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Ópera en Zapatillas: L'elisir d'amore (El elixir de amor)

La ópera tiene el gran poder de despertar las emociones.
Luciano Pavarotti

En otras ocasiones hemos comentado que la ópera es una obra de arte en la que confluyen diversas artes y que, como todo aquello en lo que interviene la música, es efímera, ya que se construye y desarrolla en un momento determinado.
Pero para apreciar una ópera es conveniente acercarse previamente a ella, saber qué nos quiere decir a nosotros (no sólo a los que la oyeron en el tiempo en que se estrenó) y conocerla. Es el valor de las grabaciones, tanto en discos como en vídeos. Ahora, en estos tiempos, con la ventaja de poder escucharlas desde la red en el momento que deseemos.
En el blog hemos dedicado varias publicaciones al ejercicio de disfrutar desde la comodidad de nuestra casa grabaciones de algunas de las óperas fundamentales en una sección que titulamos #OperaEnZapatillas y en las que, además de información sobre las mismas, algunos momentos destacados, se hace una propuesta para ver una versión concreta de esa ópera que se pueda seguir tanto para quienes lo hacen con frecuencia, como para los que aún no están acostumbrados.
Por la sección nos hemos acercado ya a las siguientes obras en lo que se pretende que sea una publicación en la primera semana de cada dos meses y que puedes ver clicando en los enlaces en verde:
-Ópera en zapatillas: La traviata.
-Ópera en zapatillas: L'opera imaginaire.
-Ópera en zapatillas: Las bodas de Fígaro.
En esta nueva entrega de #OperaEnZapatillas te propongo un acercamiento a una de las óperas más divertidas y populares de todos los tiempos: L'elisir d'amore de Donizetti, una obra con una de las arias más conocidas de la historia de la música, Una furtiva lagrima. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Tras la retirada de Rossini aún joven y en plenas facultades y el precipitado fallecimiento de Bellini, el mundo de la ópera se rindió al tercero de los grandes compositores italianos de la primera parte del siglo XIX: Donizetti.
Gaetano Donizetti nació y murió en Bérgamo relativamente joven, pero con una gran producción en su haber. De familia muy humilde pudo estudiar música gracias a la ayuda de Johann Simon Mayr, un alemán que dirigía la escuela de música de la ciudad además de ser párroco en la iglesia local y que lo apoyó a lo largo de sus estudios. Su formación fue lenta y cuidadosa a partir del conocimiento de los clásicos de Viena y Gluck, la música religiosa, sinfónica y de cámara. Pero el público italiano de la época exigía dedicación casi exclusiva a la ópera y Donizetti se entregó con todas sus fuerzas y energías a ella. Compuso entre sus más de setenta obras para la escena, Zoraida di Granata, Alahor in Granata, Anna Bolena, Ugo conte di Parigi que supuso un verdadero fracaso, L'elisir d'amore, Lucrecia Borgia, Lucia di Lammermoor, Maria Stuarda, Roberto Devereux, La fille du regiment, La favorita, Linda di Chamonix o Don Pasquale (la próxima ópera que podré presenciar en directo).
Su vida personal fue degenerando tras la muerte de sus tres hijos en plena infancia a las que siguió su esposa Virginia. La soledad, junto con una enfermedad contagiada terminó en la locura y su fallecimiento con apenas cincuenta años después de haber viajado y triunfado por toda Italia, Francia y Viena.
De su frenética vida compositiva, su capacidad para alternar obras serias e históricas con otras comedias intrascendentes pero divertidas da cuenta la soprano Laia Falcón en su interesante La ópera. Voz, emoción y personaje, un libro que nos ha acompañado en diversas ocasiones.

La ilustración muestra la caricatura aludida en la que Donizetti escribe con la mano derecha una ópera bufa, mientras con la izquierda compone una ópera seria. Corresponde a una publicación en Le Charicari en 1840.


Caricatura de Donizetti escribiendo a dos manos
La pieza más conocida de esta ópera y una de las más famosas de toda la historia musical es Una furtiva lagrima, el aria de Nemorino del segundo acto de L'elisir d'amore, una romanza para tenor.
El fagot introduce la pieza como solista acompañado del arpa y la cuerda en pizzicato. Poco a poco van entrando instrumentos de viento (clarinete, corno inglés, oboe y flauta) doblando la melodía o haciéndole eco hasta el final. Donizetti quería se propuso hacer en este aria un pequeño ejemplo de música de cámara en plena ópera. 
La interpretación corresponde al tenor Roberto Alagna en un recital del que no tenemos datos sobre quienes lo acompañan. La versión que canta no es que se suele realizar de forma habitual con algunos cambios en la segunda parte y corresponde a una versión alternativa que Donizetti realizó en 1840. En ella, Alagna, en un momento vocal excelente, con una voz bella, brillante y potente nos deja una de sus mejores interpretaciones.





La historia de la creación de esta ópera es curiosa, en unos tiempos en los que componer no tenía el sentido trascendente e histórico que posee en nuestros tiempos. Simplemente se componía para cubrir las expectativas de los teatros y la gran demanda de obras que se exigían. 
Donizetti tenía fama de escribir de forma rápida, tanto que entre 1816 y 1832 había estrenado 33 óperas. El caso es que Lanari, gerente del Teatro della Cannobiana de Milán, una ciudad en la que aún no había triunfado el compositor, se encontró con que le había fallado una obra que tenía apalabrada con un compositor y dos semanas antes de comenzar la temporada de primavera de 1832 se dirigió desesperado al compositor para suplicarle que le proporcionara una nueva ópera. Donizetti aceptó el desafío con la condición de que Felice Romani, con quien había colaborado en Anna Bolena, debería ser el libretista.


Ensayo de L'elisir d'amore con los cantantes dirigidos por Donizetti

El barítono francés Henry-Bernard Dabadie formaba parte del elenco della Cannobiana y sugirió una adaptación de Le filtre (El filtro) de Auber que él mismo había estrenado en París el año anterior, y que se basaba en otra anterior, Il filtro de Malaperta. Donizetti se negó a arreglar esta ópera ante la propuesta del barítono y Lanari. "¿Está usted bromeando?" -les dijo- "No es mi costumbre remendar mis obras ni las de nadie, pero aguarde y verá si tengo o no el coraje de crear una ópera completamente nueva en quince días. Le doy mi palabra con la ayuda de Romani."
Así, Donizetti se encontró con dos semanas para hacer una obra nueva, el compromiso de Romani de entregarle un libreto en siete días y un elenco ya cerrado al que debería adaptar la ópera. En la publicación que el Teatro Real de Madrid editó para las representaciones de L'elisir d'amore de la temporada 2005/2006 recogemos un texto de Gonzalo Badenes que nos lo especifica.



En L'elisir d'amore, Donizetti utiliza los cuatro personajes que representaría el elenco establecido, y en el que el propio Dabadie interpretaría al sargento Belcore, de la misma manera que hizo en el estreno de Le filtre con Jolicoeur (el mismo nombre en fráncés). Lo interpreta un barítono lírico con ironía y una insoportable petulancia que canta con escalas y florituras recargadas y propias de otros tiempos. Es un personaje que podíamos considerar de relleno y que sirve para dar pie a las idas y venidas que marcan en la historia la relación entre Nemorino y Adina.
La aparición en escena no puede reflejar mejor al personaje. Llega al pueblo como jefe de una guarnición cantando Come Paride vezzoso (Como el seductor Paris) y haciéndose creer un gran seductor. 
La interpretación corresponde a Joan Pons que cree seducir a una Adina interpretada por Kathleen Battle en presencia del Nemorino Luciano Pavarotti en una producción de 1991 del Metropolitan Opera House de Nueva York bajo la dirección de James Levine.



Los protagonistas son Adina y Nemorino. Él está interpretado por un tenor preferentemente lírico, aunque es un personaje deseado por todo tipo de tenores. Es un pueblerino simple, algo tontorrón y excesivamente crédulo, tanto que a veces podemos pensar cómo Adina acaba enamorándose de él. Pero Donizetti logra que le tengamos una simpatía especial desde que comienza la obra y culmina nuestra admiración con la genial Una furtiva lagrima.

Adina es una de las heroínas donizettianas interpretada por una soprano lírica o ligera con algo de coloratura. Es una campesina espabilada, lista, un punto maliciosa y emotiva que va pasando poco a poco desde la ignorancia y desprecio a Nemorino a darle celos y acabar, como no podría ser en un melodramma giocoso, enamorados ambos.
El otro personaje que falta para el cuarteto protagonista, además del sargento Belcore, es Dulcamara, un charlatán de pueblo, simpático embaucador, en el fondo un desgraciado que sólo puede ir de pueblo en pueblo vendiendo sus milagrosos brebajes a unos campesinos inocentes que lo recuerdan de una y otra venida. Está interpretado por un bajo bufo y tiene un papel del tipo deus ex machina que se relaciona con todos los personajes, interviene en sus voluntades y en los cambios de la historia y acaba, incluso de consejero sentimental de Adina. Es un personaje que debe ser interpretado con ironía y gracia, con desparpajo y un tono burlón.
Seguimos acompañados del texto de Gonzalo Badenes que nos recuerda, en palabras de la que fuera esposa de Romani, la composición de uno de los dúos de la ópera.



El primero de los dúos entre Adina y Nemorino es este que corresponde a la tercera escena del primer acto. Después de que Belcore se ha insinuado a Adina, Nemorino intenta llamar su atención y conquistarla sin ningún éxito y un desprecio poco amable de la campesina.
El enlace está interpretado por el tenor mexicano Rolando Villazón y la soprano navarra María Bayo en una producción del Gran Teatre del Liceu de Barcelona de 2005 con la dirección musical de Daniele Callegari.






Hay momentos que se vuelven inolvidables en L'elisir d'amore, una obra ideal para los que quieren iniciarse en el mundo de la ópera. La llegada del embaucador Dulcamara con la retórica de vendedor ambulante y la retahíla de beneficios de sus pócimas curalotodo que se han vivido por los pueblos y ciudades de nuestra geografía hasta mediados del siglo pasado. El papel del engreído sargento Belcore y su convencimiento de que es irresistible a todas las mujeres, circunstancia que aprovecha Adina para darle celos a Nemorino concertando su boda con el militar. El momento en que el inocente campesino convence a Dulcamara de que le venda un elixir como el de Tristán e Isolda en el que este nunca había pensado, vendiéndole una simple botella de vino.
Aún nos recuerda Gonzalo Badenes a partir de la memoria de Emilia Branca dos momentos de la ópera.

Que Una furtiva lagrima haya tenido el éxito tan contundente y que sea la pieza más esperada de la ópera, siendo un aria tan seria en medio de una obra cómica es mérito indiscutible de Donizetti al conseguir que sus contrastes y paradojas sean aceptados tan bien por todos los públicos desde que se estrenó la obra.
El otro de los casos citados, Io son rico, tu sei bella se interpreta como un dúo que acaba de escribir Dulcamara y le ofrece la letra a Adina para que lo cante con él. Es una poesía que en estos tiempos sería casi impensable que se escribiera para una obra en la que un viejo senador Tridenti (Tres Dientes) no deja de insinuarse a una bella gondolera pidiendo que deje el amor de su novio por su dinero.
La interpretación de esta Barcarola a due voci (Barcarola a dos voces) corre a cargo de Enzo Capuano como Dulcamara y el senador y Erika Miklósa como Adina y la gondolera con la dirección de Marco Balderi y se grabó en el Müvészetek Palotája de Budapest en 2010.




De todas las versiones que hay en la red, te propongo ver una que se grabó en Viena en 2005 con un éxito abrumador.
Según las indicaciones originales de Donizetti, la obra se desarrolla en una aldea del País Vasco, aunque se suele ambientar en cualquier entorno rural u otro cualquiera.
El vídeo está subtitulado en castellano y comento algunos detalles de la producción.
El elenco es uno de los mejores que se podía utilizar en aquel momento. 
El rol de Adina está representado por Anna Netrebko en un momento excelente, cuando su voz aún tenía el brillo de soprano ligera. 
Nemorino lo interpreta Rolando Villazón, también en uno de sus mejores momentos vocales, antes de las complicaciones canoras que lo sacaron de los escenarios por un tiempo. Hay un sutil homenaje en su papel a su paisano Cantinflas que se deja traslucir a lo largo de la obra, pero de manera especial en la escena en que prueba el milagroso elixir.
Belcore lo encarna uno de los más expertos barítonos, Leo Nucci, que borda el personaje con la dosis de petulancia y manierismo que necesita. 
Dulcamara es Ildebrando d'Arcangelo, un barítono italiano que comenzaba a despuntar y también aporta el matiz de embaucador resabiado, pero que se deja sorprender por la inocencia de Nemorino, aportando las nuevas propiedades de sus medicinas a su repertorio.
La dirección musical corre a cargo de Alfred Eschwé.
Atención especial merecen las entradas en escena de estos dos últimos personajes (Come Paride vezzoso y Udite, udite, o rustici), la narración de Adina de la historia de Tristán e Isolda (Della crudele Isotta il bel Tristano ardea), el dúo que hemos enlazado antes (Una parola, o Adina).
El segundo acto comienza con la boda entre Belcore y Adina a la espera del consabido notario y en cuyo banquete se interpreta la barcarolla Io son rico e tu sei bella, mientras en la mitad del acto se canta el aria Una furtiva lagrima. Como acontecimiento excepcional, Villazón realiza un bis, algo que dejó de hacerse en los teatros durante muchos años. Es interesante ver la emoción que se deja traslucir en el intérprete entre los aplausos de un público entregado antes de volver a cantar el aria.



Caricatura realizada por el propio Donizetti
Es posible que a estas alturas estés ya cansado o cansada y no sea el momento de abusar de tu paciencia para continuar leyendo y escuchando sobre una obra tan genial como esta. Es posible que desees regresar en otro momento a seguir la obra completa y para ello es conveniente recordar unos consejos:

-Elige el momento en que tengas tiempo suficiente para verla entera o, al menos en dos partes, una para cada acto.

-Antes de cada acto, lee y conoce su argumento. En el siguiente enlace que a la página Operamanía puedes seguir el argumento de la obra con las piezas más señaladas de la misma: Operamanía: L'elisir d'amore.

-Sigue los subtítulos en nuestro idioma y aíslate del mundo por un rato.

-Si tienes la opción utiliza una pantalla grande. Recuerda que al estar los enlaces en YouTube, puedes verlos tanto en un ordenador como en una SmartTV.

Esta ópera es una excelente ocasión para deleitarse con de un argumento simpático y una música realmente encantadora. Busca el momento adecuado para disfrutarla. 


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Bibliografía consultada:
  • Batta, András. Ópera. Compositores, obras, intérpretes. Könemann Verlagsgesellschaft mbHl, 1999, Colonia (Alemania)
  • Alier, Roger. Guía universal de la Ópera. Ediciones Robinbook, S. L. 2007, Barcelona. Ma non troppo.

Las primeras obras de Mozart

Las comparaciones son odiosas. Así que no se trata de comparar, sino de conocer, saber de la persona y del personaje, de su trabajo y de su obra.
Evidentemente, cuando hablamos de niños prodigio, Mozart es uno de los que se nos viene a la mente, aunque hay muchas personas que alcanzan un grado de madurez, dominio de una maestría en un tema y una excelencia que otros no alcanzan o alcanzaremos nunca. 
En diversos lugares de la red podemos encontrar listados como Los más importantes niños prodigio de la historia, en la que aparece el mencionado compositor, junto a niños como Jacob Barnett, Akrit Jaswal, Pablo Picasso, Gregory Smith, Kim Ung-Yong o Shakuntala Devi entre otros por sus extraordinarios e inusuales dominios en diversas materias como la astrofísica, la cirugía, la pintura, las matemáticas o la física.
Te propongo una reflexión sobre las primeras obras compuestas por Mozart acompañados por textos de Peter Gay y Mauricio Wiesenthal. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!







Con toda seguridad conocemos que Wolfgang Amadeus Mozart fue un niño prodigio, una de esas personas que nacieron con el don de la música. Su padre Leopold era violinista en Salzburgo, autor de un conocido método para el aprendizaje del violín que se utilizó durante muchos años en los países de la Europa central. De sus siete hijos, cinco murieron con pocos años, quedando dos, su hermana a quien conocían como Nannerl y el propio Wolfgang. Como músico con ganas de triunfar en la profesión aprovechó que su hija mostraba interesantes cualidades para darle clases de música, sin contar con la presencia del pequeño, cuatro años menor.


"Té a la inglesa en el salón 'Des quatre glaces au Temple' con toda la corte del Príncipe Conti, escuchando al joven Mozart" de Michel-Barthêlémy Ollivier. Palacio de Versalles
Peter Gay, profesor emérito de Historia comparativa e intelectual de Europa en la universidad de Yale y director del Dorothy & Lewis B. Cullman, publicó en 1999 Mozart, una biografía sobre el compositor salzburgués. En ella nos narra cómo fueron sus comienzos musicales a la sombra inicialmente de los progresos de su hermana y bajo la dirección de su asombrado y orgulloso padre.



Esta primera composición, la que se considera la número 1 en su catálogo de Opus, el Kv 1 es el Minueto para clave en sol mayor compuesto en 1761, aunque con alguna modificación posterior. En estas primeras obras siempre se tiene la duda de si Leopold es meramente transcriptor o coautor de la misma. De cualquier manera, es una asombrosa delicia poder escuchar una obra compuesta por un músico de cinco años de edad.


Retrato de la familia Mozart. Leopold, al violín, observa a Nannerl y el pequeño Wolfgang
Paul Barton es el intérprete de esta grabación que viene acompañada de la partitura en la que se puede seguir la elegancia simple con que está compuesta.


En su ameno e interesante Libro de réquiems, Mauricio Wiesenthal nos muestra un recorrido biográfico, cultural y emocional por las vidas y obras de algunos de los autores que han marcado su propia vida, moviéndose entre los escritores, los compositores o los pintores que alumbran su propia existencia. Los grandes autores de los siglos XIX y XX aparecen, se muestran en sus obras y acciones, se cruzan y relacionan entre sí y se acercan al autor y a los lectores dejando su profunda huella en cada uno.



En el capítulo Lacrimosa dies illa, subtitulado Réquiem por Mozart, Wiesenthal recorre la vida del compositor a partir del relato de la composición de su última e inconclusa obra. Como una involuntaria continuación del relato anterior, Wiesenthal esboza una de las constantes de la infancia de los Mozart, los viajes por las ciudades europeas en una constante exhibición virtuosística de Nannerl y Wolfgang como parte de la estrategia de Leopold por acercar los talentos de ambos a la aristocracia y la burguesía del viejo continente.



Entre junio de 1763 y noviembre de 1766 los Mozart realizan una gira por París y Londres. Tras cinco meses en la capital francesa, tienen una estancia de quince meses en la ciudad inglesa para regresar de nuevo a París tres meses más, con alguna parada en otras ciudades. En todos los lugares, la fama de los hermanos les antecede y les ofrecen multitud de oportunidades para mostrar sus encantos y sus habilidades musicales.


Pintura de Mozart encargada por su padres en 1762 con el traje que le dieron en la Corte Imperial de Viena. Atribuido a Pietro Antonio Lorenzoni. Mozarteum de Salzburgo
En Londres, el pequeño Wolfgang compone algunas sonatas para violín, clavicémbalo y otros instrumentos. Pero su primera composición vocal la realiza en la capital inglesa con nueve años, en 1765. Se trata de un aria de concierto para tenor y orquesta llamada Va, dal furor portata con un texto extraído del Ezio de Metastasio.



La interpretación del aria está a cargo del tenor mexicano Rolando Villazón acompañado por la London Symphony Orchestra dirigida por Antonio Pappano. En esta ocasión, el aria no está cantada completa, sino en una versión corta en la que sólo se interpreta la primera estrofa con dos repeticiones del texto.


La narración de Wiesenthal en su Libro de réquiems nos sitúa a los Mozart en el regreso previo a estancia en París y Londres, cuando a comienzos de 1763 vuelven de su primera experiencia por Munich y Viena.


Terminamos este acercamiento a las primeras obras, instrumental y vocal, de Mozart con el aria Va, dal furor portata, también en la interpretación de Rolando Villazón, perteneciente a su disco Mozart: Concert Arias para la Deutsche Grammophon con la London Symphony Orchestra dirigida por Antonio Pappano y del que el enlace anterior era una muestra de la grabación.


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Bibliografía consultada:
  • Gay, Peter. Mozart. Lipper Publications, LLC. Grupo Editorial Random House Mondadori, S.L. en la traducción de Miguel Martínez-Lage y Ediciones Folio, L'Hospitalet, 2004.
  • Wiesenthal, Mauricio. Libro de Réquiems. EDHASA. Barcelona 2004.

Intérpretes de hoy: Anderson & Roe

La música se recrea en sí misma.
Tenemos claro que la música es importante en nuestras vidas. Nos acompaña en muchos momentos y, sobre todo, provoca en nosotros sensaciones que nos ayudan a evocar, volver a vivir y fijar nuestra memoria acontecimientos y vivencias importantes para nosotros.
Casi desde que existe la música y se han creado composiciones, también ha habido quienes han evocado otras músicas, ya sea como homenaje o como forma de dar nueva forma y hacer propias las ideas personales o ajenas. 
Muchas obras orquestales se basan en variaciones, adaptaciones o recuerdos de otras anteriores que se quedaron fijadas en la memoria de los autores. De la misma forma, la ópera ha tenido también quienes han adaptado, recordado o fantaseado con motivos y melodías que se han considerado interesantes. En ambos casos, se trabajan con obras que son o merecen ser populares y conocidas para alcanzar a una mayor cantidad de oyentes. 
Te propongo un acercamiento Anderson & Roe, un dúo de pianistas que realiza un trabajo que se encuentra entre la música clásica y el pop acercándola a un nuevo público. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Anderson & Roe Piano Duo es una de las parejas de pianistas más interesantes del panorama actual, actuando principalmente por Estados Unidos, aunque también han realizado giras por Europa (Inglaterra, Rumanía, Suiza, Alemania, Lituania o Estonia), Asia (Japón, Taiwan, Corea, China o Israel), América (Panamá, Canadá) o Nueva Zelanda.
Está formado por Greg Anderson y Elizabeth Joy Roe, formados ambos en la prestigiosa The Juilliard School neoyorkina. Entre sus objetivos se han propuesto, según palabras propias, "hacer de la música clásica una fuerza relevante y poderosa en todo el mundo."
Considerados como "El dúo más dinámico de esta generación" por el San Francisco Classical Voice, "Estrellas de rock del mundo de la música clásica" (Miami Herald) o "El modelo de músicos completos del siglo XXI. Fusionan la música clásica y la pop en una mezcla de alto arte y entretenimiento hábil... Es obvio que son unos cracks como pianistas" (The Washington Post), Anderson & Roe Piano Duo muestran en sus interpretaciones una complicidad y compenetración extraordinarias.



El enlace nos muestra la Carmen Fantasy for two pianos basada en la ópera homónima de Georges Bizet con un arreglo de los propios intérpretes perteneciente a su disco When words fade. El vídeo se grabó en el Asolo Theater at the John y el Mable Ringling Museum of Art de Sarasota (Florida), mientras los exteriores pertenecen a The Hills of Lafayette de California.
Dentro del amplio género de la fantasía, presenta una recreación de algunos de los temas y melodías más conocidos de la ópera Carmen.



Tras unos discos que grabaron de forma individual como intérpretes solistas, su primer trabajo juntos fue Reimagine (Reimaginar) donde comenzaron a asentar su estilo con la realización de adaptaciones para dos pianos de obras de Saint-Saëns, Bach, Piazzola o Stravinsky.
Su siguiente trabajo fue When words fade (Cuando las palabras se desvanecen), en el que realizaron adaptaciones de obras donde la palabra es básica: óperas de Mozart y Vivaldi, lieder de Schubert, Schumann o Rachmaninoff, obras de Thomas Arne o Heitor Villa-Lobos y canciones de Jacques Brel, Radiohead o Coldplay. Toda una variedad de procedencias y estilos que han sabido llevar a sus pianos.
An Amadeus affair (Un asunto de Amadeus) llevaron su interés a la obra de Mozart de la que realizaron adaptaciones tanto de algunas de sus óperas como de otras composiciones instrumentales.
The art of Bach, como su nombre indica es un trabajo dedicado a la adaptación para su interpretación de obras del compositor barroco.
Rite of spring. A musical odyssey es un álbum en el que se atreven a reflexionar sobre los impulsos bélicos de la condición humana, la tenue naturaleza de la realidad y la complejidad de la creación en unos tiempos cambiantes a partir de La Consagración de la primavera de Stravinsky.
Su último álbum hasta ahora Mother. A musical tribute (Madre. Un homenaje musical) es una reflexión sobre la condición de las madres a partir de una recopilación de obras provenientes de compositores tan dispares como Dvorak, Freddie Mercury, Rachmaninoff, Grieg, Schubert,  Thiele & Weiss,  Lennon & McCartneySimon & Garfunkel, Brahms o Puccini



El enlace de Ragtime alla turca pertenece al trabajo An Amadeus affaire y es una adaptación que está basada en el Rondó alla turca de la Sonata nº 11, Kv 331 de Mozart, la famosa Marcha turca. Quedan patentes la dificultad, el virtuosismo y la compenetración de ambos intérpretes. 
El vídeo fue grabado en The Martin Woldson Theater at the Fox de Spokane en Washington en mayo de 2009.



Además de su virtuosismo elegante, sus refundiciones de obras clásicas adaptadas a un estilo muy actual, las interpretaciones de Anderson & Roe poseen una carga de energía que les acerca al público en sus actuaciones, una compenetración y una complicidad exquisitas.
La última de las interpretaciones es Papageno, una composición basada en el personaje de La flauta mágica de Mozart perteneciente al disco When words fade en el que han sabido traducir el espíritu lúdico del personaje, con un fraseo elegante y una exquisita sincronización que se trasluce en los cruces de manos, la gestualidad, los intercambios de frases para conformar una pieza especial que la grabación ayuda a transmitir con el uso de la cámara cenital. 



Como habrás podido comprobar, se trata de un dúo interesante que se mueve entre lo clásico y lo actual para llegar a un público más amplio, con una calidad en sus adaptaciones e interpretaciones que acercan la música clásica a multitud de oyentes.

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Webs interesantes:

Burros, mulos y otros animales

Durante siglos los seres humanos hemos vivido inmersos en la naturaleza. Rodeados de animales y plantas, hemos sido sin pretenderlo los primeros seres ecológicos durante el tiempo que hemos vivido con una economía de subsistencia.
El abandono de las zonas rurales que comenzó con la Edad Moderna, los avances de la revolución industrial han ido apartándonos cada vez más de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente.
La entrada en el Antropoceno, la nueva era en la que nos encontramos y que viene definida por el hecho de que las actuaciones del ser humano son definitivas en el entorno ecológico a nivel global en que nos movemos, están haciendo que la comunidad científica nos envíe mensajes sobre cómo debemos actuar para no deteriorar de forma definitiva nuestro planeta.
Este alejamiento de la naturaleza nos ha hecho olvidarnos de animales y plantas con los que hemos convivido durante milenios. Frente a animales que siempre han sido protagonistas en la naturaleza o en el ámbito doméstico, otros han ocupado siempre un lugar más modesto ocupando un segundo plano. Frente al protagonismo de animales como el caballo. los asnos han tenido siempre un papel más modesto, ofreciéndonos trabajo y servicio de forma humilde. 
Te propongo un paseo junto a los burros, esos animales modestos y humildes que han acompañado durante tanto tiempo al ser humano y han desaparecido de su vida. Nos acompañan obras literarias y musicales dedicados a ellos. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!
El burro verde. Marc Chagall (1911)
Si pensamos en burros, ¿cuál es el primero que se nos viene a la mente?
Según algunas fuentes, después de La Biblia y El Quijote, Platero y yo es el tercer libro más traducido a distintos idiomas. La prosa poética de Juan Ramón Jiménez, es ya más que centenaria, pues se publicó en 1914. El premio Nobel nacido en la cercana Moguer cuenta que cuando lo escribió no pensó en un libro para niños. De hecho, según sus palabras, "nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se nos ocurren".
Pero los hechos son como son y los datos indican que se publicó en La Lectura, una colección de literatura infantil y que en el prólogo original el autor escribió: "Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para...¡qué sé yo para quién!... para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma." Esa edición contaba con 66 capítulos lejos de los 138 de la versión definitiva.


Ilustración de Ximena Maier para una edición de Platero y yo

Juan Ramón Jiménez (hay autores cuyo nombre se dice así de corrido siempre) contó que Platero existió, mas no uno, sino muchos. Platero es el nombre común con que se conocía a los burros de pelaje gris. El escritor recordaba: "Yo tuve de muchacho y de joven varios. Todos eran plateros. La suma de todos mis recuerdos con ellos me dio el ente y el libro."
El cariño y la ternura que muestra el poeta desde el comienzo que todos conocemos se desarrolla durante toda la obra:


Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera
que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. 
Sólo los espejos de azabache de sus ojos
son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Este tono lírico se quiebra con la indignación que le provoca la palabra asnografía encontrada en el diccionario. Afortunadamente ya no aparece en los diccionarios actuales.



La primera música proviene de una obra que fue escrita como un divertimento. Su autor, Camille Saint-Saëns la estrenó un martes de carnaval de 1886 en una representación privada, apareciendo un autor tan serio como él con nariz y barbas postizas. Un mes más tarde se interpretó en la casa de Pauline Viardot, la hija del sevillano Manuel García y hermana de la diva María Malibrán, para que un amigo común, Franz Liszt pudiera escucharla. 
Saint-Saëns ideó Le carnaval des animaux (El carnaval de los animales) como Fantasía zoológica para una agrupación de instrumentos particular en la que se incluyen flauta, clarinete, xilófonos, dos pianos, una armónica de cristal (que se puede sustituir por un glockenspiel) y los instrumentos de cuerda. 
Sabiendo que esta obra era un divertimento en que todas las piezas presentan animales disfrazados, como cualquier carnaval que se precie, y en que unos movimientos parodian otras obras, mientras otros ridiculizan amigablemente a compositores o intérpretes conocidos, Saint-Saëns no consintió en que se volviera a interpretar en vida, salvo el fragmento de El cisne. En su testamento dejó escrito que la obra podría interpretarse tras su fallecimiento. Hoy en día es la obra popularmente más conocida del compositor francés.
Nuestra primera interpretación musical se titula Personnages à longues oreilles (Personajes de largas orejas) y representa con unos de los instrumentos más delicados y virtuosos de la orquesta. los violines, dos de esos animales a base de rebuznos que se van alejando poco a poco. La humorada del autor y alguna interpretación nos hace pensar que quienes así van disfrazados son en realidad determinados críticos musicales.
Julia Park y Sergio Leiva junto con The LSU Symphony Orchestra nos acercan a ellos.


Animal modesto donde los haya, el burro ha tenido siempre una condición inferior al caballo, más humilde y sencillo que su pariente en la familia de los équidos.


Sancho y su rucio interpretados por Gustave Doré

En El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha Cervantes lo deja claro cuando presenta al incondicional Sancho Panza y deja la duda en la mente de don Quijote sobre la idoneidad del papel de un asno en las novelas de caballería. Curioso que también sea rucio (blanquecino, canoso) como Platero el acompañante de Sancho.




Pero el ser humano ha deseado tanto sentirse el rey de la creación que ha soñado con tener un dominio absoluto sobre todas las criaturas grandes y pequeñas. Tanto que hemos pensado en ello que poco a poco hemos conseguido el efecto contrario. Cada vez hay menos animales, desaparecen especies y muchas se encuentran en peligro de extinción.
En una de sus óperas Mozart tuvo en sus manos que el entendimiento entre los seres humanos y los animales se llevara a cabo a finales del siglo de la razón. ¿Cómo fue posible? Con la música y la ayuda de una flauta sin igual. 
En su singspiel Die Zauberfflöte (La flauta mágica), su última ópera en alemán, Mozart hace que el príncipe Tamino reciba una flauta con poderes sobrenaturales que debe utilizar para hacer el bien. En el aria Wie stark ist nich dein Zauberton (Qué poderoso es tu mágico sonido), cuando Tamino toca la flauta aparece un grupo de animales salvajes que, según él, hace que cuando escuchan su sonido todos los animales se alegran.



La flauta mágica es una obra maestra particular, ya que posee diversos lenguajes que en ocasiones son contrapuestos. Trata de un cuento que se desarrolla en un país lejano, pero también tiene implícito un sentido masónico con un canto a la razón. Prácticamente cada montaje es distinto, desde los que la sitúan como un cuento oriental hasta los que la ambientan en la esfera del siglo de la razón, pasando por el desenfadado y alegre cuento que es. De todos los enlaces que hay en la red con esta escena, los animales que aparecen aquí reflejan este último escenario de cuento inocente. Pertenece a un montaje del Metropolitan Opera House de Nueva York con Matthew Polenzani como el oriental príncipe Tamino y la dirección musical de Jame Levine. Un cuento es así.


Incansable conversador, se cuenta que estuvo más de veinticuatro horas en una interminable y amena charla con su hermano. Despistado por naturaleza, tendía a olvidar qué debía hacer y dónde tenía que ir, hasta el punto de escribir con frecuencia telegramas a su esposa para que le recordara hacia donde tenía que haberse dirigido. 
Prolífico escritor y periodista, Gerbert Keith Chesterton cultivó la novela, el ensayo, la crónica periodística, la poesía, el teatro, la biografía o los libros de viaje. 


Ilustración del propio Chesterton donde aparece él con un burro
Fue el creador de un personaje que fue llevado a la televisión como uno de esos investigadores de la literatura inglesa al estilo de Poirot, Sherlock Holmes o Miss Marple: El padre Brown, un sacerdote católico con una agudeza psicológica y analítica que lo convertía en un singular detective y que apareció en medio centenar de relatos distribuidos en varios volúmenes. También escribió El hombre que fue Jueves, El hombre que sabía demasiado o El retorno del Quijote, una novela por entregas en la que homenajea al gran personaje literario. 
En Lepanto y otros poemas introduce un poema, The donkey (El burro) que dedica a este animal dócil, perseverante y nada presuntuoso en el que deja caer un bíblico momento de gloria para este animal.



Ferdinand Rudolph von Grofé, más conocido como Ferde Gofré, neoyorkino de origen francés y alemán, desarrolló su vida entre la música clásica y las orquestas de baile y jazz. Comenzó tocando la viola en la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles hasta que entró a formar parte de la orquesta de Paul Whiteman. Allí se dedicó a realizar arreglos de obras clásicas que acabaron consolidando los estilos de las Big Band, esas orquestas que adaptaban músicas de diversos estilos. 
Entre sus obras más conocidas destaca Gran Canyon Suite (Suite del Gran Cañón) de 1931, una obra que narra en cinco movimientos la impresión que le produjo una visita al gran cañón del Colorado.
Los movimientos de esta suite sinfónica son: Sunrise (Amanecer), Painted Desert (El desierto pintado), On the trail (En el camino), Sunset (Atardecer) y Cloudburst (Estallido de nubes).
De todas, finalizamos este recorrido con el cariño hacia los burros y sus congéneres con On the trail, un movimiento programático en el que describe el camino que se realiza con una recua de burros para bajar hasta la orilla mientras se disfruta del inigualable paisaje que alberga este Gran Cañón del Colorado.
La interpretación corre a cargo de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional de México con la dirección de Enrique Arturo Diemecke.
En este movimiento Gofré no nos ofrece simplemente una música, sino la posibilidad de poder disfrutar de la experiencia de bajar a lo largo del sendero que nos lleva hasta el lecho del río Colorado.
Algunas indicaciones para poder disfrutar de esta pieza:
Comienza el movimiento con un sonoro rebuzno en los violines.
De este sonido surge la melodía que nos acompañará durante el camino mientras preparamos lo necesario para el paseo: ropa cómoda, un sombrero, agua...
Seguido a este sonido, comenzamos a caminar montado en una recua de estos animales por el estrecho sendero que nos bajará hasta la orilla del río.
Al momento se paran a pesar nuestro y, entre sus sonidos de queja, comenzamos a apreciar la belleza del paisaje.
Se reanuda de nuevo el camino.
Tras una progresiva aceleración, se paran otra vez los animales y permitiéndonos contemplar de nuevo el paisaje desde una mayor altura. Cada vez podemos apreciar mejor la grandeza y la majestuosidad del espacio.
Se vuelve a reanudar la marcha de forma más acelerada, intercalando las sensaciones que nos proporciona la visión del paisaje, la tranquilidad y el aire puro que dominan el panorama.
Entra en escena un solo que puede representar una caja de música que abrimos en pleno descenso hasta el río y que nos recuerda nuestra vida en la ciudad mezclada con las sensaciones del lugar.
No hay tiempo para ensoñaciones ni descansos. La recua acelera el paso, quizás por el olor del agua o por saber que el final del camino está cerca.


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Bibliografía consultada: