Séver la salrev éS
El lenguaje tiene un enorme poder. Nuestro avance como especie animal viene determinado por nuestro capacidad de abstracción y de comunicación. La creación del pensamiento abstracto, la transmisión de ideas y sentimientos están en la base de nuestro progreso. Pensar cómo se desarrollaba la vida hace una decena de milenios y cómo se desarrolla en la actualidad nos lleva a reflexionar sobre los enormes progresos que los seres humanos hemos conseguido gracias a nuestras habilidades físicas y motrices y, sobre todo, nuestra capacidad mental de abstracción, creación y comunicación.
Pero no todo en el lenguaje posee la misma intención. En él frecuente el uso de los juegos que alteran significados, promueven el pensamiento creativo, plantea juegos con las palabras, las frases y sus significados o se recrean con el uso del ingenio.
Así, quién de nosotros no conoce adivinanzas populares, proverbios o refranes o la frase ingeniosa con que Quevedo llamó la atención sobre el defecto físico de la reina sin temer represalias: «Entre las blancas y las rojas, su majestad escoja». Así, los idiomas son ricos en juegos de palabras o recursos literarios que van más allá del simple chascarrillo o del ingenioso ripio.
En esta publicación nos centramos en el palíndromo, esa frase -o palabra- que se puede leer igual en el sentido habitual, de izquierda a derecha, como en el sentido inverso, como las palabras Ana, salas o anilina en las que la n y la l se presentan como ejes de simetría.
En los palíndromos podemos apreciar tanto el ingenio como la intención de métodos basados en el arcano o la cábala, los recursos literarios y artificios barrocos, los juegos de palabras de las vanguardias literarias o los pasatiempos que comenzaron a aparecer en la prensa y que proliferan por distintos espacios tanto en papel como virtuales.
También los encontramos en frases como «Adán no calla con nada», «¿Son robos o sobornos?» o el conocido «Dábale arroz a la zorra el abad» con que la R.A.E. ejemplifica este recurso.
Te propongo jugar con palíndromos como el que titula esta publicación con textos que van desde la cábala a la narración y la poesía y músicas basadas en ellos. Nos acompañan el cuadrado Sator, obras de Cortázar, Darío Lancini y músicas de Haydn, Bach y Bodvar Moe. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
En nuestro idioma el palíndromo -o palíndroma- también puede denominarse capicúa, pese a que este término lo utilicemos preferentemente con los números que pueden leerse en ambos sentidos. Capicúa es uno de estos términos con que nuestro idioma se enriquece del catalán «cap i cua» (Cabeza y cola).
En Verbalia. Juegosde palabras y esfuerzos del ingenio literario, Màrius Serra nos acerca a ese mundo ludolingüístico formado por los juegos de palabras, los recursos y figuras como palíndromo, calambur, logogrifo o paranomasia que se utilizan en los idiomas, muchos de ellos intraducibles a otras lenguas, pero que participan de unos resortes que son universales.
En italiano, los versos en forma de palíndromos se denominan Crancini (a la manera de los cangrejos) como estos que Dante incluye en su Divina comedia:
In girum imusnocte et consumimur igni.
(Damos vueltas en la noche y somos consumidos por el fuego).
En francés se conocen como Anaciclyques (anacíclicos, con el mismo significado), como Versos retrógrados o Versos Sotádicos.
El término proviene de la unión de Pálin (de nuevo) y Drómos (carrera) que forman el término griego Palíndromos (que retrocede, que va y viene). La historia de la literatura atribuye los primeros a Sótades de Maronea, un poeta de Alejandría que vivió en el siglo II a. C., aunque no se conserva ninguno de los que creó, relacionándose posiblemente con fórmulas que utilizaban los gnósticos para designar a la divinidad.
Uno de los palíndromos más conocidos a la par que más enigmático es el famoso Cuadrado Sator. Se trata de una inscripción palindrómica latina cuadrada que sobrevivió en Pompeya a la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era.
Este cuadrado polipalindrómico se repite en distintos lugares europeos especialmente relacionados con recintos religiosos, llegando los paleógrafos a desarrollar diversas teorías relacionadas con un ingenioso sistema para encriptar un mensaje de un cristianismo que en la época del primero de los cuadrados se encontraba a la sazón en la clandestinidad.
En Epigrafía mistérica. El místico Cuadrado SATOR, la Dra. en Geografía e Historia, Ciencias y Técnicas Historiográficas de la USE y UHU, María del Carmen Calderón Berrocal realiza para el nº 5, volumen 1 de la revista Tabularion Edit un estudio sobre este cuadrado Sator, su descubrimiento, las réplicas que se fueron haciendo durante siglos del original y sus copias. También analiza las posibles traducciones e interpretaciones, así como el posible mensaje que se encripta en tan cabalístico palíndromo.
Este Cuadrado Sator ha servido de inspiración para composiciones musicales de distintos estilos, en la mayoría de ocasiones con el único texto del polipalíndromo. Nos acercamos a la obra del compositor noruego Bodvar D. Moe. Semanas después de los atentados de las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 compuso la pieza para coral Sator, utilizando el significado incierto del misterioso cuadrado por una parte y el texto, que se emplea en Laponia como invocación para detener las hemorragias y, en esta ocasión, como forma de detener el derramamiento de sangre que los atentados provocaron.
El St. Jacobs Vokalensemble de Estocolmo (Suecia) dirigido por Mikael Wedar interpreta Sator de Bodvar D. Moe dentro de su participación en el 50º Festival de Coros de Tolosa de 2018 en el que obtuvieron el primer premio por su participación con el mejor programa en el certamen.
Intraducibles a otros idiomas, los palíndromos pierden al hacerlo su razón de ser más primordial, la simetría.
En el idioma inglés, uno de los palíndromos más conocidos es el que está relacionado con el canal de Panamá: «A Man, a Plan, a Canal, Panama», del que se cuenta que fue utilizado por Theodore Roosevelt en su campaña electoral de 1904 con la que ganó la presidencia. Al parecer, su historia se ha tergiversado, ya que se asegura que fue ideado -o encontrado- por Leigh Mercer durante los años cincuenta del pasado siglo. Lo que es indudable es que ha sufrido una serie de modificaciones y adaptaciones, algunas de ellas asociadas al humor y la publicidad conforme avanzaba su popularidad.
Dentro del idioma francés del pasado siglo, el inquieto, vanguardista y lúdico Georges Perec publicó un enorme palíndromo, que se reeditó en 1978 en La clôture et autres poémes. El grupo de autores de vanguardia al que pertenecía, OuLiPo (Ouvroir de litérature potentielle, Taller de literatura potencial) eran aficionados a todo tipo de juegos con las palabras del idioma.
A la muerte de Perec, Luc Étienne elaboró un poema en su memoria, un doble acróstico a partir de un palíndromo elaborado con las letras de su apellido y cuyo perímetro contiene cuatro veces el palíndromo del primer verso en la doble lectura de derecha a izquierda.
Pese a que hubo algunos autores que los trabajaron en nuestro idioma, los palíndromos no llegaron a alcanzar resonancia literaria hasta que los escritores de la vanguardia los utilizaron en sus obras. Escritores como Borges, Cortázar, Augusto Monterrosso, Darío Lancini o Cabrera Infante se sirvieron de la fascinación de estas palabras capicúas en sus escritos.
Quizás no fuera hasta que Julio Cortázar lo utilizara por primera vez en su obra que no alcanzaran entidad literaria y popularidad.
Ya en Bestiario, una de sus primeras recopilaciones de relatos, Cortázar hacía que Alina Reyes, la protagonista del relato Lejana manifestara en su diario su predilección por los palíndromos:
Así paso horas: de cuatro, de tres y dos, y más tarde palíndromas. Los fáciles, salta Lenin el atlas; amigo, no gima; los más difíciles y hermosos, átale, demoníaco Caín, o me delata; Anás usó tu auto, Susana. O los preciosos anagramas: Salvador Dalí, Avida Dollars; Alina Reyes, es la reina y... Tan hermoso, éste, porque abre un camino, porque no concluye. Porque la reina y...
Más de treinta años más adelante, Cortázar volvió a utilizar los palíndromos como protagonistas de un relato. En Deshoras (1982), el último libro de relatos que publicó en vida, el escritor argentino incluye un cuento basado en el palíndromo «atar a la rata» alrededor del cual construye Satarsa, un relato inquietante en el que unos exiliados políticos sudamericanos sobreviven en una zona aislada cazando ratas para su venta a la industria química. Todo el ambiente y el argumento son creados para ponerlos al servicio de este palíndromo al que acompañan «Adán y raza, azar y nada» que aparece bajo el título y el citado que hace referencia al demoníaco Caín.
Evocación de Rayuela, con unos personajes, situaciones y diálogos que nos recuerdan a los que transitan por esa obra maestra, Satarsa es una obra cumbre de la palindroma -así, tal como la escribe el autor, en femenino y llana- en lengua castellana.
También en la música se ha compuesto a partir de la idea de los palíndromos. Compositores como Bach, Haydn, Beethoven, Schubert, Berg, Webern, Shostakóvich o Messiaen han realizado obras con estos recursos.
Nos acompaña una pieza de Franz Joseph Haydn de 1773. Dentro de la Sonata nº 41 para piano (Hob XVI/26), su segundo movimiento con la denominación de Menuetto al Rovescio (Minuetto a la inversa) formado por el minueto y el trío que forman un palíndromo que se interpreta simultáneamente en sentido directo e inverso. El enlace nos muestra la partitura con la indicación de la parte que se está interpretando en cada momento, en la que se puede apreciar de manera sonora y gráfica el palíndromo que se está interpretando.
En castellano, el primer palíndromo que se conoce aparece publicado en el cancionero Sarao de amor de Joan Timoneda, publicado en 1561:
Tres versos con tal artifizio hechos
que tanto dize al derecho como al revés:
Ola moro malo
no tardes y sed ratón:
no desseo esse don.
Más adelante, Baltasar Gracián citaba en uno de sus discursos de Agudeza y arte de ingenio (De la agudeza por paronomasia retruécanos y jugar del vocablo) un palíndromo formado a partir del nombre de San Francisco Javier: «Rey va Javier».
Atribuidos a autores concretos son el que titula esta publicación «Sé verlas al revés» de Carlos Illescas, «Son robos, no sólo son sobornos» de Darío Lancini -que además participa del hecho de ser monovocálico-, o el contundente y expresivo ¡Arriba la birra! del argentino Juan Filloy.
Los palíndromos poseen el innegable poder del juego, asociado en ocasiones a los movimientos de vanguardia literaria. Cuando citaba a Geroges Perec aludía al palíndromo más extenso de los conocidos, además de un innegable sentido del juego con el lenguaje, pues publicó la novela Les reverentes en las que utiliza una única vocal, la e en toda ella.
En La clôture et autres poèmes, Perec publicó 9691, Edna D'Nilu, el más extenso de los palíndromos con más de cinco mil letras. Escrito en 1969 en versión mecanografiada, se publicó al año siguiente como Le Grand Palindrome. En nuestro idioma no se ha publicado traducido, pues se habría perdido el sentido lúdico de la obra.
Una de las mayores desventajas que poseen los palíndromos está asociada a su longitud. El ingenio desarrollado en estas composiciones pierde fuerza cuando la extensión aumenta. Una frase breve como algunas de las citadas tiene un poner grande de fascinación por quienes la leen, pero al aumenta la longitud se pierden, por un lado la fuerza del mensaje, enrevesándose y diluyéndose, y por otro lado, la capacidad del lector para seguir la simetría del texto.
Uno de los palíndromos más extensos en castellano es Amor azul, un poema del venezolano Darío Lancini que conserva su fuerza hasta el final de sus versos.
Entre la música que citaba en la que se utilizaba el recurso del palíndromo, se encuentran obras tan señaladas dentro del siglo XX como el Cuarteto para el fin de los tiempos de Olivier Messiaen, especialmente en el movimiento Liturgia de cristal.
Pero si hay un autor en que este tipo de recurso sea utilizado con mayor frecuencia, profundidad y calidad es Johann Sebastian Bach.
En su Musikalisches Opfer (Ofrenda musical, BWV 1079) dedicada en 1747 a Federico el Grande con motivo de la visita que el compositor realizó a su corte, Bach introduce en sus variaciones sobre el tema del monarca algunos cánones en el estilo denominado De cangrejo. Nos acompaña para despedirnos de los palíndromos el Canon a 2 Cancrizans en el que el violinista Shunske Sato de la Nehterlands Bach Society nos interpreta esta pieza de forma gráfica. Comienza caminando de izquierda a derecha, en el sentido de la lectura del pentagrama, para continuar en su interpretación caminando en sentido inverso. La tercera vez que se interpreta el tema se hace de forma simultánea en los dos sentidos, por lo que podemos ver al intérprete desplazándose las dos veces correspondientes.
y tú, ¿quieres compartir algún palíndromo?
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P. S. Una vez finalizada la publicación, añado a este post unos enlaces relacionados con los palíndromos recibidos en el comentario de Jesús Lladó Parellada dado su interés:
«Os remito a dos libros de palíndromos de los que soy autor: Sé verla al revés (Editorial Praxis) y Los palíndromos musicales, en la misma editorial. También en este enlace podéis visitar el blog del Club Palindromista Internacional del cual soy copresidente».
Saludos
- Serra, Màrius. Verbalia.Juegos de palabras y esfuerzos del ingenio literario, Editorial Península, 2000.
- Calderón Berrocal, Mª del Carmen. Epigrafía mistérica. El místico Cuadrado SATOR, Tabularium Edit, ISSN-e 2341-4863, Vol. 1, nº 5, 2018, págs. 5-24
Magnífica entrada Miguel Ángel. Tremendamente curioso este universo de los palíndromos, además de entretenido. Hay que tener una mente verdaderamente ingeniosa para dedicarse a la construcción de estas estructuras, sin duda.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias, Antonio.
EliminarSí aue es curioso este mundo de los palíndromos que se desenvuelve entre el misterio y el juego. No sólo hay que ser ingenioso para crearlos, sino que hay que evitar crear textos demasiado ininteligibles y artificiales.
Un fuerte abrazo :-)
Hola Miguel, lo que he disfrutado con tu entrada, ¡genial! Me ha impresionado ese poema de Darío Lancini, no lo conocía, magistral, madre mía, qué ingenio y qué poder del lenguaje para hacer ese poema con el palíndromo como protagonista, ¡sorprendente! Después, qué decir de Quevedo, jajajaja, era único, seguro que recuerdas el "Érase un hombre a una nariz pegado", dirigido a su homónimo Góngora, tiene un gran ingenio y, supongo, mucha picardía. También me ha gustado mucho cómo relacionas los palíndromos con la música... La verdad es que tus entradas son un arte en sí, se aprende mucho y se disfrutan más. Te felicito. Un abrazo. :)
ResponderEliminarMe alegra que lo hayas disfrutado, Merche.
EliminarHay que tener mucho ingenio para crear palíndromos como Amor azul o crear relatos a partir de ellos como Cortázar. Has podido apreciar que el mundo de la música también tiene afición por los palíndromos, especialmente gracias a la influencia de Bach.
Un fuerte abrazo :-)
Os remito a dos libros de palíndromos de los que soy autor. SÉ VERLA AL REVÉS (Editorial Praxis): https://acortar.link/65D19q y LOS PALÍNDROMOS MUSICALES, en la misma editorial: https://acortar.link/cUNbkW. También en este enlace podéis visitar el blog del Club Palindromista Internacional, del cual soy copresidente: https://cpalindromistai.blogspot.com/. Saludos
ResponderEliminarGracias, Jesús.
EliminarHabía leído sobre el club palindromista, pero finalmente no puse nada. Por si hay personas interesadas, he añadido tu comentario al final del blog para que tenga más visibilidad.
Un fuerte abrazo :-)
Hola, Miguel, qué estupendo reportaje sobre palíndromos. Para recrearse con el lenguaje, los recursos literarios son muchos, pero este tan es tan lúdico, juega con las palabras, agudiza el ingenio y sorprende gratamente al lector. Para quitarse el sombrero. Un placer de lectura ambientado con tan buena música.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias, María Pilar.
EliminarLos palíndromos nos hacen entrar en el aspecto más lúdico e ingenioso del lenguaje. Los distintos idiomas son una frontera para ellos, puesto que al ser traducidos pierden su sentido, salvo con la música que, como sabemos, posee un lenguaje universal.
Un fuerte abrazo :-)
Verdaderamente genial. La labor de documentación para escribir una entrada de este tipo es enorme y digna de agradecer. Enhorabuena y muchas gracias por ponerla a disposición de quienes disfrutamos leyendo de estos temas. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Joaquín.
EliminarEl mundo de los palíndromos es interesante, ya que va mucho más allá de la simetría. El ingenio y el conocimiento del lenguaje, ya sea literario o musical, lo hacen atractivo. Lástima que los literarios pierdan sus cualidades al traducirlos, cosa que no ocurre con los musicales.
Un fuerte abrazo :-)