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¡Feliz Día, número Pi!

Hay números que, lo queramos o no, lo sepamos en mayor o menor grado o, simplemente lo desconozcamos, son imprescindibles en nuestra vida por diversos motivos.
Uno de ellos es el Número Pi, una constante matemática que ha tenido una importancia capital desde la antigüedad y que tiene un día anual de celebración propia, el 14 de marzo, una fecha que nos recuerda su representación más simple y habitual: 3/14.
Por iniciativa de la Cámara de Representantes de Estados Unidos esta fecha se celebra desde el año 2009.
Aprovechando la celebración del Día del Número Pi te propongo un paseo por algunos textos y músicas que nos acercan, no sólo a este número, sino a las matemáticas en general y que nos puedan servir para reflexionar sobre esta celebración anual. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


El conocimiento y uso del Número Pi se remonta a las civilizaciones babilónica y egipcia. Para estos últimos, tenía relación, no sólo con las medidas de circunferencias y círculos, sino con la construcción de las pirámides. En la lejana China también tenían conocimiento y uso de las aplicaciones que este singular número aportaba.

Nos acompaña en esta celebración una de nuestras poetas más admiradas y seguidas en el blog, la Premio Nobel de Literatura Wislawa Szymborska.
Publicado dentro del poemario  El gran número en 1976, El Número Pi es un delicioso poema en el que la escritora polaca propone, desglosa, compara, admira y recorre los vericuetos de tan particular número.


El Número Pi ha sido un reto constante para los científicos de todos los tiempos. Newton también se sintió atraído por este número, llegando a ampliar el número de cifras conocidas de Pi y abriendo un camino a otros científicos en la búsqueda de más cifras.
En 2014 y con el uso de un computadora se llegaron a descubrir más de 12 billones de decimales, llegándose a la conclde que estas cifras no tienen fin.


Nos acompaña la música de uno de los grandes grupos humorístico-musicales de nuestro tiempo, los únicos e inimitables Les Luthiers con una obra que no trata del Número Pi, sino que nos lleva al Teorema de Thales, un divertimento matemático de sus primeros tiempos, compuesto en 1967 con letra y música de Carlos Núñez Cortés, aunque en realidad todos sus seguidores sabemos que esta obra tiene como autor al gran Johann Sebastian Mastropiero.
La interpretación de este Teorema de Thales nos retrotrae a la época en que fue compuesta donde podemos apreciar a unos jovencísimos intérpretes con el autor al piano y un Ernesto Acher que se desvinculó del grupo a la batería.


El Número Pi tiene aplicaciones en la fabricación de relojes y es fundamental en el estudio de ciencias como la astronomía.
También fue, en cierta medida centro de una película: Pi, el orden del caos, una cinta que trataba algunos temas interesantes, aunque con una deliberada ambigüedad en unos planteamientos que se acercaban a temas más trascendentes.

Seguimos dentro del mundo matemático con unas reflexiones que podemos encontrar en la naturaleza que nos rodea: ¿Qué une a las proporciones que surgen en la espiral de la concha de los moluscos, en la disposición de las semillas de los girasoles o el crecimiento de algunos vegetales? ¿Qué regla geométrica rige obras como El hombre de Vitruvio, algunas de Dalí o Le Corbusier? En estos casos de trata de la proporción áurea, una norma que se ha desarrollado entre los números y la percepción que tenemos del espacio y que se haya presente en innumerables objetos, disposiciones y elementos que observamos a diario.
Nos acompaña un poema de Rafael Alberti dedicado precisamente a este número áureo: A la divina proporción. Como no podía ser menos, Alberti tiene un especial cuidado en que forma y fondo tengan relación y, ¿qué mejor tipo de composición poética para tratar de esta proporción que un soneto clásico?


Este Número Pi también ha llegado en ocasiones a ser motivo de diversos récords como el que el japonés Akira Araguhci que recitó de memoria en 2006 nada menos que los 100.000 primeros decimales de Pi, empleando dieciséis horas en las que solo paró para beber agua. 


La relación entre la música y la matemática es innegable, ya que este arte tiene una base científica que parte de la duración de las notas, la composición de los compases y la frecuencia de la vibración de las notas. A esta base matemática se añade la maestría y la capacidad de interpretación para crear las obras de arte que conocemos.
Podemos encontrar muchas obras musicales relacionadas con las matemáticas podemos encontrar muchas, especialmente del periodo del clasicismo, en el que la medida de las obras, el seguimiento de una serie de normas y la contención y el equilibrio de cuantos elementos la forman.
Pero es un compositor anterior, el gran Johann Sebastian Bach en quien podemos encontrar una mayor relación con las matemáticas en sus obras.
Como ejemplo de ella traemos uno de los cánones que forman parte de la Musikalisches Opfer, la Ofrenda Musical BWV 1079, que Bach compuso para el rey Federico II de Prusia a partir de un tema del monarca. Este canon, denominado Canon Cancrizans o Canon del Cangrejo sigue unas estrictas normas donde las matemáticas en general se unen con la geometría en particular en el que el acompañamiento y la melodía están simétricamente invertidos y se puede interpretar tanto del derecho como del revés, leyéndolo hacia adelante o hacia atrás como un palíndromo musical.
A partir de este Canon del Cangrejo, Jos Leys y Xantox han creado un vídeo donde se refleja esta situación de forma visual, convirtiendo más adelante la pieza en una Banda de Moëbius, convirtiéndose en una pieza que enlaza consigo misma en un bucle interminable que se superpone sobre sí mismo en su doble recorrido de delante hacia atrás.


Una curiosidad sobre el Número Pi nos indica que el matemático alemán Ludolph van Ceulen, cuando falleció en 1610, dejó indicado que en su lápida se pusieran los treinta y cinco dígitos que él misma había calculado en su labor matemática.

El último texto que nos acompaña en esta publicación matemática es un poema de Mario Montallegro en el que se unen matemáticas y filosofía atravesadas por la geometría y la marcha de la propia vida.


Una nueva curiosidad sobre el Día del Número Pi nos indica que esta celebración coincide con la fecha del nacimiento de Albert Einstein en 1879.


Finalizamos este homenaje a uno de los números más conocidos e importantes por sus múltiples utilidades y aplicaciones con un aria de ópera cargada de cifras contundentes y destinadas a impresionar a quienes las escuche, todo un catálogo clasificado según distintos puntos de vista.
Nos referimos Madamina, il catalogo è questo, conocida como el Aria del catálogo con que Leporello atribula a Donna Elvira con el listado de conquistas de Don Giovanni y que él mismo se encarga de registrar.
El barítono Ferruccio Furlanetto es quien interpreta este aria en presencia de una silente y cada vez más azorada Donna Elvira, en una producción de Franco Zefirelli para la Metropolitan Opera House de Nueva York del año 2000.

¡Feliz celebración del Día del Número Pi!

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

2 comentarios:

  1. Hola Miguel. Muy interesante el post. No conocía el hermoso poema "El Número Pi" de Wislawa Szymborska, gracias por compartirlo. Un abrazo 🐾

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  2. La mirada curiosa y filosófica de Szymborska se detiene en todo cuanto le llama la atención, Rosa. Es una poeta muy interesante. Feliz número Pi.
    Un fuerte abrazo :-)

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