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Cuatro miradas al atardecer

¿Quién no se ha parado a presenciar una puesta de sol? ¿Quién no se ha sentido sobrecogido al ver cómo el sol va desapareciendo en el horizonte? Observar una puesta de sol es toda una experiencia que nos acerca a uno de los momentos más sublimes de la naturaleza y que, por su repetición, no apreciamos con la continuidad que se merece.
En los últimos días de agosto, en el momento en que la pausa estival va llegando a su fin, nos acercamos en este blog al atardecer, un momento y un fenómeno natural que, en estos días que podemos disfrutar del contacto con el aire libre, pueden llegar a convertirse, en toda una experiencia personal.
La existencia de la humanidad está plagada de miradas al ocaso del sol: desde la pintura, con un sinnúmero de cuadros, a la literatura, que nos ofrece descripciones detalladas casi pictóricas junto con la metáfora del fin de la jornada o la vida, pasando por descripciones musicales en muy diversas épocas.
Te propongo la experiencia del atardecer. Si puedes, deja esta entrada para saborearla frente a una puesta de sol, en tu casa, en un lugar al aire libre, junto a una ventana y leerla, escucharla, mientras la luz del día va desapareciendo poco a poco. Así, hacer realidad el pensamiento de Fernando Pessoa: "Una puesta de sol es un fenómeno intelectual".
En esta entrada te sugiero cuatro miradas al atardecer surgidas de la creatividad de tres importantes escritores y un compositor del siglo XX, miradas que evolucionan desde la infancia a los últimos momentos de la vida y nacen de la experiencia y la contemplación de la puesta del sol.



Un escritor tan fundamental en las letras españolas del siglo XX como Luis Cernuda dedicó su obra más biográfica a Ocnos, un personaje del Hades a quien se representa tejiendo una cuerda de juncos que una burra va devorando. ¿Un trasunto de Sísifo o Pénelope? ¿Una labor inabarcable e inacabable?
Ocnos presenta una evocación en prosa poética de la infancia y juventud del poeta en su Sevilla natal. Como escribió a un amigo, "para mí es casi un alivio ver estas páginas publicadas: son, o pretenden ser, un rescate de mi vida"Como el mitológico personaje, el libro comenzó a gestarse en Londres y fue creciendo con él, aumentando su tejido, siguiéndole en su exilio por Inglaterra, Estados Unidos y México, añadiendo vivencias y recuerdos en sucesivas ediciones, pasando de las treinta y una poesías originales a doblar su número en la edición revisada en 1963, y publicada meses después de su fallecimiento.



A esta obra pertenece el primero de los textos. La primera mirada es una evocación de Cernuda de los infinitos atardeceres de los veranos infantiles en la Sevilla de comienzos del siglo XX.


Galardonado con el Premio Nobel de LiteraturaPablo Neruda es uno de los grandes referentes de la poesía hispanoamericana y mundial del siglo XX. Nacido con el nombre de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, tomó su nombre literario del escritor Jan Neruda un novelista y poeta checo, muy conocido por sus cuentos populares por donde paseaban como protagonistas las personas del pueblo, los habitantes de Praga, sobre todo los del barrio en que se desarrolló toda su vida, siendo Cuentos de Malà Strana su obra más conocida. Inspirado en la capacidad para registrar y hacer protagonistas a la gente común, Pablo Neruda optó por tomar su apellido para su obra literaria.



Publicado a los veinte años, esta obra de juventud, Veinte poemas de amor y una canción deseperada supuso la consolidación del autor en las letras hispánicas. A lo largo de sus poemas canta al amor apasionado, evoca a la amada ausente, sufre la separación y la ruptura amorosa en el más puro estilo romántico, evitando el sentimiento melancólico o el canto a la felicidad. Poemas sin títulos, solo el que culmina el libro tiene nombre: La canción desesperada.
En esta segunda mirada al atardecer, el décimo poema del libro nos muestra el lado melancólico de la puesta de sol con la ausencia de la amada.


La emoción de oír la voz del propio poeta nos acompaña con una grabación recitando este poema.


Otro de los autores fundamentales de la literatura del siglo XX, continuo e inquieto escritor en las vanguardias, Julio Cortázar llenó las letras con su inquiete personalidad, acercando lo imposible a lo cotidiano, lo estético asociado a lo ético. 

En Salvo el crepúsculo, obra póstuma que apenas pudo revisar antes de su publicación, Cortázar recoge muchos de los poemas escritos durante su vida en una suerte de cuaderno de poeta, una amalgama de estilos, ideas, autores y obras admirados, una colección de juegos. Promueve formas inéditas de poesías a las que nombra como pameos, meopas o prosemas, buscando dar al lenguaje mayor significado y más posibilidades que contravengan "la corriente de los conformismos, las ideas recibidas y los sacrosantos respetos". Se trata de un cuaderno de lecturas íntimas, personales, que van desde la vida nocturna a las referencias a autores como Cocteau, Octavio Paz, García Lorca, Dylan Thomas, Clarice Lispector o Apollinaire; desde las vivencias personales a la recreación de personajes y mitologías griegos clásicos.



La tercera mirada al atardecer, extraída de Salvo el crepúsculo, es Resumen de otoño, una evocación que comienza con una imagen en la lejanía del cielo infinito.


¿Cómo puede ser la última obra de un autor? ¿Cómo puede ser la de un compositor? No la última pieza que compone y mientras le llega la muerte de forma inesperada, repentina, en unos días, joven aún como ha sucedido a tantos. En los treinta años murieron músicos como Mozart, Bellini, Mendelshon, Chopin, Arriaga o Schubert, dejando tanto sin crear, sin componer.
Richard Strauss fue un compositor excepcional. Muniqués de nacimiento, su vida se desarrolló entre 1864 y 1948 centrándose toda ella alrededor de la música. Sin tener parentesco alguno con la dinastía vienesa de los Strauss, comenzó pronto a dirigir orquestas, se reveló como un gran orquestador, introduciendo innovaciones armónicas y de instrumentación que aumentaron las capacidades expresivas de las orquestas sinfónicas.
En su primera etapa, sus composiciones reflejan el estilo imperante en la época, con pocas aportaciones por su parte. 
En una segunda etapa, aproximadamente entre 1887 y 1904 comienza a desarrollar esta capacidad compositiva con la creación de un nuevo tipo de piezas, los poemas sinfónicos, entre los que destacan Don Juan, Muerte y transfiguración, Las aventuras de Till Eulenspiegel, Vida de héroe o su celebérrima Así habló Zaratustra que aparece en la banda sonora de 2001, un odisea espacial de Stanley Kubrick
Una tercera época le lleva a ser, posiblemente, el más grande compositor de ópera del siglo XX. En unión con el poeta y libretista austriaco de origen judío Hugo von Hofmannsthal revolucionó el mundo de la escena con unas óperas que rompían los moldes establecidos llegando algunas a provocar estruendosos escándalos como Salomé, Elektra, El caballero de la Rosa (que apareció en este blog en ¿Cómo ha podido suceder?), Ariadna en Naxos o Arabella, además de un centenar de Lieder de su Sinfonía Alpina. Escuchar esta última entre Baviera y Austria pasando en tren por los Alpes ha sido una experiencia personal increíble.
Durante los primeros años del nazismo ostentó un cargo como Presidente Honorario de la Cámara de Música, siendo destituido y vigilado por el régimen dos años más tarde.



¿Cómo puede ser la última obra de un compositor? Finalizada la guerra escribió en su diario: "El período más terrible de la historia humana se ha terminado, el reinado de doce años de bestialidad, ignorancia y destrucción de la cultura por parte de los mayores criminales, durante el cual dos mil años de la evolución cultural de Alemania llegaron a su fin". Cuando ve que se acaba su vida, cuando toda la cultura que ha adorado y en la que ha creído ha desaparecido, cuando la destrucción y la muerte han acabado con la vida, cuando la oscuridad se acerca y la muerte y la eternidad se adivinan, la melancolía y la nostalgia se adueñan del cuerpo. En ese momento Strauss descubre un poema de Joseph von EichendorffIm Adendrot (En el crepúsculo) que reflejaba estos pensamientos y sensaciones y sobre el que escribió una pieza para soprano y orquesta que logra transmitir una serenidad y belleza únicas, con una orquestación nítida y sugerente que va creciendo hasta apagarse, como una calmada y eterna puesta de sol. Semanas después musicó otros tres poemas de Hermann Hesse que no llegó a oír y juntos forman Vier letzte Lieder (Cuatro últimas canciones). Es su última obra, su despedida. 




El enlace pertenece a una interpretación que la norteamericana Renee Fleming realizó en los BBC Proms de Londres de 2001.

 

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10 comentarios:

  1. Fantástico trío de autores entre los que se encuentra uno de mis preferidos: Pablo Neruda, por lo que me ha emocionado escuchar de sus propios labios "Una canción desesperada". Por otr parte resulta un magnífico complemento la interpretación de Renee Fleming, de las "Cuatro últimas canciones" de R. Strauss.

    Un fuerte abrazo Miguel :-)

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    1. He buscado que haya una progresión buscando una paralelismo entre los textos y la música desde la juventud a los últimos momentos de la vida con el atardecer.
      Ya que te gustó el audio de tu admirado Neruda, en este enlace podrás oír, no sólo el décimo, sino todos los poemas del libro: https://www.poemas-del-alma.com/20-poemas-de-amor.htm
      Un abrazo :-)

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  2. La verdad es que me encantan los repasos de literatura que nos das en este blog, la cultura es poder...

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    1. La cultura es poder... y placer... y pasión... y dolor... ¡Y vida!
      Gracias por tu comentario Raude44. Por cierto, tengo que enviarte una idea sobre de dónde surgió este nombre tuyo, a ver si doy en la diana.
      Un abrazo :-)

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  3. En España sobre todo y en el mundo en general se habla mucho del "tridente" futbolistico del Barcelona. Tú, en cambio, nos has deleitado con un Cuarteto Literario sin igual. Excelente idea. Las miradas de Neruda desde su Isla Negra, de Borges desde su Buenos Aires barrio Palermo casa de tipo colonial, de Strauss desde su Munich natal o Cernuda nos dan una imagen poética de los atardeceres del sol y de nuestras vidas. Saludos.

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  4. Entre los tridentes del Barcelona o el Real Madrid, la MSN o la BBC, es más interesante este cuarteto, aunque en esta ocasión el argentino que participa es Cortázar. Un lujo para pensar y deleitarse.
    Un abrazo, Hugo :-)

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  5. Me ha encantado y ese paralelismo que haces con frases hechas y fragmentos del atardecer con la puesta de sol, muy original y evocativo. Strauss nos aporta un lujo de virtuosismo.Y los autores literarios asociados al tema y a la propia música. Gracias. Un abrazo, Miguel,

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    1. Gracias, Marisa.
      Es un placer recibir tus comentarios.
      Un abrazo :-)

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