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Feliz Día Mundial de la Ópera

#DíaMundialDeLaÓpera#DescubreLaOpera#WorldOperaDay#LoveOpera 

Por primera vez el 25 de octubre de 2019 se celebra el Día Mundial de la Ópera.
Hasta el año anterior se celebraba el Día Europeo de la Ópera pero, a partir de este se han unido las organizaciones Ópera América, Ópera Latinoamericana y la citada de Europa para dedicar este día a una de las artes más completas que existe y que acaba de cumplir los cuatro cientos años de vida.
A estas agrupaciones se han unido otros representantes relacionadas con el mundo de la ópera: Ópera Canadá, Réunion des Opéras de France, Ópera XXI de nuestro país, Opera & Music Theatre Forum del Reino Unido y los centros nacionales para las artes escénicas de China y la India. En la actualidad la iniciativa para la declaración oficial por parte de la Unesco está aún en trámite de aprobación, lo que no impide que por primera vez se unan tantas organizaciones e instituciones para promover la importancia y el valor de la ópera en todo el planeta.
En la celebración del Día Mundial de la Ópera te propongo que dediques unos minutos a escuchar algunos momentos inolvidables. Seguro que los conoces. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Aunque no se haya asistido nunca a un teatro para presenciar una ópera, pocas personas hay que no puedan decir que no han escuchado nunca nada de ópera. Su influencia ha llegado a muchos ámbitos distintos a los escenarios. ¿Quién no ha escuchado este coro de esclavos hebreos de la ópera Nabucco de Verdi?
Se trata de Va Pensiero (Vuela pensamiento) en una versión que se llevó a cabo en el Metropolitan Opera House de Nueva York en 2002, una interpretación que finaliza con un bis, una situación poco usual en la actualidad. El decorado y la ambientación nos recuerdan los grupos escultóricos en relieve de la antigua Mesopotamia


Para dar visibilidad a esta celebración anual que coincide con el nacimiento de Bizet y Johann Strauss hijo, quizás porque otras fechas estaban ocupadas, se propone que se publique con los hashtags #DíaMundialDeLaÓpera, #DescubreLaOpera, #WorlOperaDay y #LoveOpera un testimonio personal sobre cómo fue la primera experiencia en la ópera, cuál es tu ópera favorita y por qué la recomendarías. 
La primera ópera que conocí, después de mucho tiempo resistiéndome al pensar que no la sabría apreciar, fue La flauta mágica en una versión de vídeo (de los antiguos VHS) que me hizo comenzar a disfrutar de este mundo.
La primera vez que estuve en un teatro de ópera, en el Teatro Maestranza de Sevilla, fue para una representación de El barbero de Sevilla que se realizó en 1998. Desde entonces, cada vez más ha ido creciendo la afición y la necesidad de seguir viendo ópera.
Pero la primera vez que de verdad comencé a disfrutar de una ópera, sabiendo apreciar matices, conociendo más sobre qué nos transmite el autor a través de su música o qué se puede esperar de los intérpretes fue con una Norma que se representó en el mismo escenario con Maria Guleghina, Violetta Urmana y Giaccomo Prestia como protagonistas. Unos aficionados portugueses con los que Pilar coincidió en los varios días que había que hacer cola ante las taquillas para adquirir las entradas en aquellos años, fueron los que nos iniciaron en la apreciación de lo que podemos esperar y disfrutar de una ópera. Desde entonces, todas las temporadas asistimos a las obras que podemos en directo en Sevilla. Cuando podemos, nos hemos acercado al Teatro Real, el Gran Teatro del Liceu o el Teatro Alla Scala para disfrutar de esta gran pasión. 
Fruto de esta pasión es este blog en el que semana tras semana se abre un espacio para unir las letras con la música, la mayoría de las veces relacionada con la ópera, aunque hay también cantatas, obras para coros y lieder.
A lo largo de este año se han desarrollado también algunas publicaciones con el título y hahstag #ÓperaEnZapatillas dedicadas a algunas de las óperas más conocidas del repertorio.



En cuatrocientos años la ópera ha evolucionado, ha ido cambiando con el tiempo, adaptándose a los estilos musicales imperantes. Ha evolucionado sobre sí misma, sus formas y su contenido. Sus personajes que en un principio eran dioses o personajes mitológicos comenzaron a ser personas o seres importantes (reyes, héroes...) para terminar siendo personas como cualquiera de nosotros, con sus historias, sus relaciones o sus emociones.

En su libro La ópera. Voz, emoción y personaje, la soprano Laia Falcón nos presenta en su prólogo, a modo de una obertura, la historia de la ópera de la siguiente manera.





Asistir a una ópera es una experiencia determinante que no deja indiferente. En muchos casos porque es un espectáculo que engancha y provoca emociones, independientemente de que quien asista entienda o no de música y ópera. En otras ocasiones porque horroriza. 
El primer argumento que hay que descartar es que para disfrutar de una ópera hay que ser un experto y un entendido en música. Evidentemente si se entiende se puede llegar a disfrutar más, pero la ópera llega desde las emociones al corazón. En una obra se encuentran siempre las mismas pasiones que nos acompañan en nuestra vida: el amor, el deseo, la voluntad, el heroísmo, el afán de poder, la lealtad o la traición. Como la vida misma.


Coros, dúos, arias, tercetos, cuartetos o sextetos son algunas de las formas en que los compositores agrupan a los cantantes para desarrollar sus argumentos de las óperas.
Uno de los dúos más conocidos del repertorio es este de La traviata de Verdi, Un di, felice, eterea que se interpreta entre los dos protagonistas de la ópera, Alfredo y Violeta.
La grabación, clásica donde las haya, pertenece a una representación que se llevó a cabo en la Opéra National de Paris interpretada por Francesco Meli y la soprano Ermonela Jaho con la dirección musical de Benoît Jacquot.



Esta celebración que se realiza cada año el 25 de octubre es una llamada de atención sobre una de las artes más completa que une música, interpretación, argumento, decorados para contarnos cómo somos y cómo queremos ser. Para tal ocasión los grandes teatros de ópera del mundo han salido a la calle para acercar al público una muestra de este arte. En sus redes sociales puedes descubrir qué iniciativas han llevado a cabo.
Durante mucho tiempo los verdaderos divos de la ópera fueron los tenores y las sopranos, esos cantantes que con sus privilegiadas voces eran capaces de interpretar piezas de un gran virtuosismo y transmitirnos las emociones.
Dentro del importante número de cantantes que han deslumbrado a tantos espectadores de la ópera en los últimos años podemos destacar la presencia de Luciano Pavarotti, uno de los tenores más grandes de las últimas décadas del siglo XX. 
En esta ocasión interpreta una de las arias más conocidas del repertorio Nessun dorma (Que nadie duerma) de Turandot, la ópera inconclusa de Giaccomo Puccini.



Feliz #DíaMundialDeLaÓpera.

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#OperaEnZapatillas: Don Pasquale

Aprovechando que en estos días se representa en el Teatro Maestranza de Sevilla la ópera Don Pasquale de Donizetti, dedicamos este espacio a acercarnos a esta obra, la última gran ópera bufa del repertorio.
Desde hace varios meses hemos dedicado varias publicaciones al hecho de poder disfrutar desde la comodidad de nuestra casa grabaciones de algunas de las óperas fundamentales en una sección que titulamos #OperaEnZapatillas y en las que, además de información sobre las mismas y algunos momentos destacados, hacemos una propuesta para ver una versión concreta de esa ópera que se pueda seguir tanto para quienes lo hacen con frecuencia, como para los que aún no están acostumbrados.
En #OperaEnZapatillas nos hemos acercado ya a las siguientes obras en lo que se pretende que sea una publicación aproximadamente cada dos meses y que puedes ver clicando en los enlaces en verde:
-Ópera en zapatillas: La traviata.
-Ópera en zapatillas: L'opera imaginaire.
-Ópera en zapatillas: Las bodas de Fígaro.
-Ópera en zapatillas: L'elisir d'amore.
En esta nueva entrega de #OperaEnZapatillas te propongo un acercamiento a la última gran ópera bufa, una obra maestra con todos los ingredientes para pasar un rato divertido... y pensar: Don Pasquale de Donizetti. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Don Pasquale es una ópera de Gaetano Donizetti estrenada en 1843, la última gran ópera bufa de la historia, en la que su autor explotó el tema del amor en la vejez con un argumento y unos personajes cargados de sentido cómico en lo superficial, aunque con un tono grave y doloroso en lo más soterrado.
En el argumento, Norina, una joven viuda y Ernesto, el sobrino del viejo adinerado don Pasquale, le quitan a éste las ganas de casarse, tras organizar aquella y el ingenioso Doctor Malatesta un simulacro nupcial.
Nada más comenzar el acto I, el Doctor Malatesta cuenta al anciano que ha encontrado una esposa para él, Norina, a la que él presenta como su hermana Sofronia.

El aria en que la describe es Bella siccome un angelo (Bella como un ángel), en la que presenta a una joven recién salida del convento, honesta, dulce, pura y bella, que tras hacerse rogar confiesa que es su propia hermana. Se trata de un aria dividida en dos partes con la misma melodía y letras distintas con un breve diálogo entre ambas partes. Tras otro turno de palabra entre ambos sobre cuándo podrá encontrarse don Pasquale con quien él piensa que es su amor, este último canta Un fuoco insolito (Un fuego insólito). 



La interpretación corre a cargo de Roberto de Candia como Malatesta y Alessandro Corbelli como don Pasquale, ambos excelentes en su interpretación teatral con la vis cómica que exige esta obra de Donizetti.


La Tematología es una vía de investigación que trata las transformaciones a lo largo de la historia de un tema a través de diversos textos de la literatura o alguna de las artes.
Uno de los temas recurrentes en la literatura y el folcklore es el del amor en una edad avanzada. En su trabajo de investigación El motivo de "El viejo y la niña" en Galdós y otros grandes novelistas del siglo XIX, Ana L. Baquero Escudero publicó en la Universidad de Murcia un estudio tematológico sobre este tema del que nos acerca a nuestra temática el texto siguiente. 


Donizetti quedó encantado del encargo que le hicieron para estrenar una ópera cómica en el Théâtre-Italien (Teatro Italiano) de París, entre otras razones porque le ofrecieron el mejor reparto que se podía tener en aquel momento. La soprano Giulia Grisi haría el papel de Norina/Sofronia, el tenor Giovanni Mario sería Ernesto, el barítono Antonio Tamburini (El "rubí de los barítonos") encarnaría a Malatesta, mientras el bajo Luigi Lablache, adorado por el público parisino, sería don Pasquale. Este último debía su fama tanto a su talento excepcional como cantante como a su excesiva corpulencia. Según Théophile Gautier, Lablache se asemejaba a "un escarabajo gigante que quiere desplegar las alas para huir volando, pero no puede" en la piel de don Pasquale el día del etreno.
Donizetti y Giovanni Ruffini, su libretista, crearon una especie de comedia social para estos cuatro protagonistas, alternando una serie de situaciones típicas de la ópera bufa con otros momentos más propios de un realismo solemne. 
El estreno se produjo el 3 de enero de 1843 con gran éxito. En el blog que lleva su propio nombre, la sopranos argentina Fiorella Spadone cita al propio Donizetti recordando este estreno: "El éxito fue de los más felices. Se repitió el adagio del final del segundo acto. Se repitió la stretta del duetto entre Lablache y Grisi. Fui llamado al fin del segundo acto y del tercero. No hubo momento, de la sinfonía en adelante, que no haya sido aplaudido. Estoy muy contento."
Poco hacía presagiar que sólo un año después, Donizetti comenzara a tener lagunas y desvaríos y le fuera cada vez más complicado componer. Dos años después sería ingresado en un sanatorio por una degeneración cerebro-espinal provocada por una sífilis. Totalmente incapacitado lo trasladaron a su Bérgamo natal donde fue atendido por unos amigos hasta su muerte.



Los personajes llegan a transmitirnos la complejidad de sus caracteres. Norina, por ejemplo, que no duda en su amor por Ernesto, actúa con una desfachatez que la hace mentir en algunas ocasiones; en el acto III abofetea humillantemente a su esposo y, aunque muestra cierta compasión al arrepentirse, termina llamándole "abuelo".
La aparición en escena de Norina describe su carácter y anuncia de qué será capaz. Está en su casa leyendo un libro. Recita unas palabras sobre el amor que le resultan cursis, dejándonos ver su actitud caprichosa y alegre. La cavatina de inicio Quel guardo il cavalliere (Aquella mirada al caballero) es seguida por la animada cabaletta So anch'io la virtù magica (También conozco la mágica virtud) mostrándonos su carácter ambivalente. La primera exige a la intérprete una técnica exquisita con largos fraseos, agudos, adornos, florituras y cambios de registro.
La interpretación corresponde a una de nuestras cantantes predilectas, la soprano Anna Netrebko y pertenece a una representación que se llevó a cabo en el Metropolitan Opera House de Nueva York en 2010 con la dirección de James Levine. Una prueba del enorme éxito que tiene la Netrebko en este lugar es la ovación con la que es recibida antes de comenzar a cantar.




El comienzo del acto II nos presenta a un dubitativo Ernesto que no sabe si su amor por Norina es correspondido o ésta desea casarse con su tío. Como aún desconoce los planes de Malatesta, desesperado, decide partir para tierras lejanas. La obertura del acto, con protagonismo de las trompetas con sus tonos más melancólicos nos prepara para su recitativo Povero Ernesto! y el aria que le sigue Cerchero lontana terra (Buscaré una tierra lejana). Justo cuando la canta y abandona la estancia aparece don Pasquale con su sirviente engalanado para la ceremonia nupcial.
El tenor Juan Diego Flórez  interpreta el papel de Ernesto en la producción de la Staatskapelle de Dresde de 2006.


Tras el encargo recibido para la composición de una ópera bufa, Donizetti y el libretista Giovanni Ruffini se fijaron en el libreto de la ópera Ser Marcantonio de Pavesi estrenada más de tres décadas antes. La inspiración se centró en la tradición de los personajes de la Comedia del arte que alcanzaron su zénit con Carlo Goldoni. Don Pasquale se inspira en Pantaleón, Malatesta en Scapino uno de los sirvientes que hacen de intermediarios, en la misma línea que el Fígaro de Rossini, mientras Ernesto y Norina serían los enamorados Pierrot y Colombina
Acostumbrados a la celeridad con que Donizetti componía, se cuenta que sólo tardó once días en hacerlo, aunque es probable que sean sólo las líneas generales de las ideas para los personajes y la orquestación procediera de algunas obras anteriores del compositor. El propio Donizetti dirigió los ensayos que transcurrieron en una gélida atmósfera, con una orquesta que no se entusiasmó con la partitura y una escasa o nula relación entre el compositor y algunos de los protagonistas. Aún así, tantos fueron los cambios sugeridos por los cantantes sobre el libreto original de Ruffini se marchó exigiendo que su nombre no apareciera en el cartel del estreno.




En el acto III y una vez celebrada la falsa ceremonia, Sofronia/Norina comienza a cambiar las costumbres y la marcha de la casa: cambio de muebles, los grises cambian a un colorido en la decoración y se disparan los gastos con el consiguiente enfado del dueño de la casa. Los sirvientes entran y salen, corren y compran mientras cantan a coro Il diamanti presto presto (Los diamantes, rápido, rápido). Tras este ajetreo don Pasquale reúne el valor suficiente para enfrentarse a su esposa.
Il diamante presto, presto está interpretado por The Glyndebourne Chorus en una producción de 2013 dirigida por Enrique Mazzola.


Continúa Ana L. Baquero en su trabajo tematológico sobre el amor en la vejez con el siguiente texto en que cita una variación de la situación literaria, operística y teatral de uno de los casos más frecuentes.



En el tercer acto, tras ver don Pasquale cómo Norina está dando la vuelta a su estilo de vida y tomando drásticamente las riendas de la casa busca la complicidad de Malatesta. El anciano considera al hermano de Norina un aliado al que le cuenta sus planes de venganza ante una cita que su esposa ha concertado en el jardín, aunque lo que él desea en el fondo es desembarazarse de su esposa. El dúo buffo Cheti, cheti (calladitos, calladitos) y Aspetta, aspetta (Espera, espera) es uno de los más hilarantes de la obra de Donizetti
La escena está interpretada en versión concierto por quien protagonizará la ópera en SevillaCarlos Clausson en el papel de Don Pasquale y Lluis Sintes en el de Malatesta y corresponde a una grabación que se realizó en el Teatro Principal de Mahón en Menorca en con la dirección de Eugene Kohn.

En ella podemos apreciar la vis cómica de ambos y la enorme dificultad de los textos rápidos, en los que los intérpretes casi no dan abasto siquiera a recitar todo cuando deben cantar. Se trata de un dúo en canto silabato, una modalidad complicada. Sabemos que en música cada sílaba es una nota y en el canto silabato cada frase debe decirse con una respiración, lo que se complica en exceso cuando las frases son largas. Se necesita por parte de los intérpretes un gran fiato y una dicción perfecta para que la frase se entienda con claridad.


Además de los textos citados por Baquero, en la ópera podemos encontrar multitud de estos personajes mayores que se enamoran de una mujer joven y que se representan en ocasiones de modo trágico, mientras en otras son tratados de forma cómica e incluso grotesca. El rey Marke de Tristán e Isolda de Wagner se fija en el lado trágico, mientras Hans Sachs en Los maestros cantores de Nuremberg, también de Wagner, La serva padrona de Pergolessi, El boticario de Haydn o el doctor Bartolo de El barbero de Sevilla de Rossini hacen hincapié en ridiculizar la inflamada pasión de estos personajes. Cuando una persona de la edad de don Pasquale se enamora acaba siendo objeto de burla y todos intentan "curarlo". Muchas son las obras que se basan en este personaje del viejo que queda en ridículo, aludiendo a la convención social que da ventaja para casarse con una joven al viejo soltero rico antes que al joven sin fortuna. El talento de Donizetti estriba en expresar situaciones realistas y reacciones humanas en torno a este personaje. Incluso en este caso, con un final feliz entre Norina y Ernesto, somos incapaces de olvidar la soledad triste que le queda a don Pasquale.



En el segundo cuadro de este último acto, Ernesto canta en el jardín de la casa la serenata Com'e gentile (Qué hermosa es) mientras espera a Norina
La interpretación de este aria está realizada por uno de los mayores talentos musicales de nuestro país, el tenor canario Alfredo Kraus en una grabación histórica perteneciente a la película Gayarre, en la que Kraus protagoniza una biografía del tenor navarro. En el fragmento, Kraus/Gayarre se presenta a una prueba para una audición para la que canta el Com'e gentil. La película, de 1959 fue dirigida por Domingo Viladomat y es una de las pocas apariciones de Kraus en el cine.


Inmediatamente a continuación viene el dúo entre Ernesto y Norina Tornami a dir cha m'ami (Vuelve a decirme que me amas), un número en que la compenetración de los cantantes debe ser máxima para realizar de forma conjunta el fraseo y la agilidad vocal que Donizetti escribió para ellos, apenas acompañados por una orquesta sotto vocce y con las cuerdas en pizzicato en algunos momentos. Al finalizar se deja ver la figura de don Pasquale que ha presenciado la escena y que, en el fondo, desea que se pueda romper el enlace entre Sofronia/Norina y él.

Canta de nuevo el tenor peruano Juan Diego Flórez, discípulo y heredero del estilo de Kraus, acompañado por la soprano valenciana Isabel Rey en un montaje que se llevó a cabo en Zurich en 2006 y enfervorizó al público asistente.

Después de leer este documento es posible que estés ya cansado o cansada y no sea el momento de abusar de tu paciencia para continuar leyendo y escuchando sobre esta obra. Es posible que desees regresar en otro momento a seguir la obra completa y para ello es conveniente recordar unos consejos:

-Elige el momento en que tengas tiempo suficiente para verla entera o, al menos en dos partes, una para cada acto.

-Antes de cada acto, lee y conoce su argumento. En el siguiente enlace que a la página Laopera.net puedes seguir el argumento de la obra con las piezas más señaladas de la misma: Laopera.net: Don Pasquale.
-Sigue los subtítulos en nuestro idioma y aíslate del mundo por un rato.

-Si tienes la opción utiliza una pantalla grande. Recuerda que al estar los enlaces en YouTube, puedes verlos tanto en un ordenador como en una SmartTV.

Busca el momento adecuado para disfrutarla. 




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Bibliografía y webgrafía consultadas:

La verdadera historia de los viajes a la Luna: Los precursores

Desde siempre los seres humanos hemos mirado y admirado el cielo que nos rodea. A los seres humanos nos han llamado la atención los astros nocturnos y, de forma especial la Luna.
Aprovechando que se han cumplido cincuenta años de la primera vez que, de forma oficial, el hombre llegó a la Luna, te propongo la experiencia de acercarnos a la historia de los viajes a la Luna, no como nos la han contado siempre, sino con datos inusuales que confirman de manera exacta que la primera ocasión en que se pisó no fue en 1969, sino antes. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Siglo II d. C. Primer viaje a la Luna
Luciano es posiblemente el autor que primero nos muestra lo que es un viaje a la Luna. Natural de Samósata, ciudad de la que toma su apelativo, vivió aproximadamente entre el año 120 y el 180 de nuestra era. 
Con datos poco fiables sobre su vida, parece que fue abogado y escultor, Luciano de Samósata viajó por toda cuenta mediterránea en tiempos del emperador Marco Aurelio dando conferencias. Residió en Roma y, sobre todo, en Atenas donde publicó la mayoría de sus obras. En la época dorada del sofismo, Luciano siguió esta corriente filosófica, pero centrándose en escribir discursos ingeniosos, a veces divertidos, que pretendían más entretener que analizar y profundizar. En su obra se basó en la forma del diálogo platónico, en el uso de la anécdota y el argumento de la retórica sofista y la fantasía de la comedia, además de la sátira y el cinismo.

El cráter Lucian debe su nombre a Luciano de Samósata
La obra de Luciano es variada y numerosa con diálogos satíricos y morales (Diálogo de los diosasDiálogos de las cortesanas o Caronte el cínico), parodias de tragedias clásicas (La tragedia de la gota El pie ligero), diálogos literarios como El parásito, ejercicios de retórica como Elogio de la mosca, libros autobiográficos (El sueño o el gallo y Tratado sobre cómo escribir la historia), escritos filosóficos (La pantomima y El pecador) y novelas satíricas como El asno o Relatos verídicos.
Esta última obra es la que nos acerca a lo que sería el primer viaje a la Luna que ha llegado hasta nosotros. Tras una navegación más allá de nuestras Columnas de Hércules hacia el Océano del Occidente, una tempestad en las Islas de las vides eleva el navío y los lleva en un viaje a través del aire a nuestro satélite.



Siglo I a. C. La suma sacerdotisa Norma invoca a la Luna.
Antes de desear ir a la Luna hemos caído bajo su fascinación, por lo que retrocedemos varios siglos para recordar ese hechizo que nos provoca la visión de nuestro satélite.
Dos siglos antes de Luciano, en plena dominación romana los habitantes de las Galias intentan mantener sus costumbres. Norma, suma sacerdotisa de los druidas, mantiene una relación secreta y prohibida con Polione, procónsul romano, con el que tiene dos hijos, aunque la relación de éste se ha debilitado, ya que se ha enamorado de la joven sacerdotisa Adalgisa.
Los druidas y guerreros galos se reúnen en el bosque de Irminsul  esperando que Norma dé la señal cuando aparezca la Luna para atacar a los invasores romanos. Norma, que aún desconoce la relación ente Polione y Adalgisa entona un canto de paz invocando a la Luna, esa diosa casta y pura, para que reine la paz entre los pueblos.
La grabación refleja perfectamente el ambiente: el bosque a la luz de la Luna, la melodía que transcurre lenta y sencilla hasta parecernos eterna. Este efecto lo consigue Bellini elevando cada una de las frases temáticas, relativamente cortas, a registros cada vez más agudos, incrementando el dinamismo sin aumentar el tempo ni el volumen. La realización con los planos y el movimiento de la cámara se adaptan perfectamente a este estilo del compositor ofreciéndonos un trabajo exquisito. 




La interpretación, muy interesante aunque sin la brillantez de otras cantantes, corresponde a la soprano Sondra Radvanovsky en una producción correspondiente a la temporada 2017 del Metropolitan Opera House de Nueva York.  


Siglo II d. C. Regreso de la Luna a la Tierra.
La obra de Luciano de Samósata destaca por su habilidad literaria, su singular e imaginativo sentido del humor, su gusto por la sátira y la crítica y un interés por ser antidogmático, desenmascarar a charlatanes y embaucadores y luchar contra la corrupción y el vicio. De esta manera, llegó a convertirse en uno de los autores que más se leyó no sólo en su época sino también en el Renacimiento, sirviendo de inspiración a escritores y pensadores como Erasmo de Roterdam, Quevedo, Johnattan Swift o Voltaire.
El objetivo de Relatos verídicos es entretener al lector -o al oyente- a la vez que intenta hacer una crítica y ridiculización de los relatos de prodigios y leyendas inverosímiles, siendo en este sentido un adelantado de lo que siglos más tarde sería El Quijote, una parodia de novelas.



En la Luna, Luciano desencadena una serie de imaginativas descripciones con personajes como los cabalgabuitres y los cabalgahormigas, su amistad con Endimión, un griego que se ha erigido en rey de la Luna, la presencia de Faetonte, rey del sol, la guerra que presenció entre sus ejércitos de heliotas y selenitas con la presencia de asnos trompeteros. También deja su imaginación en cómo nacen los selenitas sin la presencia de mujeres en la isla o la existencia de otros tipos de seres como los hombres arbóreos.
Luciano de Samósata finaliza la parte del relato de la estancia en la Luna, aunque no sus Relatos verídicos con este texto.


3 de agosto de 1777. El astrónomo Bonafede es llevado a la Luna.
Tras esa primera mirada a la Luna en la ópera es ahora el compositor Joseph Haydn quien nos propone el primer viaje a nuestro satélite. En colaboración con Carlo Goldoni, el creador de los inolvidables personajes Arlequin o Colombina de la Commedia dell'arte, crea la ópera Il mondo della Luna a partir de un texto del dramaturgo que se había adaptado en varias ocasiones. El estreno tuvo lugar en el palacio de los Estérhazy durante la celebración de la boda de uno de los hijos del conde.
Se trata de una obra con una instrumentación para pequeña orquesta de cámara adaptada al lugar donde Haydn trabajaba con dos oboes, dos fagotes, dos trompas, dos trompetas, timbales, cuerdas y continuo. 
Como ópera bufa que pretendía entretener, el argumento se basa en una farsa. Ecclitico, un falso astrónomo trata de liberar a Clarice y Flaminia de Bonafede, su sobreprotector padre, además de a Lisetta, su criada de forma que puedan casarse con los maridos que han escogido, el propio Ecclitico, Ernesto y Cecco. Llevan a Bonafede al jardín, le dan un licor y le hacen creer que está en la Luna donde se le aparece su mismísimo emperador, quien se las apaña para arreglar las promesas de matrimonio entre las tres parejas antes de que el cándido Bonafede se dé cuenta de que está siendo engañado. Como es de esperar, la obra finaliza con las bodas de las parejas con el beneplácito del protagonista.
Divida en tres actos, la obra comienza con la habitual obertura y un quinteto inicial cantado por Ecclittico y cuatro estudiantes que cantan O luna lucente (Oh, luna brillante) a modo de introducción, antes de hacer ver a Bonafede las maravillas de la luna y la cantidad de personas que pasean por nuestro satélite.
La grabación pertenece a una representación que se llevó a cabo por Sol Lírica en el Teatro Empire de Buenos Aires en Argentina, con Ramiro Pérez en el rol de Ecclittico y la dirección musical de Ulises Maino.


1781: El barón de Munchausen viaja por dos veces a la Luna.
Karl Friedrich Hieronymus, barón de Münchhausen, sirvió como paje a Antonio Ulrico II, duque de Brunswici-Luneburgo, para alistarse posteriormente en el ejército ruso participando en varias campañas militares. A su regreso al hogar narró sus historias con unas versiones tan increíbles que le dieron fama de exagerado. Entre sus hazañas ficticias y maravillosas destacan el cabalgar sobre una bala de cañón, viajar a la luna o salvarse de hundirse tirando hacia arriba enérgicamente de su coleta. 
A partir de tales historias y añadiendo otras de carácter popular, el bibliotecario y científico Rudolf Erich Raspe publicó un libro del que se tiene noticia por primera vez en la traducción inglesa de 1781 con el título The surprising Adventures of Baron Munchausen (Las sorprendentes aventuras del Barón Munchausen), en la que el nombre original pierde la diéresis y una de las h. La novela fue traducida de nuevo al alemán y publicada con enorme éxito en esta ocasión por Gottfried August Burguer. Allí se presenta un personaje que es en cierta medida heredero de nuestro Don Quijote o Gulliver, un antihéroe cómico y bufón, tremendamente exagerado que inspira por igual simpatía y pena.



Las aventuras del Barón Munchausen se convirtieron en un clásico de la literatura alemana dando lugar a diversas versiones entre las que se encuentra la película homónima del grupo Monty Phyton con guión de Terry Gilliam y Charles McKeown y dirección del primero.
Comienza así el relato en que el barón nos cuenta cómo llegó a la Luna, no por primera, sino por segunda vez. Nótese la semejanza en la forma de viajar y algunas curiosidades de los selenitas con el relato de Luciano de Samósata, sin olvidar que Raspe realizaba la profesión de bibliotecario.


El episodio más conocido de Il mondo della Luna de Haydn es la escena en que Ecclettico proporciona a Bonafede un licor que le ha enviado el emperador de la luna para que pueda viajar hasta el satélite sin esfuerzo alguno. Es una escena que comienza con el protagonista y Ecclettico y en la que van apareciendo en escena el resto de protagonistas. Tras una introducción en forma de diálogo comienza Vado, vado, volo, volo (Voy, voy, vuelo, vuelo), una pieza en la que la etérea delicadeza del viaje en que Bonafede cree volar viene marcada por el uso de las cuerdas.
La interpretación, con subtítulos en castellano, pertenece a la versión de Sol Liírica que se representó en el Teatro Empire de Buenos Aires con Juan Salvador Trupia y Rodríguez como Bonadefe y Ramiro Pérez como Ecclittico y la dirección musical de Ulises Maino.


En la segunda ocasión en que el barón de Munchausen visita nuestro satélite se detiene a narrarnos con más detalle todo cuanto allí vio.
Por si alguno de quienes lean esto tuviera duda, y para que quede manifiestamente claro al lector del libro de Raspe la veracidad del texto, la versión inglesa de 1781 comienza de la siguiente forma:


AL PÚBLICO
Habiendo oído por primera vez que mis aventuras han sido puestas en duda y consideradas simples chanzas, me siento obligado a salir al paso y defender la veracidad de mi personaje mediante el pago de tres chelines al ayuntamiento de esta gran ciudad por la declaración jurada que aquí se adjunta.
Me he visto obligado a ello en consideración a mi honor, aunque llevo muchos años retirado de la vida pública y privada, y espero que ésta, mi última edición, me ponga en justos términos con mis lectores.
En la ciudad de Londres, Inglaterra.

Para continuar con un notable apoyo:


Nosotros, los abajo firmantes, como verdaderos creyentes en el provecho, declaramos solemnemente que todas las aventuras de nuestro amigo el barón Munchausen, en cualquier país donde acontecieren, son hechos reales y verdaderos. E igual que nos han creído a nosotros, siendo nuestras aventuras diez veces más extraordinarias, así esperamos que los verdaderos creyentes le otorguen a él todo su crédito y confianza.
Gulliver, 
Simbad, 
Aladino
Jurado en el ayuntamiento el pasado 9 de noviembre en ausencia del acalde.
Firmado: John (el portero)


Como verdaderos creyentes, pues, nos disponemos a leer algunas de las maravillosas cosas que el barón observó en su estancia en la luna.



Después de fijar nuestra atención en nuestro satélite junto a Norma y los galos y de viajar con Luciano de Samósata, el barón de Munchausen y el señor Bonafede hacia Il mondo della Luna, finalizamos esta primera parte de La verdadera historia de los viajes a la Luna que tendrá pronto continuación.
Continuará...
To be continued...

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Bibliografía consultada:
  • www.kareol.es: Letras y traducciones de óperas y música vocal.
  • Batta, András. Ópera. Compositores, obras, intérpretes. Könemann Verlagsgesellschaft mbHl, 1999, Colonia (Alemania)
  • Alier, Roger. Guía universal de la Ópera. Ediciones Robinbook, S. L. 2007, Barcelona. Ma non troppo.
  • Luciano de Samósata, Relatos verídicos (Historia verdadera).
  • El barón Munchausen en National Geographic.