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Mi nombre es Bach

Hay encuentros que pasan a la historia por distintos motivos. Personajes que confluyen en encrucijadas de la historia y hacen que el curso de esta cambie o se reafirme. En otras ocasiones son simplemente las personalidades de quienes se encuentran las que marcan un antes y un después en sus relaciones.
Encuentros entre algunos de los actores principales de la historia o entre creadores como escritores, pintores, escultores o músicos marcan momentos interesantes por los acuerdos, divergencias o nuevos postulados que surgen de ellos.
Paralelamente el cine recurre a estos momentos para recrearlos y recordarnos su importancia con mayor o menor fidelidad. Ya sabemos que el cine histórico recurre a la historia como fuente de argumentos en la mayoría de los casos modificando lo acontecido a su antojo. 
En esta entrada comenzamos una serie de trabajos en los que se relacionarán el cine y la música, buscando, dentro de lo posible, el acercamiento entre lo que reflejan las películas y los hechos reales en que se basan.
Te propongo un acercamiento a la relación entre Bach y Federico el Grande de Prusia a través de la visita que el primero realizó a la corte de Postdam reflejada en la película Mi nombre es Bach y la obra que surgió del encuentro. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


En 2003 se estrenó la película Mein Name ist Bach (Mi nombre es Bach), un film que se centra en el encuentro entre dos grandes y únicos reyes de su época, cada uno en una faceta distinta: El compositor Johann Sebastian Bach y el rey de Prusia Federico II el Grande (Friedrich der Grosse). 
Dirigida por Dominique de Rivaz a partir de una idea de Jean-Luc Bourgeois, la película narra la relación durante varios días de ambos personajes en la ciudad de Postdam y el palacio de Sanssouci en mayo de 1747.
El film comienza con la presencia de un Bach de sesenta y dos años con problemas de vista, circunstancia que le llevaría posteriormente a una desesperada operación de cataratas y la ceguera total. El compositor se dispone a asistir al bautizo del primogénito de su hijo Carl Philippe Enmanuel, a la sazón clavecinista de la corte prusiana y, por tanto, al servicio del rey.
En La verdadera vida de Johann Sebastian Bach, Klaus Eidam dedica uno de sus capítulos al encuentro entre el rey prusiano y el gran compositor, una circunstancia desprovista de la grandeza y el interés recíproco que se supone en un rey del que se sabe su afición a la música, de la que era un conocido intérprete de flauta. El primer encuentro se produce en estas circunstancias el 7 de mayo del citado 1747.



El ambiente en que se desarrolla la música y la obra de Bach se recoge en este vídeo que muestra una interpretación de la Cantata 147 y su tema coral Wohl mir, dass ich Jesum habe (el último tema de la primera parte con música idéntica al famoso Jesus bleibet meine Freude con que termina la obra) a partir de una grabación en disco dirigida por el especialista alemán Karl Richter que, aunque en el título aparezca que pertenece a la citada película, no forma parte de la misma.


El reto de realizar una fuga a seis voces sobre el tema impuesto por el rey fue llevado a cabo por Bach con el interés y la pasión propias del compositor alemán. Fruto de este trabajo fue la obra conocida como Das Musikalische Opfer (Ofrenda musical), catalogado como BWV 1079 dentro de las obras del compositor. 

La dedicatoria al rey prusiano contiene el título Regis Iussu Cantio Et Reliqua Canonica Arte Resoluta (Tema proporcionado por el rey, con añadidos, resuelto en forma de canon), un rebuscado título, cuyas iniciales forman la palabra RICERCAR, la denominación que recibía antiguamente el estilo de fuga en el que está compuesto la obra.
A partir de la melodía conocida como Tema Regio, Bach conforma una obra en la que incluye dos ricercares (fugas) a 6 y 3 voces, diez cánones cada uno con un estilo diferente y una sonata trío en cuatro movimientos.

Palacio de Sanssauci, columnata norte de la Cour d'Honneur
Uno los cánones de la Ofrenda musical es que se posteriormente se bautizó como Canon Cangrejo, una obra que se interpreta hacia adelante y hacia atrás, sirviendo una de ellas como acompañamiento a la otra y conformando un palíndromo musical. El siguiente vídeo realizado por Jos Leys y Xantox refleja esta estructura utilizando también una banda de Moëbius, esa cinta interminable, con una sola cara y un solo margen que se superpone sobre sí misma y en la que la melodía de Bach realiza el doble recorrido. Nunca matemáticas y música han estado tan indisolublemente unidas.



Eidam
continúa en su biografía bachiana la información sobre la composición de esta obra y el poco interés que mostró el monarca sobre la misma.




La escena extraída de Mi nombre es Bach que acompaña este texto pertenece al momento, días después de que el monarca indicara el tema y el reto, en el que el compositor propone, tras una interpretación en el órgano, que el rey le acompañe a la flauta en la variación que ha compuesto sobre el mismo.


Mi nombre es Bach es una obra que muestra la relación que en la época existía entre el poder y los músicos con algunas consideraciones dignas de mencionar. 
-Los músicos eran unos meros empleados que comían incluso con los criados. En el inicio de la película, Carl Philippe Emanuel enseña al monarca un trío que ha compuesto, a lo que el rey le responde que él no se lo ha encargado y no lo necesita. El rey se muestra más pendiente del sonido de las ventosas que le está aplicando el médico que de las explicaciones del hijo de Bach sobre dicha composición.




-El tema musical propuesto por Federico II para una fuga a seis voces es un reto prácticamente imposible de alcanzar con la idea de tambalear la fama de Bach.
-Dada la complejidad de la melodía, el músico de Eisenach muestra más adelante que un tema tan complejo e ideado por el rey, ha sido modificado por su amigo el músico Johann Joachim Quantz.
-La hermana del rey, Amalie se presenta en la película como una buena pianista, más amante de la música que su hermano, pero que, al ser mujer, no puede desarrollar sus capacidades. Admira la fuerza creadora de los Bach, especialmente de Johann Sebastian y su hijo mayor Wilhelm Frideman, con quien intenta tener un romance.
-La compleja personalidad de Federico el Grande, uno de los mayores representantes del Despotismo ilustrado, aparece como uno de los pilares de la película. Hijo de Federico Guillermo I, sufrió el fuerte carácter de su padre, sintiéndose humillado y atacado por éste. Sensible, más cercano a la filosofía y la música que a la guerra, intentó desertar con su  algo más que amigo el teniente Hans Hermann von Katte del ejército. Capturados ambos, son encarcelados con la orden de que ninguno de los guardianes le dirigiera la palabra al heredero del rey. El teniente von Katte fue ejecutado, obligándose a Federico a estar presente en la ejecución. 
-La traumática experiencia que supuso para él la relación con su padre, marcó su personalidad de por vida, quedando reflejada en su complejidad a lo largo del film, estableciéndose una extraña relación entre él y el compositor, al que llega a confesar en un momento que lo peor en este mundo es tener un padre al que se odia.

Jardines del palacio de Sanssauci
La película está interpretada por Wadim Glowna en el papel de Bach, Jurgen Vogel como Federico II, Anatole Taubman y Paul Herwig como Friedemann y Emanuel Bach y Karoline Herfurth como la princesa Amalie en los papeles más relevantes. La música fue compuesta por Frédéric Devreese, tiene una duración de 94 minutos y está disponible aquí debajo y en YouTube en el siguiente enlace: Mi nombre es Bach.


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Páginas web interesantes:
  • https://www.abc.es/historia/abci-terrible-infancia-federico-grande-principe-humillado-asalto-europa-201702060108_noticia.html 

Publicidad, Ópera y música

Hace varias semanas hacíamos en el blog una publicación sobre el uso de la música de ópera en el mundo de la publicidad en la que manteníamos que continuaría con otra publicación. La primera parte puede seguirla en el enlace La ópera en la publicidad
Como en otras ocasiones, esta publicación no habría podido realizarse sin la incondicional, constante y eficaz labor de búsqueda e investigación de Pilar.
En esta entrada de propongo un paseo por algunas propuestas publicitarias basadas en la música de ópera, aunque hay alguna que se relaciona con otro tipo de música clásica. ¿Recuerdas estos spots publicitarios? ¿Sabes en qué músicas están basados? Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



La primera incursión que reflejamos de la ópera en la publicidad  la extraemos de un anuncio de Sopas Knorr de 1994 que utiliza, aunque de forma muy solapada, una de los motivos que aparecen en las melodías de La danza de las horas de Amilcare Ponchielli.



La versión que sigue pertenece a una representación que tuvo lugar apenas dos años antes, en 1992 en el Teatro dell'Opera di Roma. en la que se representa de forma completa esta conocida Danza delle ore que Ponchielli introduce en su ópera La Gioconda



También llega la calidad de la música de la ópera, en este caso de Mozart, invita a realizar el paralelismo de su música con la calidad del pescado que consumimos y su crianza en nuestras costas. 


La música utilizada en esta ocasión es la deliciosa cancioncilla (canzonetta) que el imberbe y enamoradizo Cherubino escribe a todas las mujeres en general en una de sus óperas más conocidas: Las bodas de Fígaro. El personaje, siempre interpretado por una mezzosoprano lo hace en esta ocasión por Marianne Crébassa en una representación que se llevó a cabo en el Teatro Alla Scalla de Milán en 2016.


Aunque comenzó estudios de Derecho en La Sorbona, Guy Debord los dejó para formar parte de una agrupación que fusionaba música y poesía, el Grupo Letrista, para más adelante liderar la Internacional Situacionista de influencia decisiva en el Mayo del 68 francés. Seguidor del marxismo, fue un filósofo que dejó su pensamiento en La sociedad del espectáculo, un libro en el que desarrolla la tesis del cambio que el capitalismo realiza en el pensamiento a través del espectáculo. Según Debord, en el grado en que convertimos nuestra vida en un producto, más nos apartamos de ella. 
Dividido en capítulos con diversos razonamientos que se van enlazando hasta formar el corpus de sus ideas, el apartado 30 refleja el modo pasivo en que nos enfrentamos a la vida con nuestra función de espectador consumidor. Basta caer en la cuenta de en la misma televisión que entra en nuestros domicilios los programas de entretenimiento tienen sentido única y exclusivamente cuando se cuenta la intimidad de los protagonistas, sin ningún interés añadido.



Una música que se ha utilizado en diversas ocasiones no sólo por la calidad y lo conocida que es, sino por el mensaje que lanza en sus dos primera palabras acompaña este anuncio de Nissan Quashqai. Los edificios, la representación más impersonal de las ciudades poseen ánima, se sienten animados. Su ojos, caras, el asombro y la lucha que transmiten no pueden con la fuerza y energía libres que transmite el vehículo.



La música que utilizaba es el Sempre libera (Siempre libre) de La Traviata de Verdi. En esta ocasión nos acompaña una de las producciones operísticas con más fuerzas de los últimos años, que aún sigue representándose en este mismo montaje que Willy Decker utilizó para el Festival de Salzburgo de 2005 con unos magníficos Anna Netrebko y Rolando Villazón.




Si en la primera parte dedicada a las músicas de la ópera en la publicidad poníamos el spot de Paco Rabanne Pure XS en el que el protagonista era él, en esta ocasión la versión, con la misma música tiene por protagonista a ella. 



Esta habanera de Carmen de Bizet está interpertada en esta ocasión por Agnes Baltsa en una representación que se llevó a cabo en el Metropolitan Opera House de New York bajo la dirección de quien la ostentó durante lustros, James Levine.


Dejamos la ópera y la cambiamos por los valses vieneses. En esta caso para un spot del Audi 6. No hay como un vals para representar el elegante deslizar por la carretera de este o cualquier tipo de automóvil.



El vals original del que está extraído uno de sus temas melódicos para el anuncio es Künstlerleben (Vida de artista), Op. 316 de Johann Strauss hijo con la Strauss Chamber Orchestra bajo la dirección de Horst Sohm. El tema musical del anuncio aparece a partir de 1'30''.



También el siguiente spot publicitario nos hace cambiar la ópera por la música de uno de los más grandes genios de toda la historia: Beethoven. Sin presentaciones, una de sus melodías más conocidas, como se suele decir, gentileza de Mutua Madrileña en un anuncio que recordamos de hace pocos años.



La inclusión del llamado Himno de la Alegría a partir del texto de Schiller en la 9ª Sinfonía de Beethoven supuso un punto álgido en la historia de la música. Oírla de apreciar en qué momento surge el tema de este himno entre otros varios y cómo se oye por primera vez en los chelos para ir pasando a las cuerdas agudas y el resto de la orquesta es una delicia. Hay ocasiones como esta en la que está dirigida por Berstein en uno de sus últimos conciertos en que la melodía que surge nos aparece como si fuera la primera vez que la oímos. En Bernstein, Beethoven y Berlín hablamos de esta interpretación tan especial.




Hace años Movistar realizó este anuncio publicitario que pone en contraste la música de Puccini con versiones electrónicas. Montados en bicicletas, el mensaje que quería transmitir es que la vida, compartida es más.


La música corresponde al aria Un bel di vedremo? de Madama Butterfly de Puccini y la grabación corresponde a la película del mismo título de Frédéric Mitterand interpretada por Ying Huang.


Para finalizar, uno de los más entrañables personajes de Mozart pertenece a su última ópera, La flauta mágica. Frente a los héroes Pamino TaminaPapageno representa a ese personaje simple, sano, deseoso de satisfacer sus necesidades primarias. Es feliz si tiene comida, bebida y una buena mujercita, una Papagena que le acompañe en su vida. 
McDonald no dejó de aprovechar la oportunidad para utilizar el dúo de Papageno Papagena para hacer publicidad de sus patatas fritas. Aún tengo dudas de que me gusten estas patatas desde que lo oí.


El dúo original entre ambos es una deliciosa despedida de los personajes que han encontrado su media naranja y en sus deseos e ilusiones sólo se encuentran el de ser felices juntos y tener una descendencia de pequeños papagenos papagenas. Una delicia cuyo espíritu está magistralmente representado en esta producción.


Aún hay mucha más música de este tipo asociada a la publicidad, por lo que quizás en otra ocasión pueda aparecer una continuación.
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Veneno, enfermedad, locura y muerte en el romanticismo

La ópera a través del canto debe arrancar las lágrimas de la gente, aterrorizarles y hacerles morir. 
Vincenzo Bellini

La música del barroco rococó se caracterizaba por tener un canto muy adornado abusando hasta el extremo de la coloratura, los agudos y una serie de ornamentos que se utilizaban como una forma de virtuosismo, viniera a cuento o no dentro de la historia que se contaba, donde lo que predominaba era el lucimiento del intérprete.
Con la aparición de la música romántica comienzan a proliferar los teatros de ópera, se necesita una gran cantidad de historias para ofrecer a esos teatros y un gran número de escritores de libretos y compositores que las imaginen. 

El romanticismo comienza a representar historias que se acerquen a la realidad, aunque sin olvidar esos momentos que sacien los deseos de un público ávido de oír los virtuosismos de los intérpretes. La solución que concilia ambos extremos consiste en crear un estado emocional que justifique que el personaje cante de forma alejada de lo habitual, de la misma forma que su estado anímico está ajeno a la realidad. Surgen así los grandes momentos de virtuosismo, especialmente para las protagonistas femeninas, que afrontan las llamadas arias de locura, aparecen venenos que transmutan la personalidad de los afectados, se padecen enfermedades que hacen girar las historias -así es el romanticismo- hacia muertes épicas, sublimes y dolorosas, como demandaba el expectante público.
La ópera del siglo XIX está repleta de historias intensas, cada vez con libretos más sólidos y coherentes y con momentos que brillan con toda la fuerza de los mejores momentos del período del Belcanto. Con esta entrada comenzamos una serie dedicada a los momentos más brillantes de la ópera romántica belcantista.
Te propongo adentrarte en algunos de los momentos más brillantes de la ópera con reflexiones sobre los venenos y la locura y obras procedentes de la tradición medieval, de Saramago, Bellini y Donizetti. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Dos grandes leyendas medievales se propagan por toda Europa desde Inglaterra: La del rey Arturo y sus caballeros de la tabla redonda y la leyenda de Tristán e Iseo (o Isolda). 
La historia de Tristán e Iseo es una leyenda que inauguró una nueva mirada a la literatura amorosa. Se trata de un amor trágico, nacido del azar, de un error y que, por tanto, no proviene de una decisión libre ni de un compromiso de índole personal o social. Es en el siglo XII cuando, en su segunda mitad, comienzan a propagarse por tierras francesas distintos poemas, primero de forma oral y más adelante recogidos en versos escritos por diversos autores y con distintas miradas sobre el mito del filtro de amor.
Con los poemas escritos comienzan también a aparecer bellas miniaturas con las escenas más sugerentes de la obra que se traspasan a objetos cotidianos como copas, cofres, tapices o cerámicas con imágenes del ciclo tristaniano.
Diversos son los textos que nos han llegado, muchos de ellos fragmentarios, con la historia desde los de Béroul (o Berol), Eulhart, Gottfried, María de Francia, Gerbet de Montreuil o Thomas de Inglaterra, algunos con títulos que denotan la variedad de aspectos que tratan sobre la historia: Tristán loco, Lai de la Madreselva, Tristán Ruiseñor o Tristán ministril.
En Tristán e Iseo. Versión de Alicia Yllera, la catedrática de la UNED, traductora de francés y una de las referentes de nuestro país en filología románica e hispánica, recopila y funde las distintas versiones existentes para ofrecernos una versión unificada sobre el mito del amor trágico.



Narra la historia del fracaso del individuo cuando entra en lucha con la sociedad, más también del triunfo de la pasión sobre las convenciones y la muerte, narrando los sufrimientos de los personajes al hallarse en conflicto entre sus obligaciones y su amor y teniendo que recurrir a engaños y ardides para salir adelante.
La pasión entre Tristán e Iseo surge de forma accidental al ingerir un filtro de amor. La reina, madre de Iseo prepara un filtro de amor para que Brangel, que acompañará a su hija en barco para desposarse con el rey Marcos. La noche de bodas debe servirlo a ambos para que haga su efecto: Se amarán sin que nadie pueda sembrar la discordia entre ellos, durante tres años no podrán separarse sin enfermar y, pasado ese tiempo, su amor perdurará durante toda su vida. 
En el barco, el caballero Tristán advierte la añoranza de su tierra e intenta consolarla con su canto sin éxito. Hasta que surge el malentendido que trastoca los planes y determina el amor trágico más popular de la literatura. 


El recorrido de este mito se populariza durante siglos, llegando en varias ocasiones y de muy diversa forma al mundo de la ópera. Si Richard Wagner compuso la más y fiel versión en su ópera homónima, Gaetano Donizetti la utiliza tres décadas antes para utilizarla como excusa para desarrollar una de las más deliciosas óperas, L'elisir d'amore (El elixir de amor). Basada en un libreto de Eugène Scribe para la ópera Le Philtre (El filtro) de Auber, Donizetti la compuso por encargo en sólo catorce días.
Adina, la protagonista narra "la historia de Tristán, una crónica de amor", a partir de la cual, la llegada del embaucador "doctor" Dulcamara, un pobre, simpático e infeliz charlatán de pueblo que aprovecha la circunstancia de que el protagonista, Nemorino, piensa que sus elixires son genuinos filtros de amor.

El barítono Simone Alberghini interpreta el papel del "doctor" Dulcamara, un personaje simpático y reconocible de antiguos mercados y plazas en una producción original del Gran Teatre del Liceu que se llevó por distintos escenarios.

Reflexionar sobre los límites entre la realidad y la locura se ha realizado desde que el ser humano tiene uso de razón. En la literatura hay personajes que nos muestran ese límite desde las novelas donde destaca, sobre todos ellos, nuestro universal Don Quijote, prototipo de personaje que ha perdido la razón. Tartarín de Tarascón, el entrañable personaje de DaudetPeer Gynt creado al alimón para las tablas con el texto teatral de Ibsen y la música incidental de Grieg; el mismo Mr. Pickwick de Dickens, tan entrañable para el autor de este blog (que se siente un pickwickiano más), son personajes que se mueven en la línea sutil que separa lo convencional de lo que no lo es.
En esta ocasión es un texto del premio Nobel portugués José Saramago, que reflexiona sobre la (falsa) locura de Alonso Quijano, el que nos acompaña. Extraído de un artículo publicado en El País en mayo de 2005 con motivo del 400 aniversario de la publicación de El QuijoteLa falsa locura de Alonso Quijano es un texto que indaga y se da vueltas al razonamiento sobre la supuesta locura del universal personaje. De este artículo han extraído el texto siguiente a modo de microrrelato completo. El texto original puedes leerlo en el siguiente enlace: La falsa locura de Alonso Quijano.


Las arias de locura suponen un virtuosismo extremo, una efusión de coloraturas y de exhibiciones por parte de los cantantes que enardecen al público. La ópera belcantista está repleta de estos momentos. Bellini escribe arias de locura para sus óperas Il Pirata, I Puritani o La sonnambula. Donizetti lo hace para Ana Bolena o Lucia di Lammermoor. También Verdi la piensa y compone para su Macbeth.


La última ópera de Vincenzo Bellini, I Puritani (Los Puritanos) se desarrolla en la Inglaterra de mediados del XVII en una fortaleza gobernada por Lord Walter Valton partidario de los puritanos de Cromwell frente a los Estuardo. Elvira va a casarse con su amado Arturo gracias a la intercesión de su tío Giorgio en lugar de con Ricardo, quien está enamorado de ella. Tras cierta confusión en que Arturo intenta salvar la vida de la Reina de Inglaterra. Elvira piensa que su prometido ha huido con una desconocida amante y, aún con el velo nupcial puesto, pierde la razón mientras los puritanos maldicen al fugitivo y se conjuran para vengar a la joven.
La escena está interpretada por la soprano Anna Netrebko interpretando a Elvira con John Relyea como Giorgio y Franco Vasallo como Riccardo en una celebrada producción del Metropolitan Opera House de New York de 2008.



Continuará.

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Bibliografía consultada:
  • www.kareol.es: Letras y traducciones de óperas y música vocal.
  • Batta, András. Ópera. Compositores, obras, intérpretes. Könemann Verlagsgesellschaft mbHl, 1999, Colonia (Alemania)
Páginas web:
  • https://elpais.com/diario/2005/05/22/opinion/1116712806_850215.html

De qué hablo cuando hablo de correr

Si tienes un sueño y te lo propones puedes llegar a conseguirlo. Nuestra capacidad de conseguir aquello que anhelamos nos permite que, en ocasiones, podamos alcanzarlo gracias a nuestra motivación, interés y esfuerzo. Hay tantas cosas en nuestra vida que hemos conseguido con ellos, aunque también hay otras que no pudimos alcanzar por las razones que fueran.
Nuestra vida personal, esas personas que nos acompañan en nuestra vida, especialmente nuestra pareja; nuestra vida laboral, con el trabajo que hemos tenido que realizar para alcanzar lo que hemos conseguido; nuestras aficiones y hobbies que nos ayudan a desarrollar algunas capacidades que tenemos y enriquecen nuestra vida, son muestras de que hay sueños que se pueden cumplir, aunque no suelen ocurrir como pensamos inicialmente.
Pero, paralelamente, hay una serie de realidades que alcanzamos, aunque no hayan entrado en lo que podríamos llamar nuestros sueños. Hay veces que, con el paso del tiempo, vamos acomodándonos a lo que la vida nos ofrece o hemos alcanzado y nos volvemos más conformistas. En otras ocasiones, no nos conformamos y buscamos desarrollar lo que se nos ofrece, aunque no hayan entrado en nuestros planes y sueños.
En mi caso y, por distintas razones, hay varias aficiones que han entrado a formar parte de mi vida de forma totalmente inesperada y que aún me sorprenden. De la misma forma, cualquiera que lea esta entrada podrá advertir en su historia personal otras aficiones distintas con las que ha enriquecido y desarrollado su vida, algunas de las cuales surgieron sin esperarlo.
Te propongo un paseo por esas aficiones y retos que nos hacen enriquecer nuestra vida y el reto de unir en una publicación el hecho de correr, la literatura de Murakami y la música de Norma. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Hace una decena de años entré a formar parte de la coral polifónica de mi ciudad, algo impensable en quien nunca antes había cantado. A finales de 2014 me embarqué en la escritura de este blog con la idea de unir semana a semana textos literarios con música clásica cantada, especialmente de ópera de la que se han llegado a publicar más de doscientas entradas.
Hace meses el médico me recomendó salir a caminar para combatir el estrés y bajar la tensión arterial. Con cincuenta y ocho años decidí que ya tendría tiempo de caminar y que comenzaría a correr dos o tres veces por semana. Después de estos meses, a finales de enero de este 2019 me atreví a participar, por primera vez en mi vida, en una carrera: la media maratón de Sevilla, una carrera de 21 km y 95 m que transcurre por el centro histórico de la capital andaluza.
Tras unas semanas de preparación por cuenta propia, siguiendo algunos consejos leídos en el blog de A mis cuarenta y... de ManuAM, aunque él no sea consciente de lo que me ha ayudado, me presenté en la línea de salida con tres objetivos: 
1º/ Terminar la carrera
2º/ Terminar la carrera contento y de forma aceptable.
3º/ Acercar el tiempo a 1h50''.
Los dos primeros objetivos se consiguieron, aunque el tercero estuvo cerca en mi cronómetro (1h51'06''), aunque más lejos en el tiempo oficial de la carrera.

Hablar de Murakami es hacerlo sobre uno de los escritores más importantes de la actualidad. Eterno candidato al Nobel de Literatura, Haruki Murakami es un japonés universal, un autor que muchos de sus compatriotas acusan de batakusai, de "apestar a mantequilla", un eufemismo con el que muestran que está excesivamente americanizado para sus gustos. Y, en cierto modo, no dejan de tener razón, puesto que, pese a que la mayor parte de la obra de Murakami se desarrolla en su Japón natal, su estilo, sus intereses o la música -que tan importante es en su obra literaria- lo acercan a los gustos occidentales más que a los nipones.
Para quienes leemos con pasión a Murakami, la mezcla entre el realismo y lo onírico, lo cotidiano y lo inexplicable, el individualismo y una cierta inadaptación a las convenciones sociales, son señas de identidad de la sociedad y la cultura de los tiempos que corren y, como tales, reflejan este mundo complejo e inexplicable en muchas ocasiones.
Obras como Tokio blues, Kafka en la orilla, 1Q84, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Spunik mi amor o la reciente La muerte del Comendador (aún en la lista personal de libros para leer) crean y forman parte del universo personal del escritor japonés.
Pero la faceta que lo acerca hoy a este blog es la de corredor. Haruki Murakami es, además de un renombrado escritor, un persistente corredor, un habitual en carreras de maratón o triatlón, una afición que generó en él un modo de vida y que reflejó en una serie de escritos que recogió en su libro De qué hablo cuando hablo de correr. Se trata del libro más personal del autor, una serie de reflexiones sobre la afición a correr y sobre el hecho de ser novelista, que va desgranando en distintos textos escritos entre agosto de 2005 y octubre de 2006.
Después de regentar durante años un local de jazz dejó este trabajo para centrarse en la escritura, lo que comenzó a repercutir en su forma física de forma evidente.



Una constante en el mundo de la música es la corta vida de algunos compositores, un hecho que hizo que su fecunda labor de creación, en la mayoría de los casos comenzada en plena juventud, se viera finalizada de forma abrupta. Autores como Mozart, Schubert, Bellini o el bilbaíno Juan Crisóstomo Arriaga se fueron de esta vida sin habernos dejado obras que nos enriquecieran aún más, aunque a algunos de ellos estos pocos años sirvieron para dejar memoria de su genio creador.
Vincenzo Bellini, Il Cigno di Catania (El Cisne de Catania) murió de una enfermedad gástrica en pocos días con apenas treinta y cuatro años. La mayor parte de su obra es operística, destacando entre sus diez producciones La Sonnambula, Norma e I Puritani, tres obras que han sido tratadas en diversos momentos en este blog.
¿Qué relación une el libro de Murakami con la música de Bellini? Aparentemente ninguno, pese a ser el escritor japonés un enamorado de la música, especialmente la clásica y el jazz, de las que deja constancia en sus libros. 
Para participar por primera vez en un carrera pensé que, en lugar de escuchar la radio mientras corría como suelo hacer (siempre Radio Clásica de Radio Nacional de España), sería más interesante seguir una ópera desde el principio y ver hasta dónde era capaz de escuchar antes de llegar, si llegaba, a la línea de meta. No tuve muchas dudas y la obra escogida para acompañar la carrera fue Norma. Así que la obertura comenzó a sonar nada más pisar la línea de salida.


La obertura de Norma es de las pocas músicas no vocales de Bellini que siguen en el repertorio habitual. Es una especie de sinfonía, aunque no funcione como tal, dividida en tres partes. La primera es una introducción de tipo marcial, una melodía con tintes épicos y guerreros que nos introducen en el argumento de la obra, con dos pueblos enfrentados, los galos sometidos frente a los conquistadores romanos. Una parte central melódica que oscila entre la melodía rítmicamente vertiginosa que va del pianissimo al fortissimo y una línea melódica cantabile que se van alternando con el esquema A-B-A-B-A. Esta última melodía cantabile se basa en uno de los últimos temas de la obra, lo que refuerza la tendencia que se daba en la ópera alemana de relacionar la obertura y la ópera, algo frecuente en Mozart o Weber. La tercera y última parte de la obertura es una conclusión alargada y soñadora. 
El enlace, sólo de audio, recoge una interpretación dirigida por Riccardo Muti en Viena en 1977 con la Orquesta de la Staatsoper de la capital austriaca. 


Una vez decidido el tipo de actividad que serviría como contrapunto a la sedentaria vida de escritor, Murakami reflexiona sobre las condiciones que ofrecen a su personalidad el hecho de correr y sus ventajas prácticas.




Una vez conseguida cierta continuidad en el hecho de practicar la carrera, la siguiente fase con que se encontró Murakami era alcanzar una mayor capacidad de resistencia en su esfuerzo.

Acostumbrado a correr solo por la carretera oyendo radio o música de ópera, hacerlo entre diez mil participantes es una experiencia fascinante, aunque extraña, en que la música se pierde entre el ruido de los pasos, los gritos de ánimo del público y las conversaciones de los corredores. 
Momentos antes de cruzar la línea de meta sonaba una de los más emocionantes dúos femeninos de ópera, Mira, o Norma. Es una pieza en que las dos sacerdotisas galas, Norma y Adalgisa, hasta hace unos momentos rivales por el amor del romano Pollione deciden que su amistad es más valiosa. 



El enlace muestra el mismo audio, con las mismas protagonistas que acompañaron en la carrera: María Callas como Norma y Christa Ludwig como Adalgisa en una grabación de estudio de 1961 dirigida por Tullio Serafín.


La constancia acompañada por una constitución física adecuada son características que Murakami considera fundamentales para alternar el hecho de correr con el trabajo de escribir. 





Murakami señala otra de las ventajas de correr durante largo tiempo, una cualidad que se puede asociarse a muchas actividades, aficiones o tareas que permiten realizarse de forma mecánica mientras nuestra mente crea, organiza, prepara en unos momentos que también nos ayuda a trabajar sin tener que estar sentados frente a nuestro escritorio de trabajo. Es complicado saber cuántas actividades de clase, cuántas ideas para trabajar con los niños o cuántos problemas del colegio han ido tomando forma corriendo. También son muchas las entradas de este blog que han ido encajando durante las carreras.


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