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Lotte Reiniger, pionera del cine de animación

Entre otros significados, animar consiste en dar vida o ánima a una obra de arte, o comunicar a un ente, idea o ser inanimado vigor, intensidad y movimiento. 
En este sentido aparecieron como un género del cine, que apenas tenía unos años de vida, la animación o los dibujos animados (cartoons), esa suerte de film que, en lugar de grabar el movimiento de las personas, aprovechaba el conocimiento del mismo que los fotogramas proporcionaban para crear la ilusión del movimiento y dar ánima a seres inertes o animales, utilizando el recurso de la personificación de los mismos, como en las antiguas fábulas.
El mundo de la animación en el cine es amplio y variado, con el uso de muchos estilos y técnicas en las que se han utilizado, sobre todo, dibujos hechos a mano en los inicios y que fueron avanzando conforme la tecnología iba desarrollándose. 
Desde que Walt Disney comenzara a crear los personajes que inundaron las salas de cine y, más adelante las televisiones de los hogares de más de medio planeta, la animación ha avanzado a ritmos exponenciales de la mano de proliferación de la demanda y de los avances técnicos y digitales.
Pero en este, como en muchos otros terrenos, con frecuencia quedan en el olvido los primeros pasos que se dieron para llegar al punto en el que nos encontramos.
En mi búsqueda de música clásica o de ópera me encontré hace tiempo una versión de animación sobre Papageno, el entrañable pajarero de La flauta mágica de Mozart, realizada en blanco y negro en la década de 1930. Buscando e indagando sobre de dónde procedía fue aumentando mi curiosidad hasta encontrar detrás a una autora fascinante sobre la que trata esta publicación. 
Te propongo acercarte a una de las pioneras del cine de animación, la alemana Lotte Reiniger, su vida y algunas de sus obras para conocer a una creadora tan fascinante como desconocida. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
  
Lotte Reiniger con uno de los escenarios que utilizaba para sus representaciones en directo
En primer lugar es importante destacar que apenas hay referencias en los libros que tratan de la historia del cine de forma general a esta autora; si acaso unas pocas líneas. En Historia ilustrada del cine de René Jeanne y Charles Ford tan sólo encontramos un párrafo que haga referencia a ella y aún así, de forma compartida:

Es preciso destacar la importancia que merecen dos obras que no deben nada a nadie, y muy diferentes entre sí: Die Abenteuer des Prinz Achmed (Las aventuras del príncipe Achmed) y Berlín sinfonía de una gran ciudad. En el primero de estos filmes, Lotte Reiniger pensó por primera vez en establecer una colaboración entre el cine y las viejas sombras chinescas, que por todo el mundo ha sido la distracción de innumerables generaciones. El resultado fue un filme fantástico, encantador, que obtuvo un éxito universal.

Un solo párrafo -del que he eliminado el comentario sobre la otra película- en una obra que recoge la historia del cine en más de 1.100 páginas tratan de la obra de una de las pioneras del cine de animación.

Lotte Reiniger en el Atelier Abbey Arts Centre de Londres. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=66894382
Charlotte (Lotte) Reiniger nació en Berlín en 1899 en una familia de clase media sintiéndose desde muy pequeña una apasionada de las artes: le gustaba oír música, pintaba y le atraían recitar y la interpretación teatral hasta el punto que en su casa montaba pequeñas representaciones sobre autores como ShakespeareAdemás, tenía una habilidad especial recortando papel con las tijeras que eran la admiración de sus familiares y amigos y que nunca pensó que le serviría para nada más que entretenerlos: Era capaz de crear figuras de personajes de una gran viveza y realismo con los que montaba sus representaciones teatrales en el espacio reducido de su casa.
Desde joven había quedado fascinada con las películas de Georges Méliès y con diecisiete años asistió a un conferencia del cineasta Paul Wegener que le produjo una gran impresión y le hizo entrar en la escuela de teatro en la que él impartía clases, mientras seguía con su afición a recortar figuras que articulaba con alambres para darle movimiento entre clase y clase. La vitalidad y perfección de sus figuras llamó la atención de Wegener que le propuso trabajar con él realizando los títulos de crédito de algunas películas.


En su artículo de Internet Lotte Reiniger, William Moritz, profesor de Historia del Cine y la Animación en el California Institute of the Arts publica una semblanza sobre la animadora alemana, de la que extraigo algunos párrafos relevantes sobre ella.


Poco a poco, Lotte Reiniger fue trabajando en obras como las mencionadas, siendo Las aventuras del príncipe Achmed el primer largometraje de animación de la historia del cine que aún queda completo. Del primero, El apóstol, del italo-argentino Quirino Cristiani -una crítica al presidente de Argentina Hipólito Yrigoyen-, realizado enteramente por él en 1917 no quedan copias.
Aunque sólo eran sombras fotografiadas a contraluz por una cámara, las historias que Reiniger creaba con ellas con una minuciosidad y gusto por el detalle cobraban vida y emocionaban a los espectadores como nadie antes había hecho con ese género.
Además de los largometrajes, Lotte trabajó en decenas de cortometrajes dirigidos tanto al público adulto como al infantil, además de algunas películas publicitarias.
En una entrevista con Walter Schobert para el Deutsches Film Museum de Frankfurt realizada en 1969 afirmó: «Me encanta realizar películas para niños. Son un público mu crítico y muy agradecido». 
Para ese público infantil y juvenil adaptó cuentos clásicos, utilizó historias originales suyas, se inspiró en motivos de ópera sacados de Carmen, La flauta mágica, Las bodas de Fígaro o Cossí fan tutte, obras en las que mostró su pasión a la vez que sugería en los personajes femeninos la fortaleza y determinación que ella misma atesoraba.

Lotte Reiniger trabajando con la cámara multi-plano con su esposo Carl Koch (parte superior), Walter Turck y Alexander Kardan

Nos acompaña el primer film que realizó Lotte Reiniger, Das Ornament des verlebten Herzens (El ornamento del corazón enamorado) en 1919 cuando contaba veinte años y en el que podemos apreciar el valor de la experimentación para abrir caminos nuevos a partir de técnicas innovadoras y el uso novedoso de un arte tan tradicional como las sombras chinescas que fueron traídas del lejano oriente por los jesuitas.
El argumento es simple: Un príncipe está enamorado de una hermosa princesa, pero ella no muestra interés. Cuando encuentra un adorno en forma de corazón, piensa que la conquistará, pero las cosas no salen como pensaban ya que este adorno parece que tiene voluntad propia. Aunque la película tiene más de cien años, se puede apreciar el encanto de la animación, así como la experimentación con los movimientos de las figuras, siendo una de las películas de animación más antiguas que existen. Aunque no es la versión original, que desapareció, se trata de una copia restaurada por la propia autora para adaptarla a los nuevos tiempos, creo que alrededor de 1970, con el fondo coloreado y con música de Héloise Palmer que, evidentemente no estaba en la versión original sin sonido.


Tras colaborar con Wegener en los títulos de crédito de varias películas, este consiguió que Lotte entrara en el Institut für Kulturforschung (Instituto de Innovaciones Culturales), uno de los pocos lugares donde podía experimentar con la animación. Allí comenzó a trabajar con una nueva técnica que se denominó «animación por recortes» con la que creó esa primera película con esas sombras chinescas. 
Durante ese tiempo relataba que su mejor experiencia fue conocer a Carl Kock con quien se casó en 1921 y junto a quien trabajó hasta que él falleció. Su esposo realizó la fotografía en sus trabajos, además de ayudarle a superar los prejuicios que tenía por el hecho de ser mujer.
Reiniger se relacionó con los ambientes culturales de Berlín llegando a crear el decorado de algunas obras en el Teatro Volksbünhe y entablar amistad con la élite cultural, entre ellos el dramaturgo Bertold Brecht.

Preparando los distintos fondos para la cámara multi-plano.

En su caminar como pionera hubo de dar respuesta a diversas cuestiones técnicas que le sirvieran para desarrollar su trabajo, entre las que se encuentran la creación de la cámara multi-plano. Esta cámara consiste en una estructura que tiene colocados varios vidrios superpuestos sobre los que se colocan diferentes recortes que daban profundidad a los distintos planos de la historia que se podían manejar independientemente. Lotte Reiniger trabajaba en Berlín con el equipo de cinco personas que citaba William Moritz en el texto inicial, siendo sus colaboradores Rutmann y Richter los primeros que utilizaron esta cámara experimentando con ella hasta conseguir los resultados deseados. Así fue consiguiendo que la parte técnica estuviera al servicio de su fecunda creatividad y las sombras chinescas avanzaran hasta cobrar vida más allá de la que tenían originalmente en Asia. Esa creatividad e imaginación llevó a sus películas a alcanzar una magia que llega a los espectadores y radica en el hecho de ser artesanal, con su elaboración a mano, sin la tecnología avanzada de creadores posteriores como Disney.

El texto que nos acompaña pertenece a un artículo que la revista Sight and Sound le propuso escribir contando su trabajo y que salió publicado en 1936. En Scissors make films: Lotte Reiniger on creating her magical animations (Las tijeras hacen películas: Lotte Reiniger sobre la creación de sus animaciones mágicas), la revista volvía a publicar el artículo que la creadora alemana escribió para el número de Primavera de 1936 correspondiente al Volumen 5, nº 17 de la citada publicación. En él, Reiniger plantea y responde las dos preguntas que solían plantearle en aquel tiempo y que quizás hoy no necesitaríamos enunciar: Cómo se le ocurrió la idea y cómo logra que las figuras se muevan y no se vean sus manos. Un documento histórico.


Interrumpimos este artículo para dar paso a la publicidad, eso sí, sin sonido. 


Este anuncio comercial de Aspirina (Cafiaspirin) fue realizado en los primeros años de la década de 1930.

El ascenso de Hitler al poder cambió la carrera de Lotte y su esposo Carl Koch, pues aunque no eran judíos, tenían amigos que lo eran, eran partidarios de las políticas de izquierda y amigos de personalidades tan pronunciadas con esa línea como el citado Bertold Brecht. Intentaron abandonar Alemana muy temprano, en 1933 apenas los nazis llegaron al poder, aunque no pudieron conseguir visados para poder instalarse en Francia, Inglaterra u otros países, por lo que debían volver al país una vez que le caducaban sus visas para turistas y continuaban trabajando en sus películas al regresar.
En 1936 decidieron abandonar el país para siempre. Lotte encontró apoyo para seguir trabajando sus películas en Inglaterra, mientras Carl trabajó con el cineasta Jean Renoir, aunque debieron regresar cada pocos meses para volver con unos nuevos visados. En ocasiones, el matrimonio sólo se veía hasta cruzar el Canal de la Mancha
En plena guerra, Renoir consiguió que fueran a Italia donde hicieron tres películas de animación hasta que fueron evacuados a Alemania con la llegada de los ejércitos aliados a la península. Durante los bombardeos de Berlín siguieron trabajando, mientras Lotte cuidaba a su anciana madre. Al finalizar la guerra terminaron la película en los Estudios DEFA recién fundados en Alemania del Este. Por fin, en 1949 consiguieron instalarse en Inglaterra donde siguieron su trabajando durante años.

Imagen del cortometraje Papageno

El segundo de los enlaces que nos acompaña corresponde al cortometraje Papageno, el que me acercó a la autora. Se trata de una película de 1935 en la que muestra de forma deliciosa al personaje de La flauta mágica y algunas de las melodías más conocidas que interpreta en la ópera. De este trabajo, el cineasta Jean Renoir llegó a decir que el Papageno de Lotte Reiniger es el mejor equivalente visual de la música de Mozart.
Aunque existen versiones coloreadas de su etapa en Inglaterra, he apostado por una versión en color con la música original, aunque los títulos de crédito pertenecen a una de las versiones que se adaptaron para el público inglés.


Ya instalado en Inglaterra, el matrimonio realizó algunos trabajos para la Oficina General de Correos y después crearon Primrose Productions con la que rodaron cortometrajes basados en cuentos populares entre los que destacan Calif, la cigüeña, Pulgarcita, El saltamontes y la hormiga o El sastrecillo valiente con el que obtuvieron el Premio al mejor cortometraje en la Bienal de Venecia de 1955. Llevó a cabo funciones de marionetas de sombras en directo y publicó un libro, Silhouettes, con sus ideas y técnicas.
En ese periodo también realizó el documental The Art of Lotte Reiniger donde explica su forma de trabajar la animación y que aparece enlazado como extra en esta publicación.
Cuando Carl Koch falleció en 1962, Lotte continuó trabajando y realizó una veintena de películas para la BBC. Diez años después recibió en Alemania la Cinta de Oro; en 1976 viajó a Canadá donde realizó Aucassin et Nicolette para la National Film Board y en 1979, con ochenta años, hizo su última película en color, The Rose and the Ring. En 1980 recibió en Londres la Cruz Federal del Mérito y después regresó a Alemania. Falleció en Detenhausen el 19 de junio de 1981.

Para finalizar esta publicación me centro en su obra más conocida, la que abrió el mundo de la animación a los largometrajes, Las aventuras del príncipe Achmed, una obra que realizó con su equipo de producción de cinco miembros y que le llevó nada menos que tres años de duro trabajo, desde 1923 a 1926, adelantándose a Walt Disney y el imperio que este crearía más adelante.
Utilizando la cámara multi-plano, que la citada factoría americana llegaría a replicar unos años después, para fotografiar las siluetas de los personajes que uniría con las «tachuelas mariposa» que no se verían al ser fotografiadas a contraluz y usando arena y jabón para crear efectos especiales, finalizaron un rodaje en el que se emplearon más de 100.000 imágenes fotografiadas.

Escena de Las aventuras del príncipe Achmed
Si la creación de la película supuso un trabajo descomunal, más esfuerzo costó estrenar lo que sería el primer largometraje de animación europeo creado por una mujer con una técnica prácticamente desconocida. 
Las visitas que Reiniger realizó por distintos periódicos por conseguir que los críticos vieran su película no sirvieron de nada. Fue su esposo Carl quien logró que se estrenara y distribuyera alquilando un pequeño cine en las afueras de Berlín y anunciando a todos los críticos la única oportunidad de ver en exclusiva el primer largometraje del famoso Reiniger. Al evento asistieron la mayor parte de los críticos berlineses. Unos se marcharon al comienzo, mientras otros siguieron en sus asientos esperando a ver qué ocurría. Las siluetas negras con luces blancas y de colores como fondo llamaron la atención, hasta que hacia la mitad de la película el proyector se atascó y el celuloide comenzó a arder. Las llamas que se veían en la sala coincidieron con una escena dramática en la que había un fuego, por lo que hubo unos momentos de confusión. El maquinista apagó el fuego con arena, colocó de nuevo la película con tal habilidad que los críticos pensaron que era una decisión del autor para dar un énfasis dramático. Al finalizar salieron impresionados y, en general, escribieron buenas reseñas de la obra. Cuando se enteraron de los detalles del incidente la reputación de Lotte ya había crecido. Quizás sin este incidente la película no habría triunfado tan pronto, pero sin duda lo habría hecho dado el valor de la obra.

Volvemos de nuevo a la publicación del profesor de Historia del Cine y la Animación William Moritz para acercarnos a Las aventuras del príncipe Achmed.


Lotte Reiniger abrió un camino en el que apenas ha habido seguidores con el paso de los años. En las décadas de los 70 y 80 del pasado siglo se crearon películas con esta técnica, aunque poniendo más énfasis en el trabajo pictórico de las siluetas o en las animaciones digitales, pero, en el fondo, siguiendo el mismo concepto que creara la cineasta alemana.
El equipo formado por Lotte, Carl Kock, Walter Ruttmann y Berthold Bartosch logró crear una obra maestra de donde apenas había nada en lo que basarse. Pensar en la evolución que hay entre el El ornamento del corazón enamorado y este largometraje es comprobar cómo cuando hay inteligencia, creatividad, trabajo en equipo y esfuerzo se consiguen grandes resultados.
La historia de Die Abenteuer des Prinzen Achmet se basa en elementos e historias de Las mil y una noche con referencias a Aladino, La historia del príncipe Achmed y el hada Peri-Banu o El caballo de ébano. La obra tiene unos hallazgos que aún son sorprendentes en nuestros días como la mancha que se va transformando en monstruos o animales o la forma en que el mago realiza la aparición del palacio.
El vídeo procede de la restauración citada por Moritz y los títulos con que se va narrando la historia están en inglés. Aunque relativamente fáciles para seguir la historia, si lo deseas puedes ir a YouTube y en Ajustes cambiar los subtítulos al idioma español.
Es el momento de pensar si te interesa ver la película, buscar el momento adecuado y ver una obra maestra que se estaba realizado hace ahora justo un siglo y que tiene la frescura, el ritmo dramático y la tensión argumental para verla hoy en día. 
Al final de esta publicación puedes acceder al documental The Art of Lotte Reiniger donde también podrás ajustar los subtítulos para seguirlos en español. 

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EXTRA: Enlace al documental The Art of Lotte Reiniger producido por Louis Hagen y dirigido por John Isaacs en 1970 en el que la propia autora explica su forma de trabajar utilizando como ejemplo central la película Papageno, además de sus últimas producciones.


Bibliografía y webgrafía consultadas: