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100 años de la muerte de Kafka

Pocos autores alcanzan una notoriedad mayor que sus propias obras y llegan a ser más conocidos que éstas. Es cierto que nos movemos entre los clichés y los tópicos, entre los conocimientos superfluos y triviales más allá de profundizar en los mismos. 
Escritores como Dante, Proust o Kafka, por citar algunos, son más conocidos que leídos y, aunque de los primeros podemos citar obras como La divina comedia o En busca del tiempo perdido, del último, sus obras, más abundantes, no llegan a ser tan conocidas de nombre entre el gran público.
Kafka es tan citado que su nombre ha dado lugar a un adjetivo que está incorporado en nuestro vocabulario activo y del que tratamos en este blog en Dantesco, maquiavélico, kafkiano y otros más.
Decir kafkiano nos acerca, en primer término a la obra relacionada con Kafka y, más allá, es un término que aplicamos a una situación angustiosa y absurda que nos sobrepasa, dejándonos un poso de culpabilidad que no llegamos a comprender.
Al escribir esta publicación se cumplen un siglo del fallecimiento de Kafka, uno de los escritores más influyentes del siglo XX cuando contaba cuarenta años de edad y no era un escritor muy conocido en ese momento, pese a que se habían publicado algunas de sus obras. Éstas han ido publicándose y leyéndose después de su muerte y su figura ha ido conociéndose y creciendo desde entonces.
Cuando se cumplen cien años del fallecimiento de Kafka el 3 de junio de 1924, te propongo recordar la parte final de su biografía, sus indicaciones y algunos textos sobre él. Nos acompañan textos de Reiner Stach, Milena Jesenská y Gustav Janouch y música de Jiří TemlFrank Moon y Aribert Reimann. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere! 

Fotografía de un joven Kafka (1906-1908)
Después de doctorarse en Derecho, y tras pasar por algunos trabajos, Franz Kafka comenzó a trabajar en el Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo del Reino de Bohemia, donde fue valorado como un brillante planificador y excelente abogado. Aunque era un trabajo rutinario y no el que había deseado realizar, le proporcionaba una gran oportunidad: Al ser un trabajo que finalizaba a las dos del medio día tenía libre el resto de la jornada para desempeñar otras actividades. Así, las tardes y noches las dedicaba a sus grandes pasiones: pasear, hacer ejercicio, especialmente remo y natación, conversar en las tertulias de los cafés de Praga y, sobre todo su gran vocación, escribir.
Esta situación permaneció inalterablemente rutinaria hasta que en el verano de 1917 se le diagnosticó una tuberculosis pulmonar. Con la enfermedad, cogió unas vacaciones y en septiembre se trasladó a Sirem, una aldea al norte de Bohemia, donde vivió en plena naturaleza asesorando a su hermana Ottla sobre una granja que tenía allí. 
El compromiso matrimonial que tenía con Felice Bauer se rompió en este tiempo. Pese a que nunca se casó, el biógrafo Reiner Stach afirma que fue un mujeriego incesante, aunque con miedo al fracaso sexual y una aversión radical al compromiso. 
Tras seis meses de trabajo en la oficina se le vuelve a conceder un nuevo periodo de vacaciones para recuperar la salud, trasladándose en esta ocasión a una pensión en Libechov donde se comprometió con Julie Wohryzek, hija de un zapatero, lo que le produjo un enfrentamiento con su padre, que desencadenó la famosa Carta al padre.
Durante cinco años estuvo luchando con la Compañía de Seguros que le exigía la reincorporación al puesto de trabajo hasta conseguir la jubilación definitiva en junio de 1922, semanas antes de cumplir los treinta y nueve años. Era un hombre laboralmente libre, pero condenada e irremediablemente enfermo.

   Sanatorio de Kierling donde falleció Kafka. Se puede observar el cartel Sanatorium entre el segundo y tercer piso. Aunque no se sabe con certeza, su habitación estaba en la segunda planta, probablemente en la parte de atrás que da al jardín.
Checo como KafkaJiří Teml (Vimperk, 1935) es un compositor musical, productor de radio y dramaturgo que comenzó trabajando como economista. Su trabajo como compositor comenzó con obras populares de danza, pasando más adelante a la música vocal, de cámara y orquestal. Desde finales de los 70 del pasado siglo estudió las obras de la escuela polaca, llegando a la Nueva música que, a partir de una base folclórica, estiliza elementos de la estructura y del ritmo para conseguir una obra personal que, en muchas ocasiones, estrena en colaboración con el conjunto folclórico de Radio Pilsen.
Su producción incluye varias sinfonías, conciertos, ciclos de canciones, obras corales, algunas óperas infantiles, música de cámara, canciones y obras para órgano y piano.
Nos acompaña, como música de fondo para seguir esta publicación, su Symponie č 3 Kafka (Sinfonía nº 3, Kafka) compuesta en un solo movimiento y estrenada en 1998.
La interpretación, en la que Teml ha logrado captar el inquietante y angustioso mundo que refleja el escritor checo que da nombre a la obra, corre a cargo de la Symphonický Českèho rozhlasu v Praze bajo la dirección de Ondřej Kukal. La fotografía que acompaña al audio es del propio compositor.


Durante los años de enfermedad Kafka realizó diversos viajes por espacios naturales buscando la curación, alternando periodos de producción literaria con otros en los que la abandonaba. En febrero de 1922 comenzó a escribir El castillo, aunque después del verano había desistido de terminarla. «He tenido que abandonar la historia del castillo. todo hace pensar que para siempre...», escribió a su amigo Max Brod.
En una estancia una colonia judía en el Báltico conoce a Dora Diamant, una judía ortodoxa que había huido de su familia con quien se instala en Berlín en 1923, hasta que una pulmonía le obligó a regresar a Praga con sus padres.
En marzo ingresó en el sanatorio de Wiener Wald, cerca de Viena, donde sufrió un ataque de tuberculosis en la laringe que le impedía tragar alimentos sólidos. En ese tiempo retomó y terminó de escribir Un artista del hambre que no sería publicado hasta después de su muerte. 
A finales de abril, Dora y Robert Klopstock lo trasladaron al Sanatorium del Doctor Hoffmann de Kierling, una pequeña ciudad cercana a Viena, en la Baja Austria. Cuando ingresó, Kafka que medía 1'85 m tan sólo pesaba 45 kilos. Su habitación tenía un balcón soleado que asomaba al jardín y al bosque donde iba a leer cuando podía. 
Aunque el edificio de dos plantas en el 187 de Hauptstrasse se ha convertido en viviendas privadas, aún se conserva un apartamento convertido en memorial de Kafka cercano al que él ocupó. Allí falleció el 3 de junio de ese 1924 poco antes de cumplir los cuarenta y un años de edad.  

La última foto conocida de Kafka, probablemente de 1923
Nacido en Rochlitz, Sajonia en 1951, Reiner Stach cursó estudios de Filosofía, Literatura y Matemáticas en la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Frankfurt am Main, doctorándose con el trabajo Kafkas erotischer Mythos. Eine ästhetische Konstruktion des Weiblichen (El mito erótico de Kafka. Una reconstrucción estética de la feminidad). Trabaja como editor científico y de no ficción para diversas editoriales, además de publicar diversos ensayos sobre las obras de Hans Henny Jahnn y Kafka. 
Documentándose para realizar una biografía completa de Kafka, Stach encontró diversos documentos inéditos en distintas bibliotecas y archivos de Praga e Israel: manuscritos, fotografías, fragmentos de cartas y testimonios de quienes le trataron que aportaban nuevas informaciones sobre la personalidad y la obra del escritor. Estos documentos fueron publicados en 2012 en ¿Este es Kafka? 99 hallazgos en los que reúne los más sorprendentes e inesperados, comentando su procedencia, contrastándolos con los datos conocidos y aportándolos a una biografía que nos descoloca de la imagen del autor atormentado y neurótico para mostrarnos una personalidad más rica y caleidoscópica que la que teníamos.

Facsímil de la última carta de Kafka a sus padres, anverso

Del día anterior a su fallecimiento, Stach publica la última carta que escribió a sus padres de puño y letra. Al final de la misma hay un texto escrito por Dora Diamant que queda inconcluso al llegar a los dos puntos.

Le quito la carta de las manos. De todas formas. Sólo unas líneas más que, por su insistencia, parecen ser muy importantes:

Al final de la carta hay una última doble anotación escrita a lápiz por su hermana Ottla:
Escrito el lunes
2.6.1924

Muerto 3.6.1924

Última carta de Kafka a sus padres, reverso
El texto que nos acompaña muestra esta última carta que el escritor dirigió a sus padres la víspera de su muerte, un documento de innegable valor. En ella, el escritor muestra su deseo de que vayan a verlo, aunque más adelante valora los pros y los contras de tal intención, descartándola de momento. Más adelante, escribe sobre el trato que recibe en el sanatorio, su evolución y la ayuda y compañía que recibe de Dora y Robert. No se aprecia el inminente final de su vida que el escritor y sus acompañantes deseaban evitar a los familiares, lo que agrega más dramatismo a esta última misiva.

El cuerpo de Franz Kafka fue trasladado en tren y enterrado el 11 de junio en el 
Nový židovský hřbitov (Nuevo cementerio Judío) de Praga.
Hasta este punto, poco nos habría llegado de la obra del escritor checo si no hubiera sido por la insistencia de su amigo Max Brod y las dos disposiciones de Kafka a las que no hizo caso. 



Esquelas funerarias en alemán y checo publicadas por sus padres
Escrita la primera de ellas posiblemente en el otoño o invierno de 1921, y la segunda el 29 de noviembre de 1922, Brod las recibió entre los papeles que le entregaron por indicación del escritor tras su muerte. Pese a indicar que no se publicaran sus escritos, el amigo y albacea literario decidió hacer lo contrario, una opción que tanto lectores como críticos y biógrafos agradecemos. En realidad, estos dos testamentos fueron los primeros escritos que se publicaron, viendo la luz en el número de la revista Weltbühne el 17 de julio de ese 1924.  
Es posible que hubiera un texto anterior a estos dos, probablemente en el mismo sentido, ya que a finales de 1916 Max Brod pidió a Kafka que, en caso de morir, él se hiciera cargo de sus documentos y los destruyera, a lo que Kafka le respondió: «No será necesario, pero lo tendré en cuenta. Por cierto, desde hace tiempo guardo en mis carpetas una tarjeta de visita dirigida a ti con indicaciones parecidas, aunque también trata de asuntos de dinero».

Indicación testamentaria de Kafka a Max Brod
El primero de los textos recoge las instrucciones fechadas a finales de 1921, en las que, a grandes rasgos, le pide que queme sin leer los documentos que encuentre y que haga lo posible para que se destruyan las cartas enviadas a cualesquiera destinatarios.


En la segunda nota vuelve a indicar similares instrucciones, aunque dedica algunas a los libros que ya han sido editados, además de detallar el destino de algunas de las cartas que debe destruir junto a los demás escritos. Al cita el título La transformación se refiere a La metamorfosis.
Afortunadamente, estos documentos, muchos de los cuales acabaron en la Biblioteca Nacional de Israel, han podido ver la luz.


Franz Kafka conoció a Milena Jesenská en una visita que la periodista checa realizó a Praga en abril de 1920. Nacida en la capital checa, provenía de una familia aristocrática y su padre era cirujano y profesor de la Universidad de Praga. Comenzó a estudiar medicina por sugerencia paterna, aunque abandonó los estudios al casarse con el escritor austriaco de origen judío Ernst Pollak pese a la prohibición familiar, por lo que el matrimonio se estableció en Viena, donde comenzó a realizar traducciones y colaboraciones en periódicos. Cuando conoció a Kafka su matrimonio estaba prácticamente destruido.
Al conocerse gracias a amigos comunes, Milena le propuso traducir al checo varios de sus relatos, entablándose así una relación con pocos encuentros debido a las distancias y una abundante correspondencia. 

Tumba de Kafka en el Nový židovský hřbitov (Nuevo Cementerio Judío) de Praga
La influencia de Kafka ha llegado a un ingente grupo de escritores entre los que podemos encontrar a Albert Camus, Jean-Paul Sartre, J. D. Salinger, Borges, García Márquez, José Saramago, Mircea Cātāescu o Murakami. También ha inspirado a compositores, tanto el escritor y su personalidad, como hemos podido apreciar en la obra de Jiří Teml, como sus obras.
Entre estos compositores se encuentra Frank Moon, que estrenó el ballet The Metamorphosis (La Metamorfosis) en el Royal Opera House londinense en 2011, volviéndolo a llevar al escenario de nuevo en 2013 donde se grabó para editar en DVD.
Nos acompaña el inicio de la obra en la que un metamorfoseado Gregor Samsa interpretado por Edward Watson es descubierto por sus padres (interpretados por Nina Goldman y Anton Skrzypiciel) y su hermana Grete (Laura Day). La línea en el suelo representa el tabique que separa la habitación de Gregor de la sala de la casa.
La partitura de Frank Moon y los diseños blancos austeros, casi minimalistas, ayudan a crear la atmósfera claustrofóbica de la novela original, a la vez que el horror que produce el cambio físico en Gregor está representado por los movimientos espasmódicos e inusuales y una mancha negra en el escenario.
A partir de una coreografía de Arthur Pita y decorados de Simon Daw, la grabación realizada en marzo de 2013 contó con la dirección musical de Marc Albrecht.
  

Las cartas entre Kafka y Milena muestran una pasión que fue creciendo entre el escritor y la culta y temperamental traductora, periodista y escritora. 
La relación epistolar comenzó tratando de asuntos e intereses literarios para ir derivando en una relación que muestra la sensibilidad emocional del escritor checo hasta convertirse en una relación sentimental que finalizó con la muerte de Kafka. Milena encontró la muerte veinte años después en el campo de concentración de Ravensbrück.
Las cartas que Milena escribió a Kafka han desaparecido, posiblemente por parte del escritor. Cuando Alemania invadió Checoslovaquia en 1939, Milena entregó las cartas de Kafka al escritor Willy Haas, quien preparó una edición y las publicó en 1952. Dos años más tarde, Max Brod las volvió a publicar incluyendo las cartas que él mismo recibió de la traductora, añadiendo la reseña necrológica que escribió sobre el escritor checo.

Fotografía de Milena Jesenská (probablemente anterior a 1938)
En Franz Kafka. Cartas a Milena, con traducción de Carmen Gauger encontramos esta reseña necrológica que Milena Jesenská publicó para Národní Listy el 6 de junio de 1924, tres días después del fallecimiento del escritor. En ella, la escritora de origen checo muestra su pesar y su admiración, habla de la personalidad de Kafka y del valor y potencial de sus obras.


Fallecido en marzo de 2024, Aribert Reimann (Berlín, 1936) estudió piano y composición. Como pianista, su contacto con cantantes como Dietrich Fischer-Dieskau le ayudó a tomar una mayor sensibilidad con las posibilidades que proporcionaban la expresión de la voz. Entre sus composiciones destacan Ein Traumspiel (Fantasmagoría, 1965), Melusine (1971), Lear (1978), quizás su obra más conocida, Troades (Troya, 1986) y Das Scholss (El castillo,1992).
Basada en la novela de Kafka y su dramatización a cargo de Max Brod, Das Scholss es una ópera en dos partes formada por diez cuadros con entreactos y mutaciones con libreto del propio compositor.
Estrenada en septiembre de 1992 en la Deutsche Oper de Berlín, El castillo muestra musicalmente la terrible odisea de un ser humano, el forastero K., que cree que tiene razón, pero es acusado por su entorno de un delito poco claro que no llega a entender.
Nos acompaña el Primer cuadro de la ópera en el que K. llega exhausto a la posada Zur Brücke. A falta de alojamiento pasa la noche en un saco de dormir. Apenas comienza a descansar, lo despierta Schwazer indicándole que no puede acampar sin permiso del castillo. Cuando se presenta como el nuevo agrimensor que ha solicitado el castillo y pregunta detalles sobre el mismo, piensan que es un farsante. 
El enlace, solo de audio, muestra este primer cuadro de la ópera con la Bayerisches Staatsorchester, el barítono Richard Salter como K. y la dirección musical de Michael Boder, editada por la discográfica Wergo en 1997.


Personalmente, me fascina además de su obra, la figura de Kafka como personaje. Leer sus múltiples biografías, sentir su compleja personalidad a través de sus cartas y escritos, evocar sus paseos, los cafés y lugares por los que discurrió en Praga, seguir las casas en las que vivió ayudan a descubrir y conformar los claroscuros de un personaje tan fascinante y fundamental en la literatura.
Tras su muerte comenzó a conocerse la obra de un autor con un estilo inconfundible y original que nos traslada a una atmósfera opresiva mientras explora los rincones más oscuros y recónditos de la psicología del siglo XX y del ser humano en general. Su lenguaje preciso, sus metáforas, los extraños simbolismos que utiliza, esas descripciones vívidas y oníricas que se mueven en un mundo surrealista profundamente enigmático nos hablan de la alineación, la angustia existencial y la relación del individuo con una sociedad que lo aprisiona.

Gustav Janouch
Gustav Janouch (1903-1968) sería un desconocido si no hubiera disfrutado de la amistad de nuestro protagonista. Hijo de un compañero de trabajo de Kafka en el Instituto de Seguros, su padre se lo presentó cuando vio que su hijo tenía vocación literaria. Así, se entabló una relación a través de las visitas y encuentros que tuvieron entre 1920 y 1924.
El adolescente Janouch descubrió y admiró a Kafka como un maestro antes de que lo descubriera el mundo y tuvo la capacidad de mostrarlo en su libro Gesprache mit Kafka (Conversaciones con Kafka, 1951) un libro en el que deja entrever la sensibilidad y lucidez del escritor al que muestra como un conversador agudo e inteligente. Se trata de un libro que tiene un gran valor para los admiradores de este gran escritor.
Despedimos esta publicación sobre el centenario del fallecimiento de Kafka con un texto de Conversaciones con Kafla que Janouch sitúa al final del libro. En él, muestra una conversación con la mujer que limpiaba el despacho del escritor, además de la vivienda familiar del joven, en el que aporta detalles de sus costumbres y recibe unos objetos de su admirado maestro. 
¿Qué haríamos nosotros en su situación? ¿Cómo los recibiríamos y qué haríamos con ellos?


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Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Stach, Reiner. ¿Este es Kafka? 99 hallazgos, traducción de Luis Fernando Moreno Claros, Editorial El Acantilado, Ebook (2021). ISBN. 9788418370472.
  • Kafka, Franz. Cartas a Milena, traducción de Carmen Gauger, Alianza Editorial, Ebook (2016).ISBN: 9788491041481.
  • Janouch, Gustav. Conversaciones con Kafla, Editorial Destino, traducción de Rosa Sala Rose, Barcelona, 1998. ISBN: 97884233328321.
  • Reimann, Aribert. Das Scholss, Bayerisches Staatsorchester, dirección musical de Michael Boder, Wergo (1997),

Tiempos de falacias

Existe una relación íntima entre lenguaje y pensamiento. El primero nos ayuda a modelar y definir nuestro pensamiento, a la vez que el segundo colabora en la complejidad, riqueza y profundidad que posee nuestro lenguaje.
Estas dos funciones mentales resultan fundamentales en el desarrollo de nuestra actividad vital, la comprensión y configuración de nuestro mundo, la actitud con la que afrontamos nuestra existencia y las decisiones que tomamos en ella.
Configurar nuestro pensamiento y nuestro lenguaje para aprehender el universo cognitivo que nos rodea nos lleva a una vida más consciente y plena.
Pero esta relación entre lenguaje y pensamiento no deja de sufrir ciertas dificultades y alteraciones para llevarse a cabo. En unas ocasiones provienen de dentro de nosotros mismos, llevándonos a conclusiones incorrectas por diversas causas, mientras que en otros casos, los errores provienen del mundo externo a nosotros, en ocasiones de forma inconsciente, en otras a través de algún tipo de manipulación.
Recurriendo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua nos encontramos con:

Falacia: Del lat. fallacia.
1. f. Engaño, fraude o mentira. No lo creas, es una falacia.
Sin.: Engaño, fraude, falsedad, mentira, calumnia, embuste, dolo, abulencia.
Ant.: Verdad, autenticidad.

Términos como fake news o bulos están presentes en nuestras vidas y abocan a conceptos más delicados referidos a la manipulación de la opinión pública y a la imposición de un cierto tipo de pensamiento.
En esta entrada nos centraremos en el concepto de falacia y algunas de sus variantes, teniendo en consideración que no son propias y exclusivas de nuestro tiempo, sino que forman parte de nuestra condición y fueron estudiadas y definidas desde la antigüedad. Reconocer esas falacias y saber encontrar dónde está el error nos ayuda a tener más claro nuestro pensamiento y a poder salir vencedores en nuestros debates y argumentaciones.
Te propongo un recorrido por las falacias desde su definición por Aristóteles hasta las más habituales en la actualidad. Nos acompaña música de Rossini, Satie y Les Luthiers. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


Platón fue el primero que señaló las argumentaciones erróneas, centrándose en los discursos de los sofistas, maestros de la retórica, quienes, según el filósofo, se preocupaban más por la persuasión de quienes les oían que por la búsqueda de la verdad. 
Fue Aristóteles quien escribió el primer libro sobre las falacias en su tratado Refutaciones sofísticas. Más adelante, en un nuevo tratado, Retórica, el filósofo vuelve a escribir sobre el tema de las falacias, un asunto que ha llegado a tratarse en ámbitos filosóficos, psicológicos y lingüísticos hasta nuestros días, alcanzando, en temas políticos y gracias a la fuerza de las redes sociales una vigencia absoluta.
Tras la acepción que el Diccionario de la R.A.E., es conveniente matizar algo más sobre el término falacia.
Derivada etimológicamente de la palabra latina fallacia, esta procede de fallax (engaño). Se trata de una argumentación aparentemente válida, pero que no lo es, pues incluye errores, voluntarios o no, o argumentos que tergiversan la realidad. Se puede afirmar que las falacias son razonamientos que aparentan ser verdaderos, pero son engañosos y no válidos, surgen del error o buscan persuadir o convencer a otra(s) persona(s) vulnerando los principios de la lógica.
Clasificadas y divididas según diversos criterios, se agrupan de forma general en Falacias formales o lógicas, que incluyen defectos en la argumentación y Falacias informales, que recurren a las emociones de los destinatarios. Nos centramos en algunas de ambos tipos.

1.- Generalización apresurada: Se trata de un razonamiento que parte de datos particulares insuficientes para realizar una norma general. Se utiliza cuando se expresan razonamientos del tipo: «Todos los hombres -o mujeres- son iguales», o cuando se generaliza a los habitantes de un país o territorio: «Todos los españoles duermen la siesta».

Estatua de Aristóteles en Estagira, su ciudad natal.
Dividido a su vez en tres libros, en τέχνης ῥητορικής (Retórica), Aristóteles dedica algunos capítulos del segundo de ellos a tratar sobre las falacias sobre los que debemos tener en consideración los siguientes términos para seguir sus razonamientos:

Silogismo: Del Lat. Syllogismus, y este del gr. syllogismós.
1. M. Fil. Argumento que consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos.
Sin.: Argumento, razonamiento, razón, deducción.

Paralogismo: Del lat. tardío paralogismus, y este del gr. paralogismós, derivado de paralogízesthai (paralogizar).
1. M. Razonamiento falso.

Entimema: Del lat. enthymēma, y este del gr. enthymēma.
1. M. Fil. Silogismo abreviado que, por sobreentenderse una de las premisas, solo consta de dos proposiciones, que se llaman antecedente y consiguiente; p. ej., el sol alumbra, luego es de día.

Aristóteles denominaba indistintamente a las falacias paralogismos (al margen de la razón) y sofismas.
En el Segundo libro de Retórica, Aristóteles dedica varios capítulos a tratar este tema con más profundidad: El 23 lo titula Los lugares comunes en general de los entimemas y el 24 Lugares de los entimemas aparentes.
Nos acercamos al comienzo del segundo de estos capítulos, en el que Aristóteles trata de la primera de las falacias. Para facilitar la comprensión del texto, se ha traducido incorporando entre paréntesis algunas palabras que se daban por sobreentendidas.



2.- Argumentos ad verecundiam (Falacias de autoridad): Relacionan la veracidad del razonamiento a la autoridad que se cita como si ese argumento sirviese como garantía absoluta. Es el caso en que se apela a que tal frase o razonamiento la dijo un científico o pensador para darlo por hecho. En nuestro tiempo, es el caso en que se utiliza lo dicho por alguna celebridad o influencer.


Nos acompaña música de Rossini, de una de sus obras más conocidas: El barbero de Sevilla. Se trata de un aria de Don Basilio que puede relacionarse, aunque de forma indirecta, con esta falacia: La calunnia è un venticello (La calumnia es un vientecillo), en la que el maestro de música quiere poner en entredicho el nombre del Conde de Almaviva, pretendiente de Rossina, divulgando una calumnia.
Se trata de un aria para bajo profundo, la más grave de las voces, interpretada por Robert Lloyd como Basilio frente a Don Bartolo (Carlos Feller), en una grabación correspondiente a una representación realizada en el Festival de Ópera de Schwetzingen (Alemania) en 2003 con la dirección musical de Claus Viller.


3.- Falacia ad hominen: Es una de las que utiliza información no relevante o pertinente para llegar a la conclusión recurriendo al ataque personal, renunciando al razonamiento en sí. Es una de las que se utilizan con mayor frecuencia en las redes sociales y en nuestros días, en general. 

Retomamos de nuevo el capítulo 24 del tratado Retórica de Aristóteles con dos nuevos razonamientos sobre las falacias: En el segundo de ellos, entre los ejemplos del paralogismo nos llama la atención el de la doble dosis, mientras explica que el tercero de ellos se basa en la exageración.


4.- La falacia anecdótica parte de observaciones de ese tipo para llegar a conclusiones, siendo el problema más la mala calidad de la información que la falta de la misma. Es el caso en que partiendo de experiencias personales se generaliza sobre la bondad o eficacia de algún producto, servicio o cualquier otra cosa.
5.- Negación del antecedente: Es una falacia con un condicional en que al negarse un primer elemento se induce de forma errónea el segundo, como el siguiente razonamiento: «Si le doy un regalo será mi amigo. Si no le doy un regalo no será mi amigo.»


Continuamos con el texto aristotélico y sus paralogismos aparentes, en esta ocasión con el que procede del signo, con dos ejemplos relacionados con la conveniencia de los enamorados para las ciudades y sobre los ladrones. En el siguiente, nos muestra el entimema relacionado con los accidentes ilustrado con el ejemplo de los ratones.


6.- Falacia ad ignorantiam: Se pretende dar por hecha la veracidad de un argumento por el hecho de no poder demostrar que es falsa. Sería el caso de noticias que surgen periódicamente desde hace varias décadas sobre los OVNIs. Al no poder demostrar que son noticias falsas, continúan surgiendo y teniendo sus seguidores.

Estrenado un tiempo convulso, en mayo de 1917 semanas antes del inicio de la I guerra mundial, el ballet Parade reunió a un grupo de artistas que no podían dejar indiferentes a los asistentes al estreno. La música corrió a cargo de Erik Satie, el decorado y el diseño de vestuario lo realizó Pablo Picasso, el responsable de la dirección fue Jean Cocteau, el empresario Serguei Diaghilev y sus Ballets rusos lo pusieron en escena con la coreografía de Lèonide Massine y de la dirección musical se encargó Ernest Ansermet. Todos los ingredientes para que se produjera un nuevo escándalo.
Tanto fue así que Satie, ante la reseña negativa del crítico Jean Poueigh sobre el ballet le escribió en los siguientes términos: «Señor y querido amigo, no es usted solo un idiota, sino un idiota sin sentido de la música.» 
El crítico demandó al compositor, se celebró un juicio y Satie fue condenado a ocho días de arresto en prisión.
El ballet Parade no podía menos que ser revolucionario, una mezcla de provocación, Art Nouveau y Cubismo que incluyó en su partitura instrumentos tan inusuales como claxon, máquina de escribir,  seis disparos de pistola o la sirena de un barco.
El argumento muestra a tres directores que luchan por atraer al público a sus barracones: un prestidigitador chino, una pequeña norteamericana y dos acróbatas.
El enlace nos muestra un extracto de este ballet que merecerá una publicación más adelante. Desfilan figuras cubistas, caballos y los personajes protagonistas haciendo nombre al título del ballet, Parade, desfile.


7.- Falacia de la falsa causa (o falacia post hoc, ergo propter hoc): Se da por hecho que si un acontecimiento o fenómeno sucede después de otro está causado por este sin más pruebas que lo indiquen. Muy usual en nuestra vida, es el falso argumento de los remedios caseros, las terapias alternativas o los curanderos.

8- Falacia del falso dilema: Se nos fuerza a elegir en un dilema una opción u otra mutuamente excluyentes sin opciones de soluciones intermedias. La falacia consiste en negar esas opciones que en realidad son posibles. Es muy habitual en los argumentarios políticos.


Siguiendo los entimemas de Aristóteles nos acercamos a tres nuevos de ellos con similitudes en los indicados arriba: En el primero, la procedencia de la consecuencia viene marcada por varios ejemplos significativos como los de Alejandro, los adúlteros y los exiliados. El segundo trata sobre la falsa causa con el modelo del gobierno de Demóstenes, mientras el tercero de ellos nos acerca a la omisión del cuándo y el cómo con dos ejemplos, entre ellos el del conocido rapto de Alejandro (Paris) a Helena de troya.


9.- Falacia tu quoque (Tú también): Se refuta un argumento indicando que la persona que lo emite no actúa o actuará consecuentemente al mismo. 
10.- Argumento ad consequentiam: En esta falacia el error se haya en que la validez o no de la idea se vincula a si su consecuencia resulta deseable o indeseable.

Relacionadas con estas dos falacias, nos acercamos a una pieza musical que es una pequeña obra maestra del humor, la ironía y los razonamientos de la mano de los geniales Les Luthiers.
Se trata de Perdónala, una obra catalogada por los autores como bolérolo extraído de su espectáculo Unen Canto con Humor. Las situaciones y los razonamientos que las siguen son continuamente rechazados por el protagonista. ¿Cuántos tipos de falacias encuentras en esta pieza?


11.- Reductio ad hitlerum: Evidentemente no aparece y no está relacionada con los paralogismos aristotélicos. Se trata de una variante de la falacia ad hominem consistente en vincular al contrincante con Hitler, buscando descalificarlo sin ningún tipo de posibilidad de réplica. El ejemplo con el que se inició este argumento es: «Si a Hitler le gustaban los animales, la causa de los animalistas es tan aberrante como él mismo.» Un auténtico disparate.
El abogado Mike Godwin observó que si un debate en Internet se alargaba, antes o después aparecía alguna comparación con Hitler. Desde entonces se utiliza la Ley de Godwin, según la cual se impide el uso de la Reductio ad Hitlerum y en algunos lugares, utilizarla sirve de motivo de retirada de la palabra e incluso expulsión del foro.

Busto de Aristóteles. Mármol, copia romana del original griego en bronce de Lisippos de 330 A.C. La toga de alabastro es adicción moderna. Museo Nazionale Romano di Palazzo Altemps.
El capítulo 24 de la Retórica finaliza con el más extenso de los entimemas aparentes de Aristóteles, dedicado al hecho de tomar una cosa de modo absoluto o relativo como forma de triunfar en la erística, la disciplina que recoge los principios del debate y la argumentación. El capítulo finaliza con un alegato contra Protágoras, uno de los filósofos sofistas frente a quienes escribe estos argumentos.

Con este texto finaliza esta publicación que nos acerca a la apreciación de las falacias con un doble sentido: Descubrir cuándo nos encontramos frente a algún tipo de falacias y poder refutarlas en nuestras argumentaciones. 

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Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Aristóteles. Retórica, editorial Gredos, Biblioteca Clásica, traducción de Quintín Racionero. ISBN: 9788424999674.

Sinfonía de flores

Cada año, la primavera muestra el renacer de la naturaleza con todas sus características, intensidad y manifestaciones. El periodo anual, con algunas variantes según las condiciones meteorológicas o ambientales, se repite en un constante y continuo ciclo de vida y renovación en los seres vivos.
El despertar a la actividad vital de los animales, el nacimiento y el crecimiento de las crías, unido a la renovación de las hojas y flores en la primavera, marcan el surgimiento de un nuevo periodo anual que acabará cerrando el ciclo cuando llegue el invierno con sus rigores.
Una de las manifestaciones que más nos llaman la atención por su belleza, su utilidad para las plantas e incluso su utilización es el florecimiento de las plantas. La naturaleza silvestre, los parques y jardines de los pueblos y ciudades, incluso los modestos parterres y macetas caseros se llenan de flores que alegran y cautivan con sus vistosos colores y aromas.
Con la función inicial de atraer a los insectos para su polinización, los seres humanos hemos sabido aprovechar sus características para generar un arte como la floricultura con el fin de sacar el máximo provecho a las características de cada una de las variedades de plantas y flores.
Aprovechando que estamos en plena primavera, te propongo acercarte a las flores que nos acompañan en esta estación, tanto las silvestres como las cultivadas, para sentir cómo la sinfonía de las flores está junto a nosotros. Nos acompañan obras de Luis Palés Matos, Tagore, Calderón de la Barca, Tchaikovsky, Delibes y Schubert. Si te gusta… ¡Comparte, comenta, sugiere!

Fotografía de Tere Guerra.
Si la primavera es la época donde se manifiesta el resurgir de las plantas, es en mayo donde con mayor esplendor se desarrollan las flores, hasta el punto de que muchas localidades centran en ellas sus fiestas.

Luis Palés Matos (1898-1959) fue un escritor, poeta, periodista y actor portorriqueño que publicó con dieciséis años su primer libro de poemas, Azaleas con clara influencia de escritores como Rubén Darío e inscrito dentro del Modernismo Latinoamericano. Tras trabajar como oficinista, cartero, editor o maestro, llegó a ser secretario del presidente del Senado de Puerto Rico.
Su vida en Guayana, un pueblo tranquilo y solitario influyó en su obra al mezclar una vida totalmente tediosa y aburrida con la entrada en el mundo intenso y extraordinario que le proporcionaba la lectura de los grandes autores de su época y los clásicos.

Pierre-Auguste Renoir, Mujer con sombrilla en un jardín (1875) Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Fundador del Diepalismo, movimiento de vanguardia basado en la sonoridad y musicalidad de los versos, Luis Palés es uno de los grandes representantes de la poesía afroantillana. Entre sus obras destacan Versos para Natividad y Cuadernos del BebéTuntún de pasa y grifería, la novela Litoral y diversas antologías con los poemas publicados en periódicos y revistas.
Nos acompaña El lenguaje de las flores, un soneto inscrito dentro del estilo del modernismo con inspiración del Parnasianismo francés en el que la rima clásica se ha sustituido por la atípica ABAB, CDCD, EEF y GGF.


La sinfonía que crean las flores se puede experimentar de distintas formas: con la mezcla de sus diversos coloridos y tonalidades, con el aroma que desprenden y que embriaga nuestro olfato, con el ornamento que crean en los lugares en que las colocamos o con el movimiento que la brisa o el aire coordina de forma acompasada.
Esta mezcla de sensaciones las transmiten algunas obras musicales. En el ballet El Cascanueces, el tercero de los que compuso tras El lago de los cisnes y La bella durmiente, Peter Illich Tchaikovsky nos muestra su habilidad para transmitir la emoción con una gran maestría. 
Basada en una adaptación que Alejandro Dumas realizó sobre el cuento El cascanueces y el príncipe de los ratones de E. T. A. Hoffmann, este cuento infantil que transcurre el día de Navidad es el ballet más popular y representado en esas fechas y ha aparecido en diversas ocasiones en este blog. En el Acto II, se representa una de las piezas más conocidas de este ballet, el Vals de las flores, una pieza que representa a las flores que se aproximan a rendir homenaje a los protagonistas Clara y el Cascanueces, ya convertido en príncipe.
Introducido por los vientos -que menos para las flores- y las brillantes florituras -nunca mejor dichas- del arpa, Tchaikovsky transmite el acompasado movimiento de las flores, el colorido de su vestuario y la gracia y brillantez de las bailarinas en este vals tan famoso. 
La versión que nos acompaña pertenece a una versión de George Balanchine del Vals de las Flores con una gama de tonos sonrosados de interpretada por el New York City Ballet.


Miembro de una familia de clase alta hindú dedicada a la renovación espiritual de Bengalea, Rabindranath Tagore (1861-1941) se educó junto a su padre en Santiniketan hasta que fue enviado a Gran Bretaña donde estudió música y literatura.
Autor de obras como Cantos de la aurora, colecciones poéticas como Citra y El libro de cumpleaños, La luna nueva o El jardinero, obras de teatro como Kacha y Devayani, El cartero del rey o La máquina o novelas como Gora o La casa y el mundo, Tagore recibió el Premio Nobel de Literatura en 1913. 

Claude Monet, Camino del jardín de Giberny
Compaginó su labor literaria con su trabajo en la escuela Hogar de la Paz que fundó en Santiniketan en la que puso en marcha una metodología pedagógica que buscaba la libertad intelectual, además de posicionarse a favor de la independencia de su país, hasta que durante la I Guerra Mundial se inclinó por tomar una postura pacifista, dejando de lado el nacionalismo.
Nos acompaña un relato perteneciente a su libro La luna nueva (Poemas de niños), un poemario que dedicó a I. Sturge Moore, y que muestra la inocencia y el lirismo que Tagore imprime a su obra.


La ópera también muestra en diversos momentos esta relación con las flores que estamos tratando en esta publicación.
Obra de las denominadas de ambiente exótico, Lakmé es una ópera en tres actos con música de Léo Delibes con libreto de Edmond Gondinet y Philippe Gille basado en la novela Rarahu ou Le mariage de Loti de Pierre Loti, estrenada en la Opéra-Comique de París en 1883.
Enlazando con el país de Tagore, Lakmé se desarrolla en la India durante la conquista colonial inglesa a finales del XIX y, aunque con un argumento con ciertos tópicos, posee unos momentos musicales de gran intensidad y belleza.
El Acto I se desarrolla en un jardín de exuberante vegetación con un río al fondo. Después de una ceremonia, Nilakantha, sacerdote de Brahma, deja a su hija Lakmé al cuidado de sus sirvientes Hadji y Mallika. La joven se quita sus joyas y las deja sobre un banco, mientras se prepara con Mallika para el baño, interpretando el dúo más famoso de la ópera y uno de esos que en muchas ocasiones conocemos sin reconocer de dónde proceden. El dúo comienza con Viens, Mallika (Vienes, Mallika) y continua con Dôme épais (Espesa cúpula), mientras se disponen a recoger flores de loto azul como ofrendas, finalizando mientras cogen una barca y desaparecen por las aguas del río. Es el famoso Dúo de las flores de Lakmé.

Vicent van Gogh, Amandelbloesem (Almendro en flor), 1890, Museo Van Gogh, Amsterdam
Aunque las traducciones no llegan a reflejar en su totalidad el sentido original de la obra, los subtítulos que acompañan la interpretación nos sitúan en el argumento con cierta fidelidad. La versión que nos acompaña es una grabación de la SWR Sinfonieorchester Baden-Baden con la soprano Anna Netrebko como Lakmé y la mezzo Elina Garança como Mallika.


Procedente de una familia hidalga de clase media, Pedro Calderón de la Barca es uno de los grandes escritores del Siglo de Oro, llevando a sus obras de teatro la vida tanto del pueblo como de la nobleza, a las que retrató y de las que se mostró como conciencia crítica. Calderón se muestra en estas obras un humanista del siglo XVII y un precursor de la ilustración que llegará el siglo siguiente.
Basta recordar obras como La dama duende, Casa con dos puertas mala es de guardar, El médico de su honra, El príncipe constante, El alcalde de Zalamea o La vida es sueño para comprobar la excelencia y fecundidad de su obra.

Juan de Arellano, Canastilla de flores (1671), Museo de Bellas Artes de Bilbao
Nos acompaña un texto que nos recuerda que las flores tienen su belleza y hermosura de forma efímera puesto que esta desaparece pronto. 
Estrenada en 1629, El príncipe constante es una comedia en la que Calderón sitúa la historia en el Portugal del siglo XV con los príncipes Enrique y Fernando como protagonistas.
En la escena XIV de la Jornada II, Fernando con una flores, habla con Fénix, Zara y Rosa diciendo estas palabras a los presentes:

No lo jures, bien lo creo.
Yo pues Fénix, que deseo
servirte humilde, traía
flores, de la suerte mía
jeroglíficos, señora,
pues nacieron con la aurora
y murieron con el día.

Poco más adelante, y siguiendo con la idea de la fugacidad de las flores, recita este soneto que nos acompaña, comparando las flores con la vida de los hombres.


Aprovechemos mientras podamos el placer de disfrutar de las flores, de sus colores, aromas e incluso movimientos acompasados, sabiendo que, como la vida, tienen un tiempo y que, aunque acaban por marchitarse, volverán a florecer con la nueva primavera. Es el caso de las palabras de Violeta Valèry y Alfredo en La traviata, cuando reflexionando sobre la enfermedad cantan a dúo La mia/tua salute rifiorirá (Mi/tu salud florecerá).

Jan Brueghel el Viejo (círculo de), Florero (entre 1600-1625), Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid
En este tono de melancólica reflexión finaliza esta publicación sobre las flores con uno de los poemas que Franz Peter Schubert incluyó en el ciclo Die schöne Müllerin (La bella molinera) a partir de los poemas de Wilhelm Müller.
Los versos finales nos llenan de esperanza al recordar que, muerto el invierno, surgirán de nuevo las flores de mayo. Compuesta por veinte poemas, Trockne Blumen (Flores secas) es el antepenúltimo de ellos y mantiene el mismo aire melancólico de toda la obra.


La interpretación de estas Flores secas corre a cargo de uno de los tenores más importantes de este momento, el alemán Jonas Kaufmann, acompañado al piano por Helmut Deutsch dentro de la grabación de La bella molinera realizada en 2009 para Decca Music Group Limited.

Dejémonos seducir por las flores.

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Bibliografía y webgrafía consultadas:
  • Palés Mato, Luis. Poemas. ISBN: 9788499538327
  • Tagore, Rabindranath. La luna nueva, Editorial AMA, ISBN: 97838988659583.
  • Calderón de la Barca, Pedro. El príncipe constante, Editorial Good Press, ebook, ISBN: 8596547820598.
  • Kaufmann, Jonas. Die scönen Müllerin (La bella molinera), Decca Mussic Group Limited, 2009