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Un final largo y feliz: La canción de Solveig

¿Cuántas vidas caben en nuestra vida? Hay personas que viven varias vidas en un año y quienes viven una sola vida en muchos años. 
En nuestro mundo todos los objetos tienen fecha de caducidad y están preparados para que consumamos de forma constante. Pero nuestras relaciones personales no deberían seguir estas pautas, aunque con cierta frecuencia transitan, con mayor o menor cercanía a nosotros, algunas de todo tipo que concluyen sin más.
En esta entrada te propongo una mirada, si quieres un poco romántica, a la pervivencia y la consolidación de nuestras más íntimas relaciones de la mano de la poetisa Amalia Bautista y la Canción de Solveig, una de las pezas más conocidas de Edvard Grieg




La página literaria de esta semana pertenece a la poetisa Amalia Bautista, a quien ya tuvimos presente en este blog con Entre mis mejores deseos y Va pensiero. Amalia Bautista es una de las voces que más presencia tienen en la poesía actual, compaginando la escritura con su actividad como redactora en el gabinete de prensa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Ha publicado una extensa obra recogida en volúmenes como Cárcel de amor, Tres deseos o Cuéntamelo otra vez, entre otras publicaciones.






Una de las más curiosas e interesantes colaboraciones entre escena y música, sin contar el universo de la ópera, es la que ocurrió entre dos noruegos, cada uno de ellos considerado el máximo representante de su especialidad en su país: el dramaturgo Henrik Ibsen y el compositor Edvard Grieg.
Ambos se propusieron la colaboración en la creación de un drama con música incidental y así fue como surgió Peer Gynt. En el escritor es una obra atípica: está escrita en verso y no se trata de una comedia realista, sino de una obra de carácter fantástico. También es una obra complicada de representar por su duración y los continuos cambios de escenario que han hecho que sea poco llevada a escena,



Más éxito tuvo la música de Grieg, no siempre interpretada en su totalidad, pero que sí ha tenido un gran éxito dentro de la música llamada clásica a través de las dos Suites de Peer Gynt. Algunas de sus piezas, como La mañanaEn la gruta del rey de la montaña o La danza de Anitra están dentro de ese tipo de música que todos hemos oído alguna vez y conocemos sin saber muy bien de qué o dónde las hemos oído. ¿Las reconoces?


Sin entrar en detalles de su argumento, la pieza que te traigo en esta entrada es la canción, muy del gusto romántico, con que Solveig recibe y a la vez redime a un Peer Gynt purificado por la música que ella le canta. Solveig espera con una gran confianza el regreso de Peer y sabe que, aunque haya pasado el tiempo y las estaciones den paso una a la otra, ella seguirá esperándole hasta el momento en que puedan reunirse para siempre.


Como en otras ocasiones, te presento varias versiones. Podrás comprobar que las diferencias de interpretación entre ellas son sustanciales. ¿Cuál te gusta más? Te invito a que compartas o comentes tu opinión.

La primera versión está interpretada en concierto por la soprano
Sarah Brightman.


La segunda versión la canta Marita Solberg, también en concierto y al aire libre.


 
La última interpretación, en disco y sólo audio, pertenece a nuestra habitual Anna Netrebko.



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