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¿Nos tomamos un sándwich?

Una muestra de la integración entre todos los pueblos y culturas, la influencia que existe entre unos en otros y que podríamos denominar también globalización la podemos encontrar desde hace milenios en la alimentación y la gastronomía.
En la prehistoria de los países de la cuenca mediterránea se comenzaron a alimentar y cultivar cereales como el trigo y la cebada, además de algunos alimentos como las legumbres, frutas, aceitunas, dátiles, higos o almendras. En la misma época, en la zona asiática eran el arroz, las judías y otros productos como plátanos, coco, mijo o caña de azúcar los primeros cultivos que sirvieron como base a la alimentación de su población, mientras en el continente americano lo fueron el fríjol, el maíz, el tomate o la patata, que fueron acompañados por la yuca, la mandioca o las frutas tropicales.
Con los movimientos de población, en muchas ocasiones, ya lo sabemos, por luchas y dominios, en otras a través de intercambios comerciales, en las últimas décadas por movimientos derivados del turismo y la cultura, unidos a la influencia de los medios de comunicación, nuestro planeta ha llegado a conformar una forma de vida que, en muchas ocasiones presenta una clara influencia entre unos y otros.
Si centramos la mirada en la alimentación y la gastronomía, podemos encontrar una gran cantidad de alimentos y, sobre todo, platos de comida que proceden de multitud de culturas y vamos incluyendo en nuestra alimentación y cultura gastronómica. Algunas incluso poseen en su denominación el gentilicio de procedencia como la pizza italiana, las tortillas francesa y española, las hamburguesas, la salsa holandesa, el arroz a la cubana o a la milanesa, la ensaladilla rusa, el jamón de York o cualquier tipo de queso. Para indagar sobre este origen se puede seguir el enlace Gentilicios en la comida: Alimentos con nacionalidad del blog hermano No hay vuelta atrás de @Raudeenlared.
Aprovechando que cada día 3 de noviembre se celebra el Día Mundial del Sándwich te invito a tomarnos uno -o varios- acompañados de libros y músicas. Si te gusta(n)... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Aunque existen evidencias más que suficientes para conocer que la idea se conocía desde mucho tiempo antes, con esos sesgos a la simplificación que tenemos los seres humanos, el definitivo reconocimiento del invento del sándwich se remonta a John Mongatu un aristócrata inglés nacido el 3 de noviembre de 1718 quien heredó a los diez años el título de Marqués de Sandwich de su abuelo ya que su padre, Edward Richard Montagu, Vizconde Hinchinbroke había fallecido cuando contaba con sólo cuatro años. Así llegó a convertirse en el IV Marqués de Sandwich, un título que le abriría las puertas de la Cámara de los Lores y le llevaría a desempeñar importantes cargos en el gobierno del Reino Unido como Primer Lord del Almirantazgo, Primer Secretario de Estado, Postmaster General (Director General del Servicios de Correos), cargos que llegó a ocupar en varias ocasiones, entre ellas durante las negociaciones para la firma del Tratado de Paz de Aquisgran o la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Pese a ocupar tantos cargos, tras su fallecimiento algunos detractores suyos llegaron a proponer, con cierta inquina, que en su tumba apareciera el siguiente epitafio: «Nunca alguien que ostentó tantos cargos tuvo tan pocos logros».
Lo que ha llevado a John Montagu a tener un lugar en la historia es haber dado el su título al sándwich, movido por su desmedida afición a los juegos de naipes. 
Fue durante las negociaciones que se establecieron para firmar el Tratado de Paz de Aquisgrán y que llegaron a durar dos años, cuando fue enviado en 1746 como delegado en representación de la emperatriz María Teresa. Los ratos de ocio los dedicaba a jugar interminables partidas de cartas que no le dejaban tiempo para sus comidas. 
Su cocinero, preocupado por sus ausencias, encontró una solución para que se alimentara sin ensuciarse las manos cuando jugaba, preparándole un filete de buey entre las dos mitades de un panecillo. La comida y la situación en que se sirvió llamó la atención y los aristócratas comenzaron a pedir «lo de Sandwich», hasta volverse en un recurso habitual, teniéndose constancia escrita por primera vez en 1760 del término culinario.
Así se popularizó un tipo de alimento que en la actualidad tiene tantas variedades como personas lo toman, frente a otros que llevaban mucho más tiempo consumiéndose.


El nombre de Allan Stewart Konigsberg quizás no nos diga mucho, pero citarlo con el nombre con el que es conocido en el mundo del cine nos sitúa ante el autor y el personaje: Woody Allen. Director, guionista e intérprete de sus películas, Allen ha dirigido más de cincuenta películas con un estilo muy personal que atrae a unos y aleja a otros. Manhattan, Annie Hall, Hanna y sus hermanas, La rosa púrpura de El Cairo o Macht Point forman parte de una filmografía en la que el autor muestra como nadie la soledad del hombre urbano contemporáneo mezclada con el amor, la religión, el sexo y la ciudad que le sirve de musa, Nueva York.
Autor también de algunas obras literarias, nos tomamos un sándwich con él con la compañía de su libro Cómo acabar de una vez por todas con la cultura. T.
En su capítulo Para acabar con las biografías, Allen nos ofrece una demoledora y delirante pseudobiografía pseudoartística del inventor del sándwich.

El invento del sándwich vino a agilizar la preparación de platos más complejos y aprovechar el tiempo y los lugares de los que disponemos para nuestras comidas. Como algunas obras de ópera o teatro, las comidas también tienen su espacio: la cocina es el lugar, entre bastidores donde todo se prepara, mientras el comedor es el escenario en que se lleva a cabo la puesta en escena con el esmero con que se prepara el ambiente, su decorado, sus protocolos, sus partes (entremeses, plato primero, segundo, postres) y tiempos.
Asistimos a una escena donde nos encontramos todos estos elementos dentro de una ópera. Nos acercamos a una de las puestas en escena más representativas de una comida: un banquete de bodas. 
El Acto II de L'elisir d'amore de Gaetano Donizetti comienza con el banquete de boda (aún sin haberse celebrado ésta) entre Adina y Belcore en la que la campesina espera la presencia de Nemorino para infundirle celos. La celebración, entre libaciones y cantos deriva a una invitación del embaucador Dulcamara que invita a la protagonista a cantar una barcarola a dos voces que acaba de componer ideada como un número de marionetas donde el anciano senador Tridente (Tres Dientes) busca los favores de una bella campesina que se resiste a sus insinuaciones. 
El enlace está interpretado por Ildebrando d'Arcangelo como Dulcamara y Anna Netrebko en el rol Adina en una representación que ya podríamos calificar como histórica que se llevó a cabo en la Staattsoper de Viena en 2005 con la dirección de Otto Schenk.

 

Cada año se celebra el Día Mundial del Sándwich coincidiendo con el nacimiento de John Montagu el día 3 de noviembre.
Según la Real Academia Española en su Diccionario de la Lengua Española se define al sándwich como «emparedado hecho con dos rebanadas de pan de molde entre las que se coloca jamón, queso, embutido, vegetales u otros alimentos», admitiendo otras grafías como sánguche o sanduche en algunos países hispanoamericanos.
Aunque es complejo dar por hecho el momento en que se descubre o se comienza a utilizar un tipo de preparación alimenticia, existen indicios de antecedentes en las culturas mesopotámica o egipcia. Se tiene conocimiento de antecedentes al sándwich en el korej sandwich Hillel, un preparado que se debe al rabino del mismo nombre consistente en carne del cordero pascual y charoset, un relleno a base de manzanas, nueces y vino que se complementaba con hierbas amargas y envuelto en un pan ázimo llamado matzoh que data de pocos años antes de nuestra era, en tiempos del rey Herodes.
Más antiguo aún es el Rou Jia Mo, una comida callejera china, cuya traducción es algo similar a «carne en pan» y que se remonta a varios siglos A. C.
Similares en su concepto gastronómico son el kebab turco, las arepas de Venezuela o Colombia, la torta mexicana, el choripán argentino, el pan de pita o nuestro castizo bocadillo


Desde su primera incursión en el mundo editorial con No te bebas el agua (1966) Woody Allen ha publicado más de una veintena de libros, muchos de los cuales se basan en el guion de algunas de sus películas como Manhattan, Hanna y sus hermanas, Annie Hall, la original Zelig, Maridos y mujeres, Sueños de un seductor o Interiores, entre otras. 
Pura anarquía cruza una serie de historias que se desenvuelven entre la Viena de finales del XIX, pasando por el calvario que supone realizar reformas en la casa o enjuiciar a algunos personajes de Disney, todo ello con la agudeza y la irónica mirada de Allen.
A propósito de nada es su última publicación, una autobiografía que muestra un repaso a su vida profesional en cine, teatro, televisión, clubs de música y la personal y que se adentra en la separación de la actriz Mia Farrow y el escándalo que la acompañó.
Publicado inicialmente en 1971 con el título de Gettin even y en español en la década siguiente, Cómo acabar de una vez por todas con la cultura es una recopilación de relatos que se publicaron en su mayoría en The New Yorker y a los que se añadieron varios expresamente. Con su estilo característico, Allen expone y revisa de forma irónica algunos elementos de la cultura contemporánea con situaciones que traslada al absurdo y lleva a los lectores a replantearse la percepción que tenemos de esos componentes, con temas recurrentes en su obra como el psicoanálisis o el hecho de ser judío.
Continuando con el capítulo Para acabar con las biografías, el escritor neoyorkino se centra en detallar la biografía y los inicios de la creación del Marqués de Sandwich.


Dejamos por unos momentos el sándwich para centrarnos en la carta de un restaurante de hace aproximadamente un siglo.
Nacido en Sestao, Miguel Arregui Trecet compuso en 1927 El menú. Pianista del Café Iruña de Bilbao quien, buscando partituras para la Coral del Ensanche encontró una composición a la que le puso una letra que se basa, simple y llanamente el menú que había ese día en el citado café al que le fue añadiendo más platos con la ayuda de Jesús Unzúe, sobrino del fundador del establecimiento.
Tras estrenarlo ese mismo año en el quiosco del Arenal, su popularidad llegó cuando el grupo donostiarra Los Xey lo difundieron en la década de los cuarenta del pasado siglo. 
El estilo entre recitativo y jocoso se presta a la interpretación tanto para cuarteto de voces como agrupaciones corales. Nos acompaña el Coro de Voces Graves de Madrid en una interpretación que se realizó a modo de intromisión dentro del Concierto Voces para la Paz de Músicos Solidarios para el proyecto Pozos en Níger celebrado en junio de 2011 en el Auditorio Nacional de Música bajo la dirección de Juan Pablo de Juan.


El sándwich es uno de los alimentos más socorridos cuando se trata de tomar alguna comida rápida, tanto sea en caliente o como en frío, es fácil y rápido de preparar, se desenvuelve desde las elaboraciones más simples y las más complejas en su preparación y admite tantas variedades como gustos personales. 
Aunque en ocasiones se asocia al fast food o comida rápida y hay algunas franquicias de estos tipos de restaurantes que cada año celebran esta onomástica apoyando a personas con menos recursos.
Entre sus virtudes podemos recalcar que se puede llevar a cualquier sitio, es un alimento que puede llegar a ser realmente saludable y con su consumo podemos llevar a nuestro organismo los nutrientes necesarios, ya que aglutina alimentos variados en pequeñas proporciones que ayudan a equilibrar nuestra dieta. El uso de pan integral y alimentos naturales combinando los vegetales con algún tipo de carne aportan proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y sales minerales a nuestro organismo.


En los dieciocho capítulos de Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, Woody Allen no deja títere con cabeza: Todos los relatos se denominan Como acabar con... y tratan de temas que se hallan dentro del universo del escritor como la crítica freudiana, la mafia, las memorias de guerra, la filosofía, las biografías, Ingmar Bergman, la tradición judaica, el ajedrez, los regímenes de bajas calorías, los libros de recuerdos, las películas de terror, los espectáculos de mimo, el psicoanálisis, las revoluciones en Latinoamérica, la historia de los grandes descubrimientos o las novelas policiacas
El texto que nos acompaña y que nos sirve como homenaje al sándwich finaliza con la inequívoca emoción de los grandes descubrimientos de la humanidad, equiparable a aquellos que nombraba en el inicio del capítulo, con una narración que se mueve entre la tradición biográfica, la sutil ironía y su particular sentido del humor.


De la misma forma que el sándwich tuvo un origen anterior al que actualmente le reconocemos, nuestra segunda incursión musical también tiene un precedente en el que se inspiró Miguel Arregui para su creación gastronómico-musical. 
Compositor y director de coro alemán, Carl Friedrich Zöllner vivió los primeros sesenta años del siglo XIX, estrenando en 1841 su pieza coral Der Speisezettel (El menú), a la que subtituló Ein Scherz für Männerstimmen (Una broma para voces masculinas). 
En este material, compuesto casi ochenta años antes, se inspiró Arregui para su obra en la que, lógicamente modificó los platos del gusto alemán por los del Café Iruña.
Nos despedimos de esta publicación que gira alrededor del sándwich con Der Speisezettel que, de la misma manera que El menú anterior, no cita en su carta a ninguna variedad de nuestro protagonista. Un descuido imperdonable.
La interpretación corre a cargo de Ensemble Amarcord en una grabación de 2003 con la presencia del bajo Gunther Emmerlich como cliente.

¡Buen apetito!

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

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