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Transcurren durante la Navidad

Cada final de año el tiempo lineal queda relegado con la llegada de la Navidad. El tiempo circular, ese que se repite en celebraciones y acontecimientos cíclicos, se adueña de los últimos días de diciembre y los primeros de cada nuevo año.
Son fechas especiales en las que la vida cotidiana se relega a un segundo plano y se altera la rutina en muchos ámbitos de la vida. Cada quien lo celebra o no como quiere o puede, en una multitud de tendencias y costumbres que parten de las tradiciones y se manifiestan de múltiples formas.
También los escenarios han puesto de manifiesto esta disparidad de celebraciones, en las que, además de las obras que se centran de modo especial en ellas, podemos encontrar otras en las que las Navidades aparecen de modo tangencial en su argumento y desarrollo.
Te propongo un paseo por escenas de ópera que se desarrollan en Navidad, aunque esta celebración no tenga relación directa con su argumento. Nos acompañan obras de Puccini, Massenet y Tchaikovsky y las obras literarias de Goethe, Gógol y Murger en que se basan. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



La primera obra que nos acompaña es la ópera La Bohème de Giacomo Puccini. La obra se basa en Scènes de la vie de bohème (Escenas de la vida bohemia), obra publicada en 1849 por Louis-Henri Murger. En ellas, tanto en la obra literaria como en la ópera, aparece un nuevo tipo de héroe/protagonista en un entorno hasta entonces no habitual: los artistas bohemios, jóvenes entusiastas, pobres, afligidos y cuyos anhelos se enredaban en sus problemas económicos y los pequeños placeres que les proporcionaban sus vidas cotidianas.
Con libreto de sus habituales Giacosa e Illica, Puccini estrenó La bohème en el Teatro Regio de Turin en 1896, casi medio siglo después de la publicación de la obra de Murger.
La obra comienza en Nochebuena, en las buhardilla que comparten los ateridos y hambrientos protagonistas, en un primer acto en que se conocen Rodolfo y Mimi, mientras deciden entre todos cómo celebrar la festividad, decantándose por acudir al Café Momus.
Así comienza el Acto II que se desarrolla en las calles del Barrio Latino parisino en pleno jolgorio callejero la víspera de Navidad. Allí se percibe el ambiente y el bullicio, antes de que los protagonistas se dirijan, cada uno con su ocasional pareja, hasta el citado café donde se desarrollará la conocida escena centrada en el aria, el vals de Musetta.


Antes de recordar la escena callejera que da inicio al acto, nos acercamos a la novela de Henri Murger (1822-1861), un escritor que publicó su única obra conocida por entregas en un folletín que fue publicado a partir de 1844 en el diario Le Corsaire, siendo editada a su finalización como novela.
La obra, que casi podría parecer autobiografía, se comenzó a publicar cuando el autor contaba veintidós años de edad y cuyos personajes son esos jóvenes artistas del Quartier Latin, que se consideran genios artísticos en potencia, con sus modestas amadas, costureras o peluqueras y que llegaron a ser identificados por algunos testigos con personajes reales. Murger siguió este sentido bohemio de la existencia, falleciendo antes de cumplir los cuarenta años de edad.
Nos quedamos con dos momentos de la obra que reflejan ese ambiente que describirá Puccini décadas más tarde. El primero corresponde a la parte final de la publicación, en la que se describe el ambiente que se respiraba en el barrio durante la tarde de la Nochebuena, mientras de preparan para la cena de ese día. Aunque Murger muestra la evocación que se realiza de la celebración del mismo día del año anterior, antes de los trágicos acontecimientos, nos deja ver el bullicio de las calles, la abundancia de exquisiteces, la carpanta en la que siguen viviendo los protagonistas y cómo se les van los ojos tras los prohibitivos alimentos de los que le separan los cristales de los escaparates.


A este texto le añadimos, para completar la descripción de la festividad, el relato al que hace referencia y que se desarrolla en el año anterior en el que los protagonistas entran a celebrar la Nochebuena en el Café Momus, antes de que les prohíban la entrada en él.



Estas dos escenas de diversos momentos de la obra de Murger las utiliza Puccini con sus libretistas para describir el ambiente callejero del Barrio Latino en la víspera de Navidad con el que da inicio el Acto II de La Bohéme.
El enlace pertenece a una producción de la Asociación Gayarre de Amigos de la Ópera de Navarra (AGAO) celebrada en el Auditorio Baluarte en 2007 con la Orquesta B.I.O.S., los coros Premier Ensemble y el de niños de la AGAO bajo la dirección musical de Jorge Rubio.


El segundo momento de las fiestas navideñas proviene de la ópera Werther de Massenet basada en la novela Die Leiden des jungen Werther (Los padecimientos del joven Werther) de Goethe, una obra publicada en 1774.
Johann Wolfgang von Goethe es considerado por muchos como uno de los más grandes escritores y pensadores alemanes. Poeta, novelista, dramaturgo, viajero e incluso autor de determinados y discutidos tratados científicos, Goethe influyó profunda y decisivamente en el tránsito hacia el romanticismo, dejando huella en intelectuales y artistas posteriores, hasta el punto que el Goethe Institut es el organismo alemán que difunde la cultura germánica por todo el mundo, similar a nuestro Instituto Cervantes o la Società Dante Aligheri italiana.
Los padecimientos del joven Werther fue una de sus primera publicaciones, una obra que, según el propio autor, «apareció en el momento adecuado», un momento histórico -1774- en que la situación social y política alemana había sumido a la nueva generación en una encrucijada de burguesía ordenada y rígidamente establecida que les parecía carente de ánima. Así, la aparición de este joven Werther supuso el afloramiento de estos sentimientos que estaban reprimidos. 
En apenas un mes, Goethe redactó una novela epistolar en la que reflejó los desdichados amores del protagonista por Lotte, un espíritu afín a él en todos los sentidos, pero que se encuentra comprometida, convirtiendo la pasión del joven en un cúmulo de sentimientos insoportables. Así, Goethe no sólo llevó al ámbito literario el impulso amoroso, sino el hastío que producía la Ilustración burguesa con su mundo reglado, prosaico y basado en la razón, frente al sentimiento pasional e incluso irracional hacia lo artístico y lo bello, cargado de un pesimismo desaforado.


Escrito conformando una biografía epistolar, los sufrimientos de Werther se desarrollan en momentos y días determinados. En varias ocasiones se centran, de modo tangencial, en los días que giran alrededor de la Navidad
El relato se centra en el día 21 de diciembre, días de preparativos para la fiesta próxima, mientras el protagonista escribe la que será su última carta a Lotte, en la que el omnisciente narrador va desvelando qué hacía el protagonista, qué ambiente encontraba a su alrededor y qué sentimientos revelan su comportamiento.


Jules Massenet estrenó su ópera Werther en 1892 en Viena más de un siglo después de la publicación de la obra literaria y una vez consolidado su éxito a lo largo de varias generaciones de lectores y artistas.
El amor del joven por Charlotte, la hija del corregidor, tiene el profundo y pesimista sentimiento romántico de la obra de Goethe. Dividida en 4 actos, el tercero y el cuarto se desarrollan en la tarde y noche de Navidad. En el primero de ellos, Charlotte relee las cartas de Werther, mientras se va contagiando de los sentimientos que desprenden, mientras su hermana Sophie intenta animarla con los preparativos de la fiesta navideña, los villancicos que sus hermanos están preparando con su padre.
Mientras espera y teme a la vez la llegada de Werther, este aparece y hablan del pasado hasta que, en una alusión, él descubre que ella también le ama, dando rienda suelta a sus sentimientos e intentando convencerla de que no reprima sus sentimientos.
El enlace nos muestra este encuentro entre Werther, interpretado por el tenor polaco Piotr Beczala y la soprano Kate Aldrich en una representación en versión de concierto con subtítulos en castellano con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico celebrada en San Juan, la capital del país insular centroamericano en 2017.


La última obra que nos acompaña tiene un arraigo más profundo y central en la fiesta de Navidad, la que se llama y se centra en su víspera. La Nochebuena es un relato de Nikolái Gógol recogido en su libro Las veladas de Dikanka, una de sus primera publicaciones, escrito entre 1831 y 1832 y que recoge ocho relatos basados en personajes y temas del folclore y la literatura populares rusos con evidentes influencias de las corrientes románticas.
Se trata de uno de los conjuntos de relatos más alegres y desenfadados del autor de Las almas muertas que muestran una visión poética, jovial y fabulosa de su Ucrania natal, repleto de relatos de terror, sucesos fantásticos y narraciones humorísticas que muestran las descripciones de costumbres, vestuarios de la época, trufados de una sutil ironía y del exotismo de los cuentos populares.

El relato La nochebuena bebe de esas tradiciones de los cuentos populares rusos en los que desfilan personajes y costumbres populares. Así, el argumento muestra una tradición extendida por muchos lugares como es la costumbre de los muchachos y muchachas de ir cantando por las casas de los vecinos en la víspera de Navidad para recoger dulces, licores y donativos. Así, en la gélida noche se suceden los encuentros y las rivalidades, las diferencias de clase y economía, aunque todo con un tono jovial y festivo.
Todo parecería un relato costumbrista por el que transitan, sobre todos los personajes, el herrero Vakula y la joven y bella Oksana, la hija de Chub, un viejo y perezoso cosaco, si Gógol no introdujera personajes como un diablo, una bruja y hasta la luna que desaparece y sume a todos los habitantes en una oscuridad que propicia distintos embrollos y enredos. 
Nos quedamos con el inicio del relato en la misma Nochebuena en el que, en la ya entrada, clara y serena noche aparecen tan singulares personajes.


Basado en el citado relato La Nochebuena, Peter Ilich Tchaikovsky, el inolvidable compositor ruso, estrenó una de sus primera óperas con el título de Tscherewitschki que se suele traducir como Las zapatillas de la zarina o, en ocasiones, simplemente Pantuflas.
Estrenada en 1887, en la actualidad no es una ópera muy representada, aunque se suele llevar de vez en cuando a los escenarios, en ocasiones con el reclamo del subtítulo de Un cuento de Navidad.
Despedimos este paseo por obras que transcurren en Navidad con la primera escena de Las zapatillas de la zarina en la que se sitúa el dúo entre Soloja, madre del herrero Valuka y Bes, un diablo que intenta seducirla.


 
El enlace pertenece a una producción de la Moscow Chamber Opera Theater celebrada en Moscú en 2013 con la interpretación de la mezzosoprano Victoria Mikulina como Soloja y el bajo Anatoly Zakharov como el diablo Bes dirigidos por Igor Gromov.


Con el deseo de que pases una Navidad de ópera, si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Murger, Louis-Henri. Escenas de la vida bohemia), traducción de María Teresa Gallego Urrutia, Alba Editorial, 2017.
  • Goethe, Johann Wolfgang von. Los padecimientos del joven Werther), traducción de Emilio José González García Ediciones Akal, 2008.
  • Gógol, Nikolái. Las veladas de Dikanka, traducción de José Laín Entralgo, Alianza Editorial, 2009.
  • Batta, András. Ópera. Compositores, obras, intérpretes. Könemann Verlagsgesellschaft mbHl, 1999, Colonia (Alemania)
  • www.kareol.es: Letras y traducciones de óperas y música vocal.

8 comentarios:

  1. Hola Miguel. Muy interesante artículo. De todas las óperas que mencionas, te confieso que La Bohème, de Giacomo Puccin, es mi favorita. Me alegraste el día con esta lectura. Un abrazo 🐾

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    1. Gracias, Rosa.
      La Bohème es una obra de arte y refleja ese bullicio de la Navidad de los tiempos que corren pese a estar compuesta hace mas de un siglo.
      Me alegro que te haya alegrado encontrarla aquí.
      Un fuerte abrazo :-)

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  2. Qué artículo tan completo, siempre en ese estilo tuyo, sin dejarte nada en el tintero. Para volver y ver los vídeos, disfrutando de estas óperas. ¡Un abrazo!

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    1. Gracias, María Pilar. Es un ejercicio interesante visitar las obras originales en las que se basan e inspiran otros autores para crear nuevas obras maestras.
      Un fuerte abrazo :-)

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  3. Me parece muy interesante tu blog, desde que lo conozco siempre entro en mis ratos libres y busco contenido nuevo aquí dentro. Un saludo Miguel desde ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.

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    1. Muchas gracias por tu comentario y por leer el blog. También me parece interesante y recomendable el blog que llevas y cómo conocer el valor de tantos objetos y obras de arte: https://antiguedadesmundo.blogspot.com/
      Un abrazo :-)

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  4. hola Miguel, ya vi varias obras de las que expones, y realmente me parece un material fantástico, me alegra haber conocido el blog. Un saludo desde ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.

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    1. Me alegra que te hayan gustado estas piezas, Jerónimo. La verdad que, tanto en los libros originales como en las óperas que se inspiraron en ellos, hay mucha calidad.
      Un fuerte abrazo :-)

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