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La Pasión según Bach - Jornada IV

Además de los solistas, un doble coro a ocho voces interviene en La Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach.
Algunas de las piezas, los llamados “coros de turba”, representan a la multitud vociferante que asiste a la Pasión de Cristo, interviniendo directamente en la acción de la obra. Este tipo de agrupación canta, algunas veces unido en un solo coro, composiciones que representan el sentir del pueblo contemporáneo, la comunidad de creyentes que asiste a la interpretación de la partitura. 

Tras las Jornadas PrimeraSegunda y Tercera, esta Jornada Cuarta, y tras la escena del Prendimiento de Jesús,  es seguida de uno de los coros que con más emotividad transcriben los versos de Picander


Con el coral "O mensch, bewein dein sünde gross" (¡Oh, hombre, llora tu gran pecado!) finaliza la primera parte de la obra. 
Para hacer especial este final intervienen de forma simultánea los dos coros, acompañados por segunda vez por el coro de niños que participaba al comienzo de la Pasión. Es la última vez que aparece en la obra, por lo que la agrupación infantil no entra en escena tras el habitual descanso. Se trata de una sentida partitura plena de contrapunto y contestaciones entre unas y otras orquestas, coros y voces. 
La versión está interpretada por The Amsterdam Baroque Orchestra & Choir bajo la dirección de Ton Koopman.


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La Pasión según Bach - Jornada III

Para la Matthäuspassion, Bach había encontrado su libretista: Christian Friederich Henrici, conocido con el nombre de Picander. Éste conocía discretamente la música y había cursado leyes. Vivía en Leipzig, donde murió, como empleado de correos y recaudador de impuestos. Entre las citas evangélicas van intercalados veintiocho textos suyos y catorce corales.

La parte confiada al recitativo es fundamental y es la que da sentido dramático a la obra. Trascendental resulta la aportación que el personaje del Evangelista hace al relato global y que Bach cuida de forma particular: una gran variedad de intervenciones, un mundo de imágenes riquísimo y lleno de fantasía, una gama imponente de capacidad descriptiva y de indicaciones simbólicas. De él proceden las apariciones de los demás personajes.

Tras las Jornadas Primera y Segunda, en esta Jornada Tercera, al recitativo del prendimiento de Jesús, le sigue el dúo de soprano y contralto con participación del coro "So ist mein Jesus nun gefangen" (Así es hecho preso mi Jesús) .

 Ambas voces se mezclan, se complementan, se contestan la una a la otra, siendo punteadas a veces por el coro. Éste entona su única frase "¡Dejadle, soltadle, no le atéis" en una de las máximas expresiones del talento del maestro Bach.
La grabación, que podríamos clasificar como histórica, pertenece a una de las más interesantes versiones que tenemos en vídeo, en este caso bajo la batuta de Karl Richter, uno de los directores especializados en música barroca y, sobre todo, en Bach. Sobre 1h 08'20'' podrás disfrutar de esta pieza.


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La Pasión según Bach. Jornada II

La Pasión según San Mateo cayó en el olvido y fue rescatada por Felix Mendelssohn, que contaba con sólo veinte años, en un concierto celebrado en Berlín el 11 de marzo de 1829, pocos días antes de celebrarse el 144 aniversario del nacimiento de Bach. Mendelssohn comenzó así la recuperación del legado de un autor que se consideraba anticuado hasta llegar a darle la importancia que tiene en la actualidad.



En esta Jornada Segunda, y tras un recitativo entre el solista y el coro, llegamos a uno de los momentos más hermosos de la obra, el aria para tenor "Ich will bei meinem Jesu wachen" (Quiero velar al lado de mi Jesús) acompañada con el coro "So schlafen unsre Sünden ein" (Así se adormecen nuestros pecados) una sentida página en el que el solista, acompañado por el oboe es contestado en cada una de sus intervenciones por el segundo coro.

Te muestro un vídeo con la destacada participación del tenor Peter Schreier y Peter Fischer al oboe en una interesante versión de hace una décadas, en la Thomaskirche de Leipzig.



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La Pasión según Bach, Jornada I

La Pasión según San Mateo (Matthäuspassion) de Johann Sebastian Bach es una de las obras maestras de la música de todos los tiempos. Aunque la fecha de su estreno se duda entre 1727 y los dos años siguientes, parece que se oyó por primera vez en la Thomaskirche de Leipzig el Viernes Santo de este primer año, el 11 de abril. La duda en la fecha proviene de la posibilidad de que el compositor alemán modificara en alguna ocasión la partitura para nuevas celebraciones. Su título original en latín es Passio Domini Nostri J.C. Secundum Evangelistam Matthaeum.



Bach desarrolla el texto evangélico de los capítulos 26 y 27 de San Mateo mediante recitativos. Éstos corren a cargo de distintos personajes: el Evangelista (tenor), Jesús (bajo), Pedro o Pilato (barítonos).

Estos recitativos vienen acompañados por arias, corales y otras piezas que parten del libreto elaborado por uno de sus más habituales colaboradores, Christian Friedrich Henrici, conocido como Picander, destinados a ofrecer comentarios y reflexiones a los distintos episodios evocados.

Te invito a escuchar algunas de las piezas que componen esta obra en siete jornadas, que irán apareciendo diariamente en este blog a partir de hoy para terminar en la jornada del Viernes Santo.

Tanto el texto como la música que nos acompañan en esta Jornada primera corresponden al coro inicial de la obra.  



La Pasión según San Mateo se abre con una lenta introducción de toda la orquesta que antecede a la entrada de un doble coro. Bach pone su técnica al servicio de la expresión. "Venid, hijas, auxiliadme en el llanto", en su traducción al español, comienza el coro con un contrapunto que sólo se unirá en las exclamaciones "¡Mirad! ¿Dónde?, ¡Miradle! ¿Cómo?". Simultáneamente incorpora un coral "Cordero del Señor sin mancha" interpretado por un coro de niños. El efecto de meditación de la Humanidad como colectivo que impregna a la que Bach llamó "mi gran Pasión" queda reflejado desde este principio. De esta forma aparecen representados todos los cristianos en esta obra de proporciones monumentales.

Los presentes aquel Viernes Santo apenas podían creer lo que sus ojos y oídos les mostraban. Algunos de ellos incluso llegaron a manifestar su más firme oposición, pues para una sociedad tan conservadora, musical y moralmente hablando, como la de Leipzig, la obra presentaba aspectos que la aproximaban a las óperas, entonces consideradas frívolas y superficiales, e impropio de un marco y, sobre todo, de una fecha tan sagrada como la de la muerte de Cristo.
La impresión, la belleza y la emoción que desprenden estas arias "operísticas", sus coros y corales, acabaron teniendo más fuerza que los prejuicios.

La siguiente versión viene con la emoción de ser interpretada en la Thomaskirche de Leipzig, en los mismos muros que acogieron la primera audición de esta obra.


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Sobre la inteligencia de las flores

La vida no siempre es fácil. A veces nos acompaña con la alegría y serenidad que pensamos nos corresponde o que incluso nos merecemos. Otras, en cambio, es dura, difícil de llevar, de desentrañar e incluso de entender. En ocasiones, necesitamos un respiro, una ventana por la que nos entre una bocanada de aire fresco, una isla en medio del mar en la que podamos descansar del esfuerzo vital y reposar por unos instantes antes de continuar.


Esta entrada nos lleva hacia el mundo de las flores con un texto sobre una singular planta acuática y un conocido dúo de ópera para voces femeninas.
El escrito que acompaña a este post viene de la mano de Maurice Maeterlinch, el principal representante del simbolismo belga. Creador de El pájaro azul y Peleas y Melisanda, su postura creativa surgió como reacción al naturalismo predominante en la literatura francesa. A comienzos del siglo XX fue galardonado con el premio Nobel de literatura. 

 



La música nos acerca a Clement Philibert Léo Delibes, conocido musicalmente con estos dos últimos nombres, nació y vivió en la Francia del siglo XIX donde llevó a cabo una doble vida: a diario trabajaba como organista, mientras que también se dedicaba a la actividad teatral, primero como concertista en el Théâtre Lyrique, luego como director del coro de la Ópera en París. Estas dos ocupaciones las simultaneó con la composición, entre las que hoy en día sólo se siguen representando sus ballets Coppelia y Sylvia y sus óperas Le roi l'a dit (El rey lo ha dicho) y Lakmé.
Ésta última es una obra trágica de ambiente exótico. Su argumento se basa en los conflictos culturales y religiosos que trajo consigo la expansión colonial: Lakmé, una sacerdotisa hindú, pretende justificar con valor y sacrificio su amor profano por un inglés.
El europeo es incapaz de comprender una cultura que le es extraña y que sólo le inspira admiración y dolor. Nada hay en la obra de Léo Delibes que refleje la realidad musical o cultural de la India, sino el exotismo del lugar donde se desarrolla la acción.



El conocido Dúo de las flores que nos ocupa en esta entrada, se canta en el acto primero mientras que la protagonista Lakmé y su criada Mallika recogen flores del estanque. 
Se trata de una pieza delicada, de éstas que se reconocen inmediatamente, aunque no sepamos dónde la hemos oído. Es complicada de seguir en su texto, ya que en varios pasajes las protagonistas cantan textos con distinta letra.


Dos versiones de este dúo nos acompañan: La primera en una interpretación en concierto de dos habituales de este blog: Anna Netrebko y Elina Garança a las que hemos oído en los dúos entre Norma y Adalgisa y en la Barcarolla de Los cuentos de Hoffmann.


La segunda pertenece a una de las piezas que se recrean en una película de animación sobre ópera llamada L'Opéra Imaginaire.


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Un concierto de Pasión con el Réquiem de Fauré

La música va unida a las emociones, las recrea, las provoca y las transmite. ¿Qué emoción no se puede relacionar de una u otra forma por la música?
El diccionario de la Real Academia Española define la música como el "arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de ambos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente".
La alegría espontánea del pueblo, nuestra felicidad y la de los que nos rodean, los momentos en los que el recuerdo nos hace aflorar la melancolía por lo que perdimos o dejamos atrás... Todas las emociones humanas están en la música.
Los días 13 y 14 de marzo, en Almonte y La Palma del Condado, se cantará el Concierto de Pasión a cargo de la Coral Municipal de La Palma del Condado y la Coral de Paterna con la Orquesta Joven de Huelva, todas bajo la dirección de Jesús Becerra. En la segunda parte se interpretará en su integridad el Réquiem de Fauré.



En esta entrada te traigo un acercamiento al momento trascendental de la muerte, pero las dos miradas, la literaria y la musical, no nos transmiten el dolor irreparable que la acompaña.
El texto, una pequeña e intrascendente mirada, casi una anécdota, pertenece al escritor impresionista francés Pierre Loti (1850-1923).

La música pertenece al también francés Gabriel Fauré (1845-1923), un estricto contemporáneo suyo, y del que traemos su Réquiem.
Dentro de mi repertorio de audiciones musicales hay tres misas de Réquiem que escucho con cierta frecuencia. A la primera de ellas le dediqué un entrada, el Réquiem de Mozart. Otro es el de Verdi, una obra en la que el sexagenario autor italiano se rebela ante la idea de la muerte.
El de Fauré es una obra notablemente diferente e innovadora. Al escribirla ajustó el tradicional orden litúrgico omitiendo la Sequence (que incluye el Dies irae y el Rex tremendae) y añadiendo In Paradisum. Hace desaparecer el apocalíptico horror de la ira de Dios, e introduce a cambio una serena y definitiva visión confortable del cielo. 
El mismo autor escribió sobre su obra: "Se ha dicho que mi Réquiem no expresa el miedo a la muerte y ha habido quien lo ha llamado el arrullo de la muerte. Pues bien, es que así es como veo yo la muerte: como una feliz liberación, una aspiración a una felicidad superior, antes que una penosa experiencia". 
Esta pieza con la que concluye la obra y que marca la diferencia con otras obras de este género, es la que te propongo oír en esta entrada. Se trata de una interpretación de mayo de 2012 de la sinfónica de la radio danesa, Danmarks Radio Symfoniorkestret, bajo la dirección de Ivor Bolton. Si deseas escuchar la versión completa, sólo tienes que poner el enlace desde el comienzo. In paradisum la puedes oír en el minuto 32.


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