expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

Esas palabras mágicas

¿Recuerdas tus primeros libros, esos que te hicieron desear leer, que te transportaron hacia un mundo distinto del tuyo? ¿Recuerdas esos personajes que te hicieron vivir otra vida, conocer otras costumbres, transitar otros paisajes, vivir intensas aventuras o, simplemente, desear degustar comidas de otras culturas?
Y con la música, ¿recuerdas cuándo comenzaste a sentir veneración por la música que te apasiona? ¿Cómo han ido evolucionando tus gustos hasta ahora?
Cuando estas aficiones van ganando espacio en nuestras vidas vamos avanzando en nuestra educación sentimental, evolucionando, ganamos en sutileza y ductilidad; en definitiva, nuestra vida se hace más rica e interesante.


Desde 1967, el día 2 de abril se celebra el Día Internacional de la Literatura Infantil y Juvenil coincidiendo con la fecha del nacimiento de Hans Christian Andersen.  En esta entrada del blog te traigo unas reflexiones sobre las obras que nos inician en el mundo de los libros y de la música de la mano de dos escritores, varias producciones escénicas y uno de los mayores compositores de la historia.
Los que nos consideramos lectores, disfrutamos de la música o de cualquiera de las demás artes de forma habitual hemos tenido, cada uno a nuestra manera, una iniciación en las mismas. A unos nos vino en edad más temprana, a otros fue una revelación más tardía. Hubo quien se inició por imitación de lo que veía hacer en la familia, los padres o algunos parientes que le inocularon irremisiblemente ese bendito veneno. En otros casos fue por contradicción, por pura rebeldía hacia un entorno donde no eran prácticas habituales o una iniciación espontánea, simplemente porque hubo algo que nos llenó completamente por dentro. Cada uno tenemos una historia personal.
Tenemos la responsabilidad de transmitir a las nuevas generaciones, cada uno desde su posición social, el gusto por la cultura, el poder aumentar la capacidad de reflexión y empatía o la apertura de la mente a otros mundos y otras realidades distintos de los que conocemos. 

  
Ana María Machado es una escritora brasileña especializada en literatura infantil y juvenil. Mujer inquieta y emprendedora, abrió Malasartes, la primera librería infantil de su país, después de haber estudiado pintura y literatura en Río de Janeiro, Nueva York y París.
Entre sus publicaciones destacan Historia medio al revés, donde concede al lector el derecho a encontrar sus respuestas en la construcción de su propia vida reestructurando los cuentos de hadas tradicionales; Del tamaño justo o El pequeño Pedro y su buey volador que sitúan al joven lector donde su imaginación le permite escapar de los comportamientos esperados. En Un montón de unicornios trata la ecología desde el punto de vista de la toma de conciencia. Entre todos sus libros ha llegado a vender más de cuatro millones de ejemplares y en 2000 recibió el prestigioso Premio Hans Christian Andersen por su labor.



Su obra Buenas palabras, malas palabras recoge una serie de conferencias que Ana María Machado ha dado en distintos lugares. En este extracto nos acerca a la verdadera función de los libros, a su capacidad de hacernos volar.
Son esas mágicas palabras.




E. M. Forster es el nombre con que Edward Morgan Forster es conocido en el mundo literario y periodístico. Sus novelas son como cuadros impresionistas donde los personajes principales están ricamente dibujados y trazan una historia de la Inglaterra del XIX y XX. Algunas de sus obras han sido llevadas al cine como Pasaje a la India, en la que se posiciona contra el imperialismo de su país, o la deliciosa Una habitación con vistas. A la televisión se llevó en forma de serie Regreso a Howard Ends, una exitosa producción fiel a la novela original.
Aspectos de la novela es una reflexión sobre el género novelístico, sus características, sus géneros e intentos de clasificación. El texto que nos acompaña pretende acercarnos a la reflexión sobre qué libro nos gustó, por qué, qué llegó a hacernos para conseguir que nos llegara tan dentro de nosotros. ¿Cuál pondrías tú en su lugar?


¿Cómo hacer para que quienes no conocen la llamada música clásica o la ópera las conozcan? 
También en música y ópera se está comenzando a trabajar con público joven que no se han acercado a ellas. Hoy en día, los grandes teatros de ópera y conciertos están buscando y produciendo espectáculos que atraigan a los más jóvenes y así renovar al público que acude. 
En nuestro país es pionero el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Desde hace varios años tiene un apartado específico, El Petit Liceu (El pequeño Liceu) en el que se representan óperas para escolares, generalmente de producción propia que son llevadas a distintos escenarios. También ocurre con el Teatro Real de Madrid con sus Funciones familiares. El Teatro Maestranza de Sevilla tiene todas las temporadas un ciclo llamado Ópera para escolares y familias en el que se representan adaptaciones para el público joven, algunas de ellas producidas por El Liceu. Espectáculos como La pequeña flauta mágica, Guillermo Tell, El superbarbero de Sevilla o Allegro Vivace son algunos de los espectáculos producidos y presentados para el público joven. 



Estas producciones constan de una presentación a la que se invita a representantes de los centros que van a asistir y unas guías de audición con actividades preparadas para ser desarrolladas previamente por los alumnos en los centros. Finalmente se representan unos espectáculos coloridos, con extractos rigurosos de las obras, participativos y llenos de vida que llegan a acercar a los espectadores a un mundo en el que no pensaban entrar.


Otra interesante experiencia, nacida desde los propios centros educativos es el Proyecto Lóva (La Ópera, Vehículo de Aprendizaje) que puedes seguir en este enlace y en el que también colabora el Teatro Real de Madrid. Se trata de un interesante proyecto en el que durante un curso escolar se forma en una clase una compañía de ópera en la que todos los alumnos tienen sus participación en todos los sectores: escriben el libreto, componen la música, diseñan la escenografía y el vestuario, realizan las campañas publicitarias y de prensa y todo cuanto se necesita para montar una obra de este tipo.


Con tan sólo 12 años, Wolfgang Amadeus Mozart compone una ópera tras recibir un encargo y un libreto del médico vienés Franz Anton Mesmer. Mozart adaptó el texto y compuso una obra deliciose, muy de los intereses de su edad. 
La pastora Batiana piensa que ha perdido el amor de "su mejor amigo" Bastián y recurre al mago Colás para volver a enamorarlo con sus poderes mágicos. Colás le recomienda que actúe con frialdad hacia Bastián, que fija amar a otro y así volverá Bastián. Éste se asombra y pide también ayuda al mago. Finalmente, ambos deciden que no merece la pena seguir el juego y deciden reconciliarse.
Termina esta entrada con el momento en que Bastián pide a Colás que, con sus hechizos, pueda recordar a Bastiana. Éste pronuncia un disparatado conjuro mágico. Las palabras de Colás bien pueden recordarnos al texto de Ana María Machado.

Esas palabras mágicas.





Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

2 comentarios:

  1. Hola Miguel.
    Ciertamente si queremos fomentar la sensibilidad y el amor por la CULTURA, (escrita así, con mayúsculas), esa cultura que ha conformado nuestra sociedad actual y cuyo estudio se ha descuidado y en algunos casos eliminado, en por de impartir conocimientos técnicos "más útiles" para la sociedad, se debe fomentar la creación de una literatura destinada a las distintas edades y adaptar las obras maestras para que sean comprensibles y atractivas para los niños, fomentando su interés y curiosidad por ellas.
    Fantástico Miguel.
    Un abrazo :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario y tu participación habitual en este blog, Javier.
      Los clásicos son fundamentales porque han pasado el filtro de calidad que les ha hecho superar el paso del tiempo y reflejan el pensamiento de una época, un mundo y unos sentimientos.
      Pero no sólo esta cultura de la que hablamos se nutre de los clásicos. Las nuevas obras, si también reflejan estos aspectos, son importantes para crear sensibilidades y son más cercanas a cada generación.
      Un abrazo Javier :-)

      Eliminar