expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

Un nuevo Año Nuevo

Dentro de los ciclos que se repiten cada año con esa mezcla que nos mueve entre el deseo de la repetición y el de los cambios, en el periodo de Navidad nos encontramos con una sucesión de celebraciones que comienzan con la Natividad, se acelera con el comienzo del año nuevo y finaliza con la festividad de los Reyes Magos
Recién terminada la Navidad, apenas una semana después llega el vértigo de la celebración del Año Nuevo. El cambio del calendario es un momento en el que solemos acumular preparaciones, sentimientos y emociones marcados por una cuenta atrás para la finalización del año, una cuenta adelante para comenzar el nuevo y el vértigo de la autoimpuesta alegría y los propósitos que solemos realizar. Apenas si nos queda tiempo en ese día para echar la mirada atrás y sólo unos momentos para mirar hacia el futuro.
Antes de entrar en la vorágine de la celebración de Año Nuevo te deseo que tengas un provechoso año y te propongo unas reflexiones con textos de Pablo Neruda, Rudyard Kipling y Alfred Tennyson acompañadas con música de Haydn y von Suppé. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!


El cambio de año tiene en nosotros unos momentos en los que solemos despedirnos con frecuencia del que acaba. En los días previos no dejamos de saludar o despedirnos de nuestros conocidos aludiendo al nuevo año que llega y solemos tener pendientes una serie de tareas relacionadas con las preparaciones previas a ese cambio del calendario que se nos anuncia. De forma inconsciente vamos descontando los días que quedan para el año nuevo.

Cuando Alfred Tennyson perdió a su amigo Arthur Henry Hallam quedó muy afectado por su fallecimiento hasta el punto de escribir una de sus obras más importantes en su recuerdo. Después de diecisiete años en los que lo fue escribiendo y madurando lo publicó anónimamente en 1850 como In Memorian A.H.H. Obiit MDCCCXXXIII. El poema, que consagró a su autor, es una extensa elegía de 133 cantos con estrofas de cuatro versos yámbicos y rima ABBA, organizado, según palabras del escritor, en torno a tres celebraciones de la Navidad. Por el poema deambulan la desesperación en los primeros cantos, para dar paso a la duda cuando la mente controla ese sentimiento, a la esperanza en los cantos siguientes cuando es el espíritu quien va controlando a la mente, para terminar con la fe cuando se produce una armonía entre el espíritu y el sentimiento.
Publicado en diversas recopilaciones como El tesoro de la juventud o en In Memoriam y otros poemas, el primer texto que nos acompaña muestra la ambivalencia entre el deseo de que callen las campanas del año que finaliza y suenen las del año que comienza como una suerte de deseo de dejar atrás el dolor de la pérdida y afrontar lo que nos trae el año.


Siguiendo en la línea de las despedidas que solemos hacerle al año que concluye te traigo una obra singular y quizás única en su concepción. Empleado como Kapellmeister (Maestro de capilla) del príncipe Nikolaus Esterházy en su castillo campestre en Hungría, Joseph Haydn era a su vez el director del grupo de músicos que formaban la orquesta del aristócrata magiar. Ante un trabajo agotador por parte de los músicos, estos se quejaron de la necesidad de estar unos días en Viena y poder descansar con sus familias a las que no veían hacía tiempo. 
La solución que ofreció Haydn de cara a sus músicos y al príncipe fue, cómo no, a través de su música, componiendo su Sinfonía nº 45 (Hob. 1:45). Escrita para 2 oboes, fagot, 2 cuernos e instrumentos de cuerda. Los tres primeros movimientos siguen las pautas de este tipo de composiciones. Al Allegro assai le sigue un Adagio y el Minuetto Alegretto - trío habituales. En el cuarto movimiento, Finale presto, fue donde Haydn desarrolló su queja. Cuando todo parecía que el movimiento iba a finalizar según las normas musicales habituales se produjo una pausa y comenzó un Adagio inesperado. Conforme se iba desarrollando, los músicos apagaban las velas de sus atriles y se marchaban uno a uno mientras la música se volvía más íntima y pensativa hasta quedar los dos violines del propio Haydn y Luigi Tomasini que abandonaron la sala al finalizar su dúo. El príncipe Esterházy no necesitó más para entender el mensaje y dar unas vacaciones a su director de capilla y a sus músicos.
Qué mejor música para despedir un año que esta Abschiedssinfonie o Sinfonía de los Adioses interpretada por la Sinfonia Rotterdam dirigida por Conrad van Alphen y grabado en febrero de 2018 en The Nieuwe Kerk de La Haya. Los músicos que van abandonando la orquesta podemos equipararlos con estos últimos días que vamos descontando para la llegada del año nuevo.


La costumbre nos ha hecho distinguir el primer día del año de los demás con un sello particular. Sin ser una festividad de tipo religioso o político, el primero de enero está marcado en rojo en los calendarios y nuestras vidas por la mera circunstancia de cambiar el calendario, una efeméride que antes realizábamos en los antiguos almanaques en papel y que ya van pasando a mejor vida con la revolución digital.


La inquieta y fecunda mirada de Pablo Neruda también se fija en esta adornada fecha. Formando parte de su Tercer libro de las odas, dedicó una de ellas a glosar sobre esta fecha singular. En su Oda al primer día del año, Neruda se fija, desde un viaje en tren en el que reflexiona si este día no es igual que el anterior o el siguiente y cómo lo señalamos y lo recibimos, sabiendo que lo vamos a vivir de una manera distinta a los demás días.




Tras la reflexión de Neruda no debemos olvidar otra de las características de las celebraciones de Año Nuevo: la alegría, sea esta o natural o forzada, salga desde nuestro interior por sí misma o con la ayuda de bebidas espirituosas.
Nos acompaña una pieza que muestra la vertiginosa alegría que se supone debemos tener para comenzar el año según está establecido por las normas sociales. Después cada uno de nosotros hacemos lo que queremos o podemos realizar según nuestras costumbres y circunstancias.


Pocas piezas siguen en el repertorio de Franz von Suppé (1819-1895), a excepción de Leichte Kavallerie (Caballería ligera), una opereta del compositor nacido en Split -en aquella época perteneciente al imperio Austrohúngaro, hoy en Croacia- de la que apenas se escucha hoy en día su obertura. Von Suppé llegó a superar las 200 partituras entre las que aún se representan en alguna ocasión esta obra, Dama de espadas, Mañana, tarde y noche en Viena y, sobre todo, Poeta y campesino.
Estrenada en el Carltheater vienés en 1866 con un libreto de Karl Costa, la opereta está ambientada en el siglo XVIII narrando las intrigas de la corte del barón von Bredereck y su amante la condesa Csikos que tiene una compañía de ballet a la que llaman Caballería ligera.
La obertura, digna de las de la familia Strauss o Franz Lehar y del Concierto de Año Nuevo de Viena, está plagada de melodías pegadizas, con fanfarrias militares y ritmos de galope marcados por las trompetas
Nos acompaña una interpretación la obertura de Caballería Ligera a cargo de la Cleveland Orchestra dirigida por el siempre elegante Franz Welser-Möst.


Termino con la última de las características de las celebraciones de Año Nuevo, los propósitos para el año que comienza. ¿Quién no se ha propuesto en este día algún cambio en sus rutinas, cumplir uno de esos retos que se nos escapa cada año o realizar un anhelo largamente deseado?


Rudyard Kipling (Bombay, 1865- Londres, 1936) era hijo de un pintor que ejercía de superintendente del Museo de Lahore, hoy en Pakistan. Tras unos años en el subcontinente asiático, a los seis años lo enviaron a Lorne Lodge, una casa de acogida en Inglaterra, de la que le quedó una amarga experiencia. Tras comenzar una larga carrera literaria con obras entre las que destacan El hombre que pudo reinar (1890), El libro de las tierras vírgenes -o de la selva- (1894), Capitanes intrépidos (1896) o Kim (1901) recibió el Premio Nobel de Literatura en 1907. Tras la Gran Guerra sus ideas colonialistas quedaron desfasadas y sus obras fueron perdiendo presencia.
Nos acompaña un poema publicado precisamente un día de Año Nuevo de 1887 por la Civil and Military Gazette de la India británica. New year resolutions (Propósitos de Año Nuevo) nos muestra en tres estrofas y etapas esas decisiones que tomamos cada comienzo de ciclo con una soterrada ironía.


Siguiendo las buenas costumbres y los tópicos te deseo que tengas un buen año nuevo cargado de buenas resoluciones. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Bibliografía y webgrafía consultadas:

10 comentarios:

  1. Querido Miguel Angel, empiezo por el final: te deseo un magnífico año 2025 y que nos sigas llenando la vida de música y literatura.
    En cuanto a la música, qué decir. La primera vez que leí o escuché la historia de la sinfonía de los adioses me pareció maravillosa. Pensaba en esa orquesta abandonando subrepticiamente la sala, uno a uno. Lo que nunca pensé es en ver una representación como las que nos traes. Muchas gracias.
    Con la música de Suppé he rejuvenecido algunos años: a cuando yo estudiaba, allá por los 80, que solía escuchar un programa en Radio 2 sobre la opereta. En fin, cosas que pasan a veces...
    Muchas gracias por compartir música y literatura y nos seguiremos leyendo en 2025. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Joaquín. Te deseo también que el año nuevo sea interesante para ti y tu familia.
      Me ha costado encontrar esta versión de la Sinfonía de los Adioses con los músicos abandonando el escenario, pero merece la pena oírla y verla de la forma en que la concibió Haydn. Sólo faltan las velas y poder observar la cara del príncipe Esterházy. En cuanto a la obertura de von Suppé, también la conozco de esa época que dices.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar
  2. Hola, Miguel, muy bueno el artículo, me han gustado las poesías que, como siempre, conjugadas con la música quedan genial mientras se lee.
    Te deseo un buen año, sobre todo, feliz.
    Un fuerte abrazo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Merche. Que tengas también un magnifico año, feliz e interesante.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar
  3. Hola Miguel, la música, como siempre, excelente. Pero el soneto de Kipling sobre los propósitos de Nuevo Año, además de genial, es muy realista... 🤣
    Un fortísimo abrazo y ¡¡Feliz Año Nuevo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Mercedes. El poema de Kipling no tiene desperdicio porque retrata nuestros propósitos de cada año. Que el que entra sea feliz e interesante para ti y los tuyos.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar
  4. Hola Miguelángel, me encanta de principio a fin, tanto las poesías como la música, adoro, Sinfonía de los Adioses... Espero que los propósitos para este nuevo año consiga llevarlos acabo, no me será fácil, pero por intentarlo que no quede... Luego la vida tiene la última palabra.
    Un abrazo grande y feliz año

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Nuria. Esta grabación de la Sinfonía de los Adioses me ha recordado la primera vez que oí hablar de ella, así con los músicos abandonando el salón. Espero que tus propósitos se cumplan, aunque estoy seguro que lo harán los que dependan de tu voluntad.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar
  5. Hola Miguel Ángel. paso a comentar tu extraordinario post, una característica, debo decir, que está presente en todos los demás.
    El estilo de In Memoriam muestra la combinación de lo tradicional y lo no tradicional en Tennyson. Algunos de los cantos emplean un estilo corriente y una dicción común, mientras que en otras, por lo que leído, influidas por Spenser y Keats, resalta el lenguaje primoroso y sensual.
    En el poema se cuestiona la fe religiosa y la duda razonable y se discute la importancia del hombre, de la inmortalidad y de la propia poesía. Tennyson exterioriza la pena por la muerte de su mejor amigo.
    Me gustaría saber más acerca de cómo influyó en Tennyson que Hallam estuviera comprometido con su hermana, Me da la sensación de que había algo más entre los dos amigos; igual soy demasiado retorcido, qué sé yo.
    Como bien muestras en “El tesoro de la juventud”, es desgarrador el empeño que muestra Tennyson por olvidar el año que acaba con la triste pérdida y afrontar el nuevo año con lo que venga:

    «¡Dejad al que ha pasado! Vibrad bronces dichosos,
    Por el que viene ornado de nieve blanca y pura:
    Dejad en el olvido los tiempos tenebrosos;
    Cantad por las verdades que el porvenir augura.
    ¡Callad por las angustias que sufren los mortales,
    Por lo que llora el mundo desde su edad primera…».

    Es enormemente ingeniosa la solución que ofreció Haydn a través de la Sinfonía nº45 con respecto al príncipe y los músicos de Haydn para que estos pudieran tomar unas vacaciones. Me ha encantado la manera que tienes de describirlo, que hace tan interesante su lectura.
    La Sinfonía de los Adioses contiene un dinamismo regio, se eleva por una montaña de notas celestiales gracias a los violines, una muestra extraordinaria de la calidad musical de la obra. Digo esto tan solo como simple receptor de sensaciones al escuchar tan magnífica composición. El cambio final, cuando empiezan a marcharse los músicos tiene mucha gracia.
    Como bien dices, Neruda se fijó, en una reflexión desde el tren, en el carácter especial del primer día del año. Creo que la conclusión a la que llegó finalmente el poeta fue la de que es un día diferente, pero para mi desde luego que es un día muy especial. Ya llevo tiempo sin conseguir ver los saltos de esquí ni los valses de los Strauss (padre e hijo) y eso me frustra. A ver si lo consigo en próximas ocasiones.
    Como dije, deduzco por lo que publicas del Tercer libro de las Odas que el primer día del nuevo año le parece diferente:

    “(…) pequeña puerta de la esperanza,
    nuevo día del año,
    aunque seas igual
    como los panes,
    a todo pan,
    te vamos a vivir de otra manera
    te vamos a comer, a florecer,
    a esperar”.

    Escuchar la obertura de Caballería Ligera me ha alegrado el alma. Con ritmos de marchas militares, la caballería galopa a través de las trompas y otros instrumentos de viento (lamento mi ignorancia). La composición se va engrandeciendo hasta culminar en los sonidos épicos que transmite el metal. La intervención de los violines es como galopar por inmensas praderas y el ritmo pegadizo que todos reconocemos anima a cualquiera. Me ha encantado esta pieza musical maravillosa.
    Desde luego que, en mi caso, tengo propósitos de año nuevo. Aparte de temas personales, he decidido dedicar más tiempo a mis escritos, porque tengo doce historias que esperan continuación y que deben terminar en novela. Así que el proyecto tiene su enjundia y para eso debo acortar mi presencia en Bloguers y en otros sitios web que me restan demasiado tiempo. No así en tu completísima página web, donde sé que tengo que dejar más comentarios. Lo intentaré de veras.
    En fin, querido amigo, ya lo hice hace tiempo pero vuelvo a desearte lo mejor para este nuevo año y debo agradecerte también el tiempo que dedicas a leer mis escritos y comentarlos. Me encanta verte por mi blog.
    Un fuerte abrazo, amigo mío.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por dedicar tiempo y espacio a comentar la publicación, Marcos. Como ves, he buscado tratar todos los matices de los últimos días y los primeros momentos de cada año y cómo los afrontamos y celebramos. Coincido contigo en los comentarios y las reflexiones que los autores nos ofrecen en esas obras, pese a que las musicales no tienen que ver estrictamente con el año nuevo.
      Seguimos leyéndonos.
      Un fuerte abrazo :-)

      Eliminar