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Más calor que en el infierno

Dante, la Divina Comedia y el viaje de Orfeo al infierno

Desde la antigüedad nos encontramos con religiones en las que existen dos principios contrapuestos y complementarios. El maniqueísmo y el zoroastrismo contemplan los dos principios del Bien y el Mal asociados a la luz y las tinieblas, considerando que el espíritu es de Dios mientras el cuerpo es del demonio. Este espíritu o alma se encuentra cautivo en el cuerpo y sus necesidades, por lo que es preciso un comportamiento ascético para liberarlo.
Así, en nuestra civilización, frente al concepto de cielo, el infierno surge como entidad teológica y metafísica, entrando a formar parte de la cultura colectiva, así como del imaginario popular, llegando a tomar forma en la literatura de tipo popular con historias que se han repetido durante siglos.
Muchas narraciones populares tienen el infierno como un lugar concreto en el que se desarrollan historias. Las calderas de Pedro Botero, ese lugar subterráneo con un fuego imperecedero, el Diablo Cojuelo y otras narraciones protagonizadas por demonios o diablos han servido para inculcar creencias, comportamientos y una moralidad que acercaban al ser humano a una ética que parte de no hacer daño a quienes le rodean. 
Aprovechando esta época de calor infernal te propongo dar un paseo por el infierno con billete de ida y vuelta, acompañados por la Divina Comedia de Dante y el viaje de Orfeo con óperas de Monteverdi y Offenbach. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

Montaje basado en la ilustración de Gustave Doré de la Divina Comedia (1892)

Casi con toda seguridad la obra más conocida que trata sobre el infierno es la Divina Comedia. Dividida en tres partes, dedicada la primera al infierno, la segunda al purgatorio y la tercera al paraíso, Dante Alighieri la tituló Comedìa (así, con la i acentuada y pronunciación a la griega) y no fue hasta 1555 en Venecia que se publicó por primera vez como Divina Comedia.
Los números son simbólicamente importantes en este extenso poema: Una obra que se encuentra dividida en 3 cánticas, cada una de ellas dividida en 33 cantos (salvo el infierno que, con la introducción son 34) que suman 100 en total. Está escrita con tercetos endecasílabos encadenados con rima ABA-BCB-CDC, etc. 
Dante es el narrador y protagonista de la obra y describe su huida de la selva en que se encuentra perdido, el pecado, acompañado del poeta Virgilio, representante de la razón, desde el subsuelo, a través del Infierno, subiendo por una montaña que simboliza el Purgatorio y ascendiendo a su cumbre, desde donde pasa del Paraíso terrenal de Adán y Eva al Paraíso celestial. Dante, que ha terminado su recorrido cuando comienza la obra, lo narra en pasado, consciente de su logro y comenzando en una fecha concreta: el 7 de abril de 1300, Jueves Santo.
Bajando al Infierno, que es el tema de esta publicación, Dante lo presenta como un cráter o cono invertido en el que se desciende a través de círculos cada vez más estrechos y agobiantes. Los círculos superiores castigan los pecados menos graves, los de incontinencia que son causados por el instinto: la lujuria, la gula o la avaricia. Más abajo encontramos los pecados cometidos de forma voluntaria por maldad o deseo de quebrantar la ley moral.
El inicio de la Divina Comedia nos presenta a un Dante que con treinta y cinco años considera que se encuentra en la mitad de su vida narrándonos cómo se encontró en el camino de esta singular aventura.



El Canto IV del Infierno, Dante lo dedica a los justos no bautizados y podemos encontrar allí a personajes tan significativos para él y para los lectores de aquella y esta época como VirgilioHomeroHoracioOvidio, Aristóteles, Sócrates,  
Platón, Orfeo, Séneca, Euclídes, Avicena o Averroes.

Visión del infierno de Sandro Boticelli.
Si hay un tema adecuado para poner música y bajar al infierno, ese es el mito de Orfeo. Compañero de viaje con Jasón como uno de los argonautas que buscaron en La Cólquida, en el confín del mundo conocido el Vellocino de Oro, Orfeo era hijo del rey tracio Eagro (o de Apolo, según otras fuentes) y Calíope, musa de la poesía épica y la elocuencia. Su hermosa voz le hacía cantar de modo tan admirable que conmovía a quien le oyera, fuera persona, animal, dios, árbol, montaña o río. 
Orfeo descendió a los infiernos, al inframundo, en busca de su fallecida amada Euridice, haciendo que Cerbero, el monstruoso ser que defendía la entrada quedara dormido con su canto, Hades y Perséfone quedaran conmovidos por su hermoso canto y rescatara a su amada, con la única condición de caminar delante de ella y no volver la vista atrás hasta que no salieran a la superficie y los rayos de sol la envolvieran. 
Claudio Monteverdi  utilizó este mito y el tema de la música para la primera ópera que se conserva, ya parece que hay alguna de Peri que es anterior, aunque está desaparecida. 
¿Cómo y por qué se inicia este viaje de Orfeo al infierno? Mediado el segundo acto de La favola d'Orfeo, aparece una mensajera exclamando Ahi, caso acerbo! (¡Ah, suerte funesta!) que es acogida por los pastores y Orfeo. Tras reconocerla uno de ellos, el protagonista le pregunta qué desea, trayéndole el funesto mensaje de que Euridice ha muerto.



Continúa la mensajera con la narración del accidental fallecimiento con el aria In un fiorito prato que es contestado por dos pastores con el inicial Ahi, caso acerbo! y A l'amara novella (Con esta amarga noticia).



El lamento de Orfeo con Tu se' morta, mia vita ed io respiro? (¿Tú estás muerta, mi vida, y yo respiro?) nos muestra el inmenso dolor que le invade. Le sigue un coro de ninfas y pastores con el recurrente Ahi, caso acerbo! y una última intervención de la mensajera con el inconsolable Ma io ch' in questa lingua (Pero yo, cuyas palabras) antes de abandonarnos durante la sinfonía con que finaliza.

El enlace pertenece a una grabación de La favola d'Orfeo de Monteverdi que se representó en el Gran Teatro del Liceu de Barcelona en 2002 con una producción historicista que corrió a cargo de Le Concert des Nations y La Capella Reial de Catalunya bajo la dirección de Jordi Savall y las intervenciones de la mezzosoprano veneciana Sara Mingardo como la Messaggiera y  el barítono romano Furio Zanasi como Orfeo.
Si nunca habéis visto llorar a una mensajera mientras proclama su mensaje y su desgraciado porvenir, esta es la ocasión para verlo en sus últimas palabras.



Muchos y grandes logros se encuentran en la Divina Comedia, una de las obras fundamentales de la cultura occidental: Por un lado, fija el idioma italiano, siendo Dante, como en nuestro país Cervantes, el primer gran escritor del país y teniendo el honor de dar nombre a la sociedad que promueve el idioma tanto en su país como en el exterior, la Societá Dante Alighieri, de la misma forma que en nuestro país lo es el Instituto Cervantes. Dante, que se inicia en la literatura con la escuela poética del Dolce Stil Novo de Guido Cavalcanti, es el primer autor que comienza a pasar a categoría universal lo que es la experiencia personal. Tiene también en su haber el utilizar la toponimia que conocía, muchos personajes históricos y, sobre todo, personas reales conocidas por él y sus contemporáneos para convertirlos en personajes de su obra, para bien o para mal. Igual están en el paraíso que han sido condenados a las penalidades eternas.

Museo Casa di Dante. Florencia
Francesca, uno de los personajes reales que aparecen en la Divina Comedia, era pariente de Guido da Polenta, un amigo personal del autor. Natural de Rimini, se casó con Gianciotto Malatesta, enamorándose de su cuñado Paolo. Sorprendidos por su esposo, este les quitó la vida y ambos se aparecen al poeta en el Canto V del Círculo II que dedica a los que han caído en el pecado de la lujuria. 



Esta Francesca de Rímini es uno de los personajes que han trascendido a la obra de Dante y han aparecido en otras obras. Como diríamos con términos que se utilizan en la actualidad, ha tenido su spin-off fuera de la Comedìa.
Hay al menos hasta ¡dieciseis óperas! con el título de Francesca da Rímini, entre las que destacan las de Riccardo Zandonai, Saverio Mercadante o Sergei Rachmaninoff, además de una composición instrumental del mismo título subtitulada "Fantasía sinfónica después de Dante" por Tchaikovsky.

Monumento a Dante. Plaza de la Santa Croce. Florencia

La última que se estrenó fue la de Zandonai que se llevó a escena por primera vez en 1914 en el Teatro Regio de Turín y en la que Titto Ricordi creó un libreto basado no en la Divina Comedia, sino en una obra teatral inspirada en la misma de Gabriele d'Annunzio.
Con un argumento que, en líneas generales damos por supuesto, nos acercamos al final de la ópera.








El enlace pertenece a una representación que se llevó a cabo en L'Opera National du Rhin de Strasbourg en 2017 con Saioa Hernández como Francesca, Marcelo Puente como Paolo il Bello y Marco Vratogna como su hermano Giovanni Malatesta, todos bajo la dirección de Giuliano Carella.



Igual que Dante salió del infierno nosotros también lo abandonamos con placer. El original poeta, antes de abandonarlo pregunta a su acompañante Virgilio por alguna de las dudas que le suscita.




La última visión del infierno nos vuelve a traer al personaje de Orfeo, aunque con una óptica radicalmente diferente a la de Monteverdi.
Jacques Offenbach fue uno de los primeros que ingresó en el conservatorio de París gracias al empeño de Cherubini, que apreció en él un gran talento para el violonchelo. Tras entrar a formar parte de la orquesta de la Opera Comique y dirigir la orquesta de la Comedie Française en los intermedios de las obras que allí se representaban, comenzó a componer operetas que sólo pretendían ser como las hermanas pequeñas de las grandes óperas y que llegaron a gozar de una enorme popularidad entre el público. 

Cartel de Jules Chéret para Orfeo en los Infiernos (1858)

Sus operetas suelen tratar de héroes y relatos de la mitología antigua, especialmente la griega, en las que incorpora siempre alusiones, más o menos sutiles, cargadas de sátira política y social sobre la vida en el Segundo Imperio y la Tercera República Francesa. Si Wagner compone su Tetralogía para mostrarnos que la ambición y la avaricia de la humanidad la lleva hacia el Crepúsculo de los dioses, Offenbach describe un mundo decadente y falso en su Orphée aux Enfers (Orfeo en los infiernos=). Otro crepúsculo, pero como una opereta francesa.
Júpiter, el padre de los dioses, se transmuta en mosca para conquistar a Euridice, mientras los demás dioses se divierten bailando entre volcanes, mostrándose tan inmorales como los mortales. Su verdadero acto honrado es querer ocultar y olvidar la verdad en una enorme bacanal, ese galop infernal con que finaliza la obra.
Orfeo en los infiernos busca, como decía Karl Kraus, "remediar la estupidez de la vida, dar un respiro a la razón y estimular la actividad mental." Opinaba que las operetas se rigen por las leyes del caos, que las convertían en obras de continua actualidad. "El hecho de que se unan la ligereza que provoca la música con una alegría irresponsable, hacen que en esta confusión se intuyan nuestras hipocresías."

Caricatura de Jacques Offenbach por Amand.

Este final apoteósico, un verdadero pandemonium, es el Galop final de Orfeo en los infiernos. Estoy convencido de que no hay nadie de entre los que están leyendo y escuchando esta publicación que no reconozca esta música o que pueda decir que no la haya escuchado en su vida. 



La orquesta y coros de l'Opéra de Lyon y la Grenoble chamber orchestra dirigidos por Marc Minckowski grabaron esta representación en la ciudad francesa en 1998 con Natalie Dessay como Eurydice.
Antes de abandonar definitivamente el infierno, no dejéis de admirar el final que continúa después de que finaliza la obra y se apagan las luces.



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Bibliografía consultada:

El sueño del arcoiris

Siguiendo la estela de #OverTheRainbow

¿De dónde surge nuestra inspiración?
¿Cómo le damos forma a las ideas que se nos ocurren? ¿De dónde proviene nuestra inspiración? Nuestras ideas, aquellas que tenemos en nuestra mente y acabamos dándole forma para convertirlas en proyectos que son nuestros, ¿de dónde las hemos sacado? Es interesante que nos planteemos estas cuestiones.
En ocasiones surgen de nosotros mismos, de nuestras necesidades. En otros casos, algo que hemos visto, oído o leído hacen saltar la chispa con lo que tenemos dentro de nosotros y, de alguna forma, viene a dar respuesta a esa inquietud que nos ocupa. Una idea externa nos sirve para configurar nuestros pensamientos, darles forma y adaptarlos a nuestras necesidades. En ocasiones terminan de forma parecida, convirtiéndose en una mera copia que nos sirve para nuestras necesidades. En otros casos, la idea original que encontramos fuera de nosotros acaba convertida en algo diferente y adaptado a lo que nos conviene y deseamos en ese momento.
Te propongo un recorrido por una música que comenzó con un sueño y terminó en una de las canciones de película más conocidas de la historia: Over the Rainbow. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Preparando la adaptación de la novela The wonderful wizard of Oz (El maravilloso mago de Oz) de L. Frank Bum en 1938, Arthur Freed, productor de la Metro Goldwin Mayer contrató a Harold Arlen y Yip Harburg para que compusieran las canciones de la película, el primero como músico y el último como letrista.
Con más de 400 canciones compuestas, Harold Arlen, nombre artístico de Hyman Arluck un neoyorkino de origen judío, dedicó su vida a la música siendo uno de los compositores que abastecían de canciones al mítico Cotton Club de Harlem, algunos musicales de Brodway y posteriormente conocidas películas de Hollywood.
Una vez compuestas las canciones previstas, Harold Arlen echaba de menos una balada que equilibrara los números musicales ya escritos, más rápidos y contundentes. Y aquí comienza la historia de esta entrada.
En la página web dedicada a Arlen, Haroldarlen.com se narra cómo la inspiración le llegó mientras él y su esposa conducían por Sunset Boulevard en Los Ángeles para ver una película en el Teatro Chino Grauman. Arlen anotó la melodía que iba surgiendo en su mente en uno de los papeles que solía tener a mano y se la presentó a Harburg al día siguiente. El letrista veía que le venía excesivamente grande para que una niña de Kansas la cantara y que rechinaría con la simplicidad de las demás canciones. La interpretó ante Ira, el hermano de George Gershwin, para pedir una segunda opinión y convenció a Harburg quien le puso título sobre la marcha, Over the Rainbow y añadió la letra.



Cuando presentaron las canciones para la película a Judy Garland fue la primera que interpretaron y la que más le impresionó. Pero en el estudio no pensaban igual. En principio no querían que la parte en blanco y negro tuviera canción alguna y, además, pensaban que rompía el ritmo de la película, por lo que decidieron eliminarla. Afortunadamente para nosotros, aunque quitándole alguno de los versos finales, quedó en la versión definitiva.



Todo comenzó con un sueño
Hay una coincidencia, por llamarla de alguna forma, en esta canción. Todo viene de un sueño que nos hace retroceder en el tiempo.
El escritor, ensayista y poeta alemán Einrich Heine publicó en 1822 Wilheim Ratcliff, una tragedia o balada dramatizada que recoge, según palabras del autor, "mi periodo poético de tempestad y tormentas." Compuesto en la zona de la avenida Unter den Linden de Berlín, Heine lo escribió en enero del año anterior de una sola vez y mientras lo hacía "era como si escuchara un ruido sobre mi cabeza, como el aleteo de un pájaro."
Este Wilheim Ratcliff está ambientado en el castillo de los McGregor, en el norte de Escocia y, como también refiere Heine, es una de sus obras más olvidadas.
Este drama romántico fue traducido y adaptado para un libreto en italiano por Andrea Maffei para que Pietro Mascagni, el autor de Cavallería Rusticana, lo llevara a los escenarios con italianizando el título a Guglielmo Ratcliff. Fue una tarea compleja y difícil verter los versos del alemán al italiano, con momentos en que Mascagni trabajaba en la obra de forma intermitente. Tanto que el libretista falleció diez años antes del estreno que se produjo en febrero de 1895 en el Teatro Alla Scala de Milán. Dada la expectación que se creó hubo que establecer una oficina de telégrafos en el teatro desde la que se enviaron cerca de 500 telegramas tras el estreno con las crónicas para los periódicos de las principales ciudades europeas y estadounidenses que atestiguaban el éxito extraordinario obtenido en la premier.



Pese a este estreno tan prometedor, es una obra que en la actualidad no encontramos en el repertorio, entre otras razones por la extrema dificultad que tiene para la voz del tenor protagonista; la utilización de un canto complejo que se vuelve continuo, sin piezas independientes; unas intervenciones de la mezzosoprano y el barítono muy exigentes también, y una casi total ausencia de coro junto con un color oscuro en la orquesta. Quizás en un futuro vuelva a formar parte de ese repertorio que rescata y se retroalimenta de grandes obras que han caído en el olvido o son poco representadas.
Pero decíamos que todo viene de un sueño. El intermezzo del tercer acto se conoce como Il sogno di Ratcliff, título que pienso que no necesita traducción. Se trata de una pieza orquestal con una melodía líricamente intensa en forma tripartita ABA en la que, como indica su distribución, el primer tema se retoma en la parte final. 
Over the Rainbow tiene una estructura armónica y unas líneas melódicas que evocan Il sogno di Ratcliff. Su lirismo, así como la longitud de las frases son fácilmente reconocibles entre ambas piezas. Seguro que escuchándola eres capaz de descubrir tres o cuatro similitudes entre ambas piezas. ¿Plagio? ¿Homenaje? ¿Era consciente Arlen de la existencia de esta pieza? Casi con toda seguridad, sí, aunque quizás lo importante sea poder disfrutarla en sus dos vertientes y estilos, como parte de una ópera y como canción.
El siguiente enlace pertenece a una interpretación de la orquesta del conservatorio L. Perosi di Campobasso que se llevó a cabo en 2011 en el Teatro Savoia bajo la dirección de Lorenzo Castriota Skanderbeg.

Que Over the Rainbow es una canción muy conocida en cualquier lugar del mundo da cuenta el hecho de que El mago de Oz es una película que ha tenido una vida prolongada, ya que no ha dejado de verse desde su estreno, y que se han realizado multitud de versiones.
El American Film Institute (AFI's) publicó en 2004 el listado 100 Years... 100 Songs donde aparecen las cien canciones más representativas del cine estadounidense.
Los cinco primeros puestos están ocupados, comenzando por el quinto por White Christmas, interpretada por Bing Crosby (de la película Holiday Inn), el cuarto lugar es para Moon River cantada por Audrey Hepburn (Desayuno con diamantes), Singin' in  the Rain con Gene Kelly (Cantando bajo la lluvia), As Time Goes By por Dooley Wilson (Casablanca), ocupando el primer lugar Over the Rainbow interpetada por Judy Garland (El mago de Oz).



Como curiosidad, la bandera de los colectivos LGBT es un arcoiris como forma de identificación con la cantante y la canción.
Prácticamente la mayoría de grandes intérpretes populares americanos han incluido en sus repertorios Over the Rainbow
Dada la naturaleza de este blog, la última interpretación corresponde a una cantante de ópera. La mezzosoprano Joyce Didonato la canta acompañada al piano en una intervención televisiva en el programa The Andrew Marr Show en 2013.


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Bibliografía y webgrafía consultadas:

#OperaEnZapatillas: Las bodas de Fígaro

Una ópera es un espectáculo único en el que confluyen distintas disciplinas para crear una obra de arte que, en su esencia, es efímera ya que se desarrolla en un momento concreto, como cualquier espectáculo en el que esté presente la música. Hay un argumento con un libreto, un decorado, un vestuario y unos intérpretes que siguen con fidelidad unas partituras, pero en el momento en que se levanta el telón todo debe comenzar y debe estar minuciosamente preparado para crear en ese preciso instante una obra que emocione a los espectadores.
Las grabaciones ayudan, tienen una importancia capital en cuando que da a conocer la obra, recuerdan interpretaciones históricas y nos hacen revivirlas a quienes disfrutamos de este tipo de obras, pero no tienen la emoción del momento en directo. 
Quizás el acercarse por primera vez a una ópera es complicado por lo que supone: la duración, no conocer el idioma, pensar que no se está preparado para verla o suponer que no tiene nada que decirnos. Personalmente a mí me ocurrió algo parecido y, durante años, estuve resistiéndome a acudir a ninguna... hasta que lo hice por primera vez. Y la emoción de asistir en directo a una obra hace que una vez que comienzas, busques la oportunidad de seguir haciéndolo.
En este blog hemos dedicado varias entradas al hecho concreto de presenciar desde la comodidad del hogar grabaciones de algunas de las óperas más conocidas en una sección que hemos llamado #ÓperaEnZapatillas y en las que, además de verlas, incluimos algunos consejos para poder disfrutarlas al máximo. En estos enlaces puedes recordarlas o verlas: Ópera en zapatillas: La traviata y Ópera en zapatillas: L'opera imaginaire 
A modo de resumen, algunas ideas importantes para tener en cuenta son:
-Busca el momento adecuado. Habitualmente suelen tener una duración de alrededor de dos horas, algo más de una película cinematográfica.
-Elige el dispositivo. Los enlaces están en Youtube, por lo que puedes verlo en el dispositivo que desees, incluso en pantalla grande si dispones de una SmartTV.
-Conoce el argumento. Antes de comenzar es interesante conocer de qué va la historia y siempre que se asiste a una representación en directo se entregan unos folletos con el argumento para que se conozca. En las óperas no existen los spoilers, todos pueden saber cómo se desarrolla y finaliza la historia antes de que comience.
-En cuanto al idioma, no hay de qué preocuparse, ya que en todos los grandes escenarios existen sobretítulos con los textos.
En esta ocasión en #ÓperaEnZapatillas te ofrezco la posibilidad de disfrutar de una de las obras maestras de Mozart: Las bodas de Fígaro. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



La nozze di Figaro (Las bodas de Fígaro) es una ópera bufa en cuatro actos compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart con libreto de Lorenzo da Ponte y basada en la obra teatral de Pierre Auguste Caron de Beaumarchais y presenta la continuación de El barbero de Sevilla, obra del dramaturgo francés que había sido estrenada como ópera por Giovanni Paisiello en 1782, antes de que Rossini compusiera la versión que todos conocemos.
La obra de Beaumarchais era explosiva, ya que socavaba los cimientos del orden establecido, por las relaciones que se establecen entre aristocracia y sirvientes. José II, el emperador austriaco no autorizaba, en un primer momento, que Mozart y da Ponte, recién nombrado Poeta oficial del Teatro Italiano de Viena, utilizaran tan subversivo texto, pero, quizás buscando el poder absoluto y pensando en tensar las relaciones con la nobleza, accedió a que la llevaran a los escenarios. 
Peter Gay en su libro Mozart, una excelente biografía del compositor, relata el hecho de que este y da Ponte decidieran utilizar el texto de Beaumarchais para su obra. 


Las bodas de Fígaro trata como vemos del amor, del deseo y la frustración que produce. Es una obra llena de simulaciones donde los personajes urden engaños, se presentan como si fueran otros, en un juego de espejos donde hay momentos en que ni ellos mismos saben quién es quién. Al final, los protagonistas llegan a superar los malentendidos y se impone la comprensión de sus errores, pese a que el final de la obra no deja tiempo para conocer si esta es definitiva.
Es una ópera repleta de momentos memorables. En las arias, dúos, tríos o sextetos, Mozart llega de dibujar verdaderos seres humanos cargados de pasiones, llenos de incoherencias y enfrentándose a sí mismos y a sus relaciones sociales.


Imagen sobre un cartel de Le nozze di Figaro en italiano y alemán
Johannes Brahms afirmó en 1881 a un amigo: "Todos los números del Fígaro de Mozart me parecen un milagro; me parece incomprensible que alguien haya creado algo tan perfecto; no ha se vuelto a hacer nada que se le acerque, ni siquiera en todo Beethoven."
El final del primer acto recoge una escena cargada de ironía en la que Fígaro alecciona a Cherubino (un personaje crucial en la obra de Mozart) que ha sido enviado por el conde al ejército con tal de alejarlo de las mujeres a las que tanto admira.



Non piu andrai cierra genialmente este primer acto de la obra. En esta ocasión está interpretada por el barítono Mirco Palazzi como Fígaro y la mezzosoprano Paola Gardina como Cherubino, aunque en este aria no canta.


Una vez convencido el emperador da Ponte y Mozart comenzaron a trabajar en la obra, evitando las alusiones eróticas del texto de Beaumarchais, sugiriendo más que diciendo. El texto es realmente fiel al del autor francés, salvo en el cuarto acto en que suprimen un alegato de Fígaro que, al pensar que Susanna lo traiciona realmente, arremete contra la volubilidad de las mujeres y acusa a su señor de no ser como persona más que él.
Escrita en italiano, como era aún costumbre en Viena, la obra se desarrolla en la mansión del conde de Almaviva en Sevilla.
Sigamos a Peter Gay y su trabajo sobre la composición del Fïgaro de Mozart.


No solo los personajes principales tienen sus momentos en el escenario. Secundarios como Don Bartolo, un médico sevillano, su gobernanta Marcellina o Don Basilio, profesor de música tienen también sus arias o dúos. En el primer acto, Don Bartolo, que era tutor de la actual condesa con la que quiso casarse y fue vencido por Fígaro trama una venganza contra él en el aria La vendetta (La venganza), una pieza en la que recalca su buen nombre como prueba de garantía con la frase Tutta Siviglia conosce Bartolo (Toda Sevilla conoce a Bartolo). En ella Bartolo se recrea en el placer que sentirá al cumplirla.



La interpretación corresponde a uno de los más reconocidos Bartolos de las últimas décadas, el bajo Kurt Moll fallecido en 2017. Se grabó en una representación que tuvo lugar en París en 1980



Algunas comedias de Lubisth o Jardiel Poncela han debido copiar del estilo de la trama, de los enredos y equívocos de La nozze di Figaro y nos hacen recordar sus momentos delirantes y la elegancia del argumento.
El final del segundo acto, del que Mozart se jactaba en la película Amadeus de haber conseguido mantener durante mucho -demasiado- tiempo la acción, se mezclan por un lado,un argumento delirante con la fuga de Cherubino saltando por la ventana al jardín, los personajes protagonistas y la irrupción de Antonio, el jardinero, que atestigua haber visto salir por la ventana a alguien y a quienes tratan de convencer al conde de la poca fiabilidad del jardinero. Por otra parte, la música da pie a toda la trama alcanzando niveles de calidad pocas veces conseguido.


Figurines del conde de Almaviva por Rudolf Heinrich (1967) y Antonio por Heinrich Lefler (1915)
El dibujo que hace Mozart, con la evidente ayuda de da Ponte, para dar vida a sus personajes, se refleja con mayor nitidez en las figuras femeninas de forma general en toda su obra, y de forma particular en esta.
Peter Gay trata también en su interesante biografía mozartiana de estos personajes femeninos.




En el tercer acto hay un delicioso dúo entre la condesa y Susanna en la que ambas, que han ideado una ingeniosa conspiración para dar al conde una lección, adoptan un papel y una actitud igualitarios. Socialmente hay diferencias entre ambas, pero pese a ser condesa y criada, son en cierto modo amigas que se tienen un afecto. Ningún compositor ha escrito un dúo tan dulce y delicado como el que ideó Mozart para el intercambio de confidencias entre ambas mientras escriben la carta que servirá para poner en evidencia al conde.


Boceto escenográfico de Gustav Wunderwald para el Teatro de la Ópera de Alemania en Charlottemburg-Berlín (1912)
Che soave zefiretto (Qué brisa tan suave) está interpretado por Renée Fleming y Cecilia Bartolli en una grabación del Met de Nueva York en 1998 con la dirección de James Levine.


Las bodas de Fígaro se estrenó en el antiguo Burgtheater de Viena en 1786. En su entrañable Libro de Réquiems, Mauricio Wiesenthal recoge las impresiones que escribió el conde Zinzendorf sobre este estreno que, para él, pasó sin pena ni gloria.


En Praga, como hemos conocido, el resultado fue distinto. En diciembre de ese mismo año Mozart visitó la ciudad para asistir a las representaciones de su ópera. A su regreso informó a un amigo de lo agradable que le resultó ver a la gente bailar con la música de la ópera, que habían convertido en contradanzas. "Aquí nadie habla de otra cosa más que de Fígaro; nada se toca con ningún instrumento, nada se canta, si no son trozos de Fígaro; a ninguna ópera acuden, si no es a Fígaro, y a todas horas es Fígaro. Para mí, desde luego, es un gran honor." Como si de uno de los grandes éxitos de taquilla cinematográfica de nuestros días se tratara, la obra de Mozart comenzó su triunfal marcha.
A la controvertida película Amadeus pertenece el siguiente enlace en el que Salieri expresa su opinión sobre la brillantez del último acto de la ópera, además de exponer con un argumento bastante cinematográfico por qué no triunfó la ópera en su estreno en Viena.



Quizás como lector de este blog estés ya cansado o cansada y no sea el momento de abusar de tu paciencia para continuar leyendo y escuchando sobre una obra tan genial como esta. Es posible que desees regresar en otro momento a seguir la obra completa y para ello es conveniente recordar unos consejos:

-Elige el momento en que tengas tiempo suficiente para verla entera o, al menos por actos, aunque se puede hacer en dos momentos, visionando los dos primeros y en otro momentos los últimos.

-Antes de cada acto, lee y conoce su argumento. En el siguiente enlace que pertenece al blog de la soprano argentina Fiorella Spadone puedes seguir el argumento de la obra con las piezas más señaladas de la misma: La nozze di Figaro. Argumento.

-Sigue los subtítulos en nuestro idioma y aíslate del mundo por un rato.

-Si tienes la opción utiliza una pantalla grande. Recuerda que al estar los enlaces en YouTube, puedes verlos tanto en un ordenador como en una SmartTV.

El enlace que te propongo con la ópera completa es una grabación histórica que pertenece a una producción del Festival de Glyndebourne. Personalmente le tengo un aprecio especial, ya que es la primera versión de ópera que compré y pude disfrutar, de forma especial con la presencia de Kiri Te Kanawa y Frederica von Stade que ha marcado tanto el papel de Cherubino que aún me cuesta imaginarlo en otra cantante.
El elenco completo está formado por los siguientes intérpretes: Fígaro es el barítono Knut Skram, Susana la soprano Ileana Cotrubas, el Conde de Almaviva es el tenor Benjamin Luxon, la Condesa de Almaviva es la soprano neozelandesa Kiri Te Kanawa y Cherubino es la mezzosoprano estadounidense Frederica Von Stade. Este quinteto protagonista está acompañado por Marius Rintzler como el Doctor Bartolo, Nucci Condo como Marcellina y John Fryatt como Don Basilio.
El trabajo musical corre a cargo de la London Philharmonic Orchestra dirigida por John Pritchard.


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Bibliografía y webgrafía consultada:
  • www.kareol.es: Letras y traducciones de óperas y música vocal.
  • Batta, András. Ópera. Compositores, obras, intérpretes. Könemann Verlagsgesellschaft mbHl, 1999, Colonia (Alemania).
  • https://www.fiorellaspadone.com.ar/operas/argumentos/las-bodas-de-figaro.html 
  • Gay, Peter. Mozart. Lipper Publications, LLC. Grupo Editorial Random House Mondadori, S.L. en la traducción de Miguel Martínez-Lage y Ediciones Folio, L'Hospitalet, 2004.
  • Wiesenthal, Mauricio. Libro de Réquiems. EDHASA. Barcelona 2004.

#Flashmob, la música en la calle

Smart Mobs & Flashmob. La creatividad en la calle.

Cuando en el segundo año de este siglo Howard Rheingold, profesor de la universidad de Standford, escritor y crítico, publicó Smart Mobs: The Next Social Revolution (Multitudes inteligentes: La próxima revolución social) vaticinó que utilizaríamos las tecnologías de la comunicación para organizarnos de forma autónoma. Aplicaciones como Whatsapp, Facebook o Instagram, por citar algunas, son utilizadas por muchos de nosotros como forma de relacionarnos y establecer contacto, citándonos, por ejemplo, en determinados momentos con familiares, amigos o compañeros de trabajo.
Una de las primeras consecuencias que tuvo este pronóstico fue la creación de la página web flocksmart.com en la que comenzaron a planearse reuniones cuyos participantes se denominaron mobbers. A comienzos de junio de 2003 se planeó una reunión a la que se llamó Flashmob (algo similar a Multitud relámpago) organizada por el editor de la revista Harper's Magazine que fracasó al filtrarse que iba a llevarse a cabo. Unos días más tarde el mismo Bill Wasik organizó un nuevo intento. En esta ocasión convocó los participantes en cuatro zonas cercanas a los almacenes Macy's para informarles de qué se iba a realizar y cómo llevarlo a cabo.
En el momento convenido los cien participantes se dirigieron a la novena planta de la galería comercial, donde se encontraba el departamento de alfombras y se reunieron junto a una de las más caras. Cuando alguno de los dependientes se acercara a alguno de ellos a pedirle qué deseaba debía contestar que vivían juntos en un almacén en los alrededores de la ciudad y que se habían acercado a comprar la "Alfombra del Amor", ya que siempre tomaban juntos las decisiones. Esta simple experiencia fue el primer e inocente Flashmob de la historia. Como su nombre indica una multitud aparece de forma inesperada como de forma espontánea en un lugar público y concurrido.
En esta ocasión te propongo recorrer el origen y algunos de los flashmobs relacionados con la música clásica. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Muchos flashmobs se han realizado en estos tres lustros y en las redes se pueden encontrar a cientos, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en algunos de los que están relacionados con la ópera o la música clásica cantada.
El primero de ellos, como se puede ver en su comienzo, se grabó en la Plaça de Sant Roc de Sabadell la tarde del 19 de mayo de 2012. La interpretación comienza con el contrabajo y va añadiendo a la vez músicos y público hasta finalizar con el coro de la Oda a la Alegría de la 9ª Sinfonía de Beethoven.


Desde aquella experiencia hasta ahora han ido proliferando los flashmobs y sus distintos tipos, siendo los más habituales los smartmobs, absurdmobs, freezemobs, kissmobs, dance flashmobs e incluso los falsos flashmobs.
Se denominan smartmobs a aquellos cuyo objetivo es de tipo social o político como los ocurridos durante la corta Primavera árabe, el Movimiento del 15 M o más recientemente los Camisas amarillas en Francia.
Los absurdmonbs buscan criticar el orden social con gestos colectivos basados en el absurdo, como el primero que se realizó en Barcelona con un grupo de personas pateando latas de refresco como forma de protesta, o cuando en Platja d'Aro un grupo de jóvenes alemanes creó el pánico entre los veraneantes al simular ser víctimas de un ataque terrorista.
En los freezemobs los participantes quedan paralizados durante unos segundos como estatuas, mientras que los kissmobs, como imaginamos, consisten en besarse de forma simultánea. Un dance flashmob es una de las manifestaciones más popular en la que un numeroso grupo de personas baila una coreografía ensayada con antelación.
Los llamados falsos flashmobs son en realidad actuaciones organizadas por marcas comerciales en que los participantes son artistas o bailarines que simulan un flashmob de los tipos anteriores con la finalidad de promocionar un producto o una campaña de esa marca.



Uno de los coros más conocidos de todo el repertorio clásico, el Allelujah de El Mesías de Händel está interpretado por más de un centenar de cantantes del Chorus Niagara of St. Catharines en el centro comercial Seaway Mall de Welland Ontario en noviembre de 2010 abriendo la temporada o campaña de Navidad en la ciudad canadiense.


 
En el fondo, los flashmobs han ido adoptando una forma que ha evolucionado en diversas direcciones desde los aspectos más sociales a los más lúdicos, estrambóticos o culturales. Se basan en el interés por ser partícipes de un acontecimiento en un lugar público junto con otras personas y mostrar a quienes lo presencian algunas de nuestras capacidades.
En estos casos que nos han acompañado, también ofrecen la posibilidad de acercar parte de nuestra cultura a un público fuera de las salas de conciertos y de los escenarios.



Terminamos con un flashmob basado en la cantata Carmina Burana de Karl Orff grabado en la Westbhanhof (Estación de Viena Oeste). Los solistas, el coro y la orquesta de la Wolksoper de la capital austríaca interpretan dos piezas de esta obra. En primer lugar la delicadísima segunda estrofa de Amor volat undique (El amor vuela por todas partes) y para terminar el conocidísimo y espectacular Fortuna Imperatrix mundi (Fortuna, emperatriz del mundo), la pieza que abre y cierra la obra.



¿Participaste en algún flashmob? ¿Tuviste la ocasión de presenciar alguno en directo? En cualquiera de los dos casos, no dejes de abrirles las puertas si se te presenta la ocasión.

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