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Soy Truman Capote. Soy un genio

Hay creadores que se convierten en protagonistas al mismo nivel que sus obras. Si la mayoría de autores desarrollan todos sus esfuerzos en mostrarnos a través de sus obras sus pensamientos, su visión de la sociedad y del mundo, dejando su vida en un discreto lugar, otros no tienen reparos en dejar que su propia vida sea también expuesta al público.
Es el caso de Truman Capote, simultáneamente un escritor y un personaje asiduo a lo que se denominaba «ecos de sociedad» hasta que cayó en una espiral de autodestrucción al desvelar en uno de sus libros detalles íntimos de los miembros de esa sociedad en la que se desenvolvía.
Truman Capote, del que se cumplen cien años de su nacimiento ocurrido el 30 de septiembre de 1924, está considerado uno de los mejores y más controvertidos narradores norteamericanos del siglo XX. 
En esta publicación te propongo recordar su figura y tres de sus obras más conocidas al cumplirse en 2024 el centenario de su nacimiento, acompañada de música que, de una u otra forma, tiene relación con su obra. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Licenciado en Derecho, Arch Persons estaba convencido de que tendría una vida rica y desahogada, igual que su joven esposa Lillie Mae Faulk, de diecisiete años, Miss Alabama, una huérfana que vivía en casa de unos parientes lejanos. En plena luna de miel, el novio le dijo a la joven que se había quedado sin fondos y que se volviera a Monroeville con sus parientes, mientras él se rehacía y pudieran comenzar la lujosa vida que se merecían.
Convencida de que su futuro dependería de ella, comenzó a estudiar en una escuela de negocios, hasta que un día un mareo le hizo comprender que estaba embarazada y que su vida cambiaba definitivamente. Volvió con su esposo hasta que a finales de septiembre nació en un hotel de Nueva Orleans el pequeño Truman Streckfus Persons.
Su infancia estuvo marcada por la soledad y el abandono, ya que sus padres vivían en habitaciones de hotel y por las noches se iban echando la llave de la habitación, advirtiendo a los empleados que no se dejaran embaucar por los calculados gritos del niño. Ya mayor contaba: «Era una pesadilla constante. Tenía miedo de que nunca regresaron. Recuerdo aquellos años como un estado continuo de tensión y miedo».
Con siete años de edad, sus padres se divorciaron, él se despreocupó totalmente del niño, y ella se mostraba excesivamente cariñosa con el pequeño, aunque seguía dejándolo solo o encerrado en su habitación cuando se iba con sus amantes. También recordó Truman aquellos momentos: «Mi madre se acostaba con un hombre de San Luis. Yo sólo tenía dos años, pero recuerdo hasta el color moreno de su pelo. Estábamos en casa de él y yo dormía en el sofá. Me desperté cuando estaban discutiendo. Él sacó una corbata y comenzó a estrangularla. Se paró porque comencé a gritar histérico».
En una ocasión en que estaban en casa de sus parientes en Monroeville, los jadeos amorosos de su madre y el amante de turno despertaron a sus abuelos que acabaron echando a su madre de la casa. El pequeño Truman quedó en el pueblo con sus ancianos parientes y la  compañía de una niña, Harper Lee, la autora de Matar a un ruiseñor, de cuya intermitente amistad a lo largo de los años tratamos en Harper y Truman, dos niños que jugaban juntos.
De vez en cuando regresaba su madre, estaba varios días y, cuando el niño pensaba que se lo llevaría con ella, volvía a irse, dejándolo llorando en medio de la carretera viendo cómo su coche se alejaba. 
Esta desgraciada infancia marcó de forma determinante la vida de Truman que manifestaría muchos años después: «Ahora mismo puedo recordar aquella habitaciones de San Luis y Nueva Orleans. Desde entonces tengo sentimientos de claustrofobia y abandono. Mi madre me encerró con llaves y jamás he logrado salir». 

En el fondo, todos los personajes de Truman Capote son niños o adultos que aún no han terminado de despegarse de la infancia. Tras su primer gran éxito, Otras voces, otros ámbitos, vinieron otros como Un árbol de noche y otros cuentos, El arpa de hierba o Se oyen las musas. Pero de todos estos primeros, el libro que quizás le reportó más éxito por haber sido llevado a la gran pantalla fue Breakfast at Tiffany's (Desayuno en Tiffany's o Desayuno con diamantes, 1958).

El joven Truman Capote, fotografía de Carl van Vechten (1948)
Es una obra que surgió tras un tiempo de experimentación en la que Capote narra una historia liviana en apariencia, ágil y fresca en su estilo, con un escenario relajado, divertido y con toques de ironía en el que casi no se aprecia que la historia ocurre en el Nueva York de la Segunda Guerra Mundial. El narrador es uno de los vecinos del edificio donde vive Holly Gollightly que va recordando la historia de la joven de apenas 18 años, descarada, alocada y sincera, una muchacha sin mala intención que casi no sabe qué día es, que no tiene trabajo y que tan sólo obtiene las propinas que le dan algunos hombres con los que se relaciona para ir al tocador.
El primer texto que nos acompaña asistimos a una conversación leve, cambiante en el tema que nos va mostrando la filosofía de vida de Holly.


En Nueva York Lillie Mae se reencontró con un coronel retirado del ejército español en Cuba a quien había conocido en Nueva Orleans. José García Capote había hecho una pequeña fortuna en Walt Street y pudo ofrecer a la joven de veinticuatro años -que ahora respondía al nombre de Nina- todo lo que había soñado. Recuperaron al niño a quien Capote adoptó legalmente dándole su apellido, aunque siguió quedándose solo encerrado cuando sus padres salían cada noche.
Truman Capote estudió en el Trinity School y la St. John's Academy neoyorkinos, abandonando este último para entrar a trabajar en The New Yorker como el más joven de sus reporteros. Aunque su trabajo era tan simple como seleccionar los chistes que se publicarían cada día o recortar periódicos, estaba decidido a ser escritor, rico y famoso, por lo que vestía con elegancia para que todos en la redacción supieran hasta dónde iba a llegar.
En esta etapa comenzó a publicar sus primeros relatos, historias de soledad, de misterio o terror. Uno de ellos, Miriam, publicado en la revista Mademoiselle que obtuvo el prestigioso Premio de narraciones breves O. Henry.

Truman Capote cuando escribió Desayuno en Tiffany's (1958). Phyllis Cert
474-capote por Phyllis Cerf, 1958
La fama que le otorgó Breakfast at Tfiffany's le debe mucho a la versión cinematográfica que dirigiera en 1961 Blake Edwards con George Peppard y una inolvidable Audrey Hepburn, que hace que no podamos imaginarnos a Holly Golightly con otra imagen.
Nos acompaña la canción Moon river, con letra de Johnny Mercer y música de Henry Mancini compuesta expresamente para ser interpretada en esta película por Audrey Hepburn y con la que obtuvieron el Oscar a la mejor canción de ese año. Aunque con algunas frases poco traducibles, la versión nos muestra a la joven Holly en la ventana de su habitación mientras su vecino, el anónimo narrador se asoma al oírla cantar. Inolvidable.


Cedo por unos momentos la palabra al propio autor que trata de sus primeros momentos en el mundo de la escritura tal como lo detalla en el prólogo del libro Música para camaleones:


A los veintitrés años publicó su primera novela Other voices, other rooms (Otras voces, otros ámbitos, 1948) un libro del que también traté en Harper y Truman, dos niños que jugaban juntos,. De nuevo, en el prefacio de Música para camaleones, Capote se vuelve a referir a esta obra y a sí mismo: «Otros desecharon el libro como si fuese una rara casualidad: "Es sorprendente que alguien tan joven pueda escribir tan bien". ¿Sorprendente? ¡Sólo había estado escribiendo día tras día durante catorce años!»

Posiblemente su novela más conocida sea In col blood (A sangre fría, 1966), con la que inauguró un nuevo género: Nonfiction novel (novela de no-ficción o novela testimonio), una  obra que aunaba la credibilidad de una noticia, la inmediatez de una película, la precisión de un poema y la profundidad de un relato. En ella trata del asesinato, sin un motivo aparente, de los miembros de una familia de granjeros de Kansas.
Al leer la noticia decidió dirigirse a Holcomb para conocer los detalles de primera mano y entrevistar a los vecinos de la localidad acompañado de su amiga de la infancia Harper Lee, la autora de Matar a un ruiseñorSin ella, que le facilitó el acercamiento a quienes recelaban de un periodista y escritor famoso y homosexual, no habría podido acercarse a aquellos recelosos habitantes.
Descartada la idea del reportaje periodístico, Capote profundizó en los asesinos, se entrevistó con ellos en la prisión de Lansing, accedió a las transcripciones del juicio y se implicó emocionalmente para escribir un libro en el que no habría ficción, sino un relato real contado por un narrador omnisciente.
Agobiado por la intensa vida social que llevaba, comprendió que nunca podría escribir con los más de 4.000 folios de información el libro ni en Kansas ni en Nueva York, así que se fue a Palamós en la Costa Brava, donde había pasado varios veranos para escribir, no la mera reseña de un crimen, sino la historia de una familia honrada y trabajadora que fue asesinada inexplicablemente en plena noche por dos desconocidos.
Tras diversas vicisitudes entre las que surgieron rumores como que uno de los asesinos había escrito un relato sobre el crimen para publicarlo, lo que supondría una competencia para la novel, los asesinos fueron ahorcados en abril de 1965, pese a algunas presiones para evitarlo. A sangre fría apareció publicada al año siguiente y estuvo ocho meses en la lista de los libros más vendidos del país. 
En uno de esos actos sociales de los que tanto gustaba, en noviembre de 1966, Truman Capote organizó una Gala en blanco y negro, con los 500 invitados vistiendo esos tonos en el Hotel Plaza neoyorquino. 
A partir de esta historia y del libro A sangre fría hay dos películas. En Truman Capote (o, simplemente Capote, 2005), de Bennett Miller, con el protagonista interpretado por Philip Seymour Hoffman, en la que se cuenta el proceso de investigación entre el escritor y Harper Lee y la génesis del libro. Justo un año después de publicarse éste, Richard Brooks dirigió In cold blood (1967) donde se recrean los sucesos narrados en el mismo. Ambas películas suelen estar disponibles en las distintas plataformas audiovisuales.

Truman Capote en el aeropuerto de Ámsterdam para presentar la película A sangre fría (14/3/1968). Fotografía de Eric Koch para Anefo.
Para acompañar el siguiente texto te propongo una pieza compuesta por Michael Danna perteneciente a la banda sonora de la película Truman Capote publicada en Capote, the album bajo la dirección musical de Nicholas Dodd. Se trata de N. Y. ReadingOírlo añade una tensión que propicia la lectura.


En el texto siguiente, se recogen algunas de las impresiones que el periodista y escritor recogió de sus primeros días de investigación entre uno de los policías que investiga el caso y los vecinos de Holcomb antes de comenzar a profundizar en el asesinato de la familia Clutter.


El éxito literario le llevó, como decía, al éxito social, convirtiéndose en un asiduo de las fiestas de la alta sociedad norteamericana. Homosexual -vivió con su pareja el actor Jack Dunphy desde 1948, aunque tuvo multitud de amantes-, frívolo, chismoso e interesado, utilizó sus informaciones y secretos de algunas damas de esa alta sociedad que lo habían tenido por confidente para darlos a conocer en Answered Prayers (Plegarias atendidas, 1986), una obra que quedó inconclusa al adelantar algunos capítulos y sentir que esas personas lo consideraban un traidor. Aunque ya lo estaba, esta situación lo precipitó de forma irremediable al infierno del alcohol y las drogas.

Truman Capote (1966)
Dada la proximidad en el tiempo de Truman Capone, me parece interesante escuchar al propio autor, más un personaje que un escritor, en esta grabación correspondiente a The Dick Cavett Show del 25 de mayo de 1971 en el que podemos contemplar su pose ante las cámaras, su aflautada voz de niño y la impostación del personaje, mientras charla con el presentador y dos invitados, entre los que se encuentra el inigualable Groucho Marx. La conversación deriva, como es de esperar estando el genial humorista, hacia temas casi intraducibles por los juegos de palabras y desviaciones del tema que tratan. Si lo deseas, puedes activar la traducción simultánea. 


Uno de los últimos libros interesantes de Truman Capote es Music for chameleons (Música para camaleones, 1980), un título algo enigmático pero que podría aludir a sus cualidades literarias y a su estilo que se va adaptando continuamente, y que toma de la primera de las narraciones del volumen. Dividido en tres partes, en la primera encontramos seis piezas breves, en la segunda una inquietante novela corta, Ataúdes tallados a mano, mientras la última parte incluye siete conversaciones y retratos de distintos temas, recursos y estilos, en en último de los cuales, muestra un retrato-conversación con imaginario gemelo suyo en el que se definió: «No soy un santo. Soy alcohólico, soy drogadicto, soy homosexual. Soy un genio».
Es un libro ciertamente camaleónico en que muestra todos los registros de la narración que domina a la perfección, casi como una fuga musical que va cambiando de instrumento y tono, que va adquiriendo diversos colores y matices a través de lo que siempre buscó, una escritura sencilla, directa y limpia como un arroyo de montaña.

Cartel para el documental The Capote tapes de Ebs Burnough (2019)
Nos acompaña el cuarto relato de la tercera parte de Música para camaleones, Derring-do (Intrepidez), en el que narra, en primera persona, una situación que vivió en el estado de California a cuento de las conversaciones que mantuvo con un preso acusado de un asesinato que le confesó y una citación policial. 


En su prolífica carrera no podía faltar su acercamiento al género musical. En 1954 escribió el libreto para el musical House of flowers (La casa de las flores) con música de Irving Arlen. Estrenada en el Teatro Alvin de Broadway el 30 de diciembre de 1954, fue dirigida por Peter Brook con un reparto encabezado por Pearl Bailey con Diahann Carroll y Juanita Hall llegando a las 165 funciones, reponiéndose de nuevo en 1992.

Truman con Pearl Bailey (en el centro) y Gloria Vandebilt (1955)
El enlace nos muestra un vídeo homenaje a la protagonista de House of flowers, la polifacética actriz, bailarina y cantante Pearl Bailey que interpreta uno de los números más conocidos de este musical, Don't like goodbyes (No me gustan las despedidas). 


El 25 de agosto de 1984, a un mes de cumplir los sesenta, se despertó en la casa de Joanna Carson. Estaba pálido y agotado. Aunque la esposa del presentador Johnny Carson pensó que el desayuno se sentaría bien y le daría fuerzas, Truman no la dejó moverse de la habitación. Estuvo hablando varias horas, casi todo el tiempo sobre su madre. Joanna quiso llamar a una ambulancia pero él se negó: «No quiero volver a pasar por todo esto. Si te importo, no hagas nada. Déjame ir». Desde ese momento sólo habló en susurros: «Mamá..., mamá» y «siento frío». Falleció a las 12:21 horas. La autopsia confirmó que no había alcohol en su sangre, pero sí un cóctel de barbitúricos y otras sustancias sin identificar.

Capote en su apartamento en la época en que publicó Música para camaleones (21/7/1980)
No puedo finalizar esta publicación sin avanzar unos párrafos en el relato de Intrepidez en el punto en que quedó, así que el texto continúa avanzando donde Truman Capote nos dejó, con la agilidad propia del autor que coincide con la que la situación requiere. 


Como ves, fue la protagonista de House of flowers la que apareció en el momento oportuno mientras estaba en la cabina. S
i deseas leer cómo concluye este retrato-relato, puedes hacerlo en el siguiente enlace: Intrepidez leyendo a partir de la página 135.

Con este relato concluye este homenaje a un escritor y personaje tan genial como controvertido, uno de los puntales de la literatura norteamericana del siglo XX, con algunas obras maestras para leer y reflexionar sobre el uso del lenguaje, el estilo literario y cómo la fama puede llegar a afectar a los creadores.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Capote, Truman. Desayuno en Tiffany's. Editorial Anagrama S. A. U., Colección Compactos, traducción de Enrique Murillo, Barcelona (1990). ISBN: 9788433920171.
  • Capote, Truman. A sangre fría, Editorial Anagrama, colección Panorama de Narrativas, traducción de Jesús Zulaika Goicoechea (1987). ISBN: 9788433928023.
  • Capote, Truman. Música para camaleones, Editorial Anagrama S. A. U., traducción de Benito Gómez Ibáñez, Barcelona (2006). ISBN: 9788433914361.
  • Danna, Michael. Capote, the album, Metro-Goldwyn-Mayer Music Inc and Columbia Pictures Industries, Inc.

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