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Balada a la orilla del mar

Cuando se acerca el verano las miradas, los pensamientos y los deseos se dirigen allá donde mitigar el calor, descansar y alejarse de la rutina.
En un país turístico como el nuestro la orilla del mar surge como el lugar más deseado para este periodo. Hay quienes son incondicionales de la playa, tanto para las vacaciones como para acercarse a ella en momentos y días puntuales, mientras que otros prefieren otros destinos. 
Muchos buscan en la playa un lugar en el que pasar unos días, otros se dirigen a ella cada vez que pueden, mientras que hay quienes, por circunstancias diversas, no pueden permitirse el lujo de acercarse y disfrutar de ella.
Aunque hay quienes disfrutan de la orilla del mar durante gran parte del año, es en los meses de verano cuando las playas están en su mayor apogeo, especialmente en los meses de julio y agosto que suelen coincidir con las vacaciones de una mayor número de personas, los más relajados horarios de verano o las vacaciones escolares. 
También es el periodo en el que la orilla del mar está más densamente poblada, con los servicios más masificados y menos espacio para disfrutar con sosiego y tranquilidad.
Cuando se acerca esa época, aquellos que desean disfrutar de la playa se acercan a ella desde la distancia, desde sus recuerdos, los sueños y los deseos. Desde esa intención, para aquellos que buscan la compañía de la playa o los que no, como es mi caso, está dirigida esta publicación.
Te propongo acercarte con distintos textos y músicas a la evocación de la orilla del mar. Nos acompañan textos que nos acercan al mar de Federico García Lorca, Clarice Lispector y Rafael Alberti y músicas de Vivaldi, Heinali y una habanera. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

Carlos de Haes, Rompiente de Olas (Lequeitio) (hacia 1872), Museo del Prado
Comenzamos con uno de los poetas hispanos fundamentales del siglo XX, Federico García Lorca, uno de los autores más conocidos y reconocibles del panorama literario internacional cuyo asesinato en plena guerra civil nos privó de uno de los escritores más grandes y enraizados en la cultura popular.
En su segundo poemario publicado, Libro de poemas (1921), un Lorca juvenil en el que aún se observan las influencias del modernismo y del neorromanticismo comienza a mostrarnos la integración de su poesía en los temas y estructuras folclóricos, así como el uso de una métrica ligera cargada de lirismo y sonoridad.
Dedicado a su hermano Paquito y formado por más de sesenta poemas, este libro juvenil muestra su capacidad de evocar emociones como el amor, la añoranza o la pérdida, además de adentrarse en temas más profundos como la muerte.
Nos acompaña en la mirada lejana, desde nuestra propia casa, a la orilla La balada del agua del mar en la que un lejano y risueño mar con sus dientes y labios, formado por infinitas gotas de diversa procedencia, se asemeja a quienes se acercan a él.


La tranquilidad estival del mar y de su orilla contrasta con el agitado estado que presenta en otras épocas.
Amante de la música descriptiva, Antonio Vivaldi nos acerca en muchas obras a temas que tienen similitudes con la pintura. Además de sus famosísimas Cuatro estaciones que vienen acompañadas de poemas descriptivos, Vivaldi llegó a componer hasta cinco conciertos con el título La tempesta di mare.
Publicado en Ámsterdam en 1725, Il Cimento dell'Armonia e dell'Invenzione recoge un conjunto de doce conciertos entre los que están los citados de las estaciones. También se encuentra allí su Concierto para violín y cuerdas RV 253 en Mi bemol mayor, La tempesta di mare (Opus 8, nº 5).


En este breve concierto de apenas ocho minutos de duración nos encontramos con los tres movimientos contrastantes habituales (presto, largo y presto). La descripción que muestra el título se manifiesta con claridad en la primera parte donde encontramos los sonidos que representan el viento y las ondas del mar a través de los trémolos de las cuerdas que muestran ese mar agitado, representándose relajado en el segundo movimiento, antes de regresar al movido presto final.
El enlace que nos acompaña viene complementado con imágenes alusivas a ese mar, ora agitado, ora tranquilo, así como otras relacionadas con el compositor y la publicación de la obra.


Nacida en Chechelnik (Ucrania, 1920), Chaya Pinjasivna Lispector, su casa fue arrasada tras la revolución bolchevique y su madre violada por soldados rusos que le contagiaron la sífilis, naciendo ella a consecuencia de esta violación, pues pensaba su madre que avanzando el embarazo desaparecería la enfermedad.
La familia, con las dos hijas anteriores, emigró a través de Moldavia y Rumanía para establecerse en Brasil. Allí cambiaron sus nombres por otros portugueses, pasando a llamarse Clarice.
Al casarse con el diplomático Maury Gurgel, acompañó a su esposo por distintos países y pudo dedicar su vida a la literatura publicando obras innovadoras que exploraron gran variedad de estilos narrativos marcados por la intimidad y la introspección, acercando la literatura brasileña a las corrientes literarias contemporáneas. Tras la separación de su esposo en 1959 se instaló en Río de Janeiro donde colaboró con algunos diarios para poder tener independencia económica. 
Su primera novela, Cerca del corazón salvaje (1944) obtuvo el reconocimiento del público y la crítica, abriéndole el caminos para obras como La ciudad sitiada, Lazos de familia o La pasión según G. H. En 1976 recibió el Premio Nacional de Literatura de Brasil.

Joaquín Sorolla, Clotilde en la playa (1904), Museo Sorolla
En 1966 un incendio provocado por una colilla mientras dormía le causó graves quemaduras que estuvieron a punto de hacerle perder una mano, cuya movilidad quedó reducida, lo que no le impidió seguir escribiendo y publicando. Falleció con cincuenta y siete años a consecuencia de un cáncer.
Publicada en 1971, Felicidade clandestina (Felicidad clandestina) es un conjunto de relatos que muestran un recorrido perturbador a través de una mujer sobre la realidad que la rodea, mirando con crudeza los espacios y lugares que apenas aparecen en la literatura. Así, encontramos recuerdos de infancia revividos con intensidad, la amistad, las relaciones familiares, la patética sensualidad de una anciana o el descarnado e irreversible paso del tiempo.
Nos acompaña, dentro del volumen Todos los cuentos e incluido en su libro Felicidad clandestina, Las aguas del mundo, un corto relato pero intenso que respira un aire inquietante, el de la experiencia que se siente a flor de piel, desde una mirada penetrante y una lucidez que sólo da la sensación de lo vivido con apasionada vehemencia. Aquí están la mujer y el mar.


Conocido con el nombre artístico de Heinali, Oleh Shpudeiko es un artista interdisciplinar y compositor ucraniano contemporáneo especializado en música electrónica que se basa en sus composiciones en la música antigua, especialmente en la medieval, recreando su homofonía y polifonía a través de un sintetizador modular. 
Heinali utiliza las ideas y las técnicas de los compositores medievales para unirlas con la síntesis analógica y la música generativa para crear composiciones donde confluyen el pasado y el presente, la tecnología y lo sagrado, la Providencia y la contingencia.


En 2020 publicó su álbum Madrigals donde presenta improvisaciones con instrumentos de época sobre texturas polifónicas creadas en un sintetizador, siendo nombrado Álbum contemporáeo del mes por The Guardian y, según un critico, fue «como si Palestrina compusiera música para pequeñas cajas eléctricas con cables de conexión, excepto que son las cajas las que componen música como Palestrina». Con Kyiv Eternal (2023) abandonó esta línea para realizar un homenaje a su ciudad natal bajo el ataque ruso. Ese año la revista neoyorkina MoMa le encargó y estrenó su composición Aves Rubrae (Pájaros rojos), una fusión entre la polifonía medieval y la música de la banda Coil.
En 2024 ha comenzado a trabajar en su obra Hildegarda reimaginando y reinterpretando la música de la religiosa, intelectual y compositora medieval Hildegard von Bingen.
En esta mirada evocando el mar nos acompaña la obra de Heinali Into the sea con un montaje audiovisual filmado y dirigido por Charlotte Trier.



Nacido y muerto en El Puerto de Santa María, Rafael Alberti (1902-1999) es otro de los grandes poetas de nuestro país, miembro destacado de la Generación del 27
Tras trasladarse con sus padres a Madrid con quince años sin poder terminar el bachillerato comenzó a dedicarse a la pintura, dedicándose a la poesía tras el fallecimiento de su padre.
En 1924 publica Marinero en tierra, un poemario escrito durante un retiro en la sierra madrileña debido a una enfermedad pulmonar que le durará toda la vida. El año siguiente fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía por este trabajo.
En la Residencia de Estudiantes de Madrid coincidió con escritores como García Lorca, Vicente Aleixandre o Gerardo Diego entre otros. Desde 1927 comenzó a mostrarse más activo políticamente afiliándose al Partido Comunista y exiliándose tras la guerra en Francia, Chile, Argentina y finalmente Italia. No regresó a España hasta 1977, recibiendo en 1980 el Premio Nacional de Teatro y en 1983 el Premio Cervantes

Claude Monet, Regata en Sainte Adresse (1867), Metropolitan Museum of Art
Marinero en tierra muestre una poesía grácil y leve, cargada de musicalidad y llena de la luz del sur y su mar, profundamente atravesada por la melancolía de quien se siente cercano al mar y a la vez alejado del mismo. También aparecen ecos del romancero y autores como Garcilaso, Gil Vicente, Rimbaud o Verlaine.
En esta publicación dedicada a la memoria del mar nos acompañan varios de los poemas que lo evocan desde la lejanía.  


Si hay una música en nuestro país que evoque al mar, sus viajes de ida y vuelta, su cercanía o la vida de quienes trabajan en él son las habaneras.
De origen cubano en la primera mitad del XIX, la habanera posee un ritmo lento en compás binario, cantada habitualmente y con un ritmo muy concreto: por una parte con corchea con puntillo y semicorchea, o con semicorchea, corchea y semicorchea, y por otra parte con dos corcheas.
Tras su origen cubano llegó a nuestro país de manos de autores como Sebastián Iradier y su habanera El arreglito que fue utilizada por Bizet para su célebre habanera de la ópera Carmen. Poco a poco se fue popularizando en España, siendo frecuentemente compuestas e interpretadas por agrupaciones corales, especialmente en poblaciones costeras, donde llegan a celebrarse certámenes internacionales de habaneras como en Torrevieja (Alicante).

Joaquín Sorolla, Mar en Jávea (1905), Museo Sorolla
Para finalizar esta evocadora publicación sobre la orilla del mar nos acompaña un enlace de la interpretación de la habanera Por el mar con letra de Isabel Pareja y música de Manuel Moreno Buendía a cargo de la Coral Salvé de Laredo dirigida por José Luis Ocejo y que fue grabada para el programa Estudio Abierto de TVE en 1984.
Feliz e intensa evocación de la orilla del mar.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:

¡Vaya forma absurda de morir!

La muerte es consustancial a los seres vivos. Vida y muerte son realidades y conceptos antagónicos que en ningún caso se excluyen. El concepto de vida no se entiende sin el de muerte desde los primeros albores de la humanidad. 
Entendiendo que la vida transcurre entre el nacimiento hasta la muerte, se han elaborado diversos razonamientos entre los que la situación ideal es una vida larga, completa en el sentido de que la persona desarrolle sus capacidades, propósitos y posibilidades de forma completa para llegar a una feliz ancianidad en el que su vida finalice sin mayores sufrimientos. Todo lo demás, son alteraciones y variantes sobre esta idea utópica.
Pocas palabras tienen un sentido más apropiado y a la vez más particular que el término accidente. Proveniente del latín accidens, accidentis, es el presente participio de accedere (suceder) y ad + cadere (caerse).
El Diccionario de la R.A.E. lo define en su primera acepción como:

Accidente: 1. m. Suceso eventual que altera el orden regular de las cosas.

A partir de esta acepción se derivan todas las demás en los términos que solemos darle a esta palabra.

No todo el mundo tiene la posibilidad de desarrollar y tener una larga existencia en el sentido mencionado anteriormente y son muchas las personas que han encontrado la muerte antes, en ocasiones por alguna enfermedad, en otros casos a través de lo que podemos denominar de forma accidental.
Se da el caso de muchos creadores que han acabado su vida dejándola doblemente inacabada, por una parte, su existencia vital, más allá de las creencias de cada persona; por otra, una obra inconclusa que podría haber tenido una continuación en unos momentos de mayor madurez creativa.
Algunos de estos artistas fallecieron de forma totalmente accidental, en algunos casos de forma extraña, finalizando inesperadamente sus vidas de manera real e inmerecidamente absurda y grotesca, si no fuera por la carga de tragedia que esta supone. Una vida marcada por el pensamiento y su difusión puede acabar en algunas ocasiones de forma ciertamente ridícula e inverosímil como colofón a una existencia que se podría denominar como ilustre y escelsa. 
Te invito a conocer de qué forma tan peculiar, absurda e inesperada fallecieron algunos grandes creadores, dejando su vida y su obra inacabadas. Nos acompañan Esquilo, Lully, Bacon, Chausson, Camus e Isadora Duncan. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!

Gustav Klimt, La muerte y la vida (detalle)
Predecesor de Sófocles y Eurípides, Esquilo forma con ellos la trilogía de los creadores del teatro griego, siendo él el primero en darle la forma definitiva que adquirió.
Tanto el teatro como la poesía y la filosofía griegos surgieron a partir de la vida diaria. La poesía como forma de relatar acontecimientos vividos siguiendo hechos reales más o menos idealizados, sin acercarse a la interiorización lírica con que la conocemos desde más adelante. La filosofía surgió como forma de entender y afrontar la vida, más allá de razonamientos metafísicos posteriores. El teatro, que cristalizó a partir de Esquilo partía también de la realidad cercana, mostrando la relación entre  la vida y la muerte, el individuo y la comunidad. Las artes no eran para estetas o coleccionistas, sino que estaba integrada en la vida diaria de los griegos.

Guerrero además de escritor, Esquilo se preciaba de haber participado, entre otras, en las batallas de Maratón y Salamina, viviendo uno de los períodos de grandeza de Atenas.
Tras su primer éxito en el teatro con Los persas (472 a.C.), realizó un viaje a Sicilia donde acabaría instalándose años más tarde. Llegó a escribir alrededor de noventa obras de las que tan sólo se han conservado completas siete. Se le considera el fundador de la tragedia griega al introducir un segundo actor, que le permitía independizar el diálogo del coro.
Esquilo puso en escena los grandes mitos de la Grecia antigua mostrando en sus obras la dependencia del hombre de un destino superior, incluso a la voluntad de los dioses, la fatalidad que ordena la naturaleza y ante la que los actos individuales no tienen poder. Su teatro muestra las diferencias culturales entre las creencias religiosas ancestrales y las nuevas ideas del pensamiento filosófico y democrático.
Entre sus obras que nos han llegado se encuentran la citada Los persas, Orestiada (o Agamenón), Las céforas, Las euménides, Las suplicantes, Los siete contra Tebas y Prometeo encadenado, aunque de esta última se tienen dudas de su autoría.

Recogida en diversas publicaciones, las Tragedias de Esquilo, nos acompaña un texto de la primera tragedia que hizo que su nombre fuera conocido, Los persasEn él aparece el espectro de un personaje, la sombra del fallecido rey persa Darío que dialoga con el Corifeo, el personaje que se situaba en el escenario y que dirigía al coro, lo interpelaba o hablaba en su nombre al protagonista con el que actuaba. También se dirige a la reina, su viuda y madre de Jerjes y a los ancianos a quienes aconseja sobre la vida.


A Esquilo, según cuenta Valerio Máximo en sus nueve volúmenes de los Hechos y dichos memorables, le vaticinó el Oráculo de Apolo en Delfos que tendría una muerte horrible al caérsele una casa encima. Creyente en el oráculo como sus contemporáneos, decidió abandonar su vivienda y vivir a la intemperie para evitar que le cayeran los muros o el techo en el momento más inesperado.

Gela (Sicilia), 456 a. C. Mientras paseaba por el campo un águila que había cazado una tortuga la dejó caer contra el suelo para romper el caparazón y poder comérsela. La mala suerte hizo que cayera sobre la cabeza de Esquilo provocándole una fractura del cráneo que acabó con su vida.
La realidad fue más tozuda que la prudencia y, para un escritor como Esquilo, la muerte, improbable, absurda y ridícula, vino travestida de imagen literaria, como él había hecho con sus tragedias. Y el oráculo tuvo razón, fue una casa, la de la desgraciada tortuga la que le provocó la muerte.



Quizás una de las muertes más genuinamente estúpidas, absurdas y conocida sea la del compositor, director y bailarín Jean-Baptiste Lully
De modesto origen italiano, Lully llegó a ser el músico más importante de la Francia de Luis XIV, tratando de su persona y la del monarca en El baile del Rey Sol, además de colaborar en las comedies-ballets con Molière. Durante el tiempo en que tuvo los favores del monarca más bailarín de la historia, el compositor llegó a acaparar un poder inmenso como director de la Académie Royale de Musique y logrando que por cada obra musical que se imprimiera en el reino, recibiría una parte de los beneficios.
Su figura cayó en desgracia tras el fallecimiento de la reina Marie Thérèse y la llegada de la nueva amante del monarca, Madame Maintenon que alertó a Luis XIV de la vida disoluta del músico y sus encuentros homosexuales, mal visto que se conocieran de forma pública en la época. 
Para congraciarse con el monarca, Lully compuso su última ópera, Roland, a cuyo estreno no acudió el rey, enviando a su hijo el Delfín a la misma.
Tras una enfermedad del rey, Lully vio el momento de celebrar la recuperación de su salud arreglando el Te Deum que había estrenado en 1678 e interpretarlo para el monarca con los 300 músicos de la corte.
Así, el 8 de enero de 1687, en la iglesia Des Pères Fauillants dirigió el Te Deum de la misma forma en que lo hacía habitualmente: dirigiendo la orquesta, no con una batuta, sino con un largo bastón ricamente ornamentado con el que golpeaba el suelo para indicar el compás.
No se conoce en qué momento del Te Deum ocurrió, pero dirigir a tantos músicos en una iglesia barroca con la reverberación y ampliación de sonido que suelen tener estos templos hubo de hacer que sus movimientos para llamar la atención de los músico fueran enérgicos en exceso. El caso es que se golpeó en el empeine con el extremo del bastón, haciéndose una herida.

Para ponernos en situación, nos acompaña el inicio de este Te Deum (LWV 55) en su primer número, la introducción  seguida de Te Deum Laudamos con le Choeur de Chambre de Namur, el tenor Thibaut Lenaerts, las sopranos Sophie Junker y Judith van Wanroij, los contratenores Mathias Vidal y Cyril Auvity y el bajo Alain Buet, la Millenium Orchestra y la Capella Mediterranea al continuo, todos dirigidos por el español Leonardo García Alarcón, en un concierto que se llevó a cabo en el Château de Versailles en 2018.


París, 22 de marzo de 1687:   falleció por las complicaciones de la herida, en lo que se puede denominar un accidente laboral, el primero y, seguramente único, caso en que un director de orquesta fallece a causa del objeto con el que está dirigiendo.
La situación no habría llegado a mayores si, a sus cincuenta y cuatro años, no se hubiera infestado al no querer que lo atendiera un médico en un primer momento. Más adelante, la infección acabó en gangrena y se habría solucionado con la amputación del dedo afectado, pero Lully era bailarín y no consintió en tal medida, menos aún cuando debió amputarse la pierna entera por el avance de la gangrena. 



Uno de los hombres más destacados de su tiempo, Francis Bacon (Strand, cerca de Londres, 1561) fue abogado, historiador, escritor, político, científico y filósofo. Junto con Descartes ha sido considerado uno de los iniciadores de la filosofía moderna.
Tras asistir unos años al Trinity College, estuvo en Francia bajo la protección del embajador inglés, hasta que volvió para estudiar jurisprudencia. Al finalizar comenzó su carrera política como miembro de la Cámara de los Comunes, aunque sin ocupar cargos importantes al adoptar posiciones independientes y críticas con la corte. Con Jacobo I, sucesor de la reina Isabel, ejerció como Fiscal del reino y consejero privado del rey quien le confió el cargo más alto en la corte, Canciller del reino.
Las envidias que levantaron su rápida trayectoria acabaron en un juicio por soborno y abuso de autoridad que concluyó despojándole de todos los cargos y encarcelado en la Torre de Londres.
A partir de este momento comenzó sus estudios filosóficos y científicos, retirándose a sus posesiones en Highgate cuando quedó libre para dedicarse a sus trabajos intelectuales. 
Su pensamiento filosófico se centra en desarrollar el método deductivo enfatizando la importancia de la comprobación experimental sobre la teoría. En Novu Organum expuso una lógica que se oponía ala aristotélica, rechazando el método deductivo frente a la citada experimentación. Bacon defendía que la ciencia podía acabar con las supersticiones y las falsas creencias.
De entre sus obras, escritas en latín e inglés, dos se publicaron de forma póstuma. La Nueva Atlántida, en la que muestra su faceta humanista y Selva de selvas, un tratado científico.
Publicados por primera vez en 1597, Essays or Counsels Civil and Moral (Ensayos o consejos políticos y morales) con diez reflexiones, ampliándose más adelante a 28 y posteriormente con 58 ensayos en la edición londinense de 1625. 
Nos acompaña uno de estos ensayos relacionado con el tema de la muerte. Escrito en 1616, una década antes de su fallecimiento, con multitud de referencias en latín que he anotado entre paréntesis, Bacon nos acerca desde distintos puntos de vista a ese tema con sus reflexiones a partir de las ideas que se mantenían en la época. 


Highgate, 9 de abril de 1626. Su fallecimiento le vino a causa de sus reflexiones sobre la congelación de los alimentos como forma de conservación de los mismos.
A mediados  de marzo, Sir Francis Bacon se dirigía a sus posesiones cuando, observando la nieve acumulada, pidió a sus compañeros de carruaje que le consiguieran un animal de una granja cercana. Cuando llegaron con un pollo, pidió que lo sacrificaran y desplumaran y estuvo toda la tarde excavando un agujero en la nieve para comprobar la conservación de la carne entre el frío, bien en el suelo, bien en un saco al que echó nieve en el fondo, puso después el animal y terminó cubriéndolo con más nieve. 
Al finalizar pidió ayuda para levantarse alegando que había cogido frío. El enfriamiento se agravó al cabo de unos días y acabó complicándose en una pulmonía. No volvió a levantarse de la cama, falleciendo el 9 de abril, según comentaron sus conocidos en esas simplificaciones que se suelen realizar -una suerte de falacia- a causa de un pollo.


La palabra accidente la tenemos asociada desgraciadamente a los que suelen ocurrir relacionados con los automóviles y el tráfico, algo cada vez más común desde la aparición de los vehículos a motor a comienzos del siglo XX y que, en nuestros días, es fuente de preocupación para las autoridades de tráfico y en los diseños de dispositivos de seguridad en los fabricantes. Pero es más extraño encontrar este tipo de accidentes en el siglo XIX.
Nacido en París en 1855, Ernest Chausson fue un compositor seguidor de las ideas musicales de Wagner y Richard Franck. Su interesante obra, no muy amplia, es fiel reflejo de la producción del romanticismo francés de su tiempo, destacando entre ellas el Poème para violín y orquesta, su Sinfonía y la ópera El rey Arturo.
Sobre su producción llegó a manifestar: «Hay momentos en los que me siento impulsado por una especie de instinto febril, como si tuviera el presentimiento de ser incapaz de alcanzar mi objetivo, o de conseguirlo demasiado tarde».

Nos acompaña una de sus últimas obras, Chanson perpétuelle, Op. 37, una composición de 1898 para soprano y quinteto con piano, con versión para orquesta basada en un poema de Charles Cros.
La interpretación corre a cargo de la mezzo-soprano Victoire Bunel, la pianista Sarah Ristorcelli y el Quator Elmire en el concierto Generatios France Musique realizado en abril de 2019


Limary, 10 de junio de 1899. Yendo a su casa en una de esas bicicletas de finales del XIX, Chausson perdió el control de su vehículo y chocó contra el muro de su posesión rompiéndose el cráneo y falleciendo al instante con tan solo 44 años. Sin duda se trata del primer -¿y único?- compositor fallecido en accidente de bicicleta.


Renovadora del ballet clásico, Isadora Duncan (San Francisco, 1877) luchó contra la falta de naturalidad y el encorsetamiento del ballet clásico, con sus tutús y las puntas. Así se inspiró en las ménades griegas y sus movimientos arqueando el cuerpo o las pinturas renacentistas como La primavera de Boticcelli
Estrenada en 1968, Isadora es una película dirigida por Karel Reisz que recrea la vida de esta bailarina interpretada por Vanessa Redgrave. El enlace que nos acompaña muestra un repertorio de algunas de las danzas que se incluyen en el film y que, a partir de músicas de las más clásicas de compositores como Beethoven, Schubert, Chopin, Borodin o Tchaikovsky muestran sus revolucionarias formas de interpretar.


Con cincuenta años, sus revolucionarios triunfos habían quedado atrás y llamaba más la atención por su tumultuosa vida social.
Niza, 14 de septiembre de 1927. El pequeño y lujoso Almircar CGSS conducido por Benoit Falchetto paró en el Paseo de los Ingleses donde un grupo de amigos bailaban. Se subió Isadora con su vestido rojo y un larguísimo foulard de seda rodeando su cuello que oscilaba al ritmo de sus movimientos  Al despedirse de sus amigos exclamó: «Au revoir, mes amis, je vais à l'amour?» (¡Adiós, amigos, voy al amor!).
El coche recorrió unos metros hasta que el conductor frenó a oír los gritos de los espectadores que presenciaron el breve trayecto. El foulard que había ido ondeando se había enganchado en la rueda trasera oprimiendo el cuello de Isadora hasta estrangularla y arrojando su cuerpo contra la calzada. Falleció al instante.

Nos acompaña la breve escena de la película Isadora en que se recrea este fatal acontecimiento en el que Reisz mezcla la tragedia con la alegría desenfrenada de los compañeros de baile, incapaces de pensar que no asisten a una representación.


Se calcula que cada año fallecen aproximadamente 1.350.000 personas en accidentes de tráfico en todo el mundo, una cifra que crece por el aumento exponencial del parque móvil y disminuye lentamente por las campañas de concienciación, las mejoras en las vías de circulación y la cada vez mayor seguridad en los vehículos. Aún así, un sólo accidente ya es más de lo que deberíamos permitir.

Isadora Dundan
Albert Camus (Mondovi, Argelia, 1913), nació en una modesta familia de emigrantes franceses en Argelia y comenzó a ser conocido en Francia con su novela El extranjero y el ensayo El mito de Sísifo en las que muestra su influencia del existencialismo. Durante la Segunda Guerra Mundial militó en la Resistencia y fue uno de los fundadores del periódico clandestino Combat que llegó a dirigir. Además de estrenar El malentendido y Calígula en el teatro, publicó La peste, la novela que supuso un giro en su pensamiento al plantear que la solidaridad y la resistencia ante la tragedia supera a la idea de lo absurdo de la existencia.
En sus obras aparecen con frecuencia reflexiones sobre la muerte que reflejan con fuerza su sentido trágico como la única fuerza con poder para destruir la vida de cualquier persona en el momento más inesperado, como filosofía del Absurdo«Lo absurdo impone a la muerte, es necesario dar a ese problema prioridad sobre los otros, al margen de todos los métodos de pensamiento».



Nos acompaña el inicio de El extranjero  en el que se narra con una escueta frialdad el conocimiento de la muerte de su madre y los pasos que lo siguieron. 


Con una enfermedad respiratoria incurable, la muerte de Albert Camus entra dentro de la categoría de accidente con las nefastas connotaciones a las que nos estamos acostumbrando: el dramatismo de la escena, la tragedia de la vida segada antes de tiempo y la pérdida de la obra que queda sin finalizar. A su fallecimiento se suele añadir un comentario que acrecienta el halo trágico aún más si cabe. 
El tres de enero de 1960 los periódicos franceses publicaban la muerte de Fausto Coppi, el ciclista que había ganado en cinco ediciones del Giro de Italia. Erróneamente atribuían su fallecimiento a un accidente de auto, cuando en realidad había sido a causa de la malaria. Desconociendo esta circunstancia, Camus comentó a sus allegados: «No conozco nada más idiota que morir en un accidente de auto».
Carretera en la Borgoña cerca de Villeblevin, 4 de enero de 1960. Michel Gallimard, su esposa, su hija y Albert Camus tienen un accidente de coche al reventar una rueda en una recta y chocar consecutivamente con dos árboles. El choque con uno de los árboles fue tan violento que el vehículo se partió en tres pedazos. El cuerpo de Camus fue a parar a los asientos posteriores falleciendo en el acto. El editor Galimar estuvo ingresado de gravedad un tiempo, mientras su esposa e hija apenas si tuvieron unas contusiones. El absurdo de la muerte se unió al comentario de la víspera.


Finaliza esta publicación sobre la muerte absurda de algunos escritores y músicos con un documento gráfico histórico: un reportaje sobre el accidente en el original francés donde se muestra brevemente cómo sucedió.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Esquilo. Tragedias, Editorial Gredos, Ebook. ISBN: 9787424998356.
  • Bacon, Sir Francis. Ensayos, tracuddión de Gonzalo Torné de la Guardia. Galaxia Gutenberg S. L. (2023). ISBN: 9788419738493.
  • Camus, Albert. El extranjero, Editorial DeBolsillo. ISBN: 978846635138.

Compartir la sangre

Aunque habitamos y compartimos el mismo planeta, no es en ningún modo justa la distribución en cuanto a riquezas, derechos u oportunidades. 
Frente a uno países y personas muy ricos, nos encontramos con otros que no tienen lo necesario para vivir, pese a que nuestro planeta tenga recursos suficientes para todos.
Pocas son las condiciones o circunstancias que igualen a todos los seres humanos, por lo que se encuentran lejos de alcanzarse los objetivos promulgados por la Declaración de los Derechos Humanos.
Hay iniciativas, a todas luces insuficientes, que van generando pensamientos de solidaridad, caminos de unión o prácticas sociales que avanzan en este sentido, aunque las circunstancias que nos rodean hacen que se den pasos atrás con cierta frecuencia.
La medicina, por ejemplo, no ha encontrado aún una forma de generar sangre para poder ayudar a las personas que la precisen por distintas circunstancias. Así, en los casos que se necesita transfundir sangre a una persona por una pérdida tras un accidente, una operación u otra circunstancia, la única solución viable es acudir a la solidaridad de personas que, voluntariamente, compartan su sangre con ellas.
Así, el hecho de donar sangre se ha convertido en un acto de solidaridad que beneficie a cualquier persona que la necesite, celebrándose un día anual dedicado a reflexionar sobre la importancia de su uso y la necesidad de difundir y potenciar su práctica.
Uno de los mayores actos de solidaridad que podemos realizar en nuestra vida es compartir, donar nuestra sangre para que la puedan aprovechar quienes la necesiten.
Te propongo reflexionar sobre las donaciones aprovechando que cada 14 de junio se celebra el #DiaMundialdelDonantedeSangre. Nos acompañan textos y músicas relacionados con la sangre de Ángela Figuera Aymerich, Manuel del Cabral, Antonia Navarrete, Donizetti y Johann Strauss. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



La conmemoración del Día Mundial del Donante de Sangre cada 14 de junio se realiza este día por celebrarse el aniversario del nacimiento de Karl Landsteiner, el patólogo y biólogo austríaco que descubrió y clasificó los distintos grupos sanguíneos, los conocidos O, A, B y AB, además de la incorporación del Rh+ o Rh- a partir de la investigación sobre el antígeno de los hematíes que denominaron así al haberlo hallado en el suero de conejos inmunizados procedentes de un mono de la India. El término Rh proviene del nombre Rhesus, mono en griego.
Esta celebración del Día Mundial tiene la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población mundial sobre la importancia y necesidad de donar sangre para contribuir a la salud de aquellos pacientes que la necesitan. También busca promover en todo el planeta los mecanismos y las infraestructuras que puedan mejorar las donaciones de sangre y su tratamiento por parte de las autoridades y organizaciones sanitarias.
Otros objetivos de esta celebración anual son: agradecer a los donantes su labor, animar a quienes no lo son para que ayuden en esta tarea; hacer de esta función una participación que permita que las transfusiones se realicen de forma universal, y obtener el apoyo económico, material e institucional de las organizaciones nacionales e internacionales con esta finalidad.


Prácticamente no hay literatura ni música del tipo de las que aparecen en este blog relacionados con este tipo de donaciones, por lo que nos acompañan obras que tienen relación con la sangre de diversas formas y nos permiten reflexionar sobre este tema.
Nacida en Bilbao, Ángela Figuera Aymerich (1902-1984) estudió Filosofía y Letras, dedicándose a la enseñanza en institutos de secundaria en Huelva y Murcia, pasando más adelante a trabajar en la Biblioteca Nacional y en Bibliobus, una biblioteca ambulante compaginándolo con su labor de traductora literaria.
La guerra civil la marcó profundamente, publicando obras como Mujer de Barro (1948), Soria Pura (1949), Vencida por el ángel (1950), El grito inútil (1952), Víspera de la vida, Los días durosBelleza cruel publicado en México (todas de 1953), prologado por León Felipe, un libro que le hizo ganar el premio de poesía Nueva España por la Unión de Intelectuales Españoles de México. Tras Toco la tierra. Letanías (1962), comenzaron a publicarse diversas antologías de su obra poética. 
En Ser palabra desnuda, Ángela Figuera recoge veintisiete poemas en los que reflexiona sobre su lugar en el mundo como poeta y como mujer mostrando una honestidad con ella y con el entorno en el que se desarrolla.
Nos acompaña La sangre, un hondo poema de este libro en el que la escritora centra su atención en lo que la sangre le ofrece y en el que muestra sus sensaciones y los sentimientos que ésta le provocan, desde el momento en que la siente fluir hasta el momento en que acabe su vida.  


Partiendo del hecho de que donar sangre es fundamental y básico para salvar vidas y dado el carácter voluntario y altruista de las donaciones, es necesario realizar periódicamente campañas para concienciar cada vez a un mayor número de personas para que se acerquen a colaborar. A día de hoy es la única forma de poder garantizar reserva sanguínea de calidad para casos de emergencias -accidentes, operaciones...- y para pacientes que necesitan de forma periódica tratamientos relacionados con las transfusiones.
Como sabemos, las transfusiones son procedimientos médicos que sirven para aportar y reponer los componente sanguíneos que los pacientes necesitan al disminuir o desaparecer por una cirugía, lesión, hemorragia o algún tipo de enfermedad como algún tipo de cáncer, hemofilia o diabetes.


En la ópera, y en los escenarios en general, el tema de la sangre se ha tratado de varias formas habitualmente. En una, de manera más poética y filosófica, como una forma de unión, hermandad y un modo de compartir ideas y principios. Así, se trata como el linaje o parentesco o sobre la condición noble y benigna de una persona que se comparte con otras por afinidad. Otra forma de tratarla es en el aspecto de fluir, de circular por el cuerpo en función de las pasiones, especialmente las amorosas -en que la sangre circula de una forma especial para los enamorados- y las ardientes -provocadas por situaciones encarnizadas, dolorosas o vengativas-. La tercera de las manifestaciones de la sangre en las óperas y los escenarios es la de su aparición en ellos de forma violenta.
Durante el siglo XIX se pusieron de moda en la ópera las llamadas «escenas de locura», en las que los compositores llevaban al límite a los protagonistas, especialmente las femeninas, y hacían llegar al público al delirio. Son el caso de La sonámbula de Bellini, en la que la protagonista es acusada de relacionarse con el señor de las tierras hasta que se descubre que camina dormida por lugares inaccesibles para llegar hasta sus aposentos inconscientemente. 
También es el caso de I Puritani, en el que Elvira, la protagonista, tiene una escena de locura al pensar que su novio la ha abandonado por una misteriosa dama que no es otra que la reina a quien protege.
El caso más sobrecogedor y dramático es el de Lucia di Lammermoor de Gaetano Donizetti, en el que la protagonista es obligada por su hermano Enrique a casarse con Arturo en lugar de su amado Edgardo, enemigo acérrimo de la familia. Basada en la novela La novia de Lammermoor de Walter Scott, la obra de Donizetti muestra la más famosa escena de locura en la que Lucia sale de la habitación nupcial ensangrentada después de haber matado a su esposo Arturo ante la presencia de todos los invitados al banquete nupcial. La escena, dramática a más no poder, provocó y provoca aún el delirio de los espectadores al estar acompañada de una partitura excepcionalmente bellcantista.
Nos acompaña una grabación de la llamada «Escena de la locura» de Lucia de Lammermoor interpretada en 1982 por la gran Joan Sutherland, quizás quien mejor la llevó al escenario vocalmente en una grabación del Metropolitan Opera House de Nueva York, dirigida por sus esposo Richard Bonynge. Es curioso comprobar como una soprano cercana a los sesenta años interpreta a una jovencita que no ha llegado a la veintena. Su voz inigualable es insuperable en este papel.


La importancia de las donaciones estriba en que proceden de voluntarios altruistas anónimos a los que se le extrae la sangre y después se separan sus componentes, teniendo cada uno de ellos unas características y una duración determinada para poder utilizarlos.
En el proceso de transfusión se separa y se utilizan los distintos componentes que forma la sangre. Así, los glóbulos rojos transportan el oxígeno y contribuyen a eliminar los desechos; los glóbulos blancos ayudan a combatir distintas infecciones, el plasma es la parte líquida que transporta nutrientes y otros elementos del sistema inmunológico.


Poeta y escritor dominicano, Manuel del Cabral (1097-1999) fue uno de los representantes de la literatura caribeña. Su trabajo como diplomático le llevó a vivir a Estados Unidos, Chile, Colombia, Argentina y España, trabando amistad con Luis Palés Matos y Nicolás Guillén, quienes nos han acompañado en recientes publicaciones. Pionero en la llamada poesía negrista, Trópico negro (1942) muestra con mayor profundidad la explotación de los africanos en el continente americano, alcanzando su mayor notoriedad con su obra Compadre Mon (1943).
Nos acompañan los versos que dan título a su poemario Sangre mayor. Se trata de un intenso poema en que Cabral, comenzando por la sangre, va reflexionando casi filosóficamente sobre su condición, su disponibilidad y su ofrecimiento.




En general, según el destino de la sangre donada, la procedencia de la misma puede venir de distintas personas:
  • En la mayoría de los casos de personas anónimas. 
  • Para determinadas enfermedades y casos específicos, pueden ser miembros de la familia o amigos, en lo que se llama una donación directa. 
  • En casos concretos, un paciente puede donarse a sí mismo, previo tratamiento de la sangre o habiéndose guardado previamente a alguna intervención o circunstancia (autólogo)

La obra de Johan Strauss hijo, y la de los miembros de su familia en general, está más cerca de la diversión, el esparcimiento y la alegría que de otro tipo de finalidad. En cierto modo, refleja la sociedad del imperio austríaco de finales del siglo XIX a través de obras ligeras concebidas para el baile y la diversión como los valses, las polkas y las desenfadadas operetas.
Entre ellas, nos acercamos a uno de sus valses más conocidos, Wiener Blut (Sangre vienesa, Op. 354), estrenado en 1873 y tan famoso en su tiempo que dio origen a la opereta del mismo título, también de Johann Strauss hijo, estrenada en el Carltheater vienés en octubre de 1899 cuando el compositor acababa de fallecer en junio de ese mismo año.
Podemos permitirnos el lujo de ampliar el título y pensar que trata de una sangre que nos una y emocione con las notas alegres de este vals universal.
La interpretación se llevó a cabo el 18 de junio de 2011 dentro del Sommernachtskonzert (Concierto de la Noche de Verano) que se celebra cada año en los jardines del palacio de Scönbrunn con la Filarmónica de Viena dirigida en esa ocasión por Daniel Harding.
Que fluya nuestra sangre.


Tras el proceso de extracción pueden realizar distintos tipos de transfusiones separando los distintos componentes de la sangre. 
  • Los glóbulos rojos empaquetados (PRBCs) se administran durante entre dos y cuatro horas para reponer glóbulos rojos que se han perdido en hemorragias o cuando la médula ósea no llega a producir los necesarios por una insuficiencia, algún tipo de cáncer o por los efectos de la quimioterapia.
  • Las plaquetas ayudan a prevenirlas hemorragias y hematomas y se administran en vena durante una o dos horas cuando hay problemas por enfermedades, problemas con algunas medicinas, válvulas artificiales del corazón o problemas en la médula ósea por enfermedad o quimioterapia.
  • El plasma fresco congelado (PFC) se administra una vez descongelado en pacientes con hemorragia o problemas de coagulación para reponer las proteínas que ayudan a la coagulación de la sangre.
  • Con el crioprecipitado se transfunde la parte de la sangre que contiene determinados agentes coaguladores. Se descongela antes de inyectar a pacientes con ese problema por un trastorno genético o alguna enfermedad como la Coagulación Intravascular Diseminada (CID).
  • La sangre total reconstruida se elabora a partir de glóbulos rojos y plasma para administrar a recién nacidos e incluso al feto en casos con niveles altos de bilirrubina o descomposición de los glóbulos rojos. 
  • Los granulocitos son una mezcla de neutrófilos y glóbulos blancos para administrar a pacientes con infecciones graves y sin los primeros. El donante anónimo debe tomar un medicamento esteroide antes de la transfusión en la se extraen fundamentalmente glóbulos blancos y se devuelve el resto al donante.

Finalizamos estas reflexiones alrededor del Día Mundial del Donante de Sangre en particular, a la que podemos añadir las donaciones de otros órganos de nuestro cuerpo, con un texto que participa de algunas características de las mencionadas donaciones.
No se trata de un texto publicado por un escritor o un compositor profesional, sino que participa, como las donaciones, de cierto grado de anonimato -aunque conozcamos quién es su autora-, voluntariedad y altruismo, en el sentido que ofrece su publicación como signo, emblema e, incluso, himno versificado de las donaciones. 
Se trata de un poema de Antonia Navarrete Lebrato, poeta solidaria valenciana quien comparte estos versos sobre los donantes y las donaciones 


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Bibliografía y webgrafía consultadas: