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Por el Camino de Santiago

 
Desde hace más de mil años, el Camino de Santiago ha sido el destino de millones de peregrinos que han realizado un viaje que transcurre simultáneamente por el espacio geográfico y por interior de sí mismos.  
Se trata de uno de los lugares de peregrinación más antiguos de nuestra cultura que se basa en la tradición del hallazgo de los restos del apóstol Santiago en plena Edad Media, en los primeros años del siglo IX -alrededor de 813- y el viaje hasta el lugar donde reposan. 
Esta costumbre, basada en leyendas y tradiciones, se ha ido conservando con el transcurrir de los siglos hasta consolidarse en las últimas décadas, en las que se ha extendido la iniciativa de peregrinar a Santiago, en mayor medida que a otros lugares de nuestra civilización.
Como es habitual en esta publicación nos centraremos en los libros y las músicas vocales que nos acerquen al recorrido del camino en un viaje que no sólo transita por el espacio geográfico, sino también por el tiempo, hasta finalizar en nuestra época, en un descubrimiento sobre lo que permanece inmutable y lo que cambia con el transcurrir del tiempo.
Te propongo realizar un recorrido desde tu casa por el Camino de Santiago acompañados de textos, músicas y obras en piedra que se originaron en su época, para terminar con las sensaciones que se tienen al finalizar el camino con una obra hace pocos años. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

Peregrinos por el Camino Francés
El documento más importante sobre el Camino de Santiago es el Codex Calixtinus (Códice Calixtino), un conjunto de varios textos atribuido al Papa Calixto II. Se trata de una recopilación de documentos relacionados de forma directa o indirecta con el Apóstol Santiago y los caminos por los que se peregrina para llegar hasta su sepulcro en Compostela. Este compendio se remonta al siglo XII y se conoce también como Liber Sancti Jacobi.
El Codex Calixtinus consta de cinco libros:
-El Libro I, que abarca algo más de la mitad del total, está formado por una serie de oficios litúrgicos y sermones.
-El Libro II narra en sus capítulos veintidós milagros atribuidos al santo directa o indirectamente.
-El Libro III, el más breve de todos, narra el milagroso y prodigioso traslado del cuerpo del santo desde Jerusalén hasta Galicia y el lugar donde fueron depositados en su sepulcro.
-El Libro IV muestra la crónica del arzobispo Turpín (o alguien que se hace pasar por él) que narra la entrada del emperador Carlomagno en España y algunas hazañas legendarias como la derrota en Roncesvalles o la muerte de Roldán, entre otros.
-El Libro V, el más conocido de todos, es una guía de viajes para los peregrinos franceses hasta la llegada a Santiago
Aymeric Picaud llevó personalmente en 1139 o 1140 el Codex Calixtinus a Santiago, un códice atribuido al Papa Calixto II por los monjes de Cluny, aunque algunos estudiosos consideran que el texto era de su autoría. El papa, que había fallecido en 1124, había concedido a la ciudad la dignidad metropolitana que tenía Mérida e instaurado el Año Santo Jacobeo en 1120.
Según se recoge en este Codex Calixtinus fue, según la tradición, en 813, bajo el reinado astur de Alfonso II el Casto, cuando el ermitaño Paio tuvo la revelación de que se iba a descubrir el cuerpo del Apóstol Santiago, hecho que ocurrió unos días más tarde en el monte Libredón (un topónimo surgido al evolucionar el término Liberum donum -libre de señor- un lugar sobre el que no había dueño al que pagarle impuestos), donde más adelante surgiría Compostela. En ese lugar, entre las malezas sobre las que brillaba la estrella -de ahí el nombre de Campus Stellae, Compostela-, apareció un arca de mármol con los restos de Santiago el Mayor. El obispo de Iria Flavia comunicó al rey lo sucedido quien se aprestó a acudir al lugar por caminos y calzadas romanas desde Oviedo en lo que hoy se denomina El camino primitivo. Al llegar hizo construir la primera iglesia dedicada a Santiago, además de otras dos dedicadas al Salvador y a San Pedro y San Pablo, además de una comunidad de Agustinos en los que será el núcleo original de CompostelaTal es la leyenda sobre los restos del hijo de Zebedeo tal como se recoge en el códice.

Peregrinos en uno de los puentes del Camino Francés
Sin entrar en más detalles sobre el contenido de los primeros libros, nos acercamos a las primeras palabras del prólogo con que el obispo de Roma Calixto II saluda a los destinatarios y se dirige a quienes puedan enmendar algún error en él.


Este Libro I recoge y recopila, además de sermones y oficios litúrgicos, algunos cantos que se entonaban en esas ceremonias, en el más puro estilo gregoriano, y cuyo uso se generalizó tras la publicación.
Nos acompaña el grupo Ensemble Discantus con la interpretación de Dum pater familias, en la que la agrupación femenina que dirige Brigitte Lesne se acompaña por campanas de mano. Se trata de una pieza monódica del siglo XII en estilo gregoriano en la que predomina un tono festivo que la acerca más a la celebración que a la liturgia. Es interesante resaltar el aspecto internacional del camino en aquella época al incluir esta pieza exclamaciones y palabras en otros idiomas como el flamenco o el alemán, además del latín. 
La grabación, con subtítulos en castellano, pertenece a una interpretación que se realizó en la Fundación Juan March en 2011.


Desde los primeros años de peregrinaje, el camino se realizó por distintos trazados, según la procedencia de los peregrinos, aunque el más transitado era el procedente de Francia y Europa, el llamado Camino Francés.
Aunque cada peregrino hace su propio camino y este está cargado con las distintas creencias, experiencias y circunstancias de quien lo realiza, la carga y el peso interior están determinados por el trazado y recorrido geográfico que se realiza.
El Libro V del Codex Calixtinus es la primera guía de viajes de la historia, un libro que mezcla el relatos del viaje con indicaciones de rutas, consejos prácticos y morales sobre qué encontrar en el camino, por dónde y cómo realizar las distintas etapas, qué comer o dónde encontrar agua para beber. Aunque tanto en su encabezamiento como en su descripción bibliográfica queda numerado como Liber III o Codex Quart, actualmente se le conoce como el quinto de los libros o Liber Peregrinationis.
Aunque se desconoce el autor de este libro, la creencia más generalizada es que es un francés que conocía por experiencia propia este camino francés, que habla positivamente del tramo que transcurre por tierras francas desde Poitou, desde donde parece proceder, así como algunos comentarios que muestran menor afecto hacia algunas localizaciones y costumbres españolas, además de utilizar expresiones como «nos gens gallica» (nosotros los franceses). Así, la mayoría de estudiosos atribuyen al propio Aymeric Picaud, quien llevó el Codex en el nombre el papa Calixto II, capellán de Vézelay la autoría del Liber peregrinationis o, al menos, la compilación que dio origen tanto a este libro concreto como a toda la obra.

El Miño a su paso por Portomarín
Dividido en once capítulos con una extensión que oscila entre algunas líneas y varias páginas, podemos encontrar las cuatro principales rutas que van desde el centro de Francia hasta los Pirineos para encontrarse en una sola al llegar a la península. También se indican las localidades por las que se pasan y las etapas que se deben realizar, los ríos que cruzar y la calidad de sus aguas, así como la opinión que tiene sobre los diversos pueblos que atraviesa antes de llegar al anhelado destino compostelano.
El texto que nos acompaña recoge el argumento que muestra el propósito del libro, así como los capítulos 1 y 3 que muestran los caminos que confluyen en el Camino francés y los pueblos que atraviesan en sus distintas etapas. Confrontar el texto del siglo XII con el recorrido actual es una forma de relacionar lo que permanece frente a lo pasajero, aquello que tiene vigencia momentánea con lo que continúa inamovible frente al paso del tiempo. Una mirada y una comparación entre la ruta medieval y la actual confirma la reflexión. 


Desde tiempo inmemoriales el aspecto de expiación de culpas del Camino de Santiago se tradujo en determinados hechos concretos como las peregrinaciones durante la Edad Media de los «nudi cum ferro» (Desnudos y con cadenas) con las que algunos presos redimían o atenuaban sus condenas.
Una versión contemporánea de esta situación son las peregrinaciones que se organizan desde algunas prisiones en nuestro país en determinados momentos, aunque la experiencia más asentada proviene de Bélgica.
El proyecto Oikoten utiliza esta palabra de origen griego con los significados de «lejos del hogar» y «por sus propios medios» desde 1982 para ofrecer a delincuentes provenientes de colectivos juveniles en riesgo de exclusión la oportunidad de conmutar sus condenas por la peregrinación por el Camino de Santiago
Durante la primer experiencia dos jóvenes realizaron el recorrido de 2.500 kilómetros que separan Vézelay, en Francia, y Santiago en cuatro meses. Tras la realización de la experiencia en los años siguientes se realizó un seguimiento en el que pudieron comprobar que el 60% de los participantes se reintegró en la sociedad tras la experiencia, mientras al 40% restante le fue más larga y complicada la reincorporación social. Los responsables llegaron a la conclusión de que el programa aportaba efectos beneficiosos como enseñar a los jóvenes a ser responsables en la toma de sus propias decisiones, alejarse de las conductas agresivas y recuperar la confianza en ellos mismos.

Quizás la palabra más utilizada durante toda la historia de las peregrinaciones jacobeas sea la expresión latina Ultreia! (Ultra + eia, ¡Sí, más allá!) con la que los caminantes se animaban en las largas y extenuantes jornadas, pese a que en los últimos años se ha sustituido por ¡Buen camino!.
En muchos de los cánticos que se encuentran en el Codex Calixtinus aparecen estas expresiones que muestran el compañerismo con que los peregrinos se animaban para conseguir sus propósitos.
En Ad honorem Regis summi se entona en una de sus estrofas:
Unde laudes regis regum / solvamus alacriter. / Cum quo leti mereamur / vivere perhenniter. / Fiat, amen, alleluia / dicamus solempniter / E ultreia esus eia / decantemus iugiter.
(Por eso al Rey de los reyes / loas debemos decir / para merecer felices / por siempre con Él vivir / Hágase, amén, aleluya, / digamos, pues, a la par / E ultreya esus eya / cantemos sin cesar.)

El Ensemble de Musique Ancienne nos ofrece una interpretación de Ad honren Regis summi, una composición anónima recogida en el disco Ultreia! Sur la route de St-Jacques de Compostelle en la colección Polyphonia Antiqua de Arion.


De aquellos caminos originales en la actualidad hay una mayor diversidad que recogen los peregrinos que recorren el Camino de Santiago desde diversos puntos de origen hasta concluir en la capital compostelana. Además del Camino francés, o el que recorrió el rey Alfonso II por primera vez, el Camino Primitivo, también existen el Camino de Fisterra y Muxía, la Vía de la Plata, el Camino inglés, el Camino portugués o el Camino del norte, además de otros que vienen indicados en Las rutas del Camino de Santiago
Sea cual sea el camino realizado, la riqueza y variedad de paisajes, el encanto de rutas y caminos ancestrales, el descanso y el reponer fuerzas después de jornadas agotadoras propician el encuentro con uno mismo, cada quien a su modo y manera según sus creencias y sensibilidades. Y la meta exterior es siempre la misma, la llegada a Santiago y el sentir cumplido el objetivo propuesto.
Ese juego entre lo constante y lo variable, lo que permanece y lo que cambia con el paso del tiempo lo podemos apreciar en algunos pasajes del Libro V al que antes hacíamos referencia y nos acompañaba.
Nos podemos imaginar a los transeúntes de los primeros siglos. El camino representaba hasta hace relativamente poco tiempo un esfuerzo temporal enorme. La salida se realizaba desde el lugar de procedencia del peregrino hasta entroncar con algunos de los caminos establecidos, pero al llegar al destino había que realizar el viaje inverso para regresar al lugar de partida. En muchos casos suponía semanas o meses de camino, incluso algunos decidían establecerse por la zona como artesanos o trabajadores.
En la actualidad, lo habitual es coger un medio de transporte (avión, autobús, tren o automóvil) que nos acerque al punto de origen del camino deseado, realizar el camino y regresar en el mismo medio a nuestro hogar. Es una simple cuestión de días que en el tiempo tan acelerado que vivimos no nos permite hacernos a la idea de lo que suponía en otras épocas.
Ese juego entre lo constante y lo variable, lo que permanece y lo que cambia con el paso del tiempo lo podemos apreciar en algunos pasajes del Libro V al que antes hacíamos referencia y nos acompañaba.

Claustro de la catedral de Santiago de Compostela con la que se supone era la pila de la Fuente de Santiago
De nuevo recurrimos al Libro V para acercarnos a su Capítulo 9 en el que se trata de la ciudad de Santiago. Los dos extractos del texto hacen referencia a elementos que ya no podemos contemplar por haber desaparecido: La Fuente de Santiago y la Puerta Septentrional o Francesa situadas en el mismo lugar. 
La Puerta Francesa estaba situada en el lugar que actualmente se conoce como la Azabachería y poseía un pórtico romántico edificado entre 1.101 y 1.111 dedicado a narrar la historia de Adán y Eva y su expulsión del Edén, por lo que también se la conocía como Puerta del Paraíso. Esta puerta fue destruida alrededor de 1757 para darle el aspecto que ostenta actualmente. El nombre de Puerta Francesa o Francígena hace referencia al lugar por el que llegaban los peregrinos procedentes del camino francés, además del primitivo y el del norte.
Junto a esa puerta se hallaba la Fuente de Santiago, también denominada Fuente de los Leones o Fuente del Paraíso y que también ha desaparecido, aunque se da por hecho que su taza de piedra es la que se conserva en el centro del claustro de la catedral. No se sabe hasta cuando estuvo en activo, pero ya en el siglo XV se tiene noticias de su desaparición, posiblemente para sustituirla por otra más acorde con las necesidades..


Una de las joyas de la arquitectura y escultura de todos los tiempos es el Pórtico de la Gloria, la composición que se encuentra tras la entrada de la Puerta Occidental o Puerta del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela.
Dirigido por el Maestro Mateo se trata de una construcción en tres arcos con una iconografía basada en el libro del Apocalipsis y que está formado por más de doscientas figuras de granito con una expresividad y vitalidad que no se conocían en la Edad Media, constituyendo un cuadro colectivo que transmite el mensaje teológico de la salvación.

Dibujo de la recreación de la Puerta Francesa por Victoriano Nodar Fernández, a partir de investigaciones de M. Castiñeiras (2009)
Construido durante veinte años, el Pórtico de la Gloria fue terminado en 1188, perdiendo con el paso del tiempo parte de su frescura y policromía. 
No es música la que nos acompaña a continuación, sino un documental sobre la restauración del Pórtico de la Gloria que se realizó entre 2009 y 2018, en el que se persigue trasmitir una triple finalidad: el significado iconográfico de la obra escultórico-arquitectónica, la dimensión espiritual de la obra y la apreciación de la belleza estética y su relevancia dentro del contexto de la historia del arte.


De la observación de las figuras del Pórtico que portan instrumentos surgió la idea de rescatarlos, recreándolos en el el proyecto Os sons da pedra, del que hay un enlace al finalizar esta publicación.
De la construcción de estos instrumentos, así como de la exposición que los acompaña, se han realizado algunas interpretaciones con ellos. 
Nos quedamos con un músico tan importante y conocido en el mundo de la música gallega y celta como el gaitero Carlos Núñez que nos interpreta una versión, prácticamente instrumental, de Dum Pater Familias realizada en enero de 2021 en la que se acompaña con algunos de los instrumentos obtenidos a partir de esta reconstrucción. La grabación sigue los estándares a los que nos hemos acostumbrado durante los años de la pandemia.


Pese a los cambios que se han producido desde que Alfonso II iniciara el Camino de Santiago hace casi mil doscientos años, hay cosas que permanecen inalterables al paso del tiempo como la emoción de alcanzar la meta del camino, la llegada a Santiago de Compostela y a la plaza del Obradoiro y contemplar la fachada principal de la Catedral con su impresionante escalinata.

El pórtico de la Gloria, obra del Maestro Mateo.
El último texto que nos acompaña no pertenece al Codex Calixtinus como los precedentes, sino que nos entronca con nuestro tiempo.
En Las rosas de piedra, el poeta, ensayista, novelista y guionista Julio Llamazares comparte sus impresiones y sensaciones a lo largo de un viaje a través del tiempo y de la geografía por todas las catedrales de España. Como un peregrino, Llamazares emprendió el camino con dos finalidades claras: el afán de viajar y la intención literaria, en la voluntad de perseguir lo que han buscado los viajeros, la magia y las maravillas que el mundo enseña a los que caminan.
Así, Julio Llamazares divide su libro en seis viajes alrededor de esas catedrales a las que, como rosas de piedra, tiene la intención de conocer y apreciar en todo su esplendor: El primer viaje, Galicia, a los que siguen El reino perdido, Donde Castilla la Vieja el tercero; Vascos navarros y riojanos el cuarto, para seguir con Aragón de norte a sur y finalizar con Las seos de Cataluña.

El pórtico de la Gloria mostrando su policromía tras la restauración
En el primero de ellos, Galicia, su primera incursión por esas rosas de piedras lleva el explícito título de A los pies del señor Santiago.
Tanto quienes han realizado el camino como los que no lo han hecho nos podemos sentir identificados con las sensaciones que nos transmite y presenciar algo que en la actualidad no se puede realizar, entrar en la catedral por las escaleras de la Plaza del Obradoiro y cruzar el Pórtico de la Gloria, así como recibir los dones intelectuales que transmite la imagen del Maestro Mateo, el Santo dos croques


Después de abandonar el texto ancestral del Codex Calixtinus, la última música que nos acompaña durante este paseo entre libros, arquitecturas y músicas relacionados con el Camino de Santiago, pertenece también a nuestro tiempo. Con letra y música de Joao Alfonso, Paz de Santiago es una evocadora canción que identifica la paz que se encuentra por el camino con una peregrina que nos acompaña durante todo el recorrido.
La canción, con imágenes del camino está interpretada por Luis Pastor y el propio Joao Alfonso.

Ultreia!

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

6 comentarios:

  1. Hola Miguel muy interesante e ilustrativo post. Me ilustró sobre alguna cosas que desconocía del Codex Calixtinus. Gracias por compartirlo. Un abrazo 🐾

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    1. Gracias, Rosa.
      Es un documento histórico y como tal interesante, especialmente por las relaciones que podemos establecer entre lo histórico y lo actual o lo permanente y lo accesorio.
      Un fuerte abrazo :-)

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  2. No sé cómo lo haces, Miguel, pero con cada nuevo post me sorprendes y me maravillas más. Este post sobre el camino de Santiago me ha dejado sin palabras. No podría ser más completo ni tampoco más perfecto. Te felicito por el buenísimo trabajo que haces y te doy las gracias por todo lo que aprendo leyéndote, aunque, como en esta ocasión, lo haga con demasiado retraso.

    Un abrazo enorme.

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  3. Hola, Estrella.
    Hay temas que dan mucho juego, como el camino de Santiago. Después de realizarlo este verano y descubrir tanta variedad de creencias y sensibilidades en el recorrido, con personas que buscaban encontrarse consigo mismas, pensé escribir sobre él, basándome, no en la experiencia personal, sino en lo que permanece y lo que cambia en el transcurso del tiempo.
    Gracias a ti, por estar siempre ahí.
    Un enorme abrazo :-)

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  4. Muy interesante cuando nombras al CÓDEX ya que soy fanático de los libros con historia como ese. Un saludo desde ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.

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    1. Gracias por el comentario, Jerónimo.
      El Codex es un libro histórico e interesante. En la parte final de la publicación hay un enlace al libro completo.
      Un fuerte abrazo :-)

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