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Todas las voces

A lo largo de la historia de la humanidad nunca han tenido voz todas las personas que han podido aportar sus ideas, creaciones y pensamientos. 

El poder ha estado en manos de los más fuertes y los vencedores, quienes, además, ejercían el control sobre quiénes podían manifestar una visión del mundo, siempre que estuviera acorde con sus pensamientos.
Las mujeres en general, las minorías y quienes eran más críticos han debido realizar un esfuerzo mayor para que sus voces no estuvieran silenciadas. Si ya es complejo y complicado dedicar la vida a expresar las propias ideas a través de la acción política, laboral o artística, muchas personas han tenido que pagar un alto precio y renunciar a demasiadas cosas para aspirar a hacer oír sus voces.
En la página del blog Todas las voces te propongo acercarnos a conocer a algunas voces femeninas, sus valores, los esfuerzos que hubieron de realizar, las renuncias a las que hubieron de hacer frente y el precio que hubieron de pagar por intentar lograr lo que desearon en su vida. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

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En Todas las voces, todas, te propongo conocer la lucha y las renuncias que realizaron tres mujeres, la escritora Jane Austen, la compositora Marianne von Martínez y la pintora Marie-Guillermine Benoist para que sus voces se escucharan.



En Mujeres e identidad, nos acompañaron la intuición juvenil de Ana Frank, la música de la compositora checa Vitezslava Kaprálová y la contundente prosa de la escritora guadalupana Maryse Condé.



En Una jaula con el techo de cristal nos acercamos a la vida y obra de dos mujeres que lucharon por desarrollar su talento en una sociedad y un entorno que condicionaron sus cortas vidas: La poeta uruguaya Delmira Agustini y la intérprete y compositora Fanny Mendelssohn.



Cada vida es un lucha y Cada mujer es una mujer heroica como sabemos y como pudimos apreciar con personajes como Cocó Chanel, Virginia Woolf y personajes de ficción como las protagonistas de óperas que llevan sus propios nombres: la Norma de Bellini y la Turandot de Puccini.



En Mujeres épicas nos centramos en dos luchadoras con talento que hubieron de luchar para abrirse un hueco en el mundo de las pasiones y los afectos: la escritora Charlotte Brontë y la compositora italiana Barbara Strozzi, cuya voz la evoca la soprano Raquel Andueza.


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4 comentarios:

  1. Hola Miguel, grandes ejemplos de mujeres grandes, un buen homenaje. Gracias por mostrarlo.
    Un abrazo. :)

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    1. Gracias, Merche.
      Los ejemplos son inabarcables. Cada una es un mundo de lucha y superación. Sois grandes.
      Un fuerte abrazo :-)

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  2. Has hecho un merecidísimo homenaje a esas grandes mujeres que han dado hasta su vida para lograr un propósito, como es el caso de la dos veces laureada con un Premio Nobel Madame Curie "En reconocimiento a sus servicios para el avance de la química al descubrir los elementos Radio y Polonio, por medio del aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y los componentes de este sorprendente elemento." Quedó contaminada por el Radio, lo que acabó con su vida.
    Ha habido sonados casos como ‘Margaret Ann Bulkley’, conocida como ‘James Barry’, que se hizo pasar por hombre para poder asistir a la universidad y estudiar medicina. Decidió vivir toda su vida como un hombre hasta el momento de su muerte. Consiguió ser cirujana militar del ejército británico durante la Batalla de Waterloo, y más tarde fue nombrada inspector médico de la Colonia Británica.
    ‘Amantine Aurore Lucile Dupin’, a los 9 años de haberse divorciado, comenzó a escribir novelas bajo el seudónimo de ‘George Sand’ y a vestir con ropas masculinas. Estas vestimentas le permitieron acceder a círculos de personas a los que, siendo una mujer de su clase social, no habría tenido acceso. Frecuentando los ambientes donde acudían figuras muy relevantes de aquel tiempo como Víctor Hugo, Eugène Delacroix, Chopin o Julio Verne, Aurore se convirtió en una escritora de renombre internacional.
    Para no extenderme más de la cuenta (que ya lo he hecho, mis disculpas), termino con Concepción Arenal, quien fue autodidacta y con 21 años tuvo que disfrazarse de hombre para poder ingresar como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Pero el rector de la universidad la descubrió y como desagravio le propuso cursar un examen. Superó la prueba con tal brillantez que las autoridades de la universidad se vieron obligados a dejarla asistir a las clases, aunque con enorme sacrificio para ella: debía estar tutelada y apartada, tenía prohibido hablar con los demás alumnos y nunca se pudo matricular ni recibió ningún título. El mensaje era que para existir socialmente o eras hombre o nada. Por eso continuó disfrazándose de caballero para poder asistir a tertulias políticas y literarias.
    Una muy buena propuesta. Te felicito por el interesantísimo planteamiento que haces en el post.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Marcos.
      Esas mujeres que nombras tuvieron que imponer sus criterios e ideas por encima de las convenciones sociales de su época y abrieron brecha para que otras tuvieran sus oportunidades.
      Pero esta lucha la han tenido y tienen aún muchas, tanto en el ámbito artístico o científico como en la vida diaria.
      Un fuerte abrazo :-)

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