Théophile Gautier continúa su relato con reflexiones en que el poeta se adhiere a la situación de su tiempo histórico para desarrollar su obra y su estilo que se enmarca dentro de lo que denomina decadencia.


La música basada en poemas de Baudelaire también ha cruzado el océano, siendo llevada al pentagrama por compositores como John Corigliano que adaptó en 1938 La invitación al viaje, el poema LIII de Las flores del mal en una versión traducida al inglés.

The Kansas City Chorale interpreta La invitación al viaje de John Corigliano en la traducción al inglés de Richard Wilbur dentro del álbum Fern hill- American Choral Music.


La originalidad y creatividad de Baudelaire provocaban tanto admiración y asombro como malestar por su crudeza, los temas que trataba en ocasiones y los aspectos sórdidos que mostraba en su obra.
Aún así, él era un poeta y lo dejaba traslucir. Como afirmaba Marcel Proust en Ensayos literarios refiriéndose a escritores como él

Méme quand l'oiseau marche, on sent qu'il a des ailes.
(Incluso cuando el pájaro camina, se nota que tiene alas).

Fracasado, amargado, arruinado e incomprendido, Baudelaire se refugia cada vez más en las sustancias que le hacen olvidar en compañía de Sarah, una mulata, prostituta alcoholizada, más adelante parapléjica con quien estará hasta el final. Las enfermedades no tardaron en aparecer sufriendo graves trastornos nerviosos, asma, sífilis y cólicos que le hacen recurrir al opio y otras drogas. Pasa dos años en Bélgica desde 1864 intentando dar algunas conferencias que terminan en un nuevo fracaso.

Baudelaire retratado por Gustave Courbet (1848 o 1849). Museo Fabre

De vuelta al relato de Walter Benjamin, el escritor alemán continúa con el aspecto de Baudelaire como flanêur, además de analizar su forma de trabajar y cómo fue modificando lo que el filósofo llamó la condición de héroe del poeta.


En 1866 regresa a París, cada vez más enfermo con un agravamiento de la sífilis, afasia y un conato de hemiplejia. En marzo sufre un nuevo ataque y ha de ser ingresado en un centro médico donde permanecerá  lúcido, pero sin poder hablar hasta agosto de 1867 en que fallece. Tan solo tenía cuarenta y seis años.
Nos despedimos como auténticos flanêurs paseando alrededor de Baudelaire con otro de sus poemas, Recuelliment, perteneciente también a Las flores del mal, en esta ocasión con uno de los poemas agregados, en esta ocasión con el título Algunos poemas añadidos a la Tercera edición que se llevó a la imprenta en 1868 una vez fallecido el autor.


Recuelliment (Recogimiento) es la cuarta de las 5 canciones de Baudelaire compuestas por Claude Debussy. La soprano Barbara Hendricks la interpreta en compañía de Michel Béroff en una grabación de 1985 para Parlophone de Warner Music France.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

2 comentarios:

  1. Creo que el canto a la vida y la maldición del no ser amor, (Que tiene muchas formas) se ha visto reflejada en muchas obras antes de los que conocemos ahora en nuestros tiempos los más jóvenes. Me encanta como ligas todo al mundo clásico musical. Espero ver esa entrada celebratoria de tus más de... 100.000 visitantes. Sigue así. Abrazos!!! ayer salí también a dar esos pasitos.

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    1. Hola Keren
      Hay temas recurrentes en la literatura por ser inherentes a la condición humana, por eso se muestran siempre actuales. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo :-)

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