El 29 de julio de 1890 murió Vincent Van Gogh, uno de los pintores que más han influido en el público y otros artistas, desde pintores a músicos, escritores o cineastas durante todos estos años.
Pese a no vender más que un cuadro a lo largo de su vida, sus innovaciones respecto al uso del color, las pinceladas o las sensaciones que logra transmitir con sus obras, sus problemas de salud mental o su muerte violenta y prematura lo han convertido en un icono del arte.
En esta publicación queremos rendir homenaje a Van Gogh a partir de una biografía y algunas de las muchas cartas que escribió a lo largo de su vida. También nos acercaremos a algunas óperas que se han compuesto sobre él, una muestra de las muchas canciones que sobre él se han escrito y una ensoñación cinematográfica que nos sirva como último recuerdo a tan icónico pintor. Te propongo un homenaje a Van Gogh con motivo de la celebración del aniversario de su muerte. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
En esta publicación queremos rendir homenaje a Van Gogh a partir de una biografía y algunas de las muchas cartas que escribió a lo largo de su vida. También nos acercaremos a algunas óperas que se han compuesto sobre él, una muestra de las muchas canciones que sobre él se han escrito y una ensoñación cinematográfica que nos sirva como último recuerdo a tan icónico pintor. Te propongo un homenaje a Van Gogh con motivo de la celebración del aniversario de su muerte. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
Van Gogh. La noche estrellada. 1889 |
Vicent Willem van Gogh murió con 37 años de edad el 29 de julio de 1890 tras herirse con un arma de fuego dos días antes. Su turbulenta y desdichada vida cargada de depresiones y problemas mentales finalizó en ese momento. Su obra, un camino de búsqueda de la luz y el color, la música que se encuentra dentro de la pintura, la pincelada rápida y precisa y la constante experimentación, comenzó a crecer y a popularizarse desde entonces. Un pintor que sólo había vendido una sola obra en su vida y cuyos cuadros se amontonaban arrinconados entre su habitación y las de sus familiares y amigos que no sabían qué hacer con ellas, pasó a convertirse en uno de los más seguidos y cotizados desde ese momento.
Tras ganar el premio Pulitzer por una biografía del pintor Jackson Pollock, Steven Naifeh y Gregory White Smith lograron el acceso a documentación inédita del Museo Van Gogh de Amsterdam junto a otras fuentes de información para publicar una interesante biografía del pintor holandés: Van Gogh. La vida.
En esta densa, rigurosa, vívida y precisa biografía, Naifeh y White Smith reflejan la psicología del artista y su constante lucha para encontrar su lugar en el mundo, su especial relación con su hermano Theo, su errabunda y turbulenta vida sentimental, la relación con el pintor Paul Gauguin, la pérdida de su oreja y sus problemas depresivos y mentales.
Tras una serie de grabados y láminas con su obra, la biografía comienza, como en una suerte de flashback, con el momento en que Theo recibe el mensaje de que Vincent está herido.
Tras ganar el premio Pulitzer por una biografía del pintor Jackson Pollock, Steven Naifeh y Gregory White Smith lograron el acceso a documentación inédita del Museo Van Gogh de Amsterdam junto a otras fuentes de información para publicar una interesante biografía del pintor holandés: Van Gogh. La vida.
En esta densa, rigurosa, vívida y precisa biografía, Naifeh y White Smith reflejan la psicología del artista y su constante lucha para encontrar su lugar en el mundo, su especial relación con su hermano Theo, su errabunda y turbulenta vida sentimental, la relación con el pintor Paul Gauguin, la pérdida de su oreja y sus problemas depresivos y mentales.
Tras una serie de grabados y láminas con su obra, la biografía comienza, como en una suerte de flashback, con el momento en que Theo recibe el mensaje de que Vincent está herido.
Antes de acercarnos a obras operísticas centradas en la figura de Van Gogh, no queremos dejar de recordar que han sido muchos los cantantes que han dedicado canciones al pintor holandés.
En 1971, Don McLean escribió una canción tras leer una biografía del pintor. Su certero y sentido homenaje queda recogido en esta emotiva canción Vincent.
Una personalidad tan peculiar como la de Van Gogh no se sintió indiferente frente a la música. Además de sus primeras experiencias con las músicas que oían en la iglesia de pequeño, los hermanos Van Gogh asistieron a las primeras representaciones de las ópera de Richard Wagner en París.
Aún así, aunque Vincent amaba la música, su carácter le impedía asistir a los conciertos ya que los ruidos, crujidos y susurros del público lo inquietaban e impedían que su sensibilidad apreciara la textura musical.
Aún antes de oír la música de Wagner, Vincent recordó a su hermano que había estudiado la relación ente el color y la música mientras recibía clases de piano en Nuenen y le había escrito cómo el pintor Jules Dupré había plasmado "una gran cantidad de estados de ánimo" utilizando lo que llamaba "sinfonías de color". De esta forma, el pintor holandés buscaba acercarse cada vez más a un estilo que fuera más parecido a la música. Así, comenzó a utilizar el término "abstracciones" para sus obras, un término en el que fundía la música con la pintura y el arte de forma general.
Pero no sólo él estuvo influido por la música. ¿Ha habido compositores que se han sentido influidos por él, que han visto la necesidad de componer como Van Gogh o sobre Van Gogh?
En 1990, con motivo del centenario de su fallecimiento, el finlandés Einojuhani Rautavaara estrenó su ópera Vincent con libreto propio basado en las cartas que se cruzaron Theo y Vincent, además de algunos datos biográficos. En esta ópera Rautavaara desarrolla más que sucesos de su vida la evocación de las visiones del pintor, al que el compositor finés definió como "un cazador de luz".
Dividida en tres actos, la ópera utiliza en varios momentos el llamado "Cuarteto grotesco", un recurso de la ópera finlandesa que presenta una perspectiva subjetiva, siempre con la misma formación de voces, con una función narrativa en que los personajes pertenecen a diversas capas sociales. Así, Rautavaaraa logra presentar en escena las voces que no comprenden la obra y la personalidad del protagonista y sirven de contrapunto a él.
Estrenada el 17 de mayo de 1990 en el Soumen Kansallisoopperan de Helsinki, cada acto comienza con un preludio dedicado a alguna obra del pintor. Así, en el Acto I se refiere a La noche estrellada en una escena que se desarrolla en en el manicomio de Saint-Remy. El preludio del Acto II a Cuervos en el trigal en una escena que transcurrirá en una exposición de arte. Por último, el preludio del Acto III a la Iglesia de Auvers, para continuar la acción de nuevo en el sanatorio mental de Saint-Remy.
Para su obra, Rautavaara se basó en tres series de doce tonos que mezcló y varió junto con una serie de intervalos (Intervallreihe) de Olivier Messiaen que, junto con un sintetizador DX7 generan un efecto tímbrico de gran intensidad.
No hay grabaciones en las redes con esta ópera en vídeo, aunque hay una grabación de audio con el disco que se grabó el día del estreno: Rautavaara: Vincent.
En el siguiente enlace podemos escuchar los tres preludios de Vincent, acompañados por los cuadros que le dan nombres: Tahtiyo (Noche estrellada), Variksia vehnapellon paalla (Cuervos en el trigal) y Auvers'in kirkko (Iglesia de Auvers), extraídos del disco mencionado anteriormente a cargo de la Finnish National Opera Orchestra and Chorus dirigidos por Fuat Manchurov.
En 1971, Don McLean escribió una canción tras leer una biografía del pintor. Su certero y sentido homenaje queda recogido en esta emotiva canción Vincent.
Van Gogh. El jardín de Daubigny. Julio de 1890 |
Aún así, aunque Vincent amaba la música, su carácter le impedía asistir a los conciertos ya que los ruidos, crujidos y susurros del público lo inquietaban e impedían que su sensibilidad apreciara la textura musical.
Aún antes de oír la música de Wagner, Vincent recordó a su hermano que había estudiado la relación ente el color y la música mientras recibía clases de piano en Nuenen y le había escrito cómo el pintor Jules Dupré había plasmado "una gran cantidad de estados de ánimo" utilizando lo que llamaba "sinfonías de color". De esta forma, el pintor holandés buscaba acercarse cada vez más a un estilo que fuera más parecido a la música. Así, comenzó a utilizar el término "abstracciones" para sus obras, un término en el que fundía la música con la pintura y el arte de forma general.
Pero no sólo él estuvo influido por la música. ¿Ha habido compositores que se han sentido influidos por él, que han visto la necesidad de componer como Van Gogh o sobre Van Gogh?
En 1990, con motivo del centenario de su fallecimiento, el finlandés Einojuhani Rautavaara estrenó su ópera Vincent con libreto propio basado en las cartas que se cruzaron Theo y Vincent, además de algunos datos biográficos. En esta ópera Rautavaara desarrolla más que sucesos de su vida la evocación de las visiones del pintor, al que el compositor finés definió como "un cazador de luz".
Dividida en tres actos, la ópera utiliza en varios momentos el llamado "Cuarteto grotesco", un recurso de la ópera finlandesa que presenta una perspectiva subjetiva, siempre con la misma formación de voces, con una función narrativa en que los personajes pertenecen a diversas capas sociales. Así, Rautavaaraa logra presentar en escena las voces que no comprenden la obra y la personalidad del protagonista y sirven de contrapunto a él.
Estrenada el 17 de mayo de 1990 en el Soumen Kansallisoopperan de Helsinki, cada acto comienza con un preludio dedicado a alguna obra del pintor. Así, en el Acto I se refiere a La noche estrellada en una escena que se desarrolla en en el manicomio de Saint-Remy. El preludio del Acto II a Cuervos en el trigal en una escena que transcurrirá en una exposición de arte. Por último, el preludio del Acto III a la Iglesia de Auvers, para continuar la acción de nuevo en el sanatorio mental de Saint-Remy.
Para su obra, Rautavaara se basó en tres series de doce tonos que mezcló y varió junto con una serie de intervalos (Intervallreihe) de Olivier Messiaen que, junto con un sintetizador DX7 generan un efecto tímbrico de gran intensidad.
No hay grabaciones en las redes con esta ópera en vídeo, aunque hay una grabación de audio con el disco que se grabó el día del estreno: Rautavaara: Vincent.
En el siguiente enlace podemos escuchar los tres preludios de Vincent, acompañados por los cuadros que le dan nombres: Tahtiyo (Noche estrellada), Variksia vehnapellon paalla (Cuervos en el trigal) y Auvers'in kirkko (Iglesia de Auvers), extraídos del disco mencionado anteriormente a cargo de la Finnish National Opera Orchestra and Chorus dirigidos por Fuat Manchurov.
Tras esta recopilación basada en los preludios de Vincent, nos acercamos a la correspondencia del pintor.
Cartas desde la locura: Vincent Van Gogh recoge gran parte de la correspondencia del pintor holandés, especialmente con su hermano Theo, aunque también con otros conocidos suyos como Gauguin durante los dos últimos años de su vida.
El libro se haya dividido en tres partes, correspondientes a los lugares en los que residió durante estos meses:
Arlés, de octubre de 1888 a mayo de 1889.
Saint-Remy, del 3 de mayo de 1889 al 16 de mayo de 1890.
Auvers-sur-Oise, del 20 de mayo al 29 de julio de 1890.
En la traducción de Claudia Schvartz se recogen las frecuentes misivas que el pintor intercambiaba de manera especial con su hermano Theo, que a lo largo de su vida llegó a ser alrededor de un millar de cartas.
Fue en esa época cuando ocurrió el incidente en el que se seccionó la oreja mientras vivía con Gauguin en Arlés en diciembre de 1888.
La carta que traemos en primer lugar fue escrita en Saint-Remy. Allí estuvo prácticamente durante un año en el hospital de enfermos mentales Saint-Paul de Mausole donde ingresó de forma voluntaria. Disponía de dos habitaciones, su dormitorio y otra que utilizaba para guardar sus pinturas y como taller. Disponía de libertad para entrar y salir y fue un año fecundo en su producción pictórica, salvo algunos momentos puntales en que las crisis le impedían hacerlo.
Esta primera carta fue escrita a su hermano Theo el 25 de junio de 1889 y su contenido se centra especialmente en el estudio y tratamiento que hace para pintar los cipreses del lugar.
Para no hacerla más extensa, se han suprimido las reflexiones que realiza sobre la lectura de Zadig o el destino de Voltaire, novela que compara con el Cándido y que le resulta parecida en su contenido. También se han suprimido las referencias a las obras de Shakespeare que está leyendo en inglés y su intención de terminar de leer todas las que tienen como protagonistas a reyes. Además, de algunos comentarios sobre la forma que tiene Rembrandt de reflejar en sus pinturas la mirada.
Así, el resto del contenido de la carta está dedicado al estudio de los cipreses, comentando a su hermano la importancia que para él tienen estos árboles y la escasa atención que le han otorgado otros pintores, las formas que él encuentra en ellos, qué tipo de verde utiliza y cómo lo hace, además de algunos detalles sobre su forma de pintarlos.
Cartas desde la locura: Vincent Van Gogh recoge gran parte de la correspondencia del pintor holandés, especialmente con su hermano Theo, aunque también con otros conocidos suyos como Gauguin durante los dos últimos años de su vida.
El libro se haya dividido en tres partes, correspondientes a los lugares en los que residió durante estos meses:
Arlés, de octubre de 1888 a mayo de 1889.
Saint-Remy, del 3 de mayo de 1889 al 16 de mayo de 1890.
Auvers-sur-Oise, del 20 de mayo al 29 de julio de 1890.
En la traducción de Claudia Schvartz se recogen las frecuentes misivas que el pintor intercambiaba de manera especial con su hermano Theo, que a lo largo de su vida llegó a ser alrededor de un millar de cartas.
Fue en esa época cuando ocurrió el incidente en el que se seccionó la oreja mientras vivía con Gauguin en Arlés en diciembre de 1888.
La carta que traemos en primer lugar fue escrita en Saint-Remy. Allí estuvo prácticamente durante un año en el hospital de enfermos mentales Saint-Paul de Mausole donde ingresó de forma voluntaria. Disponía de dos habitaciones, su dormitorio y otra que utilizaba para guardar sus pinturas y como taller. Disponía de libertad para entrar y salir y fue un año fecundo en su producción pictórica, salvo algunos momentos puntales en que las crisis le impedían hacerlo.
Esta primera carta fue escrita a su hermano Theo el 25 de junio de 1889 y su contenido se centra especialmente en el estudio y tratamiento que hace para pintar los cipreses del lugar.
Para no hacerla más extensa, se han suprimido las reflexiones que realiza sobre la lectura de Zadig o el destino de Voltaire, novela que compara con el Cándido y que le resulta parecida en su contenido. También se han suprimido las referencias a las obras de Shakespeare que está leyendo en inglés y su intención de terminar de leer todas las que tienen como protagonistas a reyes. Además, de algunos comentarios sobre la forma que tiene Rembrandt de reflejar en sus pinturas la mirada.
Así, el resto del contenido de la carta está dedicado al estudio de los cipreses, comentando a su hermano la importancia que para él tienen estos árboles y la escasa atención que le han otorgado otros pintores, las formas que él encuentra en ellos, qué tipo de verde utiliza y cómo lo hace, además de algunos detalles sobre su forma de pintarlos.
Compuesta por Bernard Rands a partir de un libreto de J. D. McClatchy, en abril de 2011 se estrenó hace pocos años otra ópera títulada también Vincent y dedicada, lógicamente, a Van Gogh en la Escuela de Música Jacobs de la Universidad de Indiana.
Escrita en dos actos divididos en 13 escenas, la obra requiere además una compañía de ballet para la primera escena del segundo acto que lleva al escenario un baile en Arlés.
El enlace que nos acompaña se centra en la escena final con el intento de suicidio que casi fracasa por su torpeza y su muerte con Theo junto a él. Una escena que representa las ideas que tenemos de cómo fue su muerte. David Adam Moore representa al protagonista de la ópera.
Seguimos con Cartas desde la locura: Vincent Van Gogh, aunque en esta ocasión nos centramos en una dirigida a Paul Gauguin, quien fuera su compañero en Arlés, el lugar donde vivieron y en el que tuvo lugar el conocido incidente que finalizó con la mutilación de su oreja.
Esta carta se escribió el 17 de junio de 1890 en la última localidad de residencia de Vincent, en Auvers-sur-Oise, el mes anterior a su muerte. Como decía, la carta está dirigida a Gauguin, aunque es posible que fuera incluida en otra para Theo quien debía dirigirla a su destinatario.
Nuevamente habla Van Gogh de uno de los cuadros en los que está trabajando y que está protagonizado de nuevo por un ciprés.
Después de los saludos y de hablar de una versión que ha realizado de un cuadro de su amigo Paul, se centra en los detalles del cuadro: el ciprés, la luna casi menguada en su totalidad, los tonos de una estrella que protagoniza el cielo, un camino con viandantes o un carruaje entran en los comentarios que el pintor realiza a su amigo.
Ante la creencia común del suicidio, la biografía de Naifeh y White Smith aporta información bastante convincente sobre las circunstancias de la muerte del pintor que da un giro a las teorías que se han utilizado hasta ahora.
Dos relatos confluyen en esta teoría sobre el final de pintor. En primer lugar, el reato conocido de Adeline Ravoux, hija del posadero que contaba 13 años en el momento y que fue dando información a lo largo de los años, prácticamente casi toda salida de la boca de su padre, ya que ella no tenía información propia. Una información que se dirigía más a consolidar la figura de su padre como conocido de Van Gogh y que va desvelando algunas incongruencias.
Fundamental en esta teoría de la muerte de Van Gogh es la información aportada por René Secrétan, quien ya octogenario, habló sobre la relación que siendo adolescentes él y su hermano Gaston entablaron con Van Gogh. Esta última información hace que, para Naifeh y White Smith, la versión habitual del suicidio de Van Gogh no sea la que solemos dar por hecho.
Quien la lea que saque sus conclusiones.
No sólo la pintura del siglo XX ni la música siguen el legado de Vincent Van Gogh. El cine también se ha fijado en su persona y su obra, siendo representado habitualmente como el genio incomprendido que muere joven, de forma cuando menos extraña.
Esta carta se escribió el 17 de junio de 1890 en la última localidad de residencia de Vincent, en Auvers-sur-Oise, el mes anterior a su muerte. Como decía, la carta está dirigida a Gauguin, aunque es posible que fuera incluida en otra para Theo quien debía dirigirla a su destinatario.
Van Gogh. Camino con ciprés y estrella. 12-15 de mayo de 1890 |
Después de los saludos y de hablar de una versión que ha realizado de un cuadro de su amigo Paul, se centra en los detalles del cuadro: el ciprés, la luna casi menguada en su totalidad, los tonos de una estrella que protagoniza el cielo, un camino con viandantes o un carruaje entran en los comentarios que el pintor realiza a su amigo.
Rautavaara no quiso terminar su Vincent con la muerte del pintor. Según el compositor, "el último acto debía ser una apoteosis". Así la obra finaliza con un trigal inundado de luz y un Van Gogh que manifiesta que "no hay que temer a la muerte. Pues ella va por la luz como el segador".
Basada en esta ópera, Rautavaara tituló su Sinfonía nº 6, Vicentiana, utilizando material de la misma y la incorporación de nuevo del sintetizador DX7 que le daba la posibilidad de representar los delirios paranoicos del pintor, siempre en los comienzos o finales de los movimientos. Estos movimientos surgen de los preludios con la incorporación de la apoteosis: Noche estrellada para el movimiento 1º, Los cuervos para el 2º, Saint-Remy, la población en que se hallaba el sanatorio mental para el 3º movimiento y Apotheosis para denominar la muerte y el triunfo final del artista a través de su obra.
Apotheosis (en cuyo término se incluye el nombre de Theo) se inicia nostálgico, aunque, al tratarse de un suicidio, van creciendo el volumen y la tensión sonoros, derivando en un sentimiento triunfal. Poco a poco regresan los cuervos, el lejano sonar de cencerros y un silencio casi fantasmal va haciendo desaparecer la música hasta finalizar con el sonido de una flauta.
La interpretación de Apotheosis, último movimiento de la 6ª Sinfonía, Vicentiana de Einojuhani Rautavaara corre a cargo de The New Zealand Orchestra dirigida por Pietari Inkinen.
Basada en esta ópera, Rautavaara tituló su Sinfonía nº 6, Vicentiana, utilizando material de la misma y la incorporación de nuevo del sintetizador DX7 que le daba la posibilidad de representar los delirios paranoicos del pintor, siempre en los comienzos o finales de los movimientos. Estos movimientos surgen de los preludios con la incorporación de la apoteosis: Noche estrellada para el movimiento 1º, Los cuervos para el 2º, Saint-Remy, la población en que se hallaba el sanatorio mental para el 3º movimiento y Apotheosis para denominar la muerte y el triunfo final del artista a través de su obra.
Apotheosis (en cuyo término se incluye el nombre de Theo) se inicia nostálgico, aunque, al tratarse de un suicidio, van creciendo el volumen y la tensión sonoros, derivando en un sentimiento triunfal. Poco a poco regresan los cuervos, el lejano sonar de cencerros y un silencio casi fantasmal va haciendo desaparecer la música hasta finalizar con el sonido de una flauta.
La interpretación de Apotheosis, último movimiento de la 6ª Sinfonía, Vicentiana de Einojuhani Rautavaara corre a cargo de The New Zealand Orchestra dirigida por Pietari Inkinen.
Nos movemos con los tópicos. Convertimos lo que es posible en lo que pensamos que es cierto. De esta forma, nuestra mente cree lo que quiere creer, aquello que encaja en nuestras ideas y nuestras convicciones.
Con más o menos detalles, tenemos una idea de cómo pudo ser la muerte de Van Gogh. El domingo 27 de julio de 1890, Vincent salió tras el almuerzo por los campos de Auvers a pintar. Llevaba consigo sus pinturas, lienzo y caballete como hacía cada día. Varias horas más tarde, al atardecer, volvió a la pensión en que se alojaba sin sus pinturas ni el caballete. Los Ravoux, dueños de la pensión y sus huéspedes, que cenaban fuera en la terraza, le vieron venir con la chaqueta abrochada, sujetándose el vientre y cojeando. Pasó junto a ellos sin saludar y subió a su habitación. Gustave Ravoux, el posadero, extrañado, se acercó al pie de la escalera y al oír un gemido subió a la habitación que Vincent ocupaba en el último piso. Lo encontró acostado, revolcándose de dolor y le preguntó qué le ocurría. Su respuesta fue: "Je me suis blessé" (Me he herido), mientras levantaba su camisa y ensañaba un pequeño agujero del tamaño de un guisante bajo sus costillas. Llamaron a un médico. Dos días más tarde, el martes 29 de julio, sobre la una, falleció en presencia de su hermano Theo.
Con más o menos detalles, tenemos una idea de cómo pudo ser la muerte de Van Gogh. El domingo 27 de julio de 1890, Vincent salió tras el almuerzo por los campos de Auvers a pintar. Llevaba consigo sus pinturas, lienzo y caballete como hacía cada día. Varias horas más tarde, al atardecer, volvió a la pensión en que se alojaba sin sus pinturas ni el caballete. Los Ravoux, dueños de la pensión y sus huéspedes, que cenaban fuera en la terraza, le vieron venir con la chaqueta abrochada, sujetándose el vientre y cojeando. Pasó junto a ellos sin saludar y subió a su habitación. Gustave Ravoux, el posadero, extrañado, se acercó al pie de la escalera y al oír un gemido subió a la habitación que Vincent ocupaba en el último piso. Lo encontró acostado, revolcándose de dolor y le preguntó qué le ocurría. Su respuesta fue: "Je me suis blessé" (Me he herido), mientras levantaba su camisa y ensañaba un pequeño agujero del tamaño de un guisante bajo sus costillas. Llamaron a un médico. Dos días más tarde, el martes 29 de julio, sobre la una, falleció en presencia de su hermano Theo.
Ante la creencia común del suicidio, la biografía de Naifeh y White Smith aporta información bastante convincente sobre las circunstancias de la muerte del pintor que da un giro a las teorías que se han utilizado hasta ahora.
Dos relatos confluyen en esta teoría sobre el final de pintor. En primer lugar, el reato conocido de Adeline Ravoux, hija del posadero que contaba 13 años en el momento y que fue dando información a lo largo de los años, prácticamente casi toda salida de la boca de su padre, ya que ella no tenía información propia. Una información que se dirigía más a consolidar la figura de su padre como conocido de Van Gogh y que va desvelando algunas incongruencias.
Fundamental en esta teoría de la muerte de Van Gogh es la información aportada por René Secrétan, quien ya octogenario, habló sobre la relación que siendo adolescentes él y su hermano Gaston entablaron con Van Gogh. Esta última información hace que, para Naifeh y White Smith, la versión habitual del suicidio de Van Gogh no sea la que solemos dar por hecho.
Quien la lea que saque sus conclusiones.
Van Gogh. El puente de Langlois en Arlés con lavanderas. 1888 |
Posiblemente la más conocida sea Lust for life (1956) de Vincent Minelli con un inolvidable Kirk Douglas como Van Gogh y Anthony Quinn en el rol de Gauguin, basado en la novela del mismo título y con música de Miklós Rózsa. Aquí la conocimos como El loco del pelo rojo.
También están Van Gogh (1991) de Maurice Pialat con Jacques Dutronc como protagonista. O el sorprendente documental Loving Vincent (2017) de Dorota Kobiela y Hugh Weichman, una obra de animación que nos logra meter en la obra pictórica del artista. Así hasta al menos una docena de películas que nos acercan a la obra y vida del pintor holandés.
Pero de todas ellas, no me resisto a dejar de compartir uno de los entrañables sueños de Akira Kurosawa. Dreams (Sueños) es una película que recoge una serie de relatos basados en algunos sueños del director japonés y que muestran la relación del hombre con su entorno, el cuidado del planeta, el arte, la espiritualidad o la muerte.
De una belleza plástica inigualable, Dreams cuenta ocho sueños, el quinto de los cuales, Crows (Cuervos) muestra la singular relación que se establece entre el espectador y la obra de Van Gogh cuando es observada detenidamente. En este sueño el pintor holandés está interpretado por Martin Scorsese.
Una maravilla.
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También están Van Gogh (1991) de Maurice Pialat con Jacques Dutronc como protagonista. O el sorprendente documental Loving Vincent (2017) de Dorota Kobiela y Hugh Weichman, una obra de animación que nos logra meter en la obra pictórica del artista. Así hasta al menos una docena de películas que nos acercan a la obra y vida del pintor holandés.
Pero de todas ellas, no me resisto a dejar de compartir uno de los entrañables sueños de Akira Kurosawa. Dreams (Sueños) es una película que recoge una serie de relatos basados en algunos sueños del director japonés y que muestran la relación del hombre con su entorno, el cuidado del planeta, el arte, la espiritualidad o la muerte.
De una belleza plástica inigualable, Dreams cuenta ocho sueños, el quinto de los cuales, Crows (Cuervos) muestra la singular relación que se establece entre el espectador y la obra de Van Gogh cuando es observada detenidamente. En este sueño el pintor holandés está interpretado por Martin Scorsese.
Una maravilla.
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CONTENIDO EXTRA:
Una vez finalizado este homenaje a Van Gogh con motivo del 120 aniversario de su muerte, si lo deseas, puedes ver el making off que muestra cómo se grabaron las imágenes Los sueños de Akira Kurosawa.
Una vez finalizado este homenaje a Van Gogh con motivo del 120 aniversario de su muerte, si lo deseas, puedes ver el making off que muestra cómo se grabaron las imágenes Los sueños de Akira Kurosawa.
Bibliografía consultada:
- www.kareol.es: Letras y traducciones de óperas y música vocal.
- Batta, András. Ópera. Compositores, obras, intérpretes. Könemann Verlagsgesellschaft mbHl, 1999, Colonia (Alemania)
- Naifeh, Steven y White Smith, Gregory. Van Gogh. La vida. Ed. Taurus. 2012. Traducción de Sandra Chaparro Martínez.
- Cartas desde la locura: Vincent van Gogh. Traducción de Claudia Schvart
130 años parece mucho tiempo. Sin embargo, con la obra de Van Gogh esos años se esfuman. Es un artista que supo pintar el alma del individuo, la esencia de las cosas. Podemos ver en su obra una realidad actual que nos conmueve y atrapa. Su historia como individuo es trágico, doloroso y así como algunos sólo ven un loco que tan solo vendió un cuadro, otros como Don McLean le rinden un tierno homenaje en su bella canción, Vincent. Excelente post. La ópera Vincent de Einojuhani Rautavaara no la conocía, gracias por mostrarla. Un abrazo.🐾
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Rosa.
EliminarEs cierto que Van Gogh nos parece tremendamente actual, pese a haber pasado tantos años. Esa capacidad de mirar de una forma diferente a como lo hacían sus contemporáneos es totalmente contemporánea. Tanto, que su obra nos sigue llegando al corazón y quienes se han interesado por él como McLean, Rautavaara, Rands, Kurosawa o tantos otros reflejan ese interés.
Un fuerte abrazo :-)