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Un nuevo Año Nuevo

Dentro de los ciclos que se repiten cada año con esa mezcla que nos mueve entre el deseo de la repetición y el de los cambios, en el periodo de Navidad nos encontramos con una sucesión de celebraciones que comienzan con la Natividad, se acelera con el comienzo del año nuevo y finaliza con la festividad de los Reyes Magos
Recién terminada la Navidad, apenas una semana después llega el vértigo de la celebración del Año Nuevo. El cambio del calendario es un momento en el que solemos acumular preparaciones, sentimientos y emociones marcados por una cuenta atrás para la finalización del año, una cuenta adelante para comenzar el nuevo y el vértigo de la autoimpuesta alegría y los propósitos que solemos realizar. Apenas si nos queda tiempo en ese día para echar la mirada atrás y sólo unos momentos para mirar hacia el futuro.
Antes de entrar en la vorágine de la celebración de Año Nuevo te deseo que tengas un provechoso año y te propongo unas reflexiones con textos de Pablo Neruda, Rudyard Kipling y Alfred Tennyson acompañadas con música de Haydn y von Suppé. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


El cambio de año tiene en nosotros unos momentos en los que solemos despedirnos con frecuencia del que acaba. En los días previos no dejamos de saludar o despedirnos de nuestros conocidos aludiendo al nuevo año que llega y solemos tener pendientes una serie de tareas relacionadas con las preparaciones previas a ese cambio del calendario que se nos anuncia. De forma inconsciente vamos descontando los días que quedan para el año nuevo.

Cuando Alfred Tennyson perdió a su amigo Arthur Henry Hallam quedó muy afectado por su fallecimiento hasta el punto de escribir una de sus obras más importantes en su recuerdo. Después de diecisiete años en los que lo fue escribiendo y madurando lo publicó anónimamente en 1850 como In Memorian A.H.H. Obiit MDCCCXXXIII. El poema, que consagró a su autor, es una extensa elegía de 133 cantos con estrofas de cuatro versos yámbicos y rima ABBA, organizado, según palabras del escritor, en torno a tres celebraciones de la Navidad. Por el poema deambulan la desesperación en los primeros cantos, para dar paso a la duda cuando la mente controla ese sentimiento, a la esperanza en los cantos siguientes cuando es el espíritu quien va controlando a la mente, para terminar con la fe cuando se produce una armonía entre el espíritu y el sentimiento.
Publicado en diversas recopilaciones como El tesoro de la juventud o en In Memoriam y otros poemas, el primer texto que nos acompaña muestra la ambivalencia entre el deseo de que callen las campanas del año que finaliza y suenen las del año que comienza como una suerte de deseo de dejar atrás el dolor de la pérdida y afrontar lo que nos trae el año.


Siguiendo en la línea de las despedidas que solemos hacerle al año que concluye te traigo una obra singular y quizás única en su concepción. Empleado como Kapellmeister (Maestro de capilla) del príncipe Nikolaus Esterházy en su castillo campestre en Hungría, Joseph Haydn era a su vez el director del grupo de músicos que formaban la orquesta del aristócrata magiar. Ante un trabajo agotador por parte de los músicos, estos se quejaron de la necesidad de estar unos días en Viena y poder descansar con sus familias a las que no veían hacía tiempo. 
La solución que ofreció Haydn de cara a sus músicos y al príncipe fue, cómo no, a través de su música, componiendo su Sinfonía nº 45 (Hob. 1:45). Escrita para 2 oboes, fagot, 2 cuernos e instrumentos de cuerda. Los tres primeros movimientos siguen las pautas de este tipo de composiciones. Al Allegro assai le sigue un Adagio y el Minuetto Alegretto - trío habituales. En el cuarto movimiento, Finale presto, fue donde Haydn desarrolló su queja. Cuando todo parecía que el movimiento iba a finalizar según las normas musicales habituales se produjo una pausa y comenzó un Adagio inesperado. Conforme se iba desarrollando, los músicos apagaban las velas de sus atriles y se marchaban uno a uno mientras la música se volvía más íntima y pensativa hasta quedar los dos violines del propio Haydn y Luigi Tomasini que abandonaron la sala al finalizar su dúo. El príncipe Esterházy no necesitó más para entender el mensaje y dar unas vacaciones a su director de capilla y a sus músicos.
Qué mejor música para despedir un año que esta Abschiedssinfonie o Sinfonía de los Adioses interpretada por la Sinfonia Rotterdam dirigida por Conrad van Alphen y grabado en febrero de 2018 en The Nieuwe Kerk de La Haya. Los músicos que van abandonando la orquesta podemos equipararlos con estos últimos días que vamos descontando para la llegada del año nuevo.


La costumbre nos ha hecho distinguir el primer día del año de los demás con un sello particular. Sin ser una festividad de tipo religioso o político, el primero de enero está marcado en rojo en los calendarios y nuestras vidas por la mera circunstancia de cambiar el calendario, una efeméride que antes realizábamos en los antiguos almanaques en papel y que ya van pasando a mejor vida con la revolución digital.


La inquieta y fecunda mirada de Pablo Neruda también se fija en esta adornada fecha. Formando parte de su Tercer libro de las odas, dedicó una de ellas a glosar sobre esta fecha singular. En su Oda al primer día del año, Neruda se fija, desde un viaje en tren en el que reflexiona si este día no es igual que el anterior o el siguiente y cómo lo señalamos y lo recibimos, sabiendo que lo vamos a vivir de una manera distinta a los demás días.




Tras la reflexión de Neruda no debemos olvidar otra de las características de las celebraciones de Año Nuevo: la alegría, sea esta o natural o forzada, salga desde nuestro interior por sí misma o con la ayuda de bebidas espirituosas.
Nos acompaña una pieza que muestra la vertiginosa alegría que se supone debemos tener para comenzar el año según está establecido por las normas sociales. Después cada uno de nosotros hacemos lo que queremos o podemos realizar según nuestras costumbres y circunstancias.


Pocas piezas siguen en el repertorio de Franz von Suppé (1819-1895), a excepción de Leichte Kavallerie (Caballería ligera), una opereta del compositor nacido en Split -en aquella época perteneciente al imperio Austrohúngaro, hoy en Croacia- de la que apenas se escucha hoy en día su obertura. Von Suppé llegó a superar las 200 partituras entre las que aún se representan en alguna ocasión esta obra, Dama de espadas, Mañana, tarde y noche en Viena y, sobre todo, Poeta y campesino.
Estrenada en el Carltheater vienés en 1866 con un libreto de Karl Costa, la opereta está ambientada en el siglo XVIII narrando las intrigas de la corte del barón von Bredereck y su amante la condesa Csikos que tiene una compañía de ballet a la que llaman Caballería ligera.
La obertura, digna de las de la familia Strauss o Franz Lehar y del Concierto de Año Nuevo de Viena, está plagada de melodías pegadizas, con fanfarrias militares y ritmos de galope marcados por las trompetas
Nos acompaña una interpretación la obertura de Caballería Ligera a cargo de la Cleveland Orchestra dirigida por el siempre elegante Franz Welser-Möst.


Termino con la última de las características de las celebraciones de Año Nuevo, los propósitos para el año que comienza. ¿Quién no se ha propuesto en este día algún cambio en sus rutinas, cumplir uno de esos retos que se nos escapa cada año o realizar un anhelo largamente deseado?


Rudyard Kipling (Bombay, 1865- Londres, 1936) era hijo de un pintor que ejercía de superintendente del Museo de Lahore, hoy en Pakistan. Tras unos años en el subcontinente asiático, a los seis años lo enviaron a Lorne Lodge, una casa de acogida en Inglaterra, de la que le quedó una amarga experiencia. Tras comenzar una larga carrera literaria con obras entre las que destacan El hombre que pudo reinar (1890), El libro de las tierras vírgenes -o de la selva- (1894), Capitanes intrépidos (1896) o Kim (1901) recibió el Premio Nobel de Literatura en 1907. Tras la Gran Guerra sus ideas colonialistas quedaron desfasadas y sus obras fueron perdiendo presencia.
Nos acompaña un poema publicado precisamente un día de Año Nuevo de 1887 por la Civil and Military Gazette de la India británica. New year resolutions (Propósitos de Año Nuevo) nos muestra en tres estrofas y etapas esas decisiones que tomamos cada comienzo de ciclo con una soterrada ironía.


Siguiendo las buenas costumbres y los tópicos te deseo que tengas un buen año nuevo cargado de buenas resoluciones. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Bibliografía y webgrafía consultadas:

Otras Navidades

Las fechas de Navidad son un tiempo en el que se rompen el ritmo y las rutinas habituales con todas las connotaciones que tienen asociadas: reencuentros, reuniones familiares, ausencias o recuerdos de la infancia, entre otras muchas.
Es ese tiempo al que los griegos denominaban Kairós, el momento oportuno, el tiempo justo, ese momento cualitativo e importante, frente al Chrónos, el tiempo lineal, el que se mide con el reloj y el calendario, que avanza inexorablemente y nos marca las rutinas.
En este blog suelo dedicar cada año una publicación a un tema relacionado con la Navidad y que puedes leer desde el Archivo del blog situado en la columna derecha.
Son entradas que tratan de los aspectos, temas y autores más habituales en estos tiempos y que van desde los cuentos tradicionales a las figuras que han contribuido con sus obras a darle la imagen que han tenido o que aún tienen en nuestros días. 
En esta ocasión el título Otras Navidades nos remite por un lado a unas nuevas festividades, y por otro, a unas celebraciones -o no- diferentes. Nos acompañan extractos de cuentos de Navidad y músicas de distintas épocas realizados por autores en Estados Unidos con una gran personalidad literaria y que no suelen escribir sobre este tipo de temas, por lo que el enfoque que les dan es totalmente inusual y original dentro de su estilo narrativo característico.
Te propongo acercarte a cuentos de Navidad de Paul Auster y Truman Capote acompañados de música navideña que se escuchaba en el país de ambos en diversas décadas con las voces de Elvis Presley y John Lennon. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

Edward Hopper, Nighthawks (Noctámbulos) (1942), Art Institute of Chicago
Grabado en septiembre de 1957 por RCA Victor, la más clásica de las canciones navideñas, Silent Night apareció en octubre de ese año en Elvis' Christmas Album, un sencillo en el que se encontraban White Christmas de Irving Berlin en la cara A y esta compuesta originalmente por Franz Gruber en la cara B. Eran tiempos de discos de vinilo y este era un single con estas dos canciones grabadas en mono. Te dejo con esta popular canción navideña en la inconfundible voz de Elvis mientras nos acercamos a la narración de Truman Capote.


Este año que termina he celebrado el centenario de su nacimiento recordando la figura del escritor con Soy Truman Capote. Soy un genio, una publicación que hacía un recorrido por algunas de sus obras más importantes y conocidas por el público.


La primera de las narraciones que nos acompaña está escrita por él, siendo publicada en la revista Ladies' Home Journal en la edición de diciembre de 1982. Una Navidad es una narración que aparece recopilada en Cuentos completos, la última obra que Capote publicó en vida. La narración nos lleva a su infancia en un ambiente nostálgico que vive aquella Navidad en un ambiente inicialmente extraño y que va alterando la decepción que tiene sobre las ilusiones de ese tiempo.


Acércate al inicio de la obra en el que el escritor nos sitúa en sus pocos años y la situación a la que se enfrenta en ese momento crucial.


La siguiente canción ambientada en el tiempo de Navidad tiene a un autor poco pródigo en este tipo de músicas, John Lennon.
La primera intención de Happy Christmas era más lanzar una protesta contra la guerra de Vietnam que acababa de concluir. Durante 1969 Lennon y Yoko Ono participaron en una campaña contra esta guerra en la que alquilaron vayas publicitarias y espacios en revistas para lanzar el lema War Is Over (If you want it) -La guerra ha terminado (Si tú quieres)- en las ciudades de Nueva York, Tokio, Londres, Roma y Atenas con el que ayudaron a que la opinión pública norteamericana se posicionara contra este conflicto bélico.


Pronto, Happy Christmas se convirtió en una suerte de himno navideño que apareció en múltiples álbumes recopilatorios y participativos.
En esos meses, Lennon y Ono habían oficializado su relación divorciándose de sus parejas anteriores. Cuando grabaron la canción en 1971, ésta comienza con unos saludos navideños hablados por Ono y Lennon a los hijos de sus matrimonios anteriores. Yoko susurra «Feliz Navidad, Kioko» y John «Feliz Navidad, Julian».
Nos acompaña la versión original de la canción con un montaje realizado alrededor de 2020 con imágenes de los protagonistas en las que muestran los mensajes que utilizaron durante su campaña contra la guerra. La mezcla entre los mensajes de Navidad y del final de la guerra -si tú quieres- nos llevan irremediablemente al presente.


Fallecido este mismo año, Paul Auster (Nueva Jersey, 1947) es uno de los grandes escritores contemporáneos, un narrador que nos mostró en sus escritos que cualquier cosa le puede ocurrir a cualquiera en cualquier momento. 
De esta forma, las coincidencias y el azar están presentes en obras como El palacio de la luna, la Trilogía de Nueva York, Leviatán, 4, 3, 2, 1, El libro de las Ilusiones o Baumgartner
En Auggie Wren's Christmas Story (El cuento de Navidad de Auggie Wren), Auster nos narra una historia relacionada con la Navidad que escribió por encargo del New York Times y se publicó el 25 de diciembre de 1990. La fuerza del relato llevó al cineasta Wayne Wang a convencerlo para que escribiera un guion para cine sobre ella, de donde surgió la película Smoke que alcanzó el Premio Especial del Jurado y el Oso de Plata de del Festival de Berlín en 1995.
Además de novelista, Paul Auster ha desarrollado su creatividad como autor de cuentos, ensayos y poesía, además de escribir guiones para la citada Smoke, la que sería su continuación, Blue in the face, o Lulu en el puente y La vida interior de Martin Frost en las que participó en la dirección.
Recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Premio Médicis por Leviatán, el Independent Spirit Award por el guion de Smoke y fue nombrado miembro de la American Academy of Arts and Letters, Comandante de la Orden de las Letras Francesas y Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid, entre otras distinciones.


El cuento de Navidad de Auggie Wren narra una historia contada por el citado personaje, un tendero que cuenta al propio escritor lo que le sucedió en unas Navidades a partir de un robo en su local. La narración se divide en tres partes diferenciadas. La primera, en la que se narra cómo Auggie -nombre ficticio- conoce al escritor y cómo le enseña su colección de fotografías. En la segunda se ofrece a contarle la historia que le ocurrió con el fin de ayudarle en el encargo que le había hecho el New York Times, mientras que la tercera finaliza la historia con un desenlace singular.
De este cuento de pocas páginas se publicó una edición con ilustraciones de la artista argentina Marisol Misenta, conocida artísticamente como Isol.
Este último relato que nos muestra una mirada distinta a Otras Navidades nos sumerge en la segunda parte del relato

Que tengas una feliz y dichosa Navidad.
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Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Capote, Truman. Cuentos completos, Editorial Anagrama S. A. U., traducción de J. Mo Álvarez Flórez y Paula Brines, Barcelona (2004). ISBN: 9788433970534.
  • Auster, Paul. El cuento de Navidad de Auggie Wren, Editorial Booket, Islustraciones de Isol, traducción de Ana Nuño López, Biblioteca Paul Auster, Barcelona (2013). ISBN. 978842214714.

Día Internacional del Canto coral

Hay actividades que nos permiten obtener beneficios personales cuando las realizamos independientemente de nuestra vida laboral o de los roles que desempeñemos en nuestras relaciones familiares. Son esas aficiones o hobbies que nos ayudan a desarrollar algunas habilidades, que permiten que encontremos cierto sosiego en el estrés o que enriquezcamos nuestra personalidad.
Aficiones como la jardinería, la lectura, la escritura, la práctica de algún deporte, la realización de manualidades decorativas o la música contribuyen a cumplir esos objetivos.
Algunas se practican de forma individual, mientras otras se realizan de forma colectiva facilitando la convivencia y las relaciones con otras personas, aunque en cualesquiera de ellas se producen beneficios para quienes los realizan.
Una de estas actividades que se practica en grupo es el canto en grupo con toda la gama de variedades que ofrece. Desde la música tradicional a la actual, pasando por la folclórica o la coral, cantar en grupo ofrece ventajas para quienes las practican.
Desde 1990 se celebra el Día Internacional del Canto Coral, una onomástica dedicada a festejar a todas las personas y grupos que se dedican a la música coral. En esta fecha se realizan por todo el mundo conciertos, encuentros y festivales de corales en los que participaron el último año agrupaciones de treinta y cinco países y alrededor de cuatrocientos cincuenta eventos.
Te invito a conocer algunos detalles sobre el Día Internacional del Canto Coral que se celebra el domingo 8 de diciembre en todo el mundo. Nos acompañan una entrevista con el compositor John Rutter y músicas de grupos profesionales como los King's Singer o coros de orquestas y aficionados como la Coral Polifónica Municipal de La Palma del Condado. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Cantar en una agrupación tiene muchos beneficios para quienes lo realizan. Prácticamente en casi todas las localidades de nuestra geografía existe la posibilidad de participar en ellas, desde una forma amateur en la mayoría de los casos, hasta otra más profesional en los grupos especializados de las grandes ciudades. Aunque puedes encontrar muchas páginas en la red dedicadas a tratarlos, te comento algunas de las ventajas que ofrece:
  • Aprendes a cantar: Aunque parezca evidente, participar en estos grupos te ayuda a mejorar tus técnicas vocales, entender mejor cómo funciona la voz, además de mejorar la afinación y superar el desafío de interpretar cada vez obras de mayor dificultad.
  • Trabajas en equipo: Normalmente cada voz interpreta su parte, por lo que se aprende a escuchar y entender las demás voces y actuar con ellas.
  • Haces nuevas amistades, ya que conoces a personas con gustos, inquietudes e intereses distintos a los tuyos.
  • Conoces y aprecias mayor número de obras del repertorio musical de distintos autores y estilos, lo que te ayuda a disfrutar más de la música.
  • Te da más seguridad, ya que cuando cantas en compañía te ayuda a controlar el miedo escénico que se siente al hacerlo ante el público.
  • Mejoras tu capacidad pulmonar al realizar respiraciones más controladas, lentas y profundas.
  • Mejoras tu memoria, ya que al cantar tienes que tener presentes distintas cosas como la letra, la afinación, las modulaciones de intensidad y tiempo, así como la estructura de la obra con sus partes, repeticiones, etc. Además, si cantas en otros idiomas, aunque no entiendas lo que cantas, te ayuda a mejorar la memoria.
  • Aunque no lo creas, aumentas tu esperanza de vida. Estudios realizados por las universidades de Yale y Harvard han demostrado que las ventajas físicas, mentales, emocionales y sociales que aportan cantar en grupo incrementan la esperanza de vida.
  • Y, por supuesto, te diviertes, es un entretenimiento, una afición que te ayuda a disminuir el estrés y genera alegría y optimismo.
Desde hace casi dos décadas formo parte de la Coral Polifónica Municipal de La Palma del Condado, desde donde suscribo todos estas ventajas. 
Seguro que cerca de donde vives hay alguna agrupación coral que te ayude a obtener todos estos beneficios y, como decía en el primer punto, a cantar se aprende cantando.

La Coral Municipal de La Palma del Condado en el Concierto de Navidad de 2023
El primer texto que nos acompaña está extraído de la página web de la Enciclopedia colaborativa cubana en la red, EcuRed, en el que se explica qué es la música coral y cuáles son sus características específicas.


El Día Internacional del Canto Coral se celebra el segundo domingo de diciembre desde 1990 por iniciativa del pedagogo y director coral venezolano Alberto Grau que lo propuso en la Asamblea General de la Federación Internacional para la Música Coral (FIMC) que se celebró en Helsinki. La elección de esta fecha tiene dos motivos principales: Se buscaba una fecha que no tuviera asociado otro día internacional y, sobre todo, es una fecha que coincide con el tiempo de Adviento, un momento en el que un gran número de corales realiza conciertos en los días previos a la Navidad.
De todas las agrupaciones corales que existen en nuestro planeta, la inmensa mayoría están formadas por aficionados a la música, casi sin conocimientos en esta materia que los van adquiriendo conforme se van introduciendo en este mundo. Más escasos son los grupo profesionales, entre los que podemos distinguir las formaciones independientes y los coros que forman parte de orquestas o teatros de ópera.

Entre las agrupaciones profesionales más conocidas y de mayor calidad nos encontramos con.
  • King's Singers, del Reino Unido, un coro especializado en el canto a capella y que desde su fundación ha grabado más de 150 discos, además de ir renovando a sus cantantes desde que se fundó en 1968.
  • The Sixteen, del Reino Unido, fundado en 1977 por Harry Christophers y especializado en música renacentista y barroca.
  • The Tallis Scholars, también del Reino Unido, con repertorio de música religiosa del Renacimiento.
  • Estudio Coral de Buenos Aires, una agrupación coral de cámara fundada en la capital argentina en 1981. 


Nos acompaña la más popular de las músicas navideñas, Stille Nacht, popularizada en inglés como Silent night o la Noche de paz española. Se trata de una versión de la canción original en alemán de Franz Gruber adaptada para seis voces por John Rutter en 1989 para esta agrupación.
Esta versión está interpretada por dos contratenores (Patrick Duanchie y Edward Button), tenor (Julian Gregory), dos barítonos (Christopher Bruertony y Nick Aashbiy) y un bajo (Jonathan Howard) pertenecientes a los King's Singers en un vídeo realizado en 2020 en el que han realizado un montaje con los cantantes y la partitura de cada voz. ¿Te animas a descubrir quién es cada uno de ellos siguiendo la partitura? No es complicado si no tienes conocimientos y te fijas en la letra.


La Federación Internacional para la Música Coral (IFCM en inglés) se plantea como objetivo principal facilitar la comunicación y el intercambio entre corales y músicos de todo el mundo, propiciando que todos los ciudadanos de nuestro planeta puedan tener la oportunidad de acceder a esta música como una forma de arte y un elemento que conecte a los distintos pueblos y culturas transmitiendo con la música los valores de solidaridad, paz, comprensión y unión.
Aunque el momento más importante es la celebración de este Día Internacional de la Música Coral, además de esta efeméride, la FIMC realiza un Boletín Coral Internacional, un Censo Coral Mundial en el que pueden inscribirse todas las agrupaciones que lo deseen, clases magistrales, la creación de un Coro Juvenil Mundial o la difusión a través de la página web ChoralNet.org.
Los hashtags #DiaInternacionalDelCantoCoral, #worldchoralday y #CantoCoral nos facilitan las interacciones sobre esta celebración.


Uno de los compositores de música coral más reconocidos de nuestros días es John Rutter, el autor de la adaptación anterior y cuya música apreciamos y admiramos en nuestra coral.
Nacido en Londres (1945), Rutter comenzó a componer cuando estudiaba música en el Clare College de Cambridge. Tras sus primeras obras de carácter sacro, de 1975 a 1979 fue director del coro de ese colegio y de la capilla de la universidad con los que grabó sus primeros discos.
A partir de 1979 se centró en la composición, los arreglos y la dirección coral, fundando en 1983 el coro de los Cambridge Singers con los que trabaja y realiza grabaciones con su propio sello, Collegium Records. También participa como director invitado y embajador en coros de distintos países. Recibió el Lambeth Doctorate en Música en 1996 y el título de Comendador de la Orden del Imperio Británico en 2007. Suele ser participante habitual en algunas ceremonias religiosas relacionadas con la monarquía británica.



En el Boletín Coral Internacional (ICB) del 14 de julio de 2014 se publicó una entrevista con John Rutter realizada por Andrea Angelini, director de coro, compositor y director editorial de la citada revista.
Publicada con el título de Choral music is an expression of our souls and our sociaal togetherness (La música coral es una expresión de nuestras almas y nuestra cohesión social), Angelini entabla una interesante conversación sobre temas como la música coral amateur, sus primeros contactos con el mundo  musical, la opción de dedicarse a diversas funciones relacionadas con ella o centrarse en alguna concreta y, por último, el tipo de repertorio al que se debe enfrentar una agrupación coral.


La siguiente obra es una composición de John Rutter que escribió en una primera versión en 1980 a partir de un texto propio. Angel's Carol fue escrito para un grupo de niños y niñas que habían ganado un concurso de coros en Londres. Años más tarde lo adaptó para coro de voces mixtas con piano, arpa y orquesta. A partir de las primera palabras de este Villancico de los ángeles que se pueden traducir como ¿Has oído el sonido de las voces de los ángeles?, Rutter creó una pieza delicada y deliciosa en la que tres estrofas enuncian el Gloria in excelsis Deo de formas diferentes.
La primera grabación para coral a cuatro voces (SATB) de Angel's Carol se realizó para el disco The John Rutter Chrismas Album en 2001 con sus habituales The Cambridge Singers y la City of Londons Sinfonia dirigidos por el propio compositor.


Nos acompaña una interpretación profesional a cargo del Coro de la WDR Sinfonieorchester under der Leitung bajo la dirección de Simon Halsey en una actuación que se grabó a comienzos de diciembre de 2021 durante el Weihnachskonzert Joy to the World.


Me parece interesante finalizar la conversación en forma de entrevista entre Angelini y John Rutter en el que se plantean varios argumentos interesantes como son la diferencia entre músicos profesionales y cantantes aficionados, el lugar de los conciertos y el tipo de repertorio de repertorio que se interpreta en ellos. La conversación también se dirige a la importancia de la coordinación y la unión en las agrupaciones que se dedican a la música y, por último se plantea una cuestión básica: qué es la música coral.


Creada a iniciativa del Ayuntamiento, en la Coral Polifónica Municipal de La Palma del Condado disfrutamos de los beneficios de plantearnos retos, ensayar juntos y cantar en las diversas actuaciones que realizamos a lo largo del año. Nuestras redes sociales nos mantienen en comunicación con nuestros seguidores. Las páginas de Facebook Coral Municipal de La Palma del Condado e Instagram Coraldelapalma nos ayudan a informar sobre nuestros proyectos y actividades, además de compartir algunas informaciones y enlaces e interactuar con ellos.


Después de dos grabaciones realizadas por músicos profesionales, la última es una pieza interpretada por nuestra coral que se llevó a cabo en el III Festival de Canto Coral que organizó el Centro Artístico de Granada y se celebró el 3 marzo de 2019 en el Auditorio Manuel de Falla de la citada ciudad andaluza. Con José Luis de Miguel al piano, Luis Manuel Villalba Ángel nos dirige en el Cantique de Jean Racine, una de las primeras obras con las que triunfó Gabriel Fauré
Allí estuvimos y seguiremos adelante. Convertir cada actuación en una experiencia gratificante es un desafío que nos impulsa a dar lo mejor de nosotros. 
Si tienes la oportunidad de entrar en uno de estos grupos corales, recuerda los beneficios y no lo dudes.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

¿Escribimos a mano o con teclado?

Una de las principales habilidades que poseemos los seres humanos consiste en la capacidad de realizar movimientos que relacionan nuestro cuerpo con nuestra mente y nos permiten reconocer, interpretar y actuar sobre cuanto nos rodea. Esos movimientos son más sutiles en determinadas partes del cuerpo, de forma especial en nuestras articulaciones superiores, las manos. 
Nuestras manos son el órgano de movimiento más sofisticado y diferenciado que existe, siendo biomecánicamente la parte más compleja de nuestro organismo, añadiendo a su funcionalidad el hecho de tener un pulgar en una posición que le permite asir objetos de diverso tamaño de diversas formas.
A la habilidad para manipular y construir objetos de forma precisa le añadimos el hecho de utilizar nuestras manos para comunicarnos a través de ademanes y gestos con los que podemos mostrar nuestras vivencias interiores, por lo que podemos expresar emociones y sentimientos, además de aprobación, negación o enfatizar algunos tipos de reflexiones.
Todos estos movimientos están conectados con el cerebro, de modo especial a través del sentido del tacto y el movimiento. 
Durante siglos hemos ido adiestrando y especializando los movimientos de la mano con la creación, confección y fabricación de distintos objetos y productos, la elaboración de comidas o la producción de obras de artesanía y artísticas. 
Aunque en algunos momentos ese trabajo se ha asociado a obreros y artesanos y se les ha opuesto al trabajo realizado con la mente, de modo especial en las últimas décadas, su importancia es capital en nuestro desarrollo y existencia.
Con la llegada de las nuevas tecnologías nos vemos envueltos en una revolución que está haciendo desaparecer, no ya distintos oficios, sino incluso algunas funciones en nuestro organismo. Sobre todo para nuestro beneficio, aunque también tiene sus inconvenientes.
Es cierto que nos ahorran tiempo en algunas funciones como la memorización, el acceso a datos y servicios o la escritura. Ya no nos sabemos los números de teléfono o las direcciones de email de nuestros familiares y amigos más cercanos, sino que los tenemos guardados en la agenda de nuestro móviles o dispositivos, nunca hemos tenido acceso a tanta cantidad de música o películas alojadas en distintas plataformas.
Con el cálculo o la escritura también nos ocurre algo similar. Prácticamente no realizamos operaciones con papel y lápiz -o bolígrafo-, sino con la calculadora, y escribimos mucho más -o exclusivamente- con teclado en lugar de utilizar el bolígrafo. Hemos ganado mucho con los procesadores de texto que tienen nuestros dispositivos y con algunas aplicaciones de mensajería. De hecho, en algunos países nórdicos se ha eliminado hace unos años el uso del lenguaje manuscrito en los planes de estudio. Afortunadamente están dando marcha atrás y volviéndolo a retomar en los últimos años.
En esta publicación te invito a reflexionar sobre la importancia de utilizar la escritura manuscrita o a través de teclado para comunicarnos por escrito. Nos acompañan textos de o sobre Paul Auster, Neruda, J. K. Rowling, Graham Greene y músicas de Giordano y Leroy Anderson. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


En primer lugar, la escritura es un tema amplio y diverso y debemos considerarlo como tal. No es lo mismo escribir en algunos trabajos que podríamos considerar como de «oficina» (informes, contratos, documentos oficiales...) o de tipo literario o personal como son la poesía, las novelas o determinadas cartas, pese a que estas se han sustituido por otros tipos de mensajes. Aún así, en estos casos veremos cómo el resultado será diferente según el medio que utilicemos.

Cuando el filósofo Friedrich Nietzsche comenzó a perder la visión que le impedía escribir, recibió un regalo que le permitió seguir haciéndolo: una «esfera de escribir Mallin-Hansen», un aparato con teclas predecesor de las máquinas de escribir. Tras un tiempo para hacerse al teclado, continuó escribiendo, aunque uno de sus amigos, el compositor Heinrich Köselitz, comprobó que su lenguaje se había vuelto más escueto y esquemático, así como algunos de sus razonamientos.
Ya en nuestros días se están realizando estudios que muestran que escribir a mano es un acto más integrado en el cuerpo que implica un conjunto de procesos sensoriales y motrices más complejos para cada letra que escribimos, lo que generará una huella en la memoria más profunda y duradera. Además, la escritura con teclado es más costosa en cuanto a los recursos mentales que utilizamos (dónde está la tecla, qué dedo la pulsa, los espacios, la corrección de errores...), lo que nos llevará a procesar mayor cantidad de elementos mientras escribimos.


Muchos escritores como el recientemente fallecido Paul Auster escriben un primer borrador de sus novelas a mano y después lo pasan a máquina, algunos de ellos personalmente, otros gracias a un ayudante que los transcriben para revisiones ulteriores.
Publicado en 2003, Ensayos completos recoge diversos textos que van desde historias reales, ensayos, prefacios, entrevistas y otro tipo de obras del autor de Trilogía de Nueva York o El libro de las ilusiones. El primero de los textos que nos acompañan es el inicio de un artículo escrito en junio de 2000 titulado Historia de mi máquina de escribir en la que el novelista norteamericano explica su historia compartida con un instrumento de escritura que le acompañó durante muchos años. Su apego a su máquina Olympia y su aversión a los teclados se muestran en el texto de esta autor que llegó a manifestar: «Nunca consigo pensar con claridad con los dedos en esa posición. Un lápiz o un bolígrafo son instrumentos mucho más primitivos: sientes cómo las palabras salen de tu cuerpo y luego las entierras en cada página».


Afortunadamente, según algunos estudios, los escritos realizados a través de los procesadores de texto y los teclados suelen ser más extensos y con una mayor calidad en su estructura, además de ser de mucha más utilizad en personas con problemas en la lectoescritura o la psicomotricidad fina.

Una de las piezas más recurrentes y originales referidas a los teclados es The typewriter (La máquina de escribir, 1950) de Leroy Anderson (1908-1975), un compositor especializado en música ligera para orquesta, la mayoría de cuyas obras fueron estrenadas por la Orchestra Boston Pops.
La protagonista de esta composición es una máquina de escribir modificada en la que se utilizan dos teclas, la campana -se puede ser externa o una calabaza musical- y el mecanismo de retorno del carro y que suele ser interpretada por un percusionista por la dificultad que su pone su manejo.
Nos acompaña una versión con la Orquesta y Coro de Voces para la Paz (Músicos Solidarios) con Alfredo Anaya manejando la máquina y la dirección de Miguel Roa en un concierto que se llevó a cabo en el Auditorio Nacional de Música de Madrid en 2011. Para disfrutarlo con una sonrisa.


Escribir a mano implica la participación simultánea de varios sentidos. Mantener y guiar un bolígrafo con los dedos presionando sobre un papel y mover levemente la mano para redactar letras y palabras requiere una gran parte de nuestra atención y suponen una compleja habilidad cognitivo-motora. 
Aprender una nueva palabra supone conectar un símbolo abstracto como un conjunto de letras o un ideograma con una información de tipo visual, auditivo y motor, además de la comprensión de su significado. Según Robert Willey, profesor de psicología de la Universidad de Carolina del Norte Greensboro«La escritura manuscrita puede activar más conexiones a través de estas dimensiones en comparación con la escritura mecanográfica».


Pablo Neruda tuvo un proceso curioso para la escritura de su poesía. Se inició a mano, después la abandonó por la máquina de escribir, pero un percance lo obligó a volver a la manuscrita. Cuando fue candidato a la presidencia de Chile le hicieron una entrevista en The Paris Review que se centró fundamentalmente en ese hecho, aunque tangencialmente se tocaron temas como los momentos y lugares en los que escribía y cómo lo hacía. 
El texto que nos acompaña es un extracto de esa entrevista recogida en el nº 51 publicado en Invierno de 1971 y realizada por Rita Guiber con el título de Pablo Neruda, The art of poetry, nº14, originalmente en inglés. En él reflexiona sobre los cambios que notó en su poesía cuando volvió a escribir a mano.


Hace no muchas décadas no existía esta duda, ya que todo se escribía a mano, con tinta y pluma hasta la aparición de lápices y bolígrafos, aunque en determinados casos, eran los amanuenses y ayudantes los que lo hacían, además del hecho de que algunas personas no sabían leer ni escribir.
Hoy en día la situación es radicalmente distinta. Si pensamos cuándo fue la última vez que hicimos la lista de la compra o tomamos una anotación rápida, posiblemente fuera con el teclado del móvil o con una nota de voz. Las pantallas y los teclados han ido desplazando de forma gradual pero implacable nuestras rutinas habituales.

Estrenada en 1896 en el Teatro alla Scala de Milán, Andrea Chénier es una ópera de Umberto Giordano y libreto de Luigi Illica -colaborador habitual de Puccini- está inspirado libremente en la vida del poeta francés del mismo nombre. Se trata de uno de los hombres que se adhirió pronto a los postulados de la Revolución Francesa y que acabó muriendo en la guillotina en el Periodo del Terror
Dividida en cuatro actos, el último de ellos se desarrolla en la prisión donde está recluido el poeta a la espera del cumplimiento de su condena. Junto a Roucher, que está en su misma celda, Chénier está componiendo con capel y pluma un poema que recita a su compañero de infortunio.
El tenor Franco Corelli interpreta Come un bel di di maggio (Como un bello día de mayo) en una versión cinematográfica de Andrea Chénier realizada en 1973 con subtítulos en castellano. Siguiendo el razonamiento de Neruda, si hubiera tenido la posibilidad de escribir con un teclado, la emoción de sus versos habría sido diferente.


En los estudios que tratan la relación que existe entre la escritura y la memoria se evidencia que las personas recuerdan con más calidad aquello que han escrito de forma manual que lo que han realizado a través de un teclado, según afirma Naomi Susan, profesora emérita de la American University of Washington D.C. 


Dos autores conocidos prefieren también plantear sus novelas de forma manuscrita antes de pasarlas por el teclado y revisarlas.
Graham Greene escribía siempre el primer borrador a mano en sesiones que suponían exactamente 500 palabras -ni una más, ni una menos-, aunque con el paso del tiempo la cifra se redujo a 300. En Editar la vida, el editor Michael Korda trata su relación con personajes como Tennessee Williams, Henry Kissinger, Richard Nixon, Harold Robbins o el propio Graham Greene
Korda pasó unas vacaciones de verano en un barco con el autor de El tercer hombre, Nuestro hombre en la Habana o El factor humano y narra en su libro la rutina de trabajo que seguía mientras escribía El fin del romance.


Una de las escritoras más leídas de nuestros días, J. K. Rowling, la autora de la saga de libros de Harry Potter, utiliza también la escritura manuscrita para planificar y realizar un primer borrador de sus novelas. 
El texto que nos acompaña pertenece a una entrevista realizada a la escritora inglesa y publicada por Amazon.com al comienzo de la primavera de 1999 con el título de Magic, Mistery, and Maynem: An interview with J. K. Rowlling.


El hecho de que la escritura manual una varias tareas simultáneamente como sostener el bolígrafo, acomodar el cuerpo y el papel, desarrollar un conjunto de movimientos con el brazo y la mano y nos obligue a mantener nuestra concentración son algunos de los factores que contribuyen a que nuestra caligrafía muestre los rasgos de nuestra personalidad, como suele ocurrir con las pruebas periciales. La forma en que ligamos las letras, la inclinación, la forma y el tamaño de las mismas son un indicio de la personalidad que mostramos cuando desarrollamos nuestros pensamientos, sentimientos y emociones por escrito.
Estas relaciones nos permiten desde pequeños desarrollar con mayor profundidad nuestra memoria y aprendizaje. Según Lisa Aziz-Zadeh, profesora del Instituto del Cerebro y la Creatividad de la Universidad del Sur de California «nuestro cerebro  evolucionó para procesar información sensorial y motora».
En el sentido contrario, el teclado y los procesadores de texto nos permiten una inmediatez que surge del vertiginoso ritmo de vida en el que estamos inmersos, por lo que con frecuencia debemos conjugar esta velocidad con la pérdida de profundidad.


Estrenada en 1963, Who's minding the store? (Lío en los grandes almacenes) es una comedia dirigida por Frank Tashlin y protagonizada por Jerry Lewis y Jill St. John. En ella, el inimitable actor cómico norteamericano interpreta una de sus escenas más conocidas con la música que iniciaba esta publicación, The typewriter de Leroy Anderson. Jerry Lewis da un giro de vuelta a la pieza al no utilizar la máquina y nos muestra, solo con gestos, que lo más importante para escribir no es el bolígrafo o el teclado, sino poner nuestra inteligencia y pensamiento a su servicio.


En mi caso, suelo escribir prácticamente todo con teclado, utilizando procesadores de texto, notas en el móvil, además de organizar lo que escribo y voy a escribir en diversos documentos online que puedo editar desde cualquiera de los dispositivos que utilizo.
Hasta hace poco utilizaba una pluma para tomar anotaciones sobre las publicaciones del blog o datos sobre el tiempo u otros temas en algunas libretas. Al estropearse con el tiempo, suelo usar ahora bolígrafos de gel que son los que más adecúan la tensión de la mano y la velocidad con la que escribo a mis ideas y pensamientos.
Y tú, ¿te has parado a pensar en esto? ¿Con qué sueles escribir? ¿Utilizas diversas modalidades según las circunstancias, lo haces siempre con los mismos instrumentos? ¿Piensas que si cambiaras de uno a otro cambiaría tu forma de escribir? ¿Qué hacemos, qué haremos, escribimos a mano o con teclado?

No me resisto a dejar inconcluso el artículo de Paul Aster sobre su máquina de escribir, así que finalizo con su continuación. El escritor muestra una faceta inusual en su acompañante mecánico tras ser descubierta por el pintor Sam Messer, descubre que tiene deseos y estados de ánimo propios y finaliza reflexionando sobre el tiempo que llevan juntos.

Paul Auster y su Olympia

Finalizo esta reflexión con una frase de Audrey van der Meer, profesora de Neuropsicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología«Practicar un poco la escritura a mano es una actividad muy buena para el cerebro. Es como hacer trabajos de mantenimiento por una carretera muy transitada».

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Bibliografía y webgrafía consultadas: