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Un encuentro entre dos genios: Beethoven y Liszt

La vida da muchas vueltas y las circunstancias cambian. Quien busca un modelo en el que reflejarse y al que seguir puede llegar con el tiempo a ser modelo para otros. La actitud con que se enfrentan una y otra situaciones es diferente desde la posición de quien la afronta y la separación en el propio intervalo de tiempo con el que han sucedido
Hace poco tiempo se presentó en este mismo blog la relación que hubo en la única ocasión en que Beethoven interpretó música en presencia de Mozart, en qué circunstancias se desarrolló el encuentro y cómo transcurrió: Un encuentro entre dos genios: Beethoven y Mozart.
En aquella ocasión, después de haber sido el gran niño prodigio de la música que deslumbró a toda Europa, Mozart era ya un músico consagrado y Beethoven, de quien quisieron hacer también un niño prodigio, estaba comenzando su andadura musical y buscaba la aprobación de un músico al que admiraba enormemente.
Las circunstancias se repiten en muchos momentos y en esta ocasión nos acercamos a un encuentro entre dos que serán llamados grandes de la música, en el que Beethoven intercambia los papeles y es quien debe escuchar a otro músico que está comenzando a destacar y que se presenta también con la etiqueta de niño prodigio, Franz Liszt.
En el año en que celebramos el 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven te propongo conocer en qué circunstancias se conocieron el ya consagrado compositor y un jovencísimo Franz Liszt. #Beethoven250 #Beethoven2020. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Pero antes de comenzar debemos retroceder hasta antes incluso del nacimiento de Liszt que ocurrió en 1811. 
Alrededor de 1801 Beethoven acepta dar clases a Karl Czerny, un nuevo alumno profesional. No se trata de clases para aficionados o dilettanti como las impartidas al archiduque Rodolfo o a otras muchachas de la nobleza o la alta burguesía, sino que se encaminan a formar a un hijo de músico, bien dotado para la música que, además, había sido educado en sus primeras lecciones por Wenzel Krumpholz, un "loco enamorado" de la obra de Beethoven. 
En su descomunal y detallada biografía Ludwig van Beethoven, Jean y Brigitte Massin nos acercan a los inicios de Czerny (1791-1857) con quien sería su maestro, un Beethoven que sólo tuvo como verdaderos discípulos a Ries y a él.
No solo detallan los comienzos, sino que traen varios recuerdos de Czerny, el primero de ellos sobre la impresión que el aspecto de un consagrado Beethoven produjo en alguna de sus primeras clases, además de los rastros visibles de la enfermedad que ya padecía.



Una curiosa pieza compuesta durante sus años de Bonn, pero que Beethoven publicó, como otras muchas, en Viena durante el tiempo que daba clases a Czerny es un lied basado en un poema de Goethe.
Compuesto alrededor de 1792 o 1793, Aus Goethes Faust (Sobre el Fausto de Goethe), su Op. 75 nº 3, Es war einmal ein König (Había una vez un rey), también llamada la Canción de la pulga de Mefistófeles es un lied que nos muestra a un Beethoven juvenil, alejado de las obras que reconocemos en él. 

Josef Kriehuber (1833). Litografía de Karl Czerny
El texto pertenece a una absurda canción entonada por Mefistófeles que muestra a un rey con una extraña y ridícula simpatía por una pulga a la que amaba como a una hija. Hasta tal punto llega su interés que prohíbe a los miembros de la corte que la ahuyenten o la maten a ella o a sus compañeras, llegando a encargarle un traje a la medida y concederle un título nobiliario.
Este ridículo escenario lo resuelve Beethoven con unas notas rápidas con saltos que van de arriba hacia abajo en el teclado. Llega a la caricatura cuando habla el rey con la gravedad y pomposidad de unos versos cuya música cambia de modo continuamente con acordes que denotan un sentido del humor que va aumentando con la aceleración del texto y las rápidas notas con que se acerca al final de tan absurda canción.
La interpretación corresponde al gran barítono Dietrich Fischer-Dieskau con el acompañamiento al piano de Jörg Demus.



En su biografía beethoveniana, los Massin continúan con algunos recuerdos más de Czerny de las primeras clases que recibió. 
El primero de ellos sobre cómo se desarrollaron esas primeras lecciones y sustanciosos detalles sobre la técnica pianística que le fue enseñando su maestro. El segundo, de algunos recuerdos sobre su carácter.


Basado en el lied anterior, Es war einmal ein König, de Beethoven, Franz Liszt realizó una adaptación para piano solo que incluyo en su obra Beethovens Lieder von Goethe en el que la incluye como la cuarta de sus adaptaciones sobre seis lieder del compositor de Bonn.
La obra fue compuesta y editada por Liszt en 1849 y muestra esa especial disposición del compositor húngaro para la evocación de la obra original, la brillantez y su indudable talento.
La interpretación corre a cargo del pianista Wolfgang Weller.



Czerny no sólo recibió clases de Beethoven, sino que fue también discípulo de Muzio Clementi o SalieriCon el paso del tiempo Karl (o Carl) Czerny se convertiría en un reputado pianista, un pedagogo de ese instrumento y maestro de muchos otros intérpretes, entre ellos algunos tan virtuosos como Sigismund Thalberg y Liszt.
Así, cuando el joven Liszt Ferenc -a la húngara, o Franz Liszt con el nombre internacionalmente germanizado con que lo conocemos- contaba once años y ya mostraba hasta donde podía llegar, hubo un encuentro entre él y Beethoven.

Rudolf Lipus (1940) El joven Liszt toca para Beethoven
Aunque a Beethoven no le gustaban nada los niños prodigios, gracias a la insistencia de Czerny, consistió en que se acercase a su casa y tocase para él.
Era el mes de abril de 1823 con un Beethoven prácticamente sordo, embarcado en la composición de su Novena Sinfonía, y de nuevo con problemas de salud. Según el músico Louis Schlösser, Beethoven, "habitualmente tan descuidado en su atuendo, estaba vestido con desusada elegancia" en esa ocasión.
Los Massin recogen cómo se desarrolló la visita, con las dudas de que fueran más de uno los encuentros por las divergencias en la narración.


Una de las piezas que interpretó Liszt en aquel concierto de su presentación en Viena el 1 de diciembre de 1822 fue una variación sobre el segundo movimiento, el Andante con moto, de la Quinta Sinfonía de Beethoven. Años más tarde, Liszt compuso y publicó sus transcripciones sobre las nueve sinfonías de Beethoven


Retrato del joven Franz Liszt cuando contaba con 11 años en 1823
De la transcripción de la Quinta Sinfonía de Beethoven (S. 464) recuperamos lo que podría acercarse a la obra que Liszt interpretó en aquel concierto cuando contaba con once años de edad. Evidentemente, esta obra fue transcrita muchos años más tarde, con una formación más completa, pero nos permite acercarnos a la emoción y los sentimientos que el joven pianista transmitió en aquel concierto de presentación ante la sociedad vienesa, la más exigente y entendida en música de su época.
La interpretación corresponde al pianista franco-chipriota Cyprien Katsaris en una versión que se acompaña con la partitura original de Liszt.



Podemos pensar que las clases recibidas por Czerny de Beethoven con los detalles en la técnica de interpretación pianística acabaron, en cierto modo, siendo parte importante de la formación que aquel transmitió a Liszt. Siendo este último uno de los grandes prodigios en la interpretación del piano, hubo de recibirlas y aprovecharlas con gran facilidad para mejorar su técnica.
Numa Boucoiran (1829). Grabado de Franz Liszt
Nos quedan aún las sensaciones que el joven Franz Liszt sintió en la visita que tuvo en la Schwarzspanierhaus, la última de las residencias de Beethoven
En el texto anterior los Massin hacían referencia a estas memorias escritas por el gran pianista húngaro muchos años después del encuentro entre ambos y la posibilidad de que, o bien este paso del tiempo haya hecho trastocar algunos de los recuerdos, o bien que fueran varios los encuentros que hubo entre ellos.


La admiración de Liszt por la obra de Beethoven alcanza a realizar adaptaciones de una decena de lieder además de las citadas transcripciones de todas sus sinfonías, entre otras obras.
Para finalizar, siguiendo la vocación de este blog por la música vocal, traemos un extracto de la transcripción para dos pianos del último movimiento de la Novena Sinfonía.
La interpretación de la transcripción de este final de la Ode an die Freude corresponde a Alexander Ullman y Mengjie Han grabada en el festival online Long Distance Liszt celebrado durante el tiempo de pandemia el 4 de julio de 2020 en el TivoliVredenburg de Utrecht.



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Bibliografía y webgrafía consultadas:

4 comentarios:

  1. Hola,
    maravillosa la historia y muy interesante. "Eres feliz y harás feliz a otros" grandes palabras. Bueno, yo no entiendo mucho así que solo puedo decir que me fascina el gran trabajo que haces. En fin... no se porque comento a la gente. Un saludo!!!

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    1. Hola Keren
      Estas historias son interesantes porque nos muestran el lado humano de los grandes creadores.
      Si ha logrado gustarte, me alegro mucho. Siéntete libre de seguirlas o no, porque lo importante es que te pueda llegar a interesar. A mí me gustan tanto los libros como las músicas que traigo y me ilusiona compartirlos y que les llegue a gustar a otras personas. Todos vamos aprendiendo.
      Un abrazo :-)

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  2. Maravilloso. Excelente trabajo. Emocionante. Las verisones se oyen hermosísimas. El segundo movimiento se la quinta sublime al igual que el ginal de la novena. Los referentes bibliográficos genial. No tenía conocimiento del encuentro en detalle. Muchas gracias.

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    1. Para Liszt tuvo que ser una experiencia fundamental en su vida y la recordaba con emoción y cariño. A muchos grandes personajes este tipo de encuentros le marcan un camino a seguir. Afortunadamente Liszt dejó huella por escrito de sus recuerdos.
      Gracias por comentar.

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