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Sinfonía de flores

Cada año, la primavera muestra el renacer de la naturaleza con todas sus características, intensidad y manifestaciones. El periodo anual, con algunas variantes según las condiciones meteorológicas o ambientales, se repite en un constante y continuo ciclo de vida y renovación en los seres vivos.
El despertar a la actividad vital de los animales, el nacimiento y el crecimiento de las crías, unido a la renovación de las hojas y flores en la primavera, marcan el surgimiento de un nuevo periodo anual que acabará cerrando el ciclo cuando llegue el invierno con sus rigores.
Una de las manifestaciones que más nos llaman la atención por su belleza, su utilidad para las plantas e incluso su utilización es el florecimiento de las plantas. La naturaleza silvestre, los parques y jardines de los pueblos y ciudades, incluso los modestos parterres y macetas caseros se llenan de flores que alegran y cautivan con sus vistosos colores y aromas.
Con la función inicial de atraer a los insectos para su polinización, los seres humanos hemos sabido aprovechar sus características para generar un arte como la floricultura con el fin de sacar el máximo provecho a las características de cada una de las variedades de plantas y flores.
Aprovechando que estamos en plena primavera, te propongo acercarte a las flores que nos acompañan en esta estación, tanto las silvestres como las cultivadas, para sentir cómo la sinfonía de las flores está junto a nosotros. Nos acompañan obras de Luis Palés Matos, Tagore, Calderón de la Barca, Tchaikovsky, Delibes y Schubert. Si te gusta… ¡Comparte, comenta, sugiere!

Fotografía de Tere Guerra.
Si la primavera es la época donde se manifiesta el resurgir de las plantas, es en mayo donde con mayor esplendor se desarrollan las flores, hasta el punto de que muchas localidades centran en ellas sus fiestas.

Luis Palés Matos (1898-1959) fue un escritor, poeta, periodista y actor portorriqueño que publicó con dieciséis años su primer libro de poemas, Azaleas con clara influencia de escritores como Rubén Darío e inscrito dentro del Modernismo Latinoamericano. Tras trabajar como oficinista, cartero, editor o maestro, llegó a ser secretario del presidente del Senado de Puerto Rico.
Su vida en Guayana, un pueblo tranquilo y solitario influyó en su obra al mezclar una vida totalmente tediosa y aburrida con la entrada en el mundo intenso y extraordinario que le proporcionaba la lectura de los grandes autores de su época y los clásicos.

Pierre-Auguste Renoir, Mujer con sombrilla en un jardín (1875) Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Fundador del Diepalismo, movimiento de vanguardia basado en la sonoridad y musicalidad de los versos, Luis Palés es uno de los grandes representantes de la poesía afroantillana. Entre sus obras destacan Versos para Natividad y Cuadernos del BebéTuntún de pasa y grifería, la novela Litoral y diversas antologías con los poemas publicados en periódicos y revistas.
Nos acompaña El lenguaje de las flores, un soneto inscrito dentro del estilo del modernismo con inspiración del Parnasianismo francés en el que la rima clásica se ha sustituido por la atípica ABAB, CDCD, EEF y GGF.


La sinfonía que crean las flores se puede experimentar de distintas formas: con la mezcla de sus diversos coloridos y tonalidades, con el aroma que desprenden y que embriaga nuestro olfato, con el ornamento que crean en los lugares en que las colocamos o con el movimiento que la brisa o el aire coordina de forma acompasada.
Esta mezcla de sensaciones las transmiten algunas obras musicales. En el ballet El Cascanueces, el tercero de los que compuso tras El lago de los cisnes y La bella durmiente, Peter Illich Tchaikovsky nos muestra su habilidad para transmitir la emoción con una gran maestría. 
Basada en una adaptación que Alejandro Dumas realizó sobre el cuento El cascanueces y el príncipe de los ratones de E. T. A. Hoffmann, este cuento infantil que transcurre el día de Navidad es el ballet más popular y representado en esas fechas y ha aparecido en diversas ocasiones en este blog. En el Acto II, se representa una de las piezas más conocidas de este ballet, el Vals de las flores, una pieza que representa a las flores que se aproximan a rendir homenaje a los protagonistas Clara y el Cascanueces, ya convertido en príncipe.
Introducido por los vientos -que menos para las flores- y las brillantes florituras -nunca mejor dichas- del arpa, Tchaikovsky transmite el acompasado movimiento de las flores, el colorido de su vestuario y la gracia y brillantez de las bailarinas en este vals tan famoso. 
La versión que nos acompaña pertenece a una versión de George Balanchine del Vals de las Flores con una gama de tonos sonrosados de interpretada por el New York City Ballet.


Miembro de una familia de clase alta hindú dedicada a la renovación espiritual de Bengalea, Rabindranath Tagore (1861-1941) se educó junto a su padre en Santiniketan hasta que fue enviado a Gran Bretaña donde estudió música y literatura.
Autor de obras como Cantos de la aurora, colecciones poéticas como Citra y El libro de cumpleaños, La luna nueva o El jardinero, obras de teatro como Kacha y Devayani, El cartero del rey o La máquina o novelas como Gora o La casa y el mundo, Tagore recibió el Premio Nobel de Literatura en 1913. 

Claude Monet, Camino del jardín de Giberny
Compaginó su labor literaria con su trabajo en la escuela Hogar de la Paz que fundó en Santiniketan en la que puso en marcha una metodología pedagógica que buscaba la libertad intelectual, además de posicionarse a favor de la independencia de su país, hasta que durante la I Guerra Mundial se inclinó por tomar una postura pacifista, dejando de lado el nacionalismo.
Nos acompaña un relato perteneciente a su libro La luna nueva (Poemas de niños), un poemario que dedicó a I. Sturge Moore, y que muestra la inocencia y el lirismo que Tagore imprime a su obra.


La ópera también muestra en diversos momentos esta relación con las flores que estamos tratando en esta publicación.
Obra de las denominadas de ambiente exótico, Lakmé es una ópera en tres actos con música de Léo Delibes con libreto de Edmond Gondinet y Philippe Gille basado en la novela Rarahu ou Le mariage de Loti de Pierre Loti, estrenada en la Opéra-Comique de París en 1883.
Enlazando con el país de Tagore, Lakmé se desarrolla en la India durante la conquista colonial inglesa a finales del XIX y, aunque con un argumento con ciertos tópicos, posee unos momentos musicales de gran intensidad y belleza.
El Acto I se desarrolla en un jardín de exuberante vegetación con un río al fondo. Después de una ceremonia, Nilakantha, sacerdote de Brahma, deja a su hija Lakmé al cuidado de sus sirvientes Hadji y Mallika. La joven se quita sus joyas y las deja sobre un banco, mientras se prepara con Mallika para el baño, interpretando el dúo más famoso de la ópera y uno de esos que en muchas ocasiones conocemos sin reconocer de dónde proceden. El dúo comienza con Viens, Mallika (Vienes, Mallika) y continua con Dôme épais (Espesa cúpula), mientras se disponen a recoger flores de loto azul como ofrendas, finalizando mientras cogen una barca y desaparecen por las aguas del río. Es el famoso Dúo de las flores de Lakmé.

Vicent van Gogh, Amandelbloesem (Almendro en flor), 1890, Museo Van Gogh, Amsterdam
Aunque las traducciones no llegan a reflejar en su totalidad el sentido original de la obra, los subtítulos que acompañan la interpretación nos sitúan en el argumento con cierta fidelidad. La versión que nos acompaña es una grabación de la SWR Sinfonieorchester Baden-Baden con la soprano Anna Netrebko como Lakmé y la mezzo Elina Garança como Mallika.


Procedente de una familia hidalga de clase media, Pedro Calderón de la Barca es uno de los grandes escritores del Siglo de Oro, llevando a sus obras de teatro la vida tanto del pueblo como de la nobleza, a las que retrató y de las que se mostró como conciencia crítica. Calderón se muestra en estas obras un humanista del siglo XVII y un precursor de la ilustración que llegará el siglo siguiente.
Basta recordar obras como La dama duende, Casa con dos puertas mala es de guardar, El médico de su honra, El príncipe constante, El alcalde de Zalamea o La vida es sueño para comprobar la excelencia y fecundidad de su obra.

Juan de Arellano, Canastilla de flores (1671), Museo de Bellas Artes de Bilbao
Nos acompaña un texto que nos recuerda que las flores tienen su belleza y hermosura de forma efímera puesto que esta desaparece pronto. 
Estrenada en 1629, El príncipe constante es una comedia en la que Calderón sitúa la historia en el Portugal del siglo XV con los príncipes Enrique y Fernando como protagonistas.
En la escena XIV de la Jornada II, Fernando con una flores, habla con Fénix, Zara y Rosa diciendo estas palabras a los presentes:

No lo jures, bien lo creo.
Yo pues Fénix, que deseo
servirte humilde, traía
flores, de la suerte mía
jeroglíficos, señora,
pues nacieron con la aurora
y murieron con el día.

Poco más adelante, y siguiendo con la idea de la fugacidad de las flores, recita este soneto que nos acompaña, comparando las flores con la vida de los hombres.


Aprovechemos mientras podamos el placer de disfrutar de las flores, de sus colores, aromas e incluso movimientos acompasados, sabiendo que, como la vida, tienen un tiempo y que, aunque acaban por marchitarse, volverán a florecer con la nueva primavera. Es el caso de las palabras de Violeta Valèry y Alfredo en La traviata, cuando reflexionando sobre la enfermedad cantan a dúo La mia/tua salute rifiorirá (Mi/tu salud florecerá).

Jan Brueghel el Viejo (círculo de), Florero (entre 1600-1625), Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid
En este tono de melancólica reflexión finaliza esta publicación sobre las flores con uno de los poemas que Franz Peter Schubert incluyó en el ciclo Die schöne Müllerin (La bella molinera) a partir de los poemas de Wilhelm Müller.
Los versos finales nos llenan de esperanza al recordar que, muerto el invierno, surgirán de nuevo las flores de mayo. Compuesta por veinte poemas, Trockne Blumen (Flores secas) es el antepenúltimo de ellos y mantiene el mismo aire melancólico de toda la obra.


La interpretación de estas Flores secas corre a cargo de uno de los tenores más importantes de este momento, el alemán Jonas Kaufmann, acompañado al piano por Helmut Deutsch dentro de la grabación de La bella molinera realizada en 2009 para Decca Music Group Limited.

Dejémonos seducir por las flores.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Palés Mato, Luis. Poemas. ISBN: 9788499538327
  • Tagore, Rabindranath. La luna nueva, Editorial AMA, ISBN: 97838988659583.
  • Calderón de la Barca, Pedro. El príncipe constante, Editorial Good Press, ebook, ISBN: 8596547820598.
  • Kaufmann, Jonas. Die scönen Müllerin (La bella molinera), Decca Mussic Group Limited, 2009

4 comentarios:

  1. Hola Miguel, ¡qué florida, colorida y alegre entrada! Me ha gustado mucho, el primer poema de Luis Palés no lo recordaba, seguro que lo he leído, pero ya no me acordaba, muy bonito. Y la música genial, un gran acompañamiento para las letras. Gracias por esta belleza.
    Un abrazo. :)

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  2. Muchas gracias, Merche.
    Disfrutemos de las flores con todos nuestros sentidos y nuestra mente.
    Un fuerte abrazo :-)💐🌺🌹

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  3. Me ha encantado, pero si tengo que elegir (que, como digo, es muy difícil) escogería el magnífico ballet del Vals de las Flores (una de las primeras piezas que se intenta enseñar a las alumnas de ballet) y el soneto de Calderón.
    Un abrazo. :)

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    Respuestas
    1. Gracias, Mercedes.
      Dos obras con un estilo, sentido y estructura muy distinta, pero maravillosas. En ocasiones es mejor disfrutar que elegir.
      Un fuerte abrazo :-)

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