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Mi nombre es Bach

Hay encuentros que pasan a la historia por distintos motivos. Personajes que confluyen en encrucijadas de la historia y hacen que el curso de esta cambie o se reafirme. En otras ocasiones son simplemente las personalidades de quienes se encuentran las que marcan un antes y un después en sus relaciones.
Encuentros entre algunos de los actores principales de la historia o entre creadores como escritores, pintores, escultores o músicos marcan momentos interesantes por los acuerdos, divergencias o nuevos postulados que surgen de ellos.
Paralelamente el cine recurre a estos momentos para recrearlos y recordarnos su importancia con mayor o menor fidelidad. Ya sabemos que el cine histórico recurre a la historia como fuente de argumentos en la mayoría de los casos modificando lo acontecido a su antojo. 
En esta entrada comenzamos una serie de trabajos en los que se relacionarán el cine y la música, buscando, dentro de lo posible, el acercamiento entre lo que reflejan las películas y los hechos reales en que se basan.
Te propongo un acercamiento a la relación entre Bach y Federico el Grande de Prusia a través de la visita que el primero realizó a la corte de Postdam reflejada en la película Mi nombre es Bach y la obra que surgió del encuentro. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


En 2003 se estrenó la película Mein Name ist Bach (Mi nombre es Bach), un film que se centra en el encuentro entre dos grandes y únicos reyes de su época, cada uno en una faceta distinta: El compositor Johann Sebastian Bach y el rey de Prusia Federico II el Grande (Friedrich der Grosse). 
Dirigida por Dominique de Rivaz a partir de una idea de Jean-Luc Bourgeois, la película narra la relación durante varios días de ambos personajes en la ciudad de Postdam y el palacio de Sanssouci en mayo de 1747.
El film comienza con la presencia de un Bach de sesenta y dos años con problemas de vista, circunstancia que le llevaría posteriormente a una desesperada operación de cataratas y la ceguera total. El compositor se dispone a asistir al bautizo del primogénito de su hijo Carl Philippe Enmanuel, a la sazón clavecinista de la corte prusiana y, por tanto, al servicio del rey.
En La verdadera vida de Johann Sebastian Bach, Klaus Eidam dedica uno de sus capítulos al encuentro entre el rey prusiano y el gran compositor, una circunstancia desprovista de la grandeza y el interés recíproco que se supone en un rey del que se sabe su afición a la música, de la que era un conocido intérprete de flauta. El primer encuentro se produce en estas circunstancias el 7 de mayo del citado 1747.



El ambiente en que se desarrolla la música y la obra de Bach se recoge en este vídeo que muestra una interpretación de la Cantata 147 y su tema coral Wohl mir, dass ich Jesum habe (el último tema de la primera parte con música idéntica al famoso Jesus bleibet meine Freude con que termina la obra) a partir de una grabación en disco dirigida por el especialista alemán Karl Richter que, aunque en el título aparezca que pertenece a la citada película, no forma parte de la misma.


El reto de realizar una fuga a seis voces sobre el tema impuesto por el rey fue llevado a cabo por Bach con el interés y la pasión propias del compositor alemán. Fruto de este trabajo fue la obra conocida como Das Musikalische Opfer (Ofrenda musical), catalogado como BWV 1079 dentro de las obras del compositor. 

La dedicatoria al rey prusiano contiene el título Regis Iussu Cantio Et Reliqua Canonica Arte Resoluta (Tema proporcionado por el rey, con añadidos, resuelto en forma de canon), un rebuscado título, cuyas iniciales forman la palabra RICERCAR, la denominación que recibía antiguamente el estilo de fuga en el que está compuesto la obra.
A partir de la melodía conocida como Tema Regio, Bach conforma una obra en la que incluye dos ricercares (fugas) a 6 y 3 voces, diez cánones cada uno con un estilo diferente y una sonata trío en cuatro movimientos.

Palacio de Sanssauci, columnata norte de la Cour d'Honneur
Uno los cánones de la Ofrenda musical es que se posteriormente se bautizó como Canon Cangrejo, una obra que se interpreta hacia adelante y hacia atrás, sirviendo una de ellas como acompañamiento a la otra y conformando un palíndromo musical. El siguiente vídeo realizado por Jos Leys y Xantox refleja esta estructura utilizando también una banda de Moëbius, esa cinta interminable, con una sola cara y un solo margen que se superpone sobre sí misma y en la que la melodía de Bach realiza el doble recorrido. Nunca matemáticas y música han estado tan indisolublemente unidas.



Eidam
continúa en su biografía bachiana la información sobre la composición de esta obra y el poco interés que mostró el monarca sobre la misma.




La escena extraída de Mi nombre es Bach que acompaña este texto pertenece al momento, días después de que el monarca indicara el tema y el reto, en el que el compositor propone, tras una interpretación en el órgano, que el rey le acompañe a la flauta en la variación que ha compuesto sobre el mismo.


Mi nombre es Bach es una obra que muestra la relación que en la época existía entre el poder y los músicos con algunas consideraciones dignas de mencionar. 
-Los músicos eran unos meros empleados que comían incluso con los criados. En el inicio de la película, Carl Philippe Emanuel enseña al monarca un trío que ha compuesto, a lo que el rey le responde que él no se lo ha encargado y no lo necesita. El rey se muestra más pendiente del sonido de las ventosas que le está aplicando el médico que de las explicaciones del hijo de Bach sobre dicha composición.




-El tema musical propuesto por Federico II para una fuga a seis voces es un reto prácticamente imposible de alcanzar con la idea de tambalear la fama de Bach.
-Dada la complejidad de la melodía, el músico de Eisenach muestra más adelante que un tema tan complejo e ideado por el rey, ha sido modificado por su amigo el músico Johann Joachim Quantz.
-La hermana del rey, Amalie se presenta en la película como una buena pianista, más amante de la música que su hermano, pero que, al ser mujer, no puede desarrollar sus capacidades. Admira la fuerza creadora de los Bach, especialmente de Johann Sebastian y su hijo mayor Wilhelm Frideman, con quien intenta tener un romance.
-La compleja personalidad de Federico el Grande, uno de los mayores representantes del Despotismo ilustrado, aparece como uno de los pilares de la película. Hijo de Federico Guillermo I, sufrió el fuerte carácter de su padre, sintiéndose humillado y atacado por éste. Sensible, más cercano a la filosofía y la música que a la guerra, intentó desertar con su  algo más que amigo el teniente Hans Hermann von Katte del ejército. Capturados ambos, son encarcelados con la orden de que ninguno de los guardianes le dirigiera la palabra al heredero del rey. El teniente von Katte fue ejecutado, obligándose a Federico a estar presente en la ejecución. 
-La traumática experiencia que supuso para él la relación con su padre, marcó su personalidad de por vida, quedando reflejada en su complejidad a lo largo del film, estableciéndose una extraña relación entre él y el compositor, al que llega a confesar en un momento que lo peor en este mundo es tener un padre al que se odia.

Jardines del palacio de Sanssauci
La película está interpretada por Wadim Glowna en el papel de Bach, Jurgen Vogel como Federico II, Anatole Taubman y Paul Herwig como Friedemann y Emanuel Bach y Karoline Herfurth como la princesa Amalie en los papeles más relevantes. La música fue compuesta por Frédéric Devreese, tiene una duración de 94 minutos y está disponible aquí debajo y en YouTube en el siguiente enlace: Mi nombre es Bach.


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Páginas web interesantes:
  • https://www.abc.es/historia/abci-terrible-infancia-federico-grande-principe-humillado-asalto-europa-201702060108_noticia.html 

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