El azar puede ser el pseudónimo de Dios, cuando no quiere firmar.
Anatole France
En alguna ocasión nos hemos llegado a preguntar qué habría ocurrido si hubiéramos tomado una decisión en un sentido distinto al que lo hicimos, si hubiéramos hecho tal cosa en lugar de la que llegamos a realizar o que habría sucedido si nos hubiera ocurrido algún hecho concreto.
Estos razonamientos forman parte de nuestra condición humana y, como tal, se ha convertido en un tema vital de carácter filosófico, hasta tal punto de llegar a generar pensamientos tanto deterministas como indeterministas.
El azar lo podemos considerar una combinación de circunstancias imprevisibles que nos pueden llegar a afectar tanto a nosotros como a nuestras acciones y que son imposibles de predecir, sean o no aleatorios, tengan o no un origen claro, como tratamos en El amor entre el destino y la pasión.
Así, en determinados momentos ha habido pensadores que han tratado sobre el destino, defendiendo que el futuro de cada uno de nosotros se haya predeterminado, cuando, en realidad, se escribe a lo largo de nuestra vida, en cada acto y decisión que realizamos en cada momento y en cada situación de azar que se nos presenta.
De esta manera, está en cada uno de nosotros depender en menor medida del azar a la hora de conseguir nuestros objetivos, eligiendo opciones que dependan en gran grado de nuestras acciones y que profundicen en alternativas que avancen en conseguirlos.
Te propongo un paseo por obras literarias y musicales que nos acerquen a la reflexión y tratamiento entre el azar y el destino. Nos acompañan Benedetti, Wislawa Szymborska, Verdi y Tchaikovsky. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
Hay nombres que casi marcan un destino. Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, conocido por todos como Mario Benedetti quizás no pudo, con ese nombre, sino vivir entre letras y libros. Después de realizar sus estudios por diversas localidades uruguayas y emplearse como recadero, empleado de una empresa de repuestos de automóviles o una inmobiliaria, taquígrafo o funcionario público, su dedicación por las letras se alternó entre el periodismo y la publicación de libros que van desde los cuentos a la novela, pasando por los ensayos y temas periodísticos hasta desembocar de modo más único y exclusivo en la poesía.
Autor de algo más de ochenta libros traducidos a más de veinte idiomas, Preguntas al azar (1986) marca un punto de inflexión en su obra literaria, significando simultáneamente una ruptura y una continuidad dentro de su obra, en un momento en que el escritor y su esposa Luz regresan a su país desde el exilio argentino, como refleja en la dedicatoria a su compañera: «A Luz este brindis por el regreso.»
Los ochenta poemas que suponen esas Preguntas al azar inciden en el espacio de indagación en la obra del escritor uruguayo, inaugurando un juego estilístico y retórico en que el poeta se sumerge desde ese momento. Los poemas interrogativos surcan este volumen alternándose con algunos reflexivos y otros de resolución afirmativa cargada de la ironía propia del escritor.
En este poemario Benedetti enlaza con su tradición al incluir algunas reconstrucciones de otros poemas suyos como Esta es mi casa y Botella al mar, mientras abre su universo poético en las indagaciones comentadas. Imbricados en estos poemas, hasta en cuatro ocasiones recurre al título Preguntas al azar para incluir poemas que indagan en estas cuestiones que le interesan.
Nos quedamos con la última de ellas, la que cierra el volumen, una extensa reflexión interrogativa.
Si hay una ópera que asociemos de forma inmediata con el incierto devenir es La forza del destino, la obra que Giuseppe Verdi compuso a partir de Don Álvaro o la fuerza del sino de Ángel Saavedra, Duque de Rivas, una muestra más de la fascinación que el compositor de Busseto tenía por los temas y argumentos españoles.
Estrenada en 1862 en el que ahora se conoce como Teatro Mariinsky de San Petersburgo, tras unas revisiones fue estrenada al año siguiente en Roma y en el Teatro Real de Madrid con la presencia del compositor y el propio Duque de Rivas, desde donde fue recorriendo los escenarios operísticos más importantes de Europa y América.
Girl with baloom, atribuida a Banksy, Shoreditch (2002) |
Para el estreno en La Scala de Milán, en una segunda versión, el compositor pidió a su libretista Francesco Maria Piave menos violencia y evitar que hubiera menos muertes en la obra. Al enfermar Piave, el encargo recayó en Ghislanzoni que alteró muchos pasajes, incluido el final de la obra, mientras Verdi añadió, además, una nueva obertura que recogía los temas principales de la obra y ha llegado a convertirse en una de las más conocidas y personales de su repertorio.
Nos acompaña el aria de Leonora del Acto IV, Pace, pace mio Dio (Paz, paz, Dios mío), un monólogo en el que el personaje hace un balance de su vida implorando una paz que no existe en su atormentada existencia pese a haberse retirado a vivir en una cueva como ermitaña y que no le llegará en este mundo, presagiando una muerte cercana.
La interpretación corre a cargo de la soprano Anna Netrebko, cuya voz ha ido ganando en oscuridad y dramatismo con el paso de los años, en una producción de La forza del destino de Christof Loy para la Royal Opera House del Convent Garden londinense que cambia de modo sustancial el escenario en que se desarrolla la escena.
Volvemos de nuevo en este blog nuestra mirada a la obra de Wislawa Szymborska, la Premio Nobel de Literatura polaca y su fascinante capacidad para observar y cuestionar con una mirada lúcida y novedosa todo cuanto nos rodea.
Publicado en 1972, Si acaso recoge una treintena de poemas en los que podemos recorrer una poesía ausente de metáforas en la que Szymborska combina la emoción con la razón, acercando su mirada a hechos, personas o situaciones de la vida cotidiana, creando un lenguaje lírico cargado de dudas y pleno de intenciones éticas que da a sus poemas una hondura y fuerza muy personales. En nuestro país, Si acaso aparece publicado en distintas compilaciones de poemas de la escritora polaca como Paisaje con grano de arena.
En nuestro acercamiento a la confluencia entre el azar y el destino nos acompaña el poema que da título al libro y que indaga sobre las conexiones que se extienden sobre nosotros y entre las que descubrimos coincidencias, encuentros casuales y que nos llevan, en cada momento, a los precisos lugares y situaciones en los que nos encontramos y que nos llevan a pensar: ¿Qué habría pasado si...?
Quizás el sentido más genérico y habitual del azar sea el destinado a determinados juegos en los que los resultados dependen de la casualidad a través de cartas, dados, bolas numéricas u otro tipo de elementos y que, combinados en algunos casos con cierta pericia por parte de los jugadores, provocan mayor o menor fortuna, afición o dependencia.
Basado en un cuento de Alexander Pushkin y con un libreto de su hermano Modest, Piotr Ilich Tchaikovsky estrenó en 1887, también en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, su ópera Pikovaya dama (La dama de picas) con el gran éxito que se esperaba.
La historia se desarrolla en la Rusia de Catalina la Grande y se centra en la atormentada vida del joven soldado Herman, un jugador que busca desesperadamente la fortuna económica con la que poder conquistar a Lisa, una mujer que se haya en una situación económica y social superior a la suya.
En el Acto III de La dama de picas, la última escena de la ópera comienza con la desesperada aria de Herman Chto nasha zhizn? Igra! (¿Qué es la vida? ¡Un juego!).
Nos despedimos con la interpretación con la potente voz del tenor Vladimir Atlantov en el inicio de la última escena de La dama de picas de Tchaikovsky en una interpretación que se levó a cabo en el Teatro Bolshoi de Moscú bajo la dirección de Yuri Simonov.
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Bibliografía y webgrafía consultadas:
- Benedetti, Mario. Preguntas al azar, Visor Libros, 2001.
- Benedetti, Mario. Preguntas al azar, en pdf.
- Szymborska, Wislawa. Paisaje con grano de arena. Editorial Lumen. Traducción de Ana María Moix, Jerzy Savomirsky y Jersez Slawominski